La costa dálmata corresponde a la porción de costa oriental del mar Adriático que se extiende desde la isla croata de Rab en el noroeste hasta la montenegrina bahía de Kotor en el sudeste, aunque mayoritariamente la costa dálmata pertenece a la actual Croacia.
Croacia, cuyo nombre oficial en croata es Republika Hrvatska, tiene una extensión algo menor que la de Aragón y Navarra juntas, y su largo litoral es, en general, muy escarpado con playas en su mayoría rocosas y con un total de 1.185 islas (sólo 66 están habitadas), por lo que cuenta con 5.790 km de línea costera. El país es moderno y ofrece todo lo que deseamos para pasar unas buenas vacaciones. Desafortunadamente la guerra de los balcanes entre 1991 y 1995 ha marcado a este joven país. Era mi tercera vez en Croacia y mi primera vez en la Costa Dálmata, de hecho visité durante Dubrovnik un sólo día unos meses previos y decidí que volvería a este maravilloso y super recomendable destino.
Montenegro (en serbio, Crna Gora) es un pequeño estado situado al sur de Croacia, a orillas del mar Adriático. Al igual que Croacia formó parte de la República Federal de Yugoslavia, pero tras la disolución de esta constituyó una federación con Serbia. Finalmente, en junio de 2006 proclamó su independencia tras obtener el apoyo mayoritario de su población en un referendum.
Semana Santa no es la época ideal para ir de playa, pero yo no soy una viajera de playa por lo que centré este viaje en ciudades y pueblos, con una temática más cultural y gastronómica.
Del 28 de Marzo al 4 de abril de 2010 (Semana Santa).
Nuestro objetivo en este viaje era conocer la Costa Dálmata y aprovechando la proximidad de Dubrovnik a Montenegro, también hacer una excursión de un día a ver las tres ciudades más conocidas de este país. Nosotras optamos por entrar por Dubrovnik y desde allí subir hasta el norte, y después volver a salir por Dubrovnik. Otra combinación posible sería entrar por Dubrvonik y salir por Split (como que no había vuelo directo desde Dubrovnik hubiese sido una buena opción también). Pero si hay vuelo directo desde Barcelona (parece ser que el vuelo directo de Vueling sólo opera desde finales de Junio a Septiembre) entonces yo aconsejaría entrar y salir por Dubrovnik.
Si se quiere conocer la costa de Ístria y llegar a Zagreb aconsejo seguir la ruta de Viajeadictos en su guía y relato de viaje a Croacia.
Croacia durante Semana Santa estaba bastante vacío de turistas y lo visitamos muy cómodamente. También decir que oficialmente era temporada baja, y que por ello no había muchas tiendas abiertas en los pueblos turísticos, o no se podían realizar algunas excursiones (por ejemplo la excursión del barco al parque nacional de Krka). La temporada alta empezaba oficialmente el 1 de Abril.
Tampoco es un destino de playa para echarse y tomar el sol, aunque tiene un mar espectacular, porque la arena brilla por su ausencia y la playas suelen ser de piedras, pero tampoco con mucho espacio para colocar la toalla. Creo que sí puede ser un destino ideal para visitar en barco, pero también me imagino toda esta zona en verano realmente repleta de turistas. En Dubrovnik paran diariamente entre tres y cuatro cruceros, por lo que durante el día siempre hay hordas de turistas.
Lógicamente al estar sólo 7 días fuera y por Croacia (que consideramos un país europeo cualquiera) todo es muy similar a Barcelona. Llevamos dinero en efectivo y la tarjeta visa. No necesitamos ni pensar en cheques de viaje ni otros temas similares.
+ 386 € (Avión)
+ 130 € (Transportes: coche de alquiler, gasolina, y parking)
+ 280 € (Hotel en habitación triple)
+ 119 € (Alimentación)
+ 37 € (souvenirs y varios)
+ 45 € (entradas)
= 637 € (total)
Presupuesto diario medio por persona: 95 €/día, sin incluir el avión.
