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Bandera de Perú

PERÚ

Relato de un viaje de 29 días al Perú

Pere Dalmases
Published on Travel date: 2003 | Published on 04/11/2003
Last updated: 04/2022
2.7 de 5 (250 votes)

Ficha técnica del viaje

Fechas del viaje

Del 14 de agosto al 11 de septiembre de 2003.

Itinerario

Ruta
Día 1: Sabadell/Rubí - Barcelona - Lima
Día 2: Lima - Paracas
Día 3: Paracas - Nazca
Día 4: Nazca - Arequipa (2.360m)
Día 5: Arequipa
Día 6: Arequipa - Chivay (3.700m)
Día 7: Chivay - Arequipa
Día 8: Arequipa - Juliaca - Puno (3.830m)
Día 9: Puno - Suasi (3.830m)
Día 10: Suasi - Taquile (3.830m)
Día 11: Taquile - Puno
Día 12: Puno - Cusco (3.350m)
Día 13: Cusco - Accha (3.716m)
Día 14: Accha - Amparaes (4.841m) - Mantu (2.800m)
Día 15: Mantu - Cachín (3.300m)
Día 16: Cachín - Lares (4.665m) - Urubamba (2.871m)
Día 17: Urubamba - Aguas Calientes (2.060m)
Día 18: Aguas Calientes - Urubamba
Día 19: Urubamba
Día 20: Urubamba - Cusco
Día 21: Cusco
Día 22: Cusco - Pilcopata (900m)
Día 23: Pilcopata - Boca Manu (200m)
Día 24: Boca Manu - Casa Matsiguenka (220m)
Día 25: Casa Matsiguenka
Día 26: Casa Matsiguenka - Blanquillo (200m)
Día 27: Blanquillo - Cusco
Día 28: Cusco - Lima
Día 29: Barcelona-Sabadell/Rubí

Viajeros

Pere Dalmases, Pilar de la Cruz, Jordi Ribas y Roser Cots.


DIARIO DE UN VIAJE DE 29 DÍAS AL PERÚ

Día 1: Sabadell / Rubí - Barcelona - LIMA

Vuelo a Madrid 09h 30' - 10h 40' (duración 1h 10') IB 6403 Airbús 320.

Vuelo a Lima 12h 40' - 18h 40' (duración 13h) IB 6651 Airbús 340.

Tránsfer al hotel.

Vuelta por la ciudad de noche y adaptación al jet-lag.

Cena libre.

Hotel: San Antonio Abad


Día 2: LIMA - PARACAS

Desayuno en el hotel.

Como perfecta introducción al país y a su cultura, en Paracas visitamos el distrito de Pueblo Libre, con una corta visita al Museo Arqueológico, el cual además de los famosos Lanzones, conserva la más completa presentación histórica del Perú.

Almuerzo libre.

Tránsfer a la estación de bus, con destino Pisco, a 235 km Salida 13h 30' Legada prevista a las 17:30 (tiempo estimado: 4h).

Pisco y la vecina Paracas constituyen un conjunto unitario desde el punto de vista histórico-cultural debido a las proximidades de ambas poblaciones y al desarrollo de la importantísima cultura de Paracas a lo largo de casi 1.500 años, y natural porqué alberga el principal santuario de aves y mamíferos marinos del país.

De todas formas no existe ninguna similitud entre ambas ciudades, ya que Pisco es una clásica ciudad portuaria, grande, populosa, algo sucia y repleta de servicios, y Paracas es una minúscula y elitista localidad de recreo.

Pisco significa pájaro en quechua, y posiblemente se le debe este nombre por la enorme cantidad de aves marinas que pueblan esta región de la costa, y además ha dado el nombre de la popular bebida de alto contenido alcohólico, aguardiente, que se destilaba en este valle cubierto de viñedos y que se ha convertido en el trago nacional del Perú.

Resto de la tarde libre.

Cena libre.

Hotel: Paracas


Día 3: PARACAS - NAZCA

Desayuno en el hotel y tránsfer a la Bahía de San Martín.

Salida hacia la Islas Ballestas, en la R. N de Paracas, con barco turístico.

Partimos del Puerto de Salaverry. Vemos el famoso Candelabro de 20 metros de largo grabado en la arena de una colina, efectuamos un recorrido alrededor de las islas Ballestas, llamadas así por los numerosos arcos que las componen, para apreciar la cantidad y el volumen impresionante de focas, lobos de mar y otras variedades de fauna, pingüinos de Humboldt, arañas de mar, piqueros, cormoranes, gaviotas peruanas, etc. presentes en las islas. Quien sea intrépido podrá arriesgarse a tomar un baño con estos habitantes de las islas, en realidad más impresionantes que peligrosos (excursión de cerca de 2h).

El Candelabro
El Candelabro

Paracas es Reserva Nacional desde 1975, con una superficie de 335.000 Ha, y es la única área natural que protege el mar frío que baña la corriente de Humboldt. Ubicada en pleno desierto costero, esta singular zona cuenta con uno de los mares más ricos del mundo, condición favorecida por la afloración de grandes masas de plancton, alimento vital de innumerables especies de peces.

Paracas es la tierra de las aves guaneras y las grandes colonias de lobos marinos; el lugar de visita anual de decenas de aves migratorias, y el último refugio para una serie de especies endémicas y en peligro de extinción, como el gato marino o chingungo, el pingüino de Humboldt y las parihuanas o flamencos. Paracas fue también el escenario de una importante civilización precolombina, cuyos legados en forma de espectaculares mantos textiles y cerámicas nos asombra hasta el día de hoy.

El clima es el típico del desierto, con temperaturas superiores esa los 30° C. Soleado durante los meses de verano, de diciembre a marzo, e incluso durante gran parte del invierno, época en que la temperatura puede bajar considerablemente por las noches hasta los 10 °C. Son comunes los fuertes vientos por la tarde, conocidos localmente como paracas.

Las costas de Paracas a 235 km al sur de Lima, son famosas tanto por la belleza de su paisaje natural como por la riqueza de sus rituales funerarios y la calidad de sus textiles, pero también por sus avanzados conocimientos de cirugía que datan de hace 2.500 años: se calcula que casi 60% de los individuos a quienes se practicó trepanaciones craneales consiguió sobrevivir a su intervención.

La cultura Paracas. Sus esplendorosos mantos, testimonio de la visión mágico-religiosa que regía la vida social de esta cultura, se tejían en algodón, la lana de camélidos o material mixto, sobre los que se bordaban figuras con hilos de lana. Unos de los personajes más reiterados exhibe contornos humanos con elementos de ave y felino, y lleva asidos, a manera de cetros, cabezas degolladas, flechas, plantas y otros emblemas. Aparece erguido, de frente, de perfil o en pleno vuelo. La ocupación prehistórica de Paracas se remonta por lo menos a 7.000 años. La presencia temprana y estable del hombre impresiona si se considera que este oasis y desierto cambió poco a lo largo de miles de años. Aproximadamente desde el 400 a.c. la península comenzó a convertirse en un inmenso cementerio.

Visita de la Península de Paracas, donde visitamos la reserva de flamencos, el interesante museo de Julio C. Tello, único en su categoría, donde se exponen colecciones de los restos hallados en la zona, los enterramientos de Paracas-Cavernas y Paracas-Necrópolis, donde se descubrieron los impecables fardos y mantos funerarios que han hecho mundialmente famosa esta cultura.

Continuamos hacia la pequeña localidad de Lagunillas y hasta el Mirador de los Lobos, en Punta Arquillo, en lo alto de un rocoso acantilado desde el que se observa una magnífica panorámica de la costa, y bajo el que habitualmente anidan grandes colonias de aves, y en ocasiones, leones marinos.

Por último, en esta zona, nos desplazamos hasta la Catedral, impresionantes formaciones rocosas en los acantilados, donde se dice que se filmaron escenas de la película El Planeta de los Simios

De camino entre Ica y Nazca, almuerzo libre a orillas de la laguna de la Huacachina (436 m), un fantástico lago-oasis en medio de dunas de arena. Se dice que el agua de esta laguna tiene propiedades curativas, por lo que no es raro ver gente tomando un baño "curativo", a pesar de su aspecto que no invita a bañarse. Disfrutamos de los alrededores con sus palmeras, flores de múltiples colores con sus edificios de colores pastel y de su silencio y tranquilidad. Los más intrépidos podremos alquilar una tabla de arena y arriesgarnos a deslizarse por las fuertes pendientes de las dunas de arena de los alrededores.

Parada en la Hacienda Ocucaje (326 m), a 35' de la ruta, para efectuar un paseo en arenero, coche especial para la arena del desierto, donde pasamos por los diferentes tipos de desierto de la zona: el desierto lunar, gris y llano, el desierto negro y rocoso, el desierto de dunas y arenas blancas y el desierto verde, lecho de un río seco cubierto de vegetación.

Visita de una bodega local donde nos mostraran la técnica y las instalaciones donde se produce el genuino Pisco. A pesar que en esta época del año no hay mucho que ver ya que no es época de vendimia. El mejor vino de Perú se cultiva en Tacama y las bodegas de Ocucaje. La bodega de Vista Alegre, a 3 km al norte de Ica, produce un vino apreciable y es de las bodegas de más fácil acceso, dentro de las visitables comercialmente; además de vino también producen pisco. En los alrededores de Guadalupe también se pueden visitar algunas de pequeño tamaño como las Pena, Lovera, y El Carmel.

A la llegada a Nazca, sesión al planetario con explicación de las Líneas de Nazca, sus leyendas, mitos, creencias etc ... La ciudad de Nazca fue sede de la prehispánica cultura Nazca, una de las más notables del Antiguo Perú. Hoy el colorido y la perfección de sus cerámicas son motivo de admiración en el mundo.

La cultura Nazca se desarrolló en el área comprendida por los valles de Chincha, Pisco, Ica, Nazca (Río Grande) y Acarí. La datación de sus vestigios indica que afloró con independencia alrededor del siglo I de nuestra era, probablemente a raíz de la desintegración de la cultura Paracas, en cuyas fases más remotas ya se vislumbraban algunos antecedentes nazcoideos. Fue en 1901 cuando el eminente arqueólogo Max Uhie descubrió por primera vez en las inmediaciones de Ocucaje (Ica) restos de cerámica pertenecientes a esta civilización. La ornamentación de los cerámicas, aunque no es tan pródiga en representaciones de la vida cotidiana como en otras culturas deja amplia constancia de las costumbres de la sociedad Nazca. La cerámica Nazca constituye su expresión cultural más importante y representativa, y figura entre las más bellas del Perú y por extensión, de toda América. Se distingue fácilmente por su brillante policromía, así como por sus dibujos esquemáticos y naturalistas.

Cena libre.

Hotel: Hostal Las Líneas.


Día 4: NAZCA - AREQUIPA

Desayuno en el hotel y tránsfer al aeropuerto.

Traslado al aeropuerto de Nazca para sobrevolar en avioneta, a unos 200-500 m de altura y durante unos 45 minutos, las impresionantes y enigmáticas Líneas de Nazca. Sus figuras más conocidas son el astronauta, la araña, el colibrí, las manos, el mono, el árbol, el cóndor, el lagarto, etc... Estos dibujos y figuras, consideradas por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, localizadas entre los kilómetros 419 y 465 de la carretera Panamericana Sur, ocupan una extensión de 50x15 km, abarcando cuatro pampas, las de Palpa, Ingenio, Nazca y Socos. La pampa es como un gran tablero de dibujo, con líneas rectas anchas y angostas de diversas longitudes, atravesada por grandes cuadriláteros como si fuera una gran red, pero su complejidad de líneas sólo puede ser apreciada desde el aire a una altura de 500 m. Justo desde allí pueden verse con claridad unos hermosos diseños que en su mayoría representan grandes figuras de animales.

