Del 11 al 25 de septiembre de 2008
No es necesario llevar mucho dinero en metálico, ya que en la India hay muchos cajeros automáticos y el cambio, aún sumando la comisión por sacar dinero con la tarjeta de crédito, nos resultó más beneficioso que en las casas de cambio y bancos.
Cambio: 100 Rupias (Rs) = 1,61 €
50 € para una sola entrada y lo tramitamos a través de la Embajada de la India en Madrid. En su página web se pueden descargar los formularios de petición y las instrucciones para el pago. Una vez rellenados y adjuntando las fotografías necesarias, se envían a la Embajada adjuntando un sobre franqueado para el retorno o por mensajero.
Avión: Por cuestión de tarifas y trayectos volamos con Finnair a Mumbai y regresamos desde Delhi.
Los trayectos interiores de Mumbai a Srinagar (85 €) y de Leh a Delhi (66 €) los realizamos con las compañías JetLite y Kingfisher respectivamente y los habíamos reservado previamente en la página MakeMyTrip, ya que habíamos intentado reservarlos en las webs de las compañías y nos fue imposible, ya que no admitían el pago con una tarjeta de crédito no emitida en India.
El trayecto Delhi-Varanasi (84 €) con Jet Airways y el Varanasi-Delhi (57 €) con Indian Airlines, los compramos en el Aeropuerto de Delhi una vez que regresamos de Leh. Dichos trayectos no los habíamos comprado con antelación, ya que a menudo los vuelos desde Leh se cancelan (como ocurrió el día anterior a nuestra partida) y entonces no puedes llegar a Delhi y tomar el avión que previamente tenías reservado y comprado.
Debido a las dificultades del transporte público (horarios y cadencias) entre Cachemira y Ladakh y dentro del mismo Ladakh, optamos por contratar un tour que comprendía transporte, hoteles, comidas, traslados y visitas desde nuestra llegada a Srinagar hasta nuestra salida de Leh con destino a Delhi. Lo contratamos con el hotel Singge Palace de Leh y nos costó 28.700 Rs por persona.
+3 1/2 horas con el horario de España en la fecha de nuestro viaje.
India, de Lonely Planet/Geoplaneta y Guía Visual de El País-Aguilar, ambas en español.
En el primer día de viaje salimos de Barcelona a las 09:45 horas con destino Helsinki. Después de una espera de 5 horas en dicho aeropuerto, a las 8 de la noche sale nuestro avión a Mumbai.
Al día siguiente llegada a Mumbai a las 06:30 de la mañana. Taxi prepago por 395 Rs que nos llevó al Hotel Suba Palace que habíamos reservado previamente en su web (4.477 Rs con desayuno e impuestos). Se encuentra situado en el barrio de Colaba, muy cerca de la Puerta de la India.
En todos los aeropuertos de la India existen en las llegadas unos mostradores de taxis pre-pago. Aunque son un poco más caros que si paras un taxi por libre, de esta manera te evitas las discusiones y regateos con los taxistas. En dicho mostrador indicas la zona de la ciudad donde quieres ir, pagas y te dan un comprobante con la matrícula del taxi que hay que entregar al taxista (hay que vigilar el cambio, ya que no siempre te devuelven el correcto).
Descansamos unas horas en el hotel y al mediodia visitamos la Puerta de la India, el Hotel Taj, el centro de Mumbai, la Estación Victoria y el mercado de Crawford. Por la tarde paseamos por Marine Drive.
Comida en Indigo Delicatessen (recomendado), cerca de nuestro hotel y cena en la pizzeria Soona Mahal, en Marine Drive.
Hoy nos dirijimos hacia Cachemira para hacer la ruta por carretera desde Srinagar a Leh, un recorrido que deseábamos realizar hace ya varios años y siempre lo posponíamos debido a la situación en Cachemira. Nuestro paso por esta región coincidió con el Ramadán y debido a esta celebración todo estaba muy tranquilo en la zona.
Vuelo de Jet Lite con salida a las 12 de la mañana de Mumbai y llegada a Srinagar 2 horas y media más tarde.
El aeropuerto de Srinagar es como un cuartel del ejército. Sólo se ven instalaciones militares por todas partes. Debido a los constantes conflictos existen unas extremas medidas de control y los turistas deben registrarse, indicando la ruta que realizarán, donde se hospedarán e indicando la dirección de un familiar en el país de origen, por posibles problemas¡¡¡.
