India. Once años después de nuestro primer viaje a la India (ver Guía y relato de un viaje al norte de la India), en el que hicimos una ruta por los estados de Rajastán, Madhya Pradesh, Uttar Pradesh y Delhi, esta vez el objetivo del viaje era el extremo noroeste del país. Aquí se encuentran los estados del Punjab, Jammu y Cachemira (incluyendo la región de Ladakh) e Himachal Pradesh. Y además de recorrer esos estados también repetimos visita a la ciudad de Delhi.
Hacía tiempo que teníamos ganas de visitar esta parte del país y este año se dieron las condiciones óptimas para hacerlo, sobre todo gracias a la relativa tranquilidad imperante en Cachemira.
Y la verdad es que la experiencia ha valido mucho la pena, destacando por encima de todo la visita a Ladakh, región que nos ha parecido extraordinaria y que es muy diferente desde el punto de vista paisajístico, cultural y religioso del resto de la India, lo cual justifica por sí solo todo un viaje.
Esto sí, la complicada orografía de Ladakh, combinada con la climatología, la precariedad de las infraestructuras de transporte y el carácter indio, hace que lo imprevisto pueda surgir en cualquier momento del viaje y hay que estar preparado para cambiar los planes sobre la marcha, pero este no deja de ser un aliciente más de este destino tan remoto.
Del 27 de agosto al 18 de septiembre de 2011
Día 1: Barcelona → → Doha (Catar) → → ...
Día 2: ... → → Delhi → → Amritsar - frontera Attari/Wagah - Amritsar
Día 3: Amritsar
Día 4: Amritsar - Jammu
Día 5: Jammu - Srinagar
Días 6-7: Srinagar y alrededores
Día 8: Srinagar - Leh
Día 9: Leh
Día 10: Leh - Thiksey - Shey - Leh
Día 11: Leh - Stok - Matho - Stakna - Hemis - Chemrey - Leh
Día 12: Leh
Día 13: Leh - Khardung La - Khalsar - Panamik - Sumur - Hunder
Día 14: Hunder - Diskit - Khalsar - Khardung La - Leh
Día 15: Leh - Basgo - Phyang - Spituk - Leh
Día 16: Leh
Día 17: Leh - Manali
Día 18: Manali
Día 19: Manali - Naggar - Palchan - Manali
Día 20: Manali - ...
Día 21: ... - Delhi
Día 22: Delhi
Día 23: Delhi → → Doha (Catar) → → Barcelona
Esta ruta, con inicio y final en la ciudad de Delhi, recorre los estados indios del Punjab, Jammu y Cachemira (el cual incluye la región de Ladakh, el leit motiv central de nuestro viaje) e Himachal Pradesh. A Ladakh sólo se puede llegar en avión, con vuelos desde Delhi o Srinagar, o por carretera, con sólo dos vías posibles: la ruta Leh-Srinagar (este-oeste) y la ruta Leh-Manali (norte-sur).
Llegar en avión a Leh, la capital ladakhí, no parece, a priori, la mejor opción debido a la nula aclimatación a la altura (Leh se encuentra a 3.500 metros de altura). Por otra parte, muchos viajeros optan por entrar y salir de Ladakh por carretera, usando las dos únicas rutas posibles, pero no sabemos porque la mayoría escoge entrar desde el sur, vía Manali, y salir hacia el oeste en dirección a Srinagar.
En cualquier caso, nosotros escogimos la ruta contraria -de Srinagar a Leh y de Leh a Manali- por dos motivos:
Por otra parte, la ruta Leh-Manali está considerada como una de las más peligrosas del mundo, principalmente debido a su complicada orografía, la climatología, los desprendimentos, el estado de la carretera y los vehículos, y porque es terriblemente exigente para el conductor.
Dicho esto, tampoco hay que obsesionarse con la posibilidad de sufrir un accidente, puesto que haberlos haylos, pero cada día pasan por ella muchos vehículos sin ninguna incidencia. Además, la espectacularidad de la ruta y la experiencia del viaje os harán olvidar cualquier temor inicial que podías tener (tal y como dice el dicho: relajaos y disfrutad!!).
En la página Travel Guide for Manali-Leh Highway encontraréis un montón de información práctica y consejos orientados a preparar el viaje por la ruta Leh-Manali o viceversa. Y en la misma web también tenéis un interesante capítulo sobre la ruta Srinagar-Leh, con el título How to plan a journey on Srinagar-Leh Highway. Y además se informa del estado actualizado de ambas rutas, indicando si están abiertas al tráfico o no.