Los arqueólogos que la han estudiado fechan los dibujos a las culturas Nazca y Paracas, entre los siglos 300 A.C. y 900 D.C., se cree, además, que su construcción debe haberse extendido sobre un período largo por el extraordinario número de dibujos. Su perfecta proporción y enorme tamaño destacan la armonía y el equilibrio geométrico sobre todo en las figuras de animales. Es de suponer que si los autores no podían volar, sólo podían percibir en la imaginación el aspecto de sus obras y deben haberlas planeado y dibujado de antemano en una menor escala, se debieron precisar de una mente capaz de formar complejos conceptos abstractos y excelente facultad de razonamiento para plasmar y proyectar a escala los complejos dibujos representados. El suelo de esta región, una de las más secas del mundo, es de color marrón con piedras de color verduzco, y bajo la cual se encuentra otra de color amarillo. Esa es la razón porque una pisada deja una perdurable mancha blanca, que se fijará para siempre. Es difícil explicarse como estas ligeras hendiduras en el suelo perduran intactas hasta hoy, subsistiendo a los embates del tiempo y la naturaleza como terremotos, cambios de clima, vientos y lluvias. Las razones hay que buscarlas en varios factores, que unidos han hecho posible que esta maravilla llegue hasta nosotros: un suelo en el cual solo llueve una media hora cada dos años, a que el movimiento del aire disminuye a pocos centímetros del suelo debido al color oscuro de las piedras de la superficie, creando un cojín de aire caliente que los protege de los fuertes vientos; el yeso que contiene el suelo, que al contacto con el rocío hace que las piedras queden ligeramente pegadas a su base, y como también las piedras son ricas en magnetita, un material de elevada carga magnética, las rocas se aferren al lugar donde se colocaron hace cientos de años.

Suman más de treinta los geoglifos encontrados en las Pampas de Nazca. Se trata de animales marinos y terrestres, figuras geométricas y humanas. Los dibujos son menores en cantidad comparados con los diseños geométricos que consisten en cientos y cientos de líneas, triángulos y cuadrángulos que ocupan grandes extensiones de terreno.

Las Líneas de Nazca se prestan a todo tipo de especulaciones puesto que su verdadero origen aún no se ha desvelado. Y aunque por un lado es cierto que no existen respuestas plenamente satisfactorias en cuanto a quiénes y por qué realizaron estas construcciones, sería injusto no reconocer que muchas consideraciones relativamente concretas acerca de este lugar se han distorsionado sobremanera por un excesivo afán en la explotación de sus supuestos misterios. Finalmente, y como un dato más, conviene tener en cuenta que en otras partes del mundo también existen geoglifos gigantes, aunque a nivel global, las Líneas de Nazca constituyen el conjunto más importante en su género. De echo, en varios departamentos del propio Perú pueden encontrarse construcciones similares, como las grandes marcas del Altiplano, las líneas de Canto Grande en Lima, el Candelabro de la península de Paracas, el Hombre-Ave de Oyotún en Cerro del Águila (Zaña), o la Avenida de los Hoyos, en el valle de Pisco, cerca de la población de Humay.

Hoy los famosos dibujos de Nazca se están destruyendo en forma acelerada. Lo que ha podido conservarse por tantos siglos ahora está en peligro de borrarse. Las pampas son cruzadas por camiones que muelen la tierra compacta hasta convertirse en fino polvo que se levanta en altas columnas blancas producidas por los ventarrones, destruyéndose así el fondo sobre el que los dibujos pueden distinguirse.

Almuerzo libre.

Visita de los Acueductos de Cantalloc (712 m), para ilustrarnos acerca del nivel de desarrollo de la ingeniería hidráulica conocido por esta cultura. El Valle de Nazca ofrece evidencias de grandes obras hidráulicas. Los Antiguos nazquenses desarrollaron un sistema de galerías filtrantes subterráneas, conocidas como puquios, para irrigar las porciones del valle carente de agua superficial aprovechando la cercanía de la capa freática a la superficie. Estas ingeniosas galerías enfrentaron con éxito las condiciones hídricas poco favorables de la sección intermedia del valle, una franja de 15 km donde sólo hay agua en el subsuelo. En la actualidad se conocen 35 puquios, muchos de los cuales continúan en uso.

Visita al cementerio pre-inca de Chauchilla, datado en la época de máximo esplendor y supremacía nazca, está situado en medio del desierto, a unos 30 km de la ciudad. Ha sido muy saqueado pero aun exhibe una colección de blanquísimos esqueletos desecados por el sol, algunas momias, fardo funerarios, pequeñas piezas de cerámica y sucintos trozos de telas completan la macabra colección de despojos que muestra este poco visitado enclave, es recomendable la asistencia de un guía local para apreciar con profundidad el abasto de esta cultura.

Visita de los Paredones (muros fortificados de defensa) pertenecientes a un centro administrativo de cultura incaico. A pesar de su deterioro tiene su interés arqueológico y aun se aprecian las habitaciones, patios y terrazas hechos de adobe.

Visita a un taller de cerámica local con demostración de las técnicas de confección de cerámica según la cultura Nazca.

Llegada a Ica y tránsfer a la estación de bus con destino a Arequipa con la Royal Class de Ormeño, salida a las 22:00 con la llegada prevista a las 06:30 (8h de trayecto).

Cena y noche en el bus.


Día 5: AREQUIPA

Alrededor de las 6:30 h. llegada a Arequipa y tránsfer al hotel.

Día libre para descansar del pesado viaje en bus y visitar a pie por el centro de la ciudad.

Arequipa, a 2.360 m de altura y a 40 km de la carretera Panamericana y con unos 700.000 habitantes, está situada entre mar y montaña, en medio del desierto del oeste de los Andes y al pie de una cadena de volcanes que superan los 6.000 m, siendo los más emblemáticos el Misti (5.822 m), con su espectacular cima cónica cubierta por nieves perpetuas, y el Chachani (6.075 m).

Volcán Misti
Volcán Misti

Esta ciudad refundada por los españoles en 1.540, es un oasis en un medio desértico y la segunda ciudad más poblada del Perú, así como la capital económica del sur. Sus casas y mansiones están hechas de piedra de sillar, de origen volcánico, porosa, ligera y blanca, lo que le hace merecedora de su sobrenombre de Ciudad Blanca. Es de las más seductoras ciudades del Perú Colonial y ha sabido conservar su patrimonio a través del tiempo, y ha sido declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

En los alrededores e Arequipa se han encontrado abundantes vestigios culturales datados en fechas muy anteriores al establecimiento del imperio Inca. Numerosas tribus de descendencia Aymara se asentaron en esta área procedentes del altiplano boliviano, y también se han hallado restos pertenecientes a la civilización de Tiahuanaco. Los Charcas y los Collaguas son dos de las etnias locales más conocidas, debido, respectivamente, a las crónicas de los españoles y a las ruinas arqueológicas que se ubican en las montañas que rodean la ciudad. Algunos de los mejores exponentes de la arquitectura civil colonial se encuentran en esta ciudad, todas las casonas presentan impresionantes portones construidos con piedra de sillar profusamente labrada. Las fachadas están enriquecidas con una elegante decoración mural y en el interior de todos los edificios se aprecian grandes patios y amplias estancias de techos abovedados. Entre las principales mansiones que pueden visitarse, destacan especialmente por su concepción arquitectónica la Casa del Moral, el palacio Goyeneche, la Casa Riquetts o la Casa Tristán del Pozo, la Casa de la Moneda, la Casa de los Pastor y la Casa de los Mendiburos.

Abundan en esta ciudad los conventos, iglesias, monasterios, que se encuentran casi a cada esquina de la población, y todo un compendio de museos. La bonita Plaza de Armas, con palmeras, jardines y fuente central, está rodeada por tres esquinas con arcadas de edificios coloniales con muchos restaurantes y en la cuarta la catedral. El Mercado San Camilo y el Mercado Siglo XX, éste al lado de la estación de tren, son de interés como mercados locales. El Museo de la Recoleta está situado en el interior de la iglesia del mismo nombre. Exhibe una colección de diversos objetos indígenas y animales selváticos disecados traídos por los misioneros de la Amazonía. El museo Histórico Municipal presenta fotografías, documentos y cuadros relativos a ala ciudad y algunas salas de arqueología. El Museo Arqueológico forma parte de la universidad de San Agustín, presenta una colección de objetos del periodo incaico. El Mueso Santuarios Andinos, con visita guiada obligatoria, exhibe objetos de orfebrería huacos y textiles prehispánicos, siendo su pieza reina la momia apodada o Dama de Ampato o la Princesa del Hielo, esta y otra momia están guardadas en refrigeradores para evitar su deterioro y se pueden ver al final del recorrido. Esta momia de una joven inca de unos 14 años de edad fue hallada en prefecto estado de conservación a 6.310 m, en la cima del nevado Ampato. Su estudio permitirá conocer con mayor exactitud las costumbres y la dieta de los antiguos pobladores del Imperio Incaico. Juanita vivió hace 500 años y fue sacrificada al nevado de Ampato, dios tutelar de la región, probablemente para frenar la ira del volcán Sabancaya, que se encontraba en erupción, mediante la ceremonia del Cápac Cocha. Este ritual, que era realizado periódicamente, se iniciaba en el Huacaypata, hoy sitio de la Plaza de Armas del Cusco y abarcaba un conjunto de montañas, islas y otros sitios mágicos de Tahuantinsuyo.

El Convento de Santa Catalina es una verdadera ciudad en miniatura en el corazón de la gran ciudad, con sus callejuelas bordeadas de casitas coloreadas en ocre, azul y blanco, sus plazas y sus fuentes en un decorado que recuerda a la lejana Andalucía. Fue fundado bajo el mandato del Rey Felipe II en 1580 y está muy bien conservado a pesar de los numerosos seísmos de esta zona. Es un lugar de paz y serenidad en pleno centro de la ciudad. Considerado como una obra maestra de la arquitectura conventual, Santa Catalina es el único monasterio del mundo (actualmente un convento) que cuenta con una ciudadela propia. Este inmenso complejo histórico, construido con más de 20.000 m3 de piedra de sillar, constituye casi una barriada independiente dentro de la propia Arequipa. Hay dos formas de visitar Santa Catalina, uno es paseando lenta y sosegadamente descubriendo la intrincada arquitectura y perdiéndose por los recónditos rincones, retorcidas calles, minúsculas plazas y preciosos patios, para encontrar de nuevo el camino y revisitando los lugares que a uno más le han impresionado; la otra, quizá menos divertida pero más cultural y con mucho provecho, consiste en aprender la historia de cada rincón con un buen guía autóctono conocedor del lugar. Sus sectores más importantes son sus tres claustros, el principal, el de las novicias y el de los naranjos; sus tres huertas, las callejas con nombres de poblaciones españolas y la plazoleta de Zocodover. Santa Catalina ha sido bellamente restaurado con delicados colores pastel que contrastan con los vivos colores de las flores por doquier, y el arte religioso de sus paredes. Al final descansamos un rato para recordar bellos rincones en la espléndida cafetería y degustar las deliciosas galletitas hechas por las monjas.

El monasterio de La Recoleta pertenece a la orden de los frailes Franciscanos, los misioneros más activos y los que desempeñaron un papel predominante en la educación infantil. Este edificio fue edificado originalmente en el margen oeste de río Chili en 1648, y posteriormente se remodeló y amplió hasta lo que actualmente se contempla. Alberga un pequeño museo con colecciones de objetos de la amazonia recogidos por misioneros, algunos precolombinos, y una fabulosa biblioteca de más de 20.000 volúmenes, con un buen número de incunables, uno del 1494, también dispone de una buena colección de mapas pintados en Lima y que muestras Iquitos y el territorio al norte del río Marañón como parte de Ecuador. Paseamos libremente por sus claustros y visitamos algunas celdas actuales de los monjes.