Nos recogen a la salida del aeropuerto y nos llevan directamente a nuestro hotel. Se trata de una casa-barco en el lago Dal. Por la tarde, hacemos una visita a uno de los jardines mogoles que se encuentran a orillas del lago. Después paseamos por el lago en las típicas barcas, llamadas shikara, y de vuelta en el hotel nos asaltan todos los vendedores de Srinagar, ya que creo que éramos los únicos turistas.
Después del desayuno nos recoge nuestro conductor, que lo sería para todo el circuito, con un vehículo Mahindra Scorpio, un vehículo de estructura como un 4x4, pero con tracción sólo a dos ruedas (como descubriríamos días más tarde).
Aunque la distancia a Leh es sólo de 434 km, el recorrido se hace en dos días, debido a la orografía del terreno y porque en muchos tramos no existe carretera asfaltada. Nosotros lo hicimos en tres para visitar en el camino varios monasterios.
A lo largo de esta ruta, debido a la proximidad del Pakistán y al conflicto de Cachemira, existen varios controles militares.
Nuestro recorrido discurre por Sonamarg, el paso del Zoji-la (a 3.528 metros de altura) y Drass, el segundo lugar habitado más frío del mundo, llegando por la tarde a Kargil. Cena y alojamiento en el hotel D'Zoji-la.
Al día siguiente continuamos ruta pasando por Mulbeck, donde visitamos un templo que tiene una estatua de Buda labrada en la roca, y el paso del Fotu-la a 4.108 m. de altitud.
Llegamos a Lamayuru, donde visitamos su monasterio y continuamos hasta el Uletopko Camp, donde pasaremos la noche en unas casas construídas de obra, excepto en el techo que es de tela, lo que se asemeja a una gran tienda de camping.
Esa tarde visitamos el monasterio de Rizong.
Después del desayuno y ya de camino hacia Leh visitamos los monasterios de Alchi y Likir.
Llegamos al mediodía a Leh y nos alojamos en el hotel Singge Palace, que será nuestro hotel para toda nuestra estancia en la zona. Por la tarde visitamos la ciudad de Leh.
Al día siguiente nos toca madrugar, ya que nuestra primera visita es al monasterio de Thiksey, donde veremos la plegaria de la mañana que se celebra a las 7.
Después visitamos el monasterio de Hemis y el palacio de Shey, regresando a Leh para la comida.
Hoy hacemos una excursión al Lago Pangong, cruzando el paso del Chang-la, a 5.425 m. de altitud. Este es el segundo paso para vehículos más alto del mundo, con unas vistas preciosas y una carretera muy estrecha y sin quitamiedos.
También para llegar al lago hay dos controles policiales.
Para hacer esta excursión, así como para la del Valle de Nubra que realizaremos durante los dos días siguientes, se necesita un permiso de la policía que nos gestiona el hotel Singge Palace y que estaba incluído en el precio del tour.
Salida hacia el Valle de Nubra vía el paso Khardung-la que con 5.602 m. es el paso para vehículos más alto del mundo, aunque existen dudas sobre esa consideración. Toda la carretera es muy estrecha, sin quitamiedos y constantemente te cruzas con camiones y convoyes del ejército. Cuando llegamos a lo alto del paso hay ventisca y está nevando, por lo que preguntamos a nuestro chofer por la vuelta al día siguiente, a lo que responde «no problem»???.
Ya en el valle visitamos el monasterio de Diskit y hacemos una excursión por las dunas de Hunder a lomo de camellos bactrianos (de dos jorobas).
Dormimos en Hunder, en el Chamba Camp, en unas grandes tiendas montadas con dos camas individuales.
Al día siguiente nos enteramos que había nevado toda la noche en el paso y que además nuestro coche no llevaba cadenas, pero otra vez el «no problem» de nuestro conductor. No nos tranquiliza mucho, pero nos dice que como íbamos a visitar el monasterio de Samstansling, al otro lado del valle, allí nos recogería un compañero con su coche, que lleva cadenas.