La moneda oficial de la India es la rupia india (INR es el acrónimo oficial, pero en esta guía usaremos Rs). No encontramos ningún problema en cambiar euros en oficinas de cambio y bancos. A la hora de cambiar en las oficinas de cambio conviene comparar el precio ofrecido porque puede haber diferencias significativas. También se puede intentar regatear al alza el precio ofrecido si la cantidad de euros que cambiamos es alta (más de 100 €).
Otra opción para obtener rupias indias es utilizar los cajeros automáticos (ATM), presentes en las ciudades indias. Nosotros no los hemos utilizado y por lo tanto no podemos comparar qué opción es más ventajosa desde el punto de vista económico. En cualquier caso debéis saber que los cajeros automáticos son muy populares entre la población local y por ello suele haber colas. Y no esperéis intimidad en el momento de operar con el cajero, porque, o hacéis respetar con decisión la distancia de seguridad entre la cola y vosotros, u os encontraréis con un puñado de indios literalmente encima vuestro, como si fuera una melé de rugby!!.
En las fechas de este viaje a India el cambio medio obtenido fue de 1 € = 64,2 Rs (ver cambio oficial actualizado en el enlace Eur -> INR).
+ 619 € (vuelo Barcelona - Delhi - Barcelona, vía Doha)
+ 30 € (vuelo Delhi - Amritsar)
+ 75,2 € (visado + 50% coste mensajería)
+ 540 € (hoteles, comida, transporte, entradas, ...)
= 1.264,2 € (total por persona)
La India continúa siendo un destino bastante económico para el viajero y todo ello pese a la inflación de precios de los últimos tiempos. Un viajero con pocas manías puede sobrevivir en la India con menos de 15 €/día, esto sí, durmiendo en dormitorios o guesthouses de poca monta, comiendo en restaurantes locales y viajando en tren o autobús.
Para viajar a la India es necesario un visado de entrada y disponer de él antes de la entrada en el país (no es posible obtenerlo directamente en la frontera). También hay que disponer de un pasaporte con una validez mínima de seis meses.
Desde hace ya un tiempo, siguiendo con la tendencia de muchos otros países, la India ha instaurado la E-Visa (visado electrónico), la cual facilita mucho los trámites del visado, aunque también tiene algunas limitaciones.
En caso de viajar por turismo, los viajeros de la mayoría de nacionalidades, pueden solicitar una E-Visa en línea para realizar viajes con una duración máxima de 90 días. Las solicitudes de este tipo de visado turístico tardan un mínimo de tres días en resolverse, por lo que conviene hacer la solicitud con un mínimo de 4-5 días antes de viajar a la India.
La validez de este visado electrónico es de 365 días a contar desde el día de la concesión. Permite múltiples entradas y en cada una de ellas sólo podemos estar hasta un máximo de 90 días en el país de forma continuada. Su vigencia no se puede extender de ningún modo y sólo es válido si entramos al país a través de alguno de sus aeropuertos internacionales o bien a través de los puertos marítimos de Mumbai, Cochin, Mormugao, Chennai y New Mangalore.
El coste actual de la E-Visa india es de 80 US$ y debe pagarse online en el momento de realizar la solicitud.
Por ello, si se entra a la India por una frontera terrestre (por ejemplo desde Nepal) o si la estancia prevista es superior a los 90 días o si se da alguna otra circunstancia no incluida en la E-Visa entonces hay que tramitar el visado de una forma, digamos, más tradicional.
En este caso, la Embajada de la India en España no gestiona directamente la concesión de visados, ya que lo hace a través de la empresa subcontratada VFS Global Spain, la cual tiene oficinas en Madrid, Barcelona y Las Palmas de Gran Canaria. La solicitud de visado debe presentarse en cualquiera de estas oficinas o bien por correo postal, pero en cualquier caso hay que contar con que la concesión puede demorarse una o más semanas.
Es necesario vacunarse de aquello especificado por un Centro de vacunación internacional, aunque la zona abarcada en este viaje no es especialmente problemática al respecto.