La Catedral se levanta sobre el extremo sur de la Plaza de Armas. Su construcción exterior, aunque majestuosa y equilibrada, denota su remodelación después del terremoto del 1868 ya que la original se construyó en 1656 y fue también destruida durante un incendio y derrumbe en 1844. A pesar de su impresionante fachada su interior está sorprendentemente desnudo y como el resto de las otras iglesias de Arequipa muestra su diafanidad y luminosidad y sus vueltas son menos desordenadas. Esta catedral es la única en todo Perú que ocupa completamente en la esquina de una plaza y es una de las menos de 100 que puede ondear la bandera del Vaticano, la cual se puede observar a la derecha del altar. Las 12 columnas y el altar, que simbolizan los doce apóstoles, están realizados con mármol italiano, la inmensa lámpara bizantina de bronce enfrente del altar es sevillana, el púlpito de cedro fue labrado en Francia. En 1870 Bélgica regaló un órgano, del cual se presume de ser el más grande de toda América Latina, pero desgraciadamente su sonido fue muy pobre debido a que se lastimó durante el transporte por barco, hasta que el gobierno de Bélgica envió unos especialistas para su puesta a punto y rehabilitación, y desde 1980 se ofrecen cuatro o cinco conciertos al mes.

La iglesia de La Compañía, en el extremo sur de la Plaza de Armas y de la orden de los Jesuitas, es uno de los templos más antiguos de la ciudad, fue construida totalmente con piedra de sillar en 1698 como indica la inscripción de la fachada, si bien el porche lo fue en 1654. Fue construida tan solidamente que ha aguantado todos los terremotos hasta la fecha. Destaca especialmente su fachada plateresca, la sacristía con lienzos de la escuela cusqueña, el altar mayor, de cedro americano, de estilo churrigue resco español adaptado al latinoamericano, y completamente cubierto de panes de oro de 18 quilates. A la izquierda del altar mayor está la capilla Real y la de San Ignacio con una bonita cúpula policromada, desafortunadamente el resto de las paredes están enyesadas desde la restauración del siglo XIX. Adosado a la iglesia hay dos atractivos claustros usados comercialmente con fines turísticos.

La iglesia de San Francisco es originariamente del siglo XVI, a pesar de los destrozos de los terremotos, aun sigue en pie y puede observarse una gran brecha en la cúpula. Sólo destaca su altar de plata, el resto es simple e inferior. Otras iglesias interesantes son las de San Agustín, Santo Domingo, La Merced y Santa Teresa.

Paseando por sus bonitas calles podremos visitar algunas de las casas coloniales, que gracias a su baja construcción han resistido el paso de los terremotos, se distinguen sus pequeños patios sin galerías, pisos bajos, tejados planos, pequeñas ventanas disimuladas por dinteles sobrepuestos y pesadas rejas; actualmente algunas de estos singulares edificios son utilizados como galerías de arte, bancos, etc. Una de las que más destacan es la Casa Riquetts, también conocida como Casa Tristán Pozo, del 1738, que inicialmente fue un seminario, después el palacio del arzobispo, posteriormente una escuela hasta que pasó a manos de una rica familia para luego al Banco Central, después al Banco Continental y actualmente aloja a una pequeña galería de arte, un museo y una oficina de banco. Destaca su fino portal y sus gárgolas de cabeza de puma. En la Casa Goyeneche, actual oficina del Banco de la Reserva, el guardia de la entrada nos mostrará el patio interior y sus delicadas habitaciones. La Casona Iriberry del siglo XVIII es la sede del Complejo Cultural Cháves de la Rosa. Es una bonita casa colonial con varios patios. También las interesantes Casa del Moral o Williams House (con oficinas del Bancosur), Casa de la Moneda, y Casa de los Pastor, entre otras.

A última hora de la tarde contemplamos una bonita puesta de sol, con una cerveza en a mano, con la ciudad a los pies y el Misti por testigo en el mirador de la plaza de Yanahuara y paseamos por sus callejuelas empinadas, y si aún tenemos ánimos continuamos subiendo 1 km más hasta Cayma, otro barrio con excelentes vistas.

Cena libre.

Hotel: Casa del Melgar.


Día 6: AREQUIPA - CHIVAY

Desayuno en el hotel.

Salida muy temprano por la carretera que lleva hacia el Cañón del Colca, ubicado en el corazón de los Andes peruanos, sembrados de picos y volcanes.

El Cañon del Colca está considerado como el segundo más profundo del planeta debido a que en algunos de su tramos llega a alcanzar hasta 3.400 m de altitud sobre el fondo del valle. Este impresionante accidente geológico se extiende por más de 100 km y encauza sucesivamente el caudal de los ríos Colca, Mejes y Camaná. Las gentes de esta región son conocidas por su tradicional vestimenta, especialmente las mujeres, que lucen ropas con muchos colores muy peculiares del valle, en el área de Chivay lucen un sobrero de lana de color blanco con un lazo, en la región oeste el sombrero es de algodón multicolor.

El trayecto entre Arequipa y Colca presenta tantos alicientes que ya compensa por si mismo el cansancio de esta larga excursión. La pista, hasta desembocar en La Calera, a la entrada del cañón, esta solamente aplanada, por lo que resulta muy polvorienta con algunos socavones en algunos tramos.

Después de bordear el volcán Mismi (5.825 m), que domina Arequipa, se pasa por la zona de Pampa Cañahua (3.850 m), reserva natural de vicuñas y otros camélidos andinos en la R. N. de Salinas y Aguada Blanca, donde se protegen grandes manadas de vicuñas, el más apreciado de las cuatro variedades de camélidos del país debido a la gran calidad de su lana. En otros puntos del recorrido nos encontramos las otras especies: llamas, alpacas y algún guanaco salvaje, por lo que en una sola jornada podremos disfrutar de la familia al completo.

Continuamos el camino bajo el Chachani (6.075 m), ascendiendo por el altiplano a través de agrestes paisajes lunares hasta la cota de 4.800 m, la más alta de todo el recorrido, donde efectuamos una parada para tranquilizar el espíritu y respirar el lívido aire de estas alturas, y con un poco de suerte, ver algunos flamencos. Un sencillo indicador nos mostrará las direcciones donde encontrar los principales volcanes que dominan el paisaje: el Misti, Hualca Hualca, Ampato y Sabancaya; este último con creciente actividad de fumarolas y que a menudo provoca pequeños temblores de tierra que se detectan con facilidad. En este punto la pista comienza a descender vertiginosamente hasta Chivay.

Al llegar a las Grutas de Mollepuncu, ya pasados casi 110 km desde Arequipa, paramos para admirar los vestigios de arte rupestre.

Almuerzo a base de picnic en camino.

La ruta atraviesa inmediatamente los Castillos de Callalli (4.168 m), unas fantasmagóricas formaciones rocosas de 867 m de altura y los pueblos de Callalli (3.933 m), Sibayo (4.020 m) y Tuti (4.238 m). Finalmente, antes de llegar a Chivay, pasamos por la zona arqueológica pre-inca de Canocota (1.514 m) antes de atravesar el río.

A media tarde llegamos al pueblo de Chivay (3.700 m), pueblo de entrada al cañón y que es el prototipo de un tranquilo pueblo serrano.

Alojamiento en el hotel y visita a los baños termales de la Calera, para tomar un relajante baño en esas aguas sulfurosas y medicinales, relajándonos y descansando del viaje hasta este recóndito lugar del planeta.

Cena en el hotel.

Hotel: Posada de Chivay


Día 7: CHIVAY - AREQUIPA

Desayuno en el hotel.

Muy temprano salida por la ruta panorámica a lo largo del río Colca, desde donde se domina todo el cañón.

Chivay es propiamente, y geológicamente hablando, el pueblo de entrada al cañón y donde la carretera de divide en dos una para cada ladera del valle. La primera muestra de su grandeza se observa en la zona conocida como Lagunas Misteriosas, donde pueden verse miles y miles de andenes de cultivo de construcción pre-incaica, que se extienden por todas las laderas del valle. Este sistema de cultivo, el único que permite aprovechar la fértil tierra, aún se sigue utilizando hoy en día por los agricultores de esta región.

La pista continua hasta llegar al esperado mirador de la Cruz del Cóndor, a 60 km de Chivay, donde se percibe una soberbia vista panorámica de todo el valle y toda su profundidad, de unos 1.200 m. Esperamos impacientes la salida y el vuelo de los cóndores, la mayor ave carroñera del mundo que puede alcanzar los 3 m de envergadura, que aprovecha las corrientes térmicas de la mañana para alzar el vuelo a altas cotas del cielo. Estas impresionantes aves vuelan tan ceca de nosotros que parece que las tengamos al alcance de la mano.

Continuamos un poco más por la ladera del valle hasta el pequeño pueblo de Cabanaconde (3.287 m) y paseamos por la bulliciosa plaza del mercado entre mujeres vestidas con sus voluminosas faldas, coloreadas blusas y sombreros floreados. Los chicos cuidan de sus cabras, ovejas y llamas, y los viejos de las mulas mientras las gallinas y los cerdos deambulan comiendo lo que encuentran a su alrededor. También observamos la muralla Huari de más de 6 m de altura y 4 de ancho en algunos de sus tramos.

Continuamos hasta el mirador de Topay para volver a gozar de unas sensacionales vistas sobre el cañón.

Retorno a Chivay por el margen izquierdo del río, pasando por el pueblo de Pinchollo (3.250 m), el más pintoresco del Colca, el mirador de Antahuilque, otro punto de observación que permite apreciar el cañón en toda su amplitud y sus usos agrícolas, cultivos y andenes. Visita del cementerio pre-inca de Choquetico, especial y diferente por sus tumbas suspendidas del flanco de la montaña, continuamos por los pueblos tradicionales de Maca (3.262 m), Achoma (3.450 m) y Yanque (3.417 m), con su iglesia colonial de estilo barroco.

Almuerzo en restaurante local.

Retorno a Arequipa (3.700 m) por una ruta más corta. El camino pasa por una ruta más elevada (por el Mirador de los Andes), Patapampa (4.800 m), desde donde se vuelven a apreciar el Mismi, el Sabancaya (5.798 m), el Hualca y el Ampato (6.318 m). El Ampato es el monte donde fue descubierta en 1995 la Dama de Ampato, llamada cariñosamente Juanita o Princesa de Hielo. Encontramos la ruta de ida a altura de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca.

Cena libre.

Alojamiento en el hotel Casa del Melgar.


Día 8: AREQUIPA - JULIACA - PUNO

Desayuno en el hotel y vuelta por la ciudad a la espera del vuelo.

Tránsfer al aeropuerto para el vuelo a Juliaca. Hora vuelo: 12:30 pm, llegada 13:05 (35') (con línea aérea LATAM Airlinesimage).

Esta región esta situada en el Altiplano del sur-este a más de 3.800 m de altitud y constituye la plataforma territorial más alta de América Meridional. Su extensión, de más de 20.000 km2, incluye también parte de territorios de Bolivia, Chile y Argentina. En el medio de esta meseta llamada la Región Transparente del Nuevo Mundo a causa de su atmósfera luminosa, se extiende el Lago Titicaca, centro de cultura y de vida, en el que los pueblos Quechua y Aymara han construido su propio mundo.

Las tierras que forman el departamento de Puno constituyen una región geográfica distinta de las montañas: son altas mesetas sin valles abruptos o escarpados. Las grandes pampas por las que corren los ríos tributarios de este lago milenario forman una red hidrográfica autónoma. Sobre este escenario de inusuales particularidades humanas y culturales, existen vestigios arqueológicos y lugares de una magia singular. Las áridas, frías y elevadas mesetas del altiplano andino constituyen uno de los más importantes puntos de origen de la alta cultura peruana, pues fue en estos inhóspitos parajes donde las antiguas civilizaciones nativas desarrollaron las bases de una formidable revolución tecnológica, necesaria para dominar el rudo y hostil entorno que envuelve toda la región. Quizá por ello, la mitología andina centra en las gélidas aguas del lago Titicaca la creación del universo. Estas creencias aun son mantenidas por buena parte de la población del altiplano, que todavía contempla el lago y sus contornos como un enclave sagrado.