Visitamos el monasterio de Samstansling y por allí no apareció el compañero, por lo que seguimos camino hacia el paso hasta un pueblo donde coincidimos con varios coches que estaban esperando, ya que el paso estaba cerrado. Después de más de una hora alguien comenta que el paso está abierto y que vayamos hacia el paso en caravana y hacia allí nos vamos. Nos paramos en el campamento militar de South Pullu, que está antes de iniciar la subida y que ejerce como puesto de control y nos dicen que sólo pueden subir los vehículos con cadenas. Al cabo de un rato nuestro conductor nos dice que subamos al coche que el paso está abierto y hacía allí nos vamos. Encontramos a un soldado que se dirije a Leh haciendo autostop y lo recojemos.
Subiendo el paso nos encontramos con nieve en la calzada y es cuando descubrimos que nuestro vehículo, aunque tenga apariencia de 4x4, sólo tiene tracción en dos ruedas, por lo que constantemente patina y en las curvas tienen que empujarle. Suerte de la ayuda del soldado que ayudó a empujar y a poner tierra debajo de las ruedas¡¡¡.
Al final el coche llegó a lo alto del paso, aunque nosotros habíamos subido el último kilómetro caminando. Pero quedaba la bajada, con tres dedos de nieve en la calzada. Nos montamos todos en el coche, bajamos despacio con marcha corta sin tocar el freno y a la primera curva nos encontramos con un convoy del ejército que subía. Frenazo, derrape y nosotros volvemos a bajar caminando hasta que pasa el convoy. De nuevo vuelta al coche y después de muchos sudores, la pericia de nuestro conductor y la ayuda inestimable de nuestro soldado ya encontramos la carretera limpia de nieve y llegamos al campamento de North Pullu, donde nuestro soldado cuenta la odisea a sus superiores y estos nos invitan a un té y galletas en el «pabellón de oficiales».
A nuestra llegada a Leh reclamamos al gerente del hotel que pusiera unas cadenas en el vehículo, ya que con unas simples cadenas hubieran solventado el problema de la nieve.
Madrugón para tomar el avión a Delhi que sale a las 06:50, ya que nos hacen estar 2 horas antes en el aeropuerto. Una vez facturado el equipaje y pasado el control de seguridad es necesario identificar el equipaje facturado, ya que sin ese requisito no lo suben a la bodega del avión. También nos ocurrió lo mismo en el aeropuerto de Varanasi, pero no en los de Mumbai y Delhi. En el aeropuerto de Leh no permiten llevar pilas de ningún tipo en el equipaje de mano.
Durante los primeros quince minutos del vuelo la vista desde la ventanilla del avión es espectacular, ya que sobrevuela los picos nevados de la cordillera del Himayala. A nuestra llegada a Delhi compramos los billetes de ida y vuelta a Varanasi.
Llegamos a Varanasi al mediodía y en el aeropuerto tomamos un taxi prepago por 380 Rs. La taquilla se encuentra fuera de la terminal y es un caos, ya que todos los taxistas se pelean por llevarte. Después de discusiones entre los taxistas y los empleados de la taquilla, estos nos dan un papel con el importe y nos dicen que paguemos directamente al taxista. Al final el viaje lo hicimos acompañados de un amigo del taxista que durante la mitad del trayecto nos quiso convencer de llevarnos a otro hotel y de proporcionarnos las excursiones.
Nos hospedamos en el hotel Radisson, 3.816 Rs con desayuno, reservado en la web del hotel.
Después de comer un poco salimos del hotel y nos asaltan una multitud de conductores de rickshaws, autorickshaws y taxis. Como queremos ir a ver los ghats contratamos un rickshaw de ida y vuelta con la espera correspondiente por 170 Rs, con propina incluída, ya que nos llevó a cenar al restaurante que nosotros quisimos), el restaurante Phulwari, con buena comida, pero muy muy lentos en servir.
Salimos de madrugada del hotel para hacer una paseo en barca por el rio al amanecer. Con el conductor del rickshaw del día anterior habíamos convenido un autorickshaw por (250 Rs, ida y vuelta a los ghats) y una excursiuón en barca por 400 Rs.