Por otra parte, en general, las condiciones sanitarias de la India, especialmente fuera de las grandes ciudades, son bastante deficientes. Y en el caso concreto de la zona de los Himalayas, además, hay que sumar la dificultad en el transporte y las comunicaciones. Por todo ello es altamente recomendable llevar un seguro médico de amplia cobertura que incluya también la repatriación (y el rescate por avión en caso de hacer actividades de montaña o largos trekkings por zonas remotas).
Un posible problema de salud específico de los lugares a gran altura (a partir de 2.500 metros), como es el caso de la zona de Ladakh, es el denominado mal de altura, el cual suele aparecer cuando se sube con demasiada rapidez en altas cotas, con ausencia de aclimatación. Sus efectos y gravedad dependen de cada persona y situación, pero si aparecen sus síntomas lo más recomendable es descansar y beber mucho líquido las primeras 24-36 horas, tiempo en el que el cuerpo consigue una aclimatación del 80%.
En los últimos años diversas ciudades indias han sufrido sangrientos atentados terroristas, como Delhi y Mumbai, pero no hay que olvidar que ahora prácticamente ningún país del mundo está libre ellos. Pero si consultáis la página del MAE (Ministerio de Asuntos Exteriores español) sobre la India encontraréis mencionados otros muchos posibles peligros: conflictos armados, terremotos, lluvias torrenciales, desprendimientos, robos, etc. Está bien ser consciente de estos riesgos, pero tampoco hay que obsesionarse con ello, basta con estar bien informado y utilizar el sentido común.
Un comentario aparte merece la situación en la región de Jammu y Cachemira (excluyendo el Ladakh), zona que tradicionalmente ha sido muy conflictiva por la disputa territorial entre la India y el Pakistán e, incluso, con China. Muchas veces esta zona ha estado fuera de límites para los viajeros debido a las tensiones o por operaciones militares en la región. En las fechas de nuestro viaje la situación estaba aparentemente tranquila o más bien en una calma tensa (en los periódicos locales leíamos sobre operaciones militares indias cerca de Srinagar contra milicias separatistas), pudiendo hacer todos los recorridos por la región por carretera y visitando Srinagar sin restricciones ni toque de queda. En cualquier caso, impresiona el despliegue militar y policial indio en toda la zona, incluida Ladakh, con más de 500.000 soldados desplegados. Los controles policiales en las ciudades y carreteras, los acuartelamientos militares o los comboyes de camiones del ejército son una constante a lo largo de todo el viaje, pero la verdad es que, en general, esto no nos supuso demasiadas molestias y al final te acabas acostumbrando.
Por último, en el caso de la ciudad de Delhi comentar el acoso al que puede ser sometido el viajero independiente por parte de vendedores, comisionistas, estafadores, o mendigos, sobre todo en las zonas más turísticas, estaciones de tren, etc. Por eso, especialmente para quien viaje a la India por primera vez, os recomendamos leer el interesante artículo India: Consejos y trucos para viajeros independientes.
• Avión. Dada la gran oferta de vuelos internacionales a Delhi desde Europa no es difícil encontrar precios bastante económicos, a partir de 500 o 600 € e incluso menos. Recomendamos contemplar compañías aéreas de la Península Arábiga, como Qatar Airways, Etihad Airways o Emirates, ya que tienen una gran oferta de vuelos a la India y son óptimas en horas de vuelo y, a veces, a precios muy competitivos.
En cuanto a vuelos nacionales, y desde que el gobierno indio liberalizó el transporte aéreo en 1991, hay un gran número de compañías aéreas indias que realizan vuelos interiores y que conectan un gran número de ciudades de la India, como por ejemplo Air India, Jet Airways, Kingfisher Airlines, Air Deccan, Jet Lite, GoAir o Jagson Airlines. La competencia en rutas servidas por varias de estas compañías hace que se puedan encontrar precios muy económicos, pero hay que tener cuenta que con el incremento del nivel adquisitivo de mucha población india cada vez más gente utiliza el transporte aéreo y conviene reservar si queremos volar en fechas concretas. Un buen lugar para buscar y reservar/comprar vuelos domésticos en la India es el buscador MakeMyTrip.