Desde un punto de vista antropológico, el área del Titicaca resulta especialmente interesante puesto que todavía conserva numerosos aspectos culturales de los pueblos Aymara que desde tiempos inmemoriales habitaron las altas planicies entre Perú y Bolivia. Ciertas tribus indígenas locales aun se expresan en el idioma del altiplano, el Aymara, y conviven actualmente junto a grupos étnicos completamente distintos de ascendencia Quechua. Las danzas ocupan un lugar destacado en la vida cultural y cotidiana de las gentes de estas latitudes, hoy en día aun existen más de 300 variedades, algunas tienen un significado específico. A pesar que la mayoría son de celebración durante las procesiones de rito católico, sus raíces son de origen completamente pagano de la época precolombina, celebrándose en coincidencia con el calendario agrícola y festejando la siembra, la recolecta, etc. La ornamentación y vestimenta son extremadamente ricas, y a veces su coste es superior al de todo el ajuar doméstico. Dependiendo del tipo de danza también incluye mascaras grotescas, uniformes con lentejuelas y amuletos de animales entre otros. Algunas fiestas o celebraciones son específicas solo de un pueblo, poderlas ver es cuestión de suerte, siendo las más generales las que se celebran en carnaval, época en la que hay fiestas por doquier.

De camino a Puno paramos en la impresionante Necrópolis de Sillustani, situada en una colina en la península rocosa que se adentra en la laguna encantada de Umayo, la cual alberga una gran variedad de plantas y aves acuáticas endémicas de estas tierras como patos y flamencos, entre otros. Sillustani es el complejo funerario, o necrópolis, en la que los Collas enterraban los cuerpos de sus soberanos en las chulpas. Estas construcciones datan del periodo de ocupación Inca en el siglo XV. Admiramos estas construcciones que destacan recortando en el roto paisaje. Efectivamente es un lugar que invita a la meditación y al silencio si no hay aglomeraciones.

Llegada a Puno (3.830 m) y descanso para la aclimatación y visita a la ciudad.

Puno, con unos 80.000 habitantes, es capital del departamento homónimo. Está enclavada a 3.830 m. junto a la orilla occidental del lago Titicaca. La población fue fundada por los españoles el 4 de Noviembre de 1668 al lado de unas minas de plata llamadas Laycacota. El clima a esta altitud puede ser extremo, es muy frío por las noches, particularmente en invierno, cuando la temperatura puede bajar por debajo de los cero grados. La radiación es muy intensa.

En esta población, al margen de la Catedral y un par de pequeñas edificaciones coloniales, son muy pocos los vestigios que permanecen en pie de aquel período histórico. A nivel nacional, Puno es considerado como el centro folclórico del país. Sus fiestas y bailes, especialmente la celebración de la Candelaria, representan la más pura expresión de la tradición popular peruana. Del mismo modo, los indígenas que moran en las inmediaciones del lago, y sobretodo en sus islas, perpetúan ancestrales costumbres de origen Quechua y Aymara sin importarles el paso del tiempo, pues se sienten orgullosos y privilegiados de vivir en su sagrado entorno lacustre, al margen de la moderna civilización.

Nos desplazamos a los muelles del lago para poder visitar el histórico navío Yavari que está en proceso de rehabilitación tras haber estado apunto de convertirse en chatarra al peso. Este navío, junto con su hermano pequeño, el Yapura, formaron parte de la flota lacustre del lago a partir del día 25 de Diciembre de 1870, fecha en que por primera vez el barco surcó las aguas del lago. Después de un largo historial al servicio del lago fue decomisado por la armada, enviando su equipo de navegación al museo de Arequipa para su conservación. El casco fue abandonado en los muelles, pero debido al clima muy seco y al agua dulce penas se oxidó. En 1982 una mujer inglesa, Meriel Larken, visitó el olvidado navío y decidió que era una pieza clave de la historia del lago y que podía y debía salvarse, así constituyó la fundación para el proyecto Yavari para preservar el barco, ofrecer trabajo a la población local y atraer turismo responsable a la zona.

La Catedral, situada en la Plaza de Armas, fue completada en 1757. Su interior, con un bello altar de plata, es más espartano del que se puede prever desde su exterior, la parte baja de la fachada principal está bellamente esculpida y presenta el famoso balcón del Conde de Lemos en la esquina de Deustua y Conde Lemos, en el cual el Virrey se sentaba cuando llegaba a la ciudad. Como consecuencia de la visita del Papa Pablo IV, puede mostrar la bandera del Vaticano a la derecha del altar principal. Un corto paseo nos llevará, subiendo por Independencia hasta el Arco Deustua, un monumento en honor a los que murieron en las batallas e Junín y Ayacucho. Muy cerca disfrutamos de un mirador con vistas sobre el pueblo, el puerto y al lago detrás de ellos.

El Museo Carlos Dreyer o Museo Municipal es el principal museo de la ciudad donde se puede observar la colección de artefactos precolombinos que su antiguo propietario cedió a la ciudad. La Casa del Corregidor, una de las casas más antiguas, actualmente es un centro cultural y café. En el Parque Huajsapata hay una estatua en conmemoración al nacimiento del primer inca Manco Cápac con soberbias vistas sobre la ciudad y el lago Titicaca. El pueblo también dispone de dos populosos y siempre interesantes mercados: junto al ferrocarril y en la Plaza del Mercado. Especialmente por las mañanas, podremos ver a las indias con sus típicos y coloreados vestidos detrás de montones de patatas, cacahuetes, frutas, amuletos, ovillos de lana, sombreros, guantes o vendiendo los mejores jerséis de lana de alpaca o llama del país. Uno de los más intrigantes artículos a la venta en los mercados Andinos es Ekeko, el dios de la buena fortuna y abundancia, uno de los más importantes dioses de las leyendas y del folklore andino. Consiste en un hombrecillo entusiasta con una feliz cara que hace reír a los niños, con el estómago hinchado debido a su predilección a la comida y piernas cortas con las que apenas puede correr, carga un saco con de grano, dulces, herramientas, cestos, maletas, confeti y serpentinas, arroz, espagueti y otros productos esenciales, y un cigarrillo le cuelga de su labio inferior. Los creyentes dicen que esta diminuta estatua solamente trae suerte si es recibida como un regalo y no es comprada.

Almuerzo y cena libres.

Hotel: Hotel Sillustani (en Jr. Lambayeque 195, Puno. Tel: (51 54) 351881).


Día 9: PUNO - SUASI

Desayuno en el hotel y tránsfer al puerto para embarcarnos en una lancha a motor con destino a las islas de totora de los Uros.

La Reserva Nacional del Lago Titicaca fue creada en año 1978 con el objeto de conservar su flora y fauna silvestre y sus bellezas escénicas, así como para fomentar el uso racional de sus recursos y el turismo. Las 36.180 Ha de la reserva del Titicaca se encuentran, casi en su totalidad, en el lago navegable más alto del mundo. La reserva está dividida en dos sectores separados: el primero, en plena bahía de Puno, protege los totorales que sirven de sustento a las comunidades Uros Chulluni; el segundo, ubicado en la zona de Huancané, conserva extensiones de totoral menos visitadas pero igualmente ricas e interesantes. El clima del Titicaca es extremo, con grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche. Entre mayo y octubre los días son soleados, las lluvias muy raras y la temperatura diurna alcanza los 25° C. Las noches, en cambio, son siempre frías, aunque casi nunca por debajo de los 0°C y la humedad muy baja. Además de sus componentes económicos y sus funciones simbólicas, una excursión en el Titicaca será siempre una experiencia única entre cielo y agua, azul y verde, sol y tierra, a 3.800 m.

Lago Titicaca
Lago Titicaca

Visita a una comunidad de indios de la etnia de los Uros en las Islas de Totora, que desde tiempos inmemoriales viven en estas islas artificiales.

Las bodas interraciales entre los Uros y los Aymara, han sido la causa de la perdida de la pureza de la sangre de los Uros, que hoy en día ya no existe como tal. Los Uros solían hablar su idioma hasta hace pocos años, pero actualmente habla el Aymara. Siendo siempre una pequeña tribu, empezaron su poco usual existencia flotante varios centenares de siglos atrás para aislarse ellos mismos de los Collas y de los Incas. Actualmente solo unos pocos cientos de ellos viven en estas islas flotantes y suplen sus carencias con la pesca y el turismo.

La vida de los Uros está totalmente ligada a los juncos de totora que crecen abundantemente en los lugares de aguas poco profundas del lago. Estos juncos son recolectados y sirven para hacer de todo, desde las islas sobre la que viven, los barcos en los que se deslazan hasta los souvenirs para vender a los turistas. Las islas están hechas de multitud de capas de juncos, apiladas unas sobre otras, los juncos de las capas inferiores caen al fono del lago y son reemplazada por las capas superiores, de tal forma que la capa superior es seca, lisa y flexible.

La isla más grande contiene varios edificios, incluyendo una escuela, una oficina de correos, un sencillo bar-restaurante y una tienda de souvenirs, y está alimentada con paneles de energía solar. Algunos habitantes de algunos islotes han construido pequeñas chozas-museo de aves o plataformas de hasta 8 m, para la observación de la rica fauna avícola lacustre. Como una de las principales fuentes de ingresos es el turismo, las mujeres venden todo tipo de souvenirs fabricados con totora. Las autoridades sanitarias nos recomiendan que no regalemos caramelos a los niños, en general en todo el país y en especial en esta zona, para evitar la caries infantil.

Después de unas 4 horas de navegación llegamos a la isla de Suasi situada en el flanco norte-este del lago mayor, ya en la provincia de Moho, a 72 km de Puno y a de 35 km de las islas de Taquile y Amantaní. Es una isla privada inhabitada donde existe un lodge ecológico hecho casi únicamente con materiales de la zona. Funciona totalmente con energía solar, reciclan su agua y se esfuerzan viviendo en simbiosis con su entorno rural y la población de Aymaras quienes cultivan las casi 43 hectáreas que abarca. Se encuentra en medio del lago, lejos del ruido de la ciudad y de los hombres. Esta isla tiene una paz que no se encuentra en otro lugar. Es una experiencia única en su género.

Almuerzo y cena en el lodge ecológico.

Hotel: lodge ecológico.


Día 10: SUASI - TAQUILE

Temprano por la mañana nos dirigimos con nuestra lancha motora a la Isla de Taquile, situada a 35 km de Suasi (aproximadamente 4h).

La isla de Taquile es de gran valor cultural, ya que sus 1.500 habitantes aún conservan sus tradiciones y actividades ancestrales, a las cuales han integrado desde hace algunos años el turismo. Es necesario subrayar la calidad de los tejidos elaborados por los taquileños. Los hombres visten gruesos sombreros de lana tejida y siempre andan como si estuviesen tejiendo, parece ser que los tocados de rojo están casados y los de blanco solteros. Las mujeres tejen elegantes chalecos que visten los hombres con sus blancos jerséis y pantalones negros. Las mujeres visten faldas multi-capa y delicadas y elegantes blusas. Esta vestimenta es de las mejores y más elegantes que se pueden ver y comprar en todo el Perú. La tradición marca que cada familia debe poseer, al menos, cuatro vestidos diferentes: para el trabajo, para la diversión, para las bodas y para los festivales.

Los habitantes de Taquile hablan Quechua, a pesar del Aymara del resto de islas del lago, mantienen su etnia muy cohesionada con un gran sentido identitario. Raramente se casan con habitantes de fuera de la isla de Taquile y sus vidas no están obstaculizadas por carreteras, ya que no disponen de vehículos, ni bicicletas, y ni tan siquiera perros. La electricidad fue introducida en el 1990 pero aun no está disponible en toda la isla. A pesar que Taquile es muy pacífica, no están satisfechos con la vida del mundo exterior que transcurre delante de ellos, ya que cuando los turistas empezaron a visitar la isla, los taquileños lo consideraron como una invasión. No pusieron objeciones a los turistas sino a los empresarios de Puno. Actualmente muchas de las embarcaciones de transporte de turistas son de propiedad de habitantes de Taquile, por lo que controlan el turismo al nivel que ellos consideran razonable. Por todo ello debemos tener un especial cuidado, dentro de lo posible, en minimizar el impacto de nuestra presencia en este precioso y único rincón del planeta.