Avión: Para llegar a la costa Dálmata compramos a finales de enero un billete de ida y vuelta a Dubrovnik. Desafortunadamente durante el invierno no existe ningún vuelo directo que sí existe entre mayo y septiembre, con la compañía Vueling . Nosotras volamos con Lufthansa, vía Munich a la ida y vía Zagreb a la vuelta, y pagamos 386 €.
Coche alquiler: Lógicamente lo más práctico para desplazarse sin rumbo fijo es alquilar un coche. Nosotras alquilamos por internet en el aeropuerto de Dubrovnik un Opel Vectra de Budget, con seguro todo riesgo y kilometraje ilimitado por 240 €. Lo reservamos en enero y todo perfecto. En total recorrimos unos 1.600 km en 7 días. Las carreteras están en buen estado. Siempre cogimos la ruta de la costa (en algunas partes nos recordó a la carretera del Garraf). Existe una autopista desde Ploce que se dirige al norte, pasando por ibenik, Zadar, etc, pero no la llegamos a coger. Para planificar la ruta con antelación, a través de la web de turismo de Croacia, se puede hacer perfectamente con la ayuda de Ruta a la carta. Ver otras opciones de alquiler de coche en Croacia.
Ferry: Para moverse en ferry deben tenerse en cuenta las principales empresas: Jadrolinija y Linijska Nacionalna Plovidba.
Autobús: Horarios de autobuses croatas para quien quiera desplazarse en este tipo de transporte.
Tren: Horarios de trenes croatas para quien quiera moverse con este transporte. Nosotras no hemos tenido esa experiencia.
La costa Adriática está plagada de anuncios de alquiler de habitaciones (sobe) en casas particulares. Desafortunadamente no pude pararme en ninguna para poder supervisar y así posteriormente recomendar, pero sí creo que donde se han alojado mis amigos de Viajeadictos (ver su guía y relato de viaje a Croacia) puede ser una buena opción.
Nosotras pasamos la primera noche en Dubrovnik, las tres siguientes en Split y las tres últimas otra vez en Dubrovnik. pernoctando sólo en dos hoteles que reservamos a través de amigos que trabajan en ellos, por lo que obtuvimos un muy buen precio por habitación triple teniendo en cuenta que son hoteles de 5 estrellas.
El primero de ellos es Le Méridien Lav Split (Grljevacka, 2ª, 21.312 Podstrana - Split, Tel. 385 21 500500). Este enorme resort, con todo lo que un viajero puede desear a pie de playa, fue abierto en el año 2006. Las 381 habitaciones y suites, distribuidas en cuatro edificios interconectados, son las más grandes sobre la costa de Dalmacia, todos los interiores hacen gala de un ambiente cálido y acogedor. Un conjunto de ocho restaurantes y bares en el hotel ubicados a lo largo del paseo marítimo permiten a los huéspedes experimentar una variedad de tipos de cocinas. El centro Diocletian Spa and Wellness cuenta con una piscina en el interior, saunas, baños de vapor, estudios de pedicura y manicura, solarium, sala de meditación, zona de relajación, cinco salas de tratamientos de especialistas, un gimnasio y un consultorio médico. También tiene su propia guardería y puerto marítimo.
El otro es el Radisson Blu Resort & Spa, Dubrovnik (Na Moru 1, 20234 Oraac, tel: 00385 20 361 500). Magnífico hotel abierto en junio del 2009, situado a 11 km al norte de Dubrovnik, es todo un resort de diseño con habitaciones y apartamentos a lo largo de la costa y todo perfectamente conjuntado con 3 piscinas al aire libre, 6 restaurantes, tiendas y un más que magnífico spa. Todas las habitaciones tienen vistas al mar. Desayuno buffet con todo lo deseable e imaginable.
La gastronomía croata tiene muchas influencias Italianas y Alemanas. Platos a base de pasta, salsas de tomate, polenta, anchoas, olivada, panes con cereales y pan negro. Destacan todas las hortalizas y frutas idénticas a las de cualquier costa mediterránea (berenjena, tomate, limones, higos, etc...). También a destacar productos locales como el aceite de oliva, la lavanda y el vino.