• Tren. En la ruta de este viaje el tren fue de poca utilidad, ya que la red ferroviaria india no llega tan al norte por la complicada orografía de la zona. Ahora mismo el extremo norte de la línea ferroviaria en esta región es la ciudad de Udhampur, situada unos kilómetros al norte de la ciudad de Jammu, aunque comprobamos que se está prolongando la línea para llegar a Srinagar. Por el lado del estado de Himachal Pradesh el tren sólo llega a la ciudad de Shimla, situada al norte de Chandigarh. En toda la región del Ladakh no hay ni un solo kilómetro de vía. En este viaje sólo tomamos el tren para hacer el trayecto de Amritsar a Jammu.
Algunas páginas web útiles y relativas a los ferrocarriles indios son Indian Railway's Reservation Enquiry (consulta online sobre disponibilidad de plazas, horarios de los trenes, etc.), The Indian Railways FAQ (información general sobre los ferrocarriles de la India), Seat61- Train travel in India (información y consejos muy útiles para viajar en tren por la India).
• Autobús. Este es el medio de transporte por tierra que más hemos utilizado en este viaje. Hay autobuses estatales y también de compañías privadas, más caros, pero más rápidos y cómodos. Para los trayectos Srinagar-Leh y Leh-Manali también hay minibuses privados y/o jeeps, los cuales funcionan como un taxi compartido.
• Taxi. El taxi es una opción a contemplar para visitar los alrededores de Leh, en Ladakh, con la ventaja de que los precios están fijados según el destino y no hace falta entrar en la ruleta rusa de discutir el precio. También se puede contratar un taxi privado para los trayectos Srinagar-Leh o Leh-Manali, igualmente con precios prefijados, pero resulta caro si no se es al menos 4 personas.
• Moto. Para los viajeros más aventureros y valientes existe la opción de alquilar una moto, sea para hacer excursiones de un día o bien para recorrer largos trayectos a través de los Himalayas. De las motos para alquilar la más popular, con diferencia, es la Royal Enfield, una moto clásica de origen inglés, pero que ahora sólo se fabrica en la India. También podéis encontrar motos de los modelos Pulsar y Avenger de la marca india Bajaj o alguna moto japonesa Yamaha, con cilindradas que van de los 180 a los 500 cc.
Se pueden alquilar motos en varios lugares del país, como por ejemplo en Delhi, Leh o Manali. Según el estado indio es posible que nos pidan el carné de conducir internacional o que sea suficiente con el carné nacional o, incluso, que no se pida ningún carné. En Leh (estado de Jammu y Cachemira), por ejemplo, no era necesario presentar ningún carné, pero en Manali (estado de Himachal Pradesh) sí se pedía un carné de conducir, nacional o internacional. En cualquier caso, es mejor llevarlo con nosotros para evitar problemas. El uso del casco no parece ser obligatorio, pero no os juguéis la vida por no llevarlo (dónde alquiléis la moto os lo proporcionarán).
Según comprobamos los precios del alquiler oscilan entre las 500 y 750 Rs/día, según modelo, cilindrada y nº de días del alquiler. En cuanto al seguro normalmente se incluye sólo a terceros, pero hay que preguntarlo para estar seguros. Eso quiere decir que seréis totalmente responsables de cualquier cosa que os pase a vosotros y a la moto.
Dado que el estado de mantenimiento de las motos de alquiler suele ser bastante malo, antes de alquilar una moto concreta aseguraros que, como mínimo, se pone en marcha, funciona bien el cambio de marchas y frena correctamente, además de que funcione la luz y el claxon (este último es vital en la India). No os molestéis en pedir que funcionen los intermitentes (inútiles en la India), el cuentakilómetros o el nivel de depósito de gasolina. Por eso, si pensáis en alquilar una moto para hacer trayectos largos y complicados (sobre todo por el estado de la carretera y lo remoto del lugar), como el de Leh a Manali, al valle de Nubra o al lago de Pangong, conviene que tengáis una gran experiencia y nivel de autosuficiencia, tanto a nivel mecánico como de conducción en situaciones extremas (barro, pista, nieve, etc). Especialmente las motos Royal Enfield parecen ser muy exigentes desde el punto de vista mecánico, ya que tienen propensión a estropearse más de la cuenta. Pensad que allá los riesgos son realmente muy serios: mal estado de la carretera, climatología, accidentes, desprendimientos, etc. De hecho, mientras estábamos allá, un motorista extranjero murió al caerle accidentalmente una piedra desprendida de una montaña mientras conducía.