La tierra es de un profundo color rojizo en contraste con la fuerte luz solar y el intenso azul del cielo; la cordillera Real, ya en tierras bolivianas al otro lado del lago, con sus cumbres nevadas a lo lejos, completa un paisaje maravillosamente indescriptible. La isla tiene unos 7 km de largo con varias colinas con terrazas incas de cultivos en las laderas y algunas ruinas en lo alto.

Para llegar a las casas, en el centro de la isla, hay que subir una empinada escalera con sus 567 escalones para vencer un desnivel de 120 m. La subida nos tomará unos 20 o 30 minutos, con mucha calma, ya que subir escaleras a 4.000 metros de altura puede ser muy doloroso, y potencialmente peligroso, si no estamos bien aclimatados. Una vez arriba, y habiendo recuperado el aliento, contemplamos impresionantes vistas sobre la isla y el lago. Paseamos tranquilamente por la isla y disfrutamos del espectáculo que la generosa naturaleza a ofrecido a esta tierra.

Cena y pernocte en una casa familiar donde disfrutamos de una agradable estancia y la hospitalidad de la gente local. El alojamiento que nos ofrecen será sencillo, pero limpio y adecuado. Sólo nos podemos duchar con agua fría y no tenemos comodidades, pero seguro que lo sabremos apreciar y lo recordaremos el resto de nuestras vidas como una agradable experiencia.


Día 11: TAQUILE - PUNO

Desayuno en la casa familiar y de nuevo con la motora vuelta a Puno (4 h).

Viajamos por la ruta oeste que bordea el lago Titicaca y conduce a Bolivia, observando las tropas de llamas y alpacas. Disfrutamos de una bella vista de las riberas del Lago y visitamos los místicos pueblos de Chimú, Chucuito, Ilave, Acora y Juli, que forman parte del corredor Aymara. Su mística, historia y geografía, han hecho que en los últimos años se haya establecido en esta región el punto de confluencia o inicio de dos rutas de viaje: el corredor Quechua y el corredor Aymara. Ambos forman parte del famoso eje sur entre Cusco y Puno, o lo que es igual, entre la región inca y el altiplano, arropados por una propensión cada vez más exacerbada hacia el misticismo que reina en toda esta inmensa área, y que en conjunto, está provocando que el Perú esté dividiéndose a nivel turístico entre el norte y el sur.

Los habitantes de Chimú, una tranquila población a 7 km de Puno, son expertos constructores de barcas de totora y tienen especiales lazos comerciales con los Uros. Podemos ver los fardos de juncos apilados secándose y algunos fabricantes con sus barcos en distintos estados de construcción.

En los alrededores de Chucuito, a 10 km de Chimú, vemos un reloj solar Inca. En su plaza vemos unos espléndidos ejemplos de la arquitectura colonial, las iglesias de Santo Domingo y La Asunción, unas casas con puertas de piedra (con grabados) y unas cuevas con pinturas en Chichiflope. Al lado de Santo Domingo se encuentra el interesantísimo Inca Uyo, o templo de la fertilidad, del que se cree que fue también un observatorio geodésico astronómico, podremos apreciar docenas de impresionantes esculturas fálicas.

En Ilave disfrutamos de la colorida visita de su mercado dominical.

La localidad de Juli, junto al lago y a 80 km de Puno, es famosa por sus cuatro iglesias coloniales, de los siglos XVI y XVII. Es interesante poder ver estas iglesias sin restaurar para tener una ligera idea de la magnificencia de las iglesias coloniales como las de Cuzco antes de que fueran transformadas y restauradas como lo están en la actualidad. Antaño fue un importante centro cultural y religioso cuya notoriedad hizo que el lugar fuera conocido como la pequeña Roma de América. San Juan Bautista, con ricas pinturas de Juan Bautista y Santa Teresa enmarcadas en suntuosos marcos dorados. Santa Cruz, de la orden de los jesuitas, parcialmente sin techumbre, se puede observar los gravados de monos, papayas y uvas. La Asunción, hoy abandonada, tiene una bonita torre deteriorada por un terremoto o incendio tiene un atrio y unas bonitas vistas al lago desde su gran patio. San Pedro, en la plaza mayor esta considerada una catedral, y está en mejores condiciones de conservación que las otras iglesias, posee interesantes pinturas y una colección de objetos policromados en la sacristía. Si tenemos suerte podremos ver una colonia flamencos en la bahía junto al lago.

De vuelta a Puno, a las 18:30 tomamos el bus turístico de la compañía IMEXO para Cusco en viaje nocturno.

El trayecto discurre por el Altiplano del sur-este, pasamos por una ruta a más de 3.800 m por las cochas de Llallahua ubicadas en las tierras altas de la puna, algunas por encima de los 3.850 m. Las cochas son un sistema en pleno funcionamiento que la población indígena contemporánea utiliza para la ganadería y el cultivo intensivo.

Parada de descanso en pueblos intermedios, viajando por carreteras que alcanzan los 4.321 m.


Día 12: PUNO - CUSCO

Llegada y tránsfer al hotel y descanso del largo viaje.

Cusco, situada a 1.200 km y a 55 minutos de vuelo de Lima, está enclavada en la cordillera andina a 3.360 m de altitud, ostenta con honor el título de Capital arqueológica de América, puesto que en ningún otro lugar del continente encontramos tal cantidad de ruinas, en tan buen estado y tan fácilmente accesibles como en esta población. Desde el punto de vista histórico, su patrimonio cultural es casi inagotable, puesto que no existe en todo el territorio americano otro núcleo urbano que haya permanecido habitado durante tan largo período de tiempo como esta ciudad. Es además la capital de uno de los departamentos más bellos de todo el país, pues posee una amplia y espléndida diversidad de paisajes, entre los que destacan las cumbres nevadas de las cordilleras de Vilcanota y Vilcabamba, el impresionante curso fluvial del río Urubamba, las inmensas terrazas de cultivo de la ceja de selva de Quillabamba, y el gigantesco Parque Nacional Amazónico de Manu, que a pesar de encontrarse en la jungla, depende administrativamente de Cuzco. Además, la ciudad se encuentra en la cabecera del histórico Valle Sagrado de los Incas por el que se accede, a través de pintorescas aldeas serranas repletas de ruinas prehispánicas, a uno de los más importantes enclaves místico-arqueológicos de todo el planeta: la ciudadela de Machu Pichu, que se yergue misteriosa y altiva en el corazón del sistema montañoso tropical que jalona el valle del Urubamba.

Cusco
Cusco

La monumentalidad de Cuzco es tan espectacular que apenas encontramos una calle donde no se pueda apreciar algún edifico histórico, un muro incaico, una casa colonial, o varias de estas construcciones a la vez. Pasear por la antigua capital quechua es dar un salto en el tiempo que nos remonta varios siglos atrás. Cada esquina guarda una sorpresa; cada plaza una emoción. Una sosegada caminata por la ciudad nos permitirá escuchar el mudo mensaje de las piedras que ya no podremos olvidar durante el resto de nuestro viaje. Al margen del indudable interés que suscitan los edificios coloniales o las ruinas incaicas de Cuzco, muchas de sus calles, barrios, fuentes y miradores también poseen por sí mismos un atractivo especial.

Uno de estos lugares es el Mirador de Pachacutec, situado en la alameda del mismo nombre, al final de la Avda. el Sol. Se trata de un imponente torreón construido al estilo inca sobre el que se yergue una gigantesca estatua del Alejandro Magno del Perú: el Inca Pachacutec Desde la azotea del edificio se contempla una magnífica perspectiva del área sur de Cuzco. La entrada al mirador está incluida en el Boleto Turístico (BT).

El Barrio de San Blas al este de la Plaza de Armas, es uno de los recodos más bonitos de la ciudad. Se accede a él a través de un hermoso paseo por las calles Triunfo y Hatunrumiyoc, que desembocan en línea recta en la misma Cuesta de San Blas. Al final de esta empinada calleja se halla una coqueta plazoleta en la que se ubican una pequeña iglesia y una espectacular paqcha o pileta. Durante la noche la iluminación de la fuente permite que este lugar se torne aún más bello.

Si descendemos nuevamente por la Cuesta de San Blas y giramos a la derecha en su confluencia con la Av. Tullumayo, enseguida alcanzamos el Callejón de las 7 Culebras, que se encuentra a unas decenas de metros a mano izquierda y discurre paralela a Hatunrumiyoc. Este bonito pasaje toma su nombre de las serpientes que adornan sus paredes (y que todo el mundo cuenta para ver si hay 7). Desgraciadamente, la calle está jalonada por unos cuantos urinarios, lo que provoca que su ambiente esté impregnado por un desagradable hedor a orín. Pero así y todo, la visita merece la pena.

El callejón desemboca en la Plazoleta de Las Nazarenas. Si continuamos desde aquí en línea recta, llegamos a la Plaza de Armas por la Cuesta del Almirante. En la esquina de esta última calle con el Jr. Ataúd se encuentra otra bonita paqcha, aunque mucho más pequeña que la de San Blas. Ya en la plaza, podemos girar a mano derecha hasta tomar la calle Suecia. Ascendiendo por su cuesta se alcanza en un minuto el Jr. Huaynapata. En la esquina frontal derecha (norte) de esta confluencia tiene su origen una empinadísima calleja escalonada que conduce a los pies del palacio de Kollcampata. Una vez en Kollcampata puede disfrutarse, al margen de la construcción incaica, de una excelente panorámica sobre la ciudad. Si seguimos caminando cuesta arriba por la carretera que rodea el antiguo edificio quechua, pronto encontramos a nuestra derecha el inicio de la antigua senda inca que une Cuzco y Sacsayhuamán.

Museo Arqueológico. El antiguo edificio donde estaba emplazado el Museo Arqueológico de Cuzco resultó gravemente dañado a raíz del terremoto que sacudió la población en 1986. Debido a ello se habilitó una fastuosa casona colonial, el Palacio del Almirante, erigida sobre una estructura prehispánica atribuida al Inca Huascar, para albergar sus colecciones. El museo es conocido principalmente por el apelativo de Inca debido a que la mayor parte de sus salas están dedicadas al antiguo pueblo quechua, exhibiéndose de este modo maquetas de yacimientos tan conocidos como Sacsayhuamán, planos de Cuzco tal y como debió ser durante la época de Huayna Cápac, diversos objetos en metal de uso cotidiano o quirúrgico, cerámica, arte lítico, ajuares funerarios, momias, cráneos trepanados, flautas andinas talladas en hueso, tejidos y una curiosa colección de retratos al óleo de los principales reyes del Incario. Horario: de lunes a viernes de 8:00 a 18:30 h. Sábados sólo en temporada alta de 8:00 a 15:00 h, 10 soles.