No hay mucha diferencia entre la comida española y la croata, ya que se trata de dieta mediterránea. En la costa, la comida más común es el jamón, queso, anchoas y sardinas en sal, pescado, mariscos, por supuesto, todo servido con aceite de oliva. El Jamón es un poco más salado que el jamón español y un poquito ahumado. La bebida típica es la Bevanda, vino tinto mezclado con agua (porque así no pega tanto). Si quieres algo mas exótico pide mish-mash, similar al tinto de verano, pero servido en una manera especial. Para obtener una experiencia completa recomiendo buscar las konoba (algo similar a bodega). Comidas baratas y muy ricas, son burek (hojaldre con queso o carne), vale 1,5 - 2 euros, y pizza (5 euros). Skampi na buzaru (cigalas en salsa de tomate, y ajo) es comida de lujo, para cuatro personas no puede pasar de los 100 euros. Cualquier ciudad o pueblo tiene panaderías que hacen pan y bollitos todas las noches. Pues, si son las 4 de la mañana, pregunta por pekarnica (leer pekarnitsa, panadería), en estas fábricas de pan siempre hay gente que te van a vender pan o burek recién hecho.
A todos los que os vais a quedar en algún apartamento os recomiendo visitar el puerto de la ciudad, o pueblo, a las 6 de la mañana cuando vienen barcos pesqueros con el pescado recién sacado del mar. Cerveza en los supermercados es, casi, 100 % más cara que en España. Una lata de 0,33 os vale aproximadamente 1 euro. Aceite de oliva virgen, el más barato sale a 11 €/litro. Pero la carne, en general, es mucho más barata... un kilo de solomillo de ternera sale por menos de 20 euros. De todas formas comer y beber en los restaurantes croatas es un 10% más barato que hacerlo en España.
Para consultar la meteorología en Croacia: Dravni hidrometeoroloki zavod.
Dubrovnik es conocida como la Joya del Adriático principalmente por la enorme riqueza de su patrimonio artístico e histórico. El famoso escritor George Bernard Shaw escribió que «los que buscaban un paraíso en la tierra deberían venir a Dubrovnik». Han imitado su visita y sentido el mismo placer millones de personas en búsqueda del mismo sueño durante el último siglo en el cual Dubrovnik se ha convertido en un destino turístico obligado en el sur de Croacia. El nombre de la ciudad proviene de los bosques de robles que crecían en las cercanías llamados dubrave. Las historias y las leyendas han dejado sus huellas e inscripciones en las fachadas de piedra del núcleo histórico de la ciudad, en las losas del pavimento de la calle principal Stradun, de otras calles a su alrededor y en la iglesia del patrón local San Blas. Lo mismo sucede con las fortalezas entre las que se destaca Lovrijenac, situada encima de un escarpado peñasco, que les costó muchos y vanos esfuerzos a los venecianos cuando intentaron amenazar la libertad de la República de Ragusa. Así mismo, la historia y la leyenda también han dejado memoria de los caballeros, príncipes y nobles de Dubrovnik.
Sin embargo, la característica emblemática de esta ciudad histórica protegida por la UNESCO son sus intactas murallas que encierran la ciudad dentro de una circunferencia continua de 1.940 metros. Las murallas de Dubrovnik representan uno de los más bellos y más resistentes sistemas de fortificación en el Mediterráneo, dotado de torres, bastiones y alcázares individuales. Un paseo a lo largo de estas murallas proporciona la mejor imagen de todas las bellezas de piedra contenidas en la ciudad, dominada por su calle más famosa, Stradun, el camino más corto entre los portales oriental y occidental de Dubrovnik. La pulida superficie de esta calle enlosada, también la más larga del centro histórico, es el escenario de grandes acontecimientos municipales, entre los cuales el más conocido es el Festival de verano de Dubrovnik, pero también el lugar de encuentro, diversión, reunión y celebración espectacular del fin de año.