De vuelta al hotel, desayunamos, contratamos el taxi (en la calle. no en el hotel) que nos llevaría al aeropuerto por 300 Rs y fuimos a la estación de tren para comprar los billetes de Delhi a Amritsar, cosa que no conseguimos, ya que la cola para comprar billetes era kilométrica y teníamos que volver al hotel para hacer el equipaje e ir al aeropuerto ya que nuestro vuelo salía a las 15:40 horas y el trayecto hasta el aeropuerto es casi de una hora.
Llegamos sobre las 5 de la tarde al aeropuerto de Delhi y con un taxi prepago (220 Rs) nos dirigimos a la estación de tren H. Nizamuddin, donde compramos billetes a Amritsar en clase 2A (literas) por 876 Rs por persona.
En la estación conocimos a Berto e Irma de Mieres (Asturias) con los que hicimos la visita de Amritsar el día siguiente.
El tren salía de Delhi a las 19 horas y llegaba a Amritsar a las 5:25 del día siguiente. Salió con 45 minutos de retraso, aunque a las 5:30 de la mañana ya estábamos en Amritsar.
Dejamos el equipaje en la consigna de la estación de tren de Amritsar y con un rickshaw nos dirigimos a visitar el Templo de Oro.
Teníamos la intención de pasar la noche en Amritsar, pero como Berto e Irma regresaban a Delhi por la tarde, nos pareció buena la idea la de regresar a Delhi esa misma tarde, ya que el día siguiente era nuestro último día de viaje. En la oficina de los ferrocarriles que está junto a una de las entradas del templo compramos billetes para Delhi.
El tren salía a las 17 horas con llegada a Delhi a las 23:00 (tren Shatabdi, clase CC, única, 675 Rs por persona). El tren es cómodo y rápido, lo llaman la alta velocidad india, pero es como uno de los antiguos talgo de España. En el precio del billete está incluída la merienda y la cena, que no nos pudimos acabar por la cantidad.
Con anterioridad a nuestra llegada a Delhi habíamos reservado en la web MakeMyTrip el hotel Florence Inn, doble con desayuno 2.014 Rs. A nuestra llegada a la estación de tren paramos un autorickshaw que por 50 Rs, después del consiguiente regateo, de mirar un plano que llevábamos y de preguntar un par de veces nos llevó al hotel.
Por la mañana tomamos el metro, ya que hay una estaciòn cerca de nuestro hotel. Los billetes tienen un precio de 12 a 22 Rs dependiendo del trayecto. El metro es muy nuevo y cómodo, aunque a veces hay colas para entrar, ya que hay controles de seguridad como en los aeropuertos, pero no tan estrictos. Si lo puedes tomar te evitas el regateo con los taxistas, que a veces es agobiante.
Como no era nuestra primera visita a Delhi paseamos por el Rajpath, desde la residencia del Presidente hasta la Puerta de la India. Desde allí con otro autorickshaw (30 Rs) fuimos al mausoleo de Ghandi, que no pudimos visitar en nuestra anterior visita ya que estaba cerrado, y después nos fuimos paseando hasta el museo de Ghandi, que está relativamente cerca.
Desde el museo, con otro rickshaw (30 Rs) fuimos a Connaught Place y al mercado de Janpath. Después de comer tomamos nuevamente el metro hasta Chandni Chowk y desde allí regresamos a Karol Bagh, que es donde estaba nuestro hotel, en una zona bastante animada con muchas tiendas.
Habíamos pagado también esta noche en el hotel para descansar, ya que nuestro vuelo a Helsinki debía salir a la una de la madrugada. Recibimos un sms de la compañía diciendo que saldrá con retraso, aunque debemos ir al aeropuerto con dos horas de antelación a la hora incial programada.
Fuimos al aeropuerto con un taxi contratado en el hotel con aire acondicionado por 500 Rs, un poco caro, pero a esas horas de la noche no teníamos ganas de buscar uno, cargados con el equipaje y con la consiguiente discusión por el regateo.
Al final nuestro avión salió pasadas las 4 de la mañana por lo que a nuestra llegada a Helsinki habíamos perdido la conexión que teníamos a Bruselas y la posterior a Barcelona. Nos dirigimos al mostrador de tránsitos y nos cambiaron los billetes vía Paris y después a Barcelona, llegando a Barcelona con menos de una de retraso del horario incial. Por las molestias, Finnair nos dió un vale de 18 euros que pudimos utilizar para comprar en la free shop.