Museo Histórico Regional. Hasta hace unos años se encontraba en el interior del Palacio del Almirante, pero debido a la ocupación del edificio por el remozado Museo Arqueológico, el Museo Histórico Regional fue trasladado a la que fuera la hermosa casa natal del Inca Garcilaso de la Vega. De este modo, puede disfrutarse al mismo tiempo de las antigüedades y pinturas sobre la historia de Cuzco que componen sus colecciones, así como del rancio ambiente de la mansión colonial. Horario: de lunes a sábado de 8:00 a 18:00 h. BT

Museo De Arte Religioso. El Museo se asienta sobre los antiguos cimientos del palacio del Inca Roca. Durante la época colonial, el Marqués de Buenavista erigió una casona en este lugar para establecer su residencia, que años después se transformaría en Palacio Arzobispal, nombre por el que todavía se conoce a este edificio. Más tarde la iglesia donó la mansión para fundar en su interior el Museo Religioso, que hoy en día alberga una importantísima colección de cuadros pertenecientes a la Escuela Cuzqueña, entre los que destacan varias obras del siglo XVII (los pintores cuzqueños fueron artistas indígenas, de estirpe quechua, que plasmaron con gran realismo y maestría aspectos cotidianos de la vida del hombre andino sobre lienzos basados en motivos litúrgicos de la fe católica). Horario: de lunes a sábado de 8:30 a 12:00 h. y de 15:00 a 17:00 h. BT

Museo De Santa Catalina. Ubicado en el interior de la iglesia del mismo nombre, este pequeño museo de arte sacro y colonial se erige sobre los cimientos del antiguo acllahuasi de Cuzco (casa de las mujeres escogidas; cuyos muros aún se yerguen alrededor del convento. Exhibe principalmente obras de pintores de las escuelas cuzqueña así como interesantes objetos de arte sacro. Horario: de lunes a sábado de 8:00 a 18:00 h (los viernes cierra a las 15:00 h). BT

Museo de Coricancha. Este museo, el más novedoso de Cuzco, surgió espontáneamente como sala de exhibición de los restos arqueológicos encontrados a los pies del famoso muro semicircular del Coricancha, en la Av. Sol, con motivo de las obras de acondicionamiento del lugar para su conversión en un pequeño jardín. Horario: de lunes a viernes de 8:00 a 17:30. BT

Edificios religiosos. Cuzco posee un elevadísimo número de edificios religiosos, la mayoría de los cuales se encuentran en perfecto estado de conservación. Puede accederse libremente y de forma gratuita a todos ellos durante las horas de culto, si bien las iglesias más importantes establecen un irregular horario para recibir visitas turísticas. Fuera de esos períodos, uno puede asistir a los actos litúrgicos que se celebren en los templos como un parroquiano más, pero no como un viajero curioso. La Catedral, Santa Catalina y San Blas son los únicos monumentos religiosos cuya entrada se incluye en el boleto turístico. La iglesia de Santo Domingo y el Coricancha ya no están incluidos en el bono, por lo que hay que pagar a parte un billete de 3 soles para acceder a su interior.

La Catedral, el edificio religioso más importante de Cuzco. En realidad, se trata de un complejo arquitectónico formado por tres construcciones diferenciadas: la Catedral propiamente dicha, situada en el centro; la iglesia de El Triunfo, a la derecha de la fachada principal según se la observa de frente; y la iglesia de Jesús María, en el flanco opuesto. El Triunfo es el templo más antiguo de la ciudad, pues data de 1536. Debido a necesarias y complicadas obras de restauración que se están realizando en este lugar desde finales de la década de los 90', es muy probable que algunas de las imágenes hayan sido temporalmente reubicadas en otros lugares del templo, y que ciertas áreas catedralicias permanezcan cerradas o acotadas parcialmente mientras se desarrollan las obras. Generalmente, la mejor hora para efectuar la visita turística de la Catedral es entre las 15:00 y las 18:00 h. Está absolutamente prohibido filmar o tomar fotografías en su interior.

La Compañía. La orden religiosa de la Compañía de Jesús comenzó a construir esta iglesia en 1571 sobre los basamentos del antiguo palacio del Inca Huayna Cápac. Presenta una hermosa fachada de estilo barroco, grandilocuente y profusamente ornamentada que, a primera vista, parece casi tan grande como la de la Catedral. Al igual que aquella, su interior también se encuentra ricamente decorado, sobre todo por pinturas coloniales y espléndidas capillas labradas. La mejor hora para visitar La Compañía es entre las 17:00 y las 18:30 h.

La iglesia monasterio de San Francisco fue terminada en la primera mitad del siglo XVII. Tanto exterior como interiormente, presenta una decoración austera. El coro, cuidadosamente tallado en madera de cedro, es el elemento ornamental más importante de la iglesia, que puede visitarse gratuitamente y con absoluta libertad a partir de media tarde.

La primera iglesia de La Merced fue totalmente destruida por el terremoto que asoló Cuzco en 1650, de modo que la que hoy podemos apreciar es una reconstrucción efectuada sobre las ruinas de la anterior en 1654. La iglesia presenta una recargada decoración interior y su nave luce modestas capillas laterales. Su claustro resulta un espléndido ejemplo de arquitectura colonial. Junto a este patio se halla un pequeño panteón en el que están enterrados los restos de Gonzalo Pizarro y Diego de Almagro, dos de los principales protagonistas de la conquista del Perú. Puede visitarse a cualquier hora del día, pero es más adecuado hacerlo durante la mañana.

El convento de Santa Catalina se levanta sobre las ruinas del acllahuasi o casa de las mujeres escogidas. Resulta un tanto curioso que el edificio que un día ocuparon las Vírgenes del Sol hoy se encuentre habitado por una comunidad de monjas católicas. En cualquier caso, el interés de Santa Catalina no radica en el propio convento, sino en los imponentes muros incaicos que lo bordean parcialmente y que forman parte de la estructura interior de la construcción.

La pequeña iglesia de San Blas tiene como principal aliciente un soberbio púlpito barroco, una auténtica obra maestra tallada en una sola pieza de madera. San Blas no recibe demasiados turistas por lo que puede visitarse a cualquier hora del día sin ningún inconveniente.

Santa Clara es un convento del siglo XVI que posee una iglesia sencilla que apenas ha variado de aspecto desde su construcción durante la primera época colonial. Su interior presenta una somera decoración, y entre sus muros se concentra una densa atmósfera como si por ellos no hubiese pasado el tiempo lo que aún resulta más notorio cuando por las tardes se escucha al coro de monjas entonar salmos litúrgicos desde la invisibilidad de su clausura.

La iglesia de Santo Domingo apenas revestiría interés para ningún visitante si no fuera por que está edificada sobre los magníficos restos del Coricancha, el fastuoso Templo del Oro del Incario, cuyos muros, cimientos y algunas de sus estancias aparecen en los oasamentos exteriores y en el claustro interno del actual edificio religioso. El templo cuenta con un hermoso portón de estilo mozárabe en la entrada del recinto, así como con un bonito claustro porticado.

Casas coloniales y otros lugares de basamento incaico. Desde que los españoles llegaron a Cuzco en 1533, iniciaron una rápida labor de remodelación de la mayoría de las construcciones incaicas, derruyendo muchos edificios quechuas para erigir con sus sillares mansiones e iglesias modernas según la concepción arquitectónica imperante en España en aquel momento. Al mismo tiempo, ciertos palacios fueron utilizados como basamento para levantar sobre ellos grandes casonas o templos católicos, aprovechando la solidez de sus muros y sus excelentes cimientos. Algunos ejemplos son los siguientes: Plaza de Armas, Casa Jara, Casa de Garcilaso, Palacio del Almirante, Casa de los Cuatro Bustos, La Prefectura o la Casa del Marqués de Vallehumbroso.

Ruinas incas. Los numerosos vestigios de arquitectura incaica dotan a la ciudad de Cuzco de una monumentalidad sin parangón en todo el territorio peruano. Silenciosos e imponentes, los antiguos muros quechuas aparecen majestuosos a lo largo de muchas calles por toda la ciudad. Los restos más significativos de edificios incas que todavía jalonan las vías cuzqueñas son el Palacio de Pachacutec, el Palacio del Inca Viracocha, el Palacio de Tupac Yupanqui, el Palacio de Huayna Cápac, Acllahuasi, Yachayhuasi, Collcampata, Hatunrumiyoc, o Coricancha.

Almuerzo y Cena libre.

Hotel: Hospedaje San Blas.


Día 13: CUSCO - ACCHA

Hoy empezamos la ruta por las Comunidades Textiles, durante cuatro días estaremos inmersos en lo más puro de la cultura de esta inhóspita región disfrutando de las costumbres milenarias de esta gente.

Esta ruta combina bellos paisajes de puna y ceja de selva, actividades diversas como la visita de restos arqueológicos, la pesca, el contacto con comunidades quechuas auténticas, el aprendizaje de sus artes textiles y su increíble modo de vida, la visita a pinturas rupestres, el conocimiento de la flora y la fauna autóctonas del lugar, para culminar en la población de Lares (4.665 m) donde podemos disfrutar de un relajante baño en sus conocidas aguas termales.

El antiguo Valle Sagrado de los Incas discurre a lo largo del extenso valle formado por los ríos Vilcanota y Urubamba. Aunque la mayor parte de los restos arqueológicos de la zona sean incas, sus orígenes son de civilizaciones muy anteriores. Durante el trayecto observamos las impresionantes pendientes de las laderas del valle del Urubamba con sus terrazas de cultivo, lecho de la alimentación de sus habitantes durante miles de años.

La religión católica, traída por los conquistadores se entremezcló con las profundas tradiciones paganas ancestrales recordando al sincretismo africano. De esta forma los indígenas perpetuaron las antiquísimas tradiciones que los occidentales las vemos como un halo de supersticiones, incultura e incluso brujería. Estas costumbres están tan arraigadas entre el pueblo que hoy en día aún se siguen realizando estos ritos en las labores cotidianas. Los remedios caseros a base de hierbas, empastes e infusiones no están exentos de ancestrales creencias, la hoja de coca cachada, mascada con un poco de cal para acelerar sus efectos, continua siendo una base muy importante en la medicina de los campesinos, además se acompaña con un rito adicional para reforzar su efecto, como refregar al enfermo con un conejo de indias para que absorba su mal. Hoy en día los brujos y curanderos todavía disfrutan de un gran prestigio, aunque su credibilidad día a día ya va a la baja entre los más jóvenes.

La dieta prevista para el trekking está pensada para asegurar la energía necesaria para el esfuerzo físico que se va a realizar y todos los ingredientes son de alta calidad. Suele consistir en lo siguiente:

- Desayuno: café, té, infusiones, incluyendo mate de coca, muy adecuado para la altura, chocolate caliente, leche, pan, mantequilla, mermelada, panqueques, musli.

- Almuerzo/cena: tortillas, sopas, aguacate, pasta, pescado, carne, arroz, patatas, fruta fresca, gelatinas y otros postres peruanos.

- Servicio de té: café, té, chocolate caliente, mates/infusiones, pan, mantequilla, mermelada, palomitas, galletas dulces y saladas.

Salimos de Cuzco en dirección a Calca en el Valle Sagrado, para ascender hasta la población de Accha, lugar de nuestro primer campamento. Accha (4.665 m) es una pequeña comunidad campesina inmersa en un paisaje de sierra y puna, con abundante presencia de llamas y alpacas. Por la tarde destinamos nuestro tiempo a entrar en contacto con los habitantes de la comunidad y a pasear por la zona.

Almuerzo y cena del cocinero de ruta.

Noche en tienda.


Día 14: ACCHA - MANTU

Dejamos nuestro campamento en Accha (4.665 m) para dirigirnos a la población de Mantu (2.800 m), en un paisaje de ceja de selva. En los alrededores de Mantu, podemos apreciar diversas especies de la flora y fauna autóctonas, así como visitar unas antiquísimas pinturas rupestres. Igualmente, podremos practicar la pesca en el río Mantu. En Mantu asentamos nuestro segundo campamento.

Almuerzo y cena del cocinero de ruta.

Noche en tienda.


Día 15: MANTU - CACHÍN

Salimos de Mantu (2.800 m) para dirigirnos a la población de Cachín (3.300 m).

A nuestra llegada, asentamos nuestro campamento y descansamos. Posteriormente almorzamos y destinamos la tarde a explorar el poblado, compuesto por comunidades indígenas de tejedores. Visitamos sus casas para poder apreciar los lugares donde tejen, aprender sus procesos y artes ancestrales de textilería, e incluso adquirir textiles exclusivos. En los alrededores se encuentra también el grupo arqueológico pre-inca de Choquecancha, con construcciones de terrazas, viviendas y corrales para animales, que también visitamos.

Almuerzo y cena del cocinero de ruta y noche en tienda.


Día 16: CACHÍN - LARES - URUBAMBA

Dejamos Cachín (3.300 m)y nos dirigimos a Lares (4.665 m) a 1 h de camino, adonde llegamos a media mañana.