En la India se conduce por la izquierda, al menos en teoría, porque al final cada uno va por dónde puede o quiere. Las prioridades en la carretera son directamente proporcionales al tamaño del vehículo (máxima si es militar). Las carreteras son compartidas por vehículos de todo tipo y condición, así como personas, perros, vacas o rebaños de ovejas. En general, en la India la principal regla de conducción es... que no hay reglas o que cada cual las interpreta a su manera. El resultado es un caos controlado que, para el observador extranjero, es una continúa fuente de anécdotas... y sustos. Por eso, antes de decidirse a conducir una moto observad bien el comportamiento de los indios en la carretera para evitar después males mayores.
Nosotros alquilamos una moto en Leh para visitar varios monasterios de los alrededores y es una opción que recomendamos por la libertad que da y la experiencia de conducir en mitad de paisajes lunares. También alquilamos una moto en Manali para ir a la población de Naggar y después hacia al paso de Rohtang La.
India es un país muy grande y con una climatología extremadamente variada y determinante en muchos casos para escoger la mejor época del año para viajar. Centrándonos en la zona visitada en este viaje, el noroeste de la India, encontramos dos zonas muy diferentes en cuanto a climatología. Entre julio y septiembre es la temporada de monzones en el norte de la India y, a priori, no es la mejor época para ir, pero por el contrario es la mejor para visitar la zona de Ladakh, ya que queda protegida de los monzones por las cordilleras del Karakoram y los Himalayas y porque en estos meses su climatología es más benigna y las carreteras de acceso no están cerradas por la nieve (lo suelen estar entre octubre/noviembre y abril/mayo).
En nuestro caso, en la zona de Ladakh encontramos en general un tiempo espléndido, con días soleados y calurosos y noches frescas. Dada la altura media de la región, por encima de los 3.000 metros, hay que decir que el sol tiene mucha fuerza (recomendamos llevar crema protectora solar) y en verano puede provoca calor, pero muy soportable porque es seca.
En el resto de zonas visitadas en este viaje, en teoría afectadas por el monzón, la verdad es que este no nos supuso ningún problema ni condicionó de forma alguna nuestro viaje. Aquí tuvimos días muy soleados y otros bastante nublados, con algún episodio puntual de lluvia poco importante. Sobre las temperaturas, calor intenso y húmedo en lugares como Delhi, Amritsar o Jammu, y bastante más soportable en Srinagar o Manali gracias a sus 2.000 metros de altura.
Podéis consultar la información meteorológica oficial de la India en la web Weather-India Meteorological Department.
En la India la electricidad es de 220/240 V y a 50 Hz. El tipo de enchufe más común es el de 3 clavijas redondas (y más gruesas que las europeas), pero cada vez es más habitual encontrar también en el mismo enchufe el tipo europeo (tipo C). Por este motivo, en general, no es necesario ningún tipo de adaptador y simplemente debemos tener cuidado en que haga buen contacto. Por otra parte, en muchas zonas de la India el fluido eléctrico es irregular y no es extraño que haya cortes en el suministro, los cuales pueden ser de segundos o de horas.
En muchos hoteles y guesthouses se ofrece conexión wi-fi, pero no siempre esta es gratuita. También es cada vez más habitual encontrar algunos cafés y restaurantes con wi-fi gratis. Además, en las ciudades hay cibercafés dónde conectarse a Internet a precios razonables (de 20 Rs/hora en Delhi a 90 Rs/hora en Leh).
+3'5 horas respecto de nuestro horario de verano. Por otra parte, en las fechas de nuestro viaje a la India amanecía antes de las 6 de la mañana y por la tarde oscurecía sobre las 19:15 h.
India, Lonely Planet (14ª edición, Septiembre 2011). A través de la web de Lonely Planet adquirimos, en formato digital Pdf, sólo los capítulos que necesitábamos de esta novísima guía (de hecho, aún no estaba disponible en papel), pagando 12,25 € por 5 capítulos: Delhi, Jammu, Kashmir & Ladakh, Haryana & Punjab, Himachal Pradesh, intro India.
Sota el cel de Tushita: viatge al Ladakh, el petit Tibet de l'Índia, de Enric Soler, publicado por Brau Edicions en 2004. En catalán. Excelente libro de viajes y que resulta muy útil e instructivo, además de entretenido, ideal para el viajero interesado en ir a Ladakh, un reducto del budismo tibetano establecido en esta remota región del noroeste del India. Es una mezcla de diario de viaje, diario íntimo y clásico libro de viajes.