Lares es la capital del distrito del mismo nombre, una población cuyo principal atractivo son sus agradables aguas termales, donde podremos disfrutar de un baño. Almorzamos en Lares y luego tomamos nuestro bus privado que nos llevará a Urubamba.

Urubamba, como muchos lugares a lo largo del valle, es un elegante lugar rodeado de picos nevados y un magnífico paisaje con un clima temperado. La plaza mayor, con una fuente coronada con una mazorca de maíz, está rodeada de bonitos edificios pintados de azul y a su lado la plaza de armas. La calle Berriozabal dispone de una hilera de árboles de la pasión. En la tienda de Pablo Seminario se muestra una gran colección de cerámica fabricada siguiendo el estilo y la técnica precolombina. Con gusto nos explicará los detalles de su arte.

Descanso hasta la hora de cenar tumbados en el césped del hotel de este precioso encave.

Cena libre

Hotel: Hacienda Marcabamba


Día 17: URUBAMBA - AGUAS CALIENTES

Desayuno en el hotel, y salida temprano salida hacia las Salinas de Maras y el laboratorio agrícola de Moray.

En Maras (3.202 m) la sal es extraída según las técnicas milenarias desde el tiempo de los Incas, disuelta en agua caliente y salada del manantial principal que se encuentra situado en lo alto de las salineras y canalizada hacia los pozos-reservorios constituidos de sal endurecida por el tiempo. El agua salada y estancada en las pozas se deja evaporarse naturalmente dejando solo al descubierto la sal cristalizada, para ser luego extraída manualmente.

A una media hora de Maras se encuentra Moray (3.385 m), una de estas pequeñas maravillas y un lugar de hálito misterioso. Se trata de un conjunto de 4 terrazas principales perfectamente circulares amuralladas de una decena de círculos secundarios, ahuecados en la tierra, parecidos a un anfiteatro griego o gigantescas huellas digitales impresas en un páramo a 3.500 m. Se descubre entonces el Laboratorio Agrícola de los Incas, utilizando la energía solar en medio de grandes piedras pulidas como espejos, formando inmensas depresiones cónicas de 47 a 84 metros, cortadas en la piedra caliza para conservar el calor, obtener de micro-climas diferentes sobre cada terraza y llegar a cultivar productos tropicales tales como las orquídeas, ananás, tomates, naranjas enanas y toda clase de frutas y legumbres. La gente de la región lo llama, hoy en día, la escuela experimental de los Incas, y constituye una prueba más del altísimo nivel de conocimientos agronómicos alcanzado por los Incas.

Almuerzo libre.

Después del almuerzo, salida hacia el pueblo inca y fortaleza de Ollantaytambo.

Situado a 95 y 77 km de distancia de Cusco, por las vías de Pisac y Chinchero respectivamente, el pueblo inca de Ollantaytambo (2.846 m), es el punto final de la carretera que lleva al Valle Sagrado de los Incas, y se yergue, orgulloso y único, sobre verdaderos cimientos incas. La fortaleza abraza majestuosamente al pueblo como un dios protector, y fue nombrada en honor al legendario cacique Ollanta por su famoso romance con una princesa hija de Pachacutec. A pesar de la imponente de fortaleza, los Incas ven este recinto como un templo más que como una fortaleza.

Traslado a la estación de tren de Ollantaytambo para tomar el tren hacia Aguas Calientes (2.060 m) a las 18:45 en el tren clase Autovagón. Esta es la última estación del tren desde que hace unos años, debido a un terremoto, hubo un corrimiento de tierras y la vía quedo sepultada.

Llegada a Aguas Calientes y transfer al hotel.

Aguas Calientes debe su nombre al manantial de aguas termales que se encuentra a unos 800 m al este del pequeño núcleo urbano. El agua brota de pequeñas pozas entre 38 y 46 ºC.

Cena libre.

Hotel: Machu Pichu Pueblo Hotel (km 110 de la línea del ferrocarril, Aguas Calientes. Tel: (51 84) 211 122).


Día 18: AGUAS CALIENTES - MACHU PICHU

Desayuno en el hotel.

Ascenso a la ciudadela de Machu Pichu (2.380 m) en bus turístico (15').

Visita de la ciudadela.

Machu Pichu
Machu Pichu

Descubierto en 1911 por el arqueólogo inglés Hiram Bingham, el Machu Pichu es uno de los conjuntos monumentales más imponentes e impresionantes del planeta y reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Machu Pichu esta enclavada en la cima de una montaña que domina el profundo cañón del río Urubamba. Toda la ciudad muestra un soberbio diseño arquitectónico y está edificada con roca granítica que simbolizaba la eternidad para los antiguos quechuas. La época en que fue construida constituye un misterio, pero se piensa que los incas la levantaron alrededor del siglo XIV, si bien puede aventurarse que en este mismo lugar ya existía un asentamiento previo que fue modificado por los canteros cuzqueños.

Mucha de la belleza y el encanto se debe a su espectacular entorno natural: los bosques de montaña del santuario. La Reserva Natural se estableció en 1981 sobre una superficie de 32.592 hectáreas, cumple la función de preservar una peculiar flora y fauna, y las bellezas paisajísticas de los bosques circundantes, así como contribuir a la protección de los restos arqueológicos ubicados en él. El clima es lluvioso durante todos los meses de verano, de diciembre a marzo y soleado entre mayo y septiembre, aunque aún entonces no son raros los chubascos. Las temperaturas máximas alcanzan los 27° C, mientras que las mínimas raramente descienden de los 11°C.

Itinerario. Por término general, todos los guías turísticos muestran el recinto comenzando por el sector sagrado y siguiendo por el civil, por lo que aquí vamos a abordarlos en ese mismo orden. La entrada actual al Machu Pichu se efectúa por las Viviendas de los Guardianes, que enseguida da acceso al amplio sector agrícola, que se compone de un gran número de imponentes terrazas de cultivo de hasta 20 m de largo por 4 de altura. Avanzando 100 m por la andenería puede tomarse a mano izquierda una empinada escalera que asciende hasta el final del Camino Inca, que muere junto la Casa del Vigilante, uno de los pocos edificios restaurados con techumbre y que es un buen resguardo en caso de lluvia. A su lado se encuentra una piedra de sacrificios y un cementerio. También hay una roca esculpida detrás de la cabaña pudo servir para momificar a los nobles. Desde ese lugar puede contemplarse la imagen clásica de Machu Pichu, que puede verse en todas las fotografías turísticas sobre este lugar. Si en vez de desviarnos continuamos adelante por las terrazas, llegamos hasta el sector sagrado, donde encontramos el Sunturhuasi (Templo del Sol), la Tumba Real, las 16 Fontanas (baños ceremoniales), la Casa del Inca (Casa Real), la Casa del Alto Sacerdote, el Templo de las Tres Ventanas, el Gran Templo Central (Viracocha), la Sacristía, o el Intihuatana. Desde aquí se desciende por una estrecha escalera hasta la Gran Plaza Central, la cual separa los dos grandes sectores urbanos: hanan y hurin. Los muros que la flanquean presentan inmensas graderías, donde debían asentarse los ciudadanos de Machu Pichu para asistir a importantes ceremonias comunales. Al otro lado de la plaza, ya en el sector civil, encontramos la Roca Sagrada (Templo de la Pachamama), las Tres Portadas, el Barrio de los Intelectuales, el Templo del Cóndor, las Cárceles, o el Barrio Popular.

Almuerzo libre.

Si nos queda tiempo, los más valientes ascenderemos al Huayna Pichu (2.743 m). El camino ofrece en su primer tramo unas soberbias vistas sobre el valle del Urubamba y enseguida comienza ascender de forma vertiginosa sobre la escarpada ladera del monte. En poco menos de una hora se alcanzan las terrazas de cultivo que cuelgan prácticamente sobre el abismo que asciende sobre el Puente Ruinas, desde este lugar se sigue subiendo hasta la cumbre por un estrechísimo túnel que conduce a unas pequeñas construcciones hasta la cima donde se haya el núcleo urbano del mismo nombre. La profundidad y la panorámica del paisaje en este picacho, es la mejor de los alrededores y se aprecia todo el esplendor de la ciudadela del Machu Pichu y del valle del Urubamba al fondo.

Hacia el final de la tarde (17h) traslado a la estación de Aguas Calientes (2.060 m) para tomar el tren de retorno hacia Ollantaytambo, y transfer al hotel.

Cena libre.

Hotel: Hacienda Marcabamba.


Día 19: URUBAMBA

Hoy visitamos la ruinas de los alrededores de Cusco.

Sacsayhuamán (el lugar donde descansa el puma en quechua) es una fortaleza situada a 2 km de Cusco. Este complejo monumental, es considerado, junto con la ciudad del Cusco, una de las nuevas 7 maravillas del mundo. Destacan sus plataformas levantadas en niveles superpuestos desde la explanada en el lado norte del sitio. Es de arquitectura ciclópea, hecha con enormes y pesadas piedras labradas y encajadas milimétricamente una con otra, con absoluta precisión. Tiene tres niveles de plataformas de más de 200 m de largo cada uno, siendo la más portentosa la primera. El bloque más grande mide 9 m de alto, 5 de ancho y 4 de espesor, con un peso aproximado de 360 toneladas. Si a primera vista este conjunto parece extenso, debemos tener en cuenta que han desaparecido las cuatro quintas partes del complejo, ya que desde la llegada de los españoles se ha expoliado brutalmente y ha venido utilizándose el lugar como cantera.

Qenqo (laberinto o zigzag en quechua). Situado a 4 km de Cusco y a 1 km escaso de Sacsayhuamán se cree que fue un lugar de adoración a Pacha Mama, la madre tierra. Se observa una gran roca de 3.500 m3 con muchas tallas de escalinatas, altares, asientos, y un su puesto Intihuatana, el reloj de sol, canales además de los corredores, con grabados. Debajo de la enorme piedra, subyace un laberinto de túneles que desembocan en una cámara subterránea donde existe un altar de piedra pulida.

Puca Pucara (torreón rojo en quechua, por la tonalidad rojiza de algunos de sus muros). Su origen es una antigua fortificación preincaica y centro administrativo y militar, también puesto de control del Camino Inca. Está situado a 6 km de Cusco, en un lugar estratégico del camino hacia el Antisuyu, provincia amazónica Inca. Está formado de plataformas, escaleras, pasadizos y torreones. También servía de lugar de posta y descanso para los chaskis los hombres-correo del imperio inca.

Tambo Machay (3.600 m), a 7 km de Cusco, es conocido como Los Baños del Inca y considerado como un lugar de culto al agua, donde se expresa nuevamente el alto grado de maestría en ingeniería hidráulica de los Incas. Medio destruido aún puede observarse el torreón desde le cual se comunicaban con Puca Pucara con señales visuales.

Retorno a la ciudad del Cusco y cena libre.

Hotel: Hacienda Marcabamba.


Día 20: URUBAMBA - CUSCO

Desayuno en el hotel y salida en dirección al este del Valle Sagrado para visitar los restos arqueológicos de Pisac y los pintorescos mercados de Pisac y Chinchero.

En Chinchero (3.762 m) efectuamos una visita de la ciudad y asistimos al mercado, el cual funciona solamente algunos días de la semana, que a diferencia del de Pisac, conserva todavía una cierta autenticidad donde algunos de los habitantes o artesanos de la zona practican todavía el trueque de productos de subsistencia. Existen dos mercados, uno delante de la iglesia donde se venden pañuelos y jerséis para los turistas, el otro, el más interesante, está en la parte baja del pueblo y se ofrecen todos los productos de la tierra y esta dedicado exclusivamente al comercio y trueque de los habitantes del valle. Destaca la colorida y variada vestimenta tanto de hombres como de mujeres de las numerosas comunidades asistentes a la feria principalmente dominical. Sobre el recinto, presumiblemente el templo del Sol, se levantó en tiempos coloniales el templo católico que se observa en la actualidad, cuyo altar está hecho en pan de oro y sus muros decorados con cuadros de le Escuela Cusqueña.

Salida hacia Pisac (2.972 m), visita de la localidad y su mercado turístico, que se celebra principalmente los domingos, y en menor intensidad los martes y jueves.

Almuerzo libre en una de las tabernas del pueblo.

Por la tarde ascensión hacia el Pisac arqueológico que se encuentran en lo alto de la ciudad.

El núcleo religioso de Pisac se asienta en un pequeño espolón montañoso en cuyas laderas o cimas fueron construidos edificios y andenes, es un ejemplo de ingeniería para el manejo de tierras y agua, de la transformación del paisaje natural en otro cultural. Este recinto arqueológico se compone de 4 partes: la productiva y militar para el control del valle (diferentes indicios nos hacen pensar en un lugar de acumulación de productos alimenticios); la ceremonial y religiosa; la zona residencial en la parte más alta del lugar destinada a los más altos dignatarios, y la menos residencial para los diferentes habitantes de la zona.

Durante el dia, si nos apetece y dependiendo del horario, paramos en Yucay, para visitar el pequeño museo privado, en la Posada del Inca, un bonito edificio que combina un hotel-museo de 300 años de antigüedad el cual inicialmente fue un monasterio y posteriormente una hacienda. En la parte posterior está rodeado be bonitos jardines.

Por último volvemos, después de varios dias, a Cusco para poder continuar la visita que dejamos a medias días atrás.

Cena libre.

Hotel: San Pedro.


Día 21: CUSCO

Continuamos la visita de ciudad donde nos quedamos días atrás.

Almuerzo y cena libres.

Hotel: San Pedro.


Día 22: CUSCO - PILCOPATA

Hemos escogido el programa Encuentro con los Matsiguenkas por la posibilidad de llegar e internarnos, en la zona denominada área reservada, debido a sus particulares características y por su diversidad biológica. En esta zona el acceso está muy controlado y solo unos pocos operadores tienen licencia para poder organizar rutas y acompañar turistas, ya que la entrada "por libre" no está permitida. Nos internamos 6 días en la selva del gran Amazonas, el río más caudaloso del mundo, para poder observar de cerca los misterios de esta profunda selva.

El P.N. de Manu está ubicado en las selvas lluviosas de los departamentos de Cusco y Madre de Dios. El Manu constituye el mayor tesoro natural del Perú, tanto por el número de especies que alberga como por la diversidad de ecosistemas que protege. Fue establecido en 1973 sobre una superficie de 1.532.806 Ha, y declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Abarca la totalidad de la cuenca del río Manu, además de un extraordinario trayecto ascendiente que va desde los 4.300 m de la puna alto-andina hasta los 200 m. del llano amazónico. En su interior habitan diversos grupos étnicos conocidos amahuaca, huachipaire, machiguenga, piro, yora y yaminahua, además de otros sin ningún contacto con el mundo moderno. El parque es el ambiente natural de más de 20.000 plantas vasculares, 1.200 especies de mariposas, 1.000 de aves, 200 de mamíferos y números aún desconocidos de reptiles, anfibios e insectos. El clima posee una marcada estación lluviosa de diciembre a marzo, aunque fuera de ella no son raros los aguaceros.

Manu es el único que protege a tres ecosistemas perfectamente diferenciados: la puna, zona de gran altitud y escasa vegetación, similar a la tundra, en el que crece un tipo de hierba amarillenta denominada ichu, salpicada de lagos de un azul profundo y poblada de llamas con llamativos adornos en las orejas; el bosque nubloso, un mundo de misterio inmerso siempre en densas nieblas y habitado por el gallito de las rocas que destaca por su llamativo color rojo, osos de anteojos y un sinfín de chorreantes helechos gigantes, y la selva baja tropical, el hogar del caimán negro gigante, el lobo de río, de trece especies de mono y de más de mil especies de aves, el 10% de las que hay en todo el mundo. En la actualidad habitan el Manu cuatro grupos étnicos, dos de ellos todavía aislados de cualquier contacto con la civilización.

El acceso es por una carretera asfaltada que parte desde Cusco y conduce hasta las localidades de Atalaya y Shintuya, a 9 y 12 horas respectivamente, puntos desde donde es posible iniciar el viaje por vía fluvial de 5 a 6 horas. Existen también vuelos de avioneta que unen Cusco y la localidad de Boca Manu, de 30 minutos de duración, desde la que es necesario continuar por vía fluvial (4 a 6 horas). Sólo se permite el ingreso de turistas a la Zona Reservada y a través de alguna de las empresas autorizadas para operar en la zona. La infraestructura turística es rústica y básica, por lo que también se puede optar por acampar.

Itinerario. A medida que nos alejamos de la capital Inca del Cuzco, ascendemos por una carretera que serpentea a través de los Andes hasta una altura de 4.200 m. En el camino, visitamos las Chullpas de Ninamarca, unas tumbas de la época pre-Inca que pertenecieron a los Lupacas. A partir de aquí, comienza nuestro descenso hasta el pueblo de Paucartambo (3.000 m). Dejamos Paucartambo para ascender hasta zona que acoge a especies únicas, como la Vizcacha, un bonito roedor con apariencia de conejo. La puna acoge también a depredadores poco vistos, tales como el zorro andino y el puma. A medida que alcanzamos los 3.500 m. de altura, aparece ante nosotros una extensa cortina de nubes que oculta la densa jungla que se halla debajo. En Tres Cruces observamos las laderas del este de los Andes cubiertas de nubes. Hemos entrado ya en el Parque Nacional del Manu a una altura de 3.200 m y a sólo 5 horas del concurrido y bello Cuzco. Con el espectacular paisaje del bosque de nubes ante nosotros, nos damos un respiro en nuestro viaje para almorzar. A continuación, descendemos hasta Bosque Nublado (1.500-1.200 m) donde las copas de los árboles cubiertas de neblina hacen proliferar las epifitas, musgos y líquenes. En este Bosque de Nubes paramos en busca del ave nacional de Perú, el llamativo Gallito de las Rocas (Rupícola Peruviana). Llegamos a Pilcopata (900 m) al anochecer ya a una altura de solo 700 m, donde nos espera una suculenta cena. Pernocte en el lodge Villa Carmen o El Gallito dependiendo de la hora de llegada.


Día 23: PILCOPATA - BOCA MANU

Con la salida del sol, nos dirigimos al puerto fluvial de Atalaya, a una altura de solo 650 m, en el comienzo del río Alto Madre de Dios, a œ h de distancia.

A partir de aquí, nuestro viaje hasta la selva baja será en bote. Entramos en una reserva de más de 100 Ha donde se está empezando un proyecto de "desarrollo sostenible". Paramos unos 10 minutos en la Cascasa del Oro para tomar un refrescante baño es sus aguas.

Durante el trayecto comemos en el bote. A lo largo de la jornada podemos contemplar flotando sobre el majestuoso río alto Madre de Dios. Otra vez tenemos muy buena opción para ver animales como caimanes, aves, y monos por el echo de usar un medio de transporte como la balsa que no hace ruido. Continuamos nuestro viaje hasta llegar al albergue, situado muy cerca del poblado de Boca Manu. Si nos da tiempo, realizamos una caminata por las trochas de la zona.

Cena y pernocte en la plataforma del tapir (camping) Adam, si llueve iremos directamente al lodge, que está situado a una hora de Boca Manu río abajo.


Día 24: BOCA MANU - CASA MATSIGUENKA

Después del desayuno subimos a nuestro bote con el fin de dirigirnos a la Zona Reservada de la Biosfera del Manu.

Realizamos una breve parada en el puesto de vigilancia Limonal para mostrar nuestras autorizaciones. Continuamos navegando por el río y disfrutando de todo lo que la naturaleza, caprichosa siempre, decida mostrarnos a lo largo de la jornada.

Comemos en el bote y por la tarde llegamos a la Casa Matsiguenka. Allí nos reciben los nativos de esta etnia y se presentan los guías que en los días sucesivos se encargarán de mostrarnos toda la riqueza de la zona.

La Casa Matsiguenka se encuentra ubicada en la Zona Reservada del Manu y cuenta con una concesión de 6 Ha, en la zona denominada Cocha Salvador, junto a la quebrada Salvadorcillo. Los concesionarios del albergue son los miembros de la Empresa multicomunal de las comunidades nativas de Tayakome (margen derecha del río Manu) y Yomibato, en la quebrada Fierro, ambas dentro del Parque Nacional del Manu, a más de 54 km aguas arriba del albergue. Fue establecida por iniciativa de las comunidades de Tayakome y Yomibato. Su principal propósito es buscar que las comunidades locales encuentren una alternativa de ingreso en el marco de un área protegida, así mismo que dichas actividades constituyan un reforzamiento de la identidad cultural. La Casa Matsiguenka cuenta con cuatro módulos para el alojamiento de sus visitantes, además de cocina y comedor Los alrededores de la casa pueden ser visitados mediante trochas que conducen a la Cocha Salvador.

Pernocte en Lodge de Casa Matsiguenka en la zona reservada.


Día 25: CASA MATSIGUENKA

Este día lo dedicamos a navegar en un catamarán por la Cocha Salvador, ya en la Zona Reservada, en busca de los Lobos de río (Pteronura Brasiliensis) y a recorrer los bosques pertenecientes a Casa Matsiguenka tratando de sorprender al mono araña (Ateles Paniscus) o a las bulliciosas huanganas (Tayassu Pecari).

Pernocte en Lodge de Casa Matsiguenka en la zona reservada.


Día 26: CASA MATSIGUENKA - BLANQUILLO

Temprano, abordamos nuestra embarcación con el fin de dirigirnos hacia Blanquillo, este lugar conocido por poseer una de las más conocidas collpas de guacamayos. Pero antes, realizamos una breve parada en el puesto de vigilancia Limonal para registrar nuestra salida. Al anochecer realizamos una breve caminata hasta Cocha Blanquillo, donde buscamos la proximidad de los caimanes.

Cena y pernocte en el Lodge Blanquillo en la Reserva Amarakaeri.


Día 27: BLANQUILLO - CUSCO

Collpa de guacamayos
Collpa de guacamayos

Bien temprano, nos desplazamos a un catamarán situado enfrente de la collpa de guacamayos. Desde el escondite, podremos disfrutar de la llegada de cientos de loros y periquitos primero y guacamayos después.

Tras este grandioso espectáculo, continuamos nuestro retorno hasta el aeropuerto de Boca Manu, donde tomamos el avión a Cusco.

Cena libre.

Hostal familiar.


Día 28: CUSCO - LIMA - ...

Desayuno en el hotel.

Tránsfer al aeropuerto para volar a Lima.

Tránsfer al hotel en Lima.

Visita a la ciudad y últimas compras.

Almuerzo libre.

Relax en hotel y tránsfer al aeropuerto

Vuelo a Barcelona a las 20:10 (duración 13 horas). Vuelo IB 6650 Airbús. Noche en vuelo.


Día 29: ... - Barcelona - Sabadell/Rubí

Llegada del vuelo a Madrid en la hora prevista.

Salida del vuelo a Barcelona.

Llegada Barcelona a las 17:10.

Llegada a Sabadell y Rubí. Fin del viaje y de las vacaciones.


Travel journal from a trip to Perú - Marita Acosta [2010]
Relato de un viaje a Perú y Bolivia - Anna Cabré [2009]
Consejos de viaje al Perú - José Villén [2008]
Relato de un viaje al Perú - Elsa Rada [2007]
Ruta solidaria por el Perú - Conxita Tarruell [2006]
PERU - Guide & travelogue of a journey to Peru - Yolanda & Toni (Viatgeaddictes) [2006]
Relato de un viaje al Perú - Sylvie & Agustí [2001]
Taquile, the magic of lake Titicaca - David Ballester [1987]
PromPerú - Oficina de turismo oficial del Perú.
Los Incas - Web dedicada a la cultura Inca.
Nasca y sus Líneas - Web con información sobre las misteriosas líneas de Nazca.
Viatge a Perú - Blog de unos viajeros donde explican un viaje al Perú desde sus preparativos (en catalán).