Las aguas de Dubrovnik han vuelto a ser testigos de la navegación de karaka, réplicas recientes de barcos de pasajeros o de carga que son un emblema de la gloria y del espíritu comercial de la República de Dubrovnik. A finales del siglo XVI los karaka de Dubrovnik estaban entre los más grandes barcos del mundo, mientras hoy en día transportan a turistas en excursiones a calas escondidas y pequeñas islas en las cercanías de Dubrovnik, así como por la «ruta de los piratas» por el Adriático.
El aeropuerto está a unos 28 km de Dubrovnik ciudad. Es pequeño y no tiene apenas tiendas ni otros entretenimientos de aeropuertos más grandes.
Nuestro hotel dista unos 11 km de la ciudad de Dubrovnik. Aparcamos cerca de una de las entradas de la ciudad en un parking externo sin problemas. De hecho lo que se debe visitar obligatoriamente es la ciudad vieja.
Junto a la Puerta de Pile se encuentra la Oficina de Turismo de la ciudad, donde se puede conseguir un valioso mapa e información útil (también tiene conexión a Internet por 25 Kn/h). Desde lo alto de la calle Frana Supila se puede ver la típica vista de Dubrovnik, con las murallas y el puerto viejo en primer plano.
Ciudad vieja de Dubrovnik (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979). Este es el gran atractivo de la ciudad de Dubrovnik, con sus plazas pavimentadas de mármol, sus empinadas callejuelas, y sus conventos, iglesias, palacios, fuentes y museos, todo construido de piedra del mismo color, y situada al pie del monte Srdj que cae a pico sobre la ciudad y el mar. A pesar de los importantes bombardeos sufridos durante la guerra en el año 1991 (uno de cada tres edificios resultaron afectados), la ciudad ha sido casi totalmente reconstruida, especialmente los tejados, y conserva sus murallas intactas. En la entrada norte a la ciudad amurallada, la Puerta Bua, hay un panel donde se indican sobre un mapa todos los daños sufridos en los edificios de la ciudad vieja.
La ciudad vieja es bastante compacta y se puede recorrer fácilmente a pie, con el valor añadido de que mayormente es peatonal. Para no perderse ningún rincón de la ciudad vieja recomendamos el circuito a pie que propone la oficina de turismo de la ciudad. Este empieza en Pile, una placeta donde se encuentra la propia oficina de turismo. Ante ella pasa la calle Brsalje, una especie de paseo marítimo construido en el s. XIX con algún bonito edificio. Desde aquí, y antes de entrar en la zona amurallada, podemos visitar el fuerte Lovrjenac, situado sobre un acantilado a 37 m. de altura sobre el mar. Cruzamos la muralla por la Puerta de Pile, en el lado oeste, y encontramos ante nosotras la simple pero atractiva calle principal Placa o Stradun. Y a nuestra derecha la Fuente de Onofrio, una gran fuente de base poligonal y con 16 máscaras esculpidas que sirve de lugar de descanso y de reunión. Detrás de la fuente está el Convento de Sta. Clara y enfrente la pequeña iglesia de San Saviour, una de las más bonitas de Dubrovnik. Junto a esta iglesia tenemos el Monasterio franciscano, el cual alberga una farmacia fundada en 1.317 (una de las más antiguas de Europa). A mitad de la calle Old Sigurate, a la izquierda pasado el monasterio, está la iglesia y convento de Nuestra Señora de Sigurata, del s.XIII. Continuando por la calle Prijeko y subiendo por escalinatas se llega a la Puerta Bua, abierta en las murallas en 1907. En la calle udioska, al final de Prijeko, está la Sinagoga, donde vivían los judíos en tiempos de la República de Ragusa. Y muy cerca de aquí la iglesia de San Nicola y el Monasterio Dominico. En el extremo este está la Puerta Ploce, del s. XV, y junto a ella el fuerte Revelin, construido fuera de las murallas.
Yendo hacia el sur llegamos al extremo este de Placa, donde se encuentra la Torre de la Campana, construida en el s. XV y con sus dos famosas figuras de bronce (llamadas Zelenci) que golpean la campana con su martillo cada hora. Y junto a la torre el precioso Palacio Sponza, construido en el s.XVI en estilo gótico-renacentista. Al otro lado de la torre está el edificio City Guard, que fue residencia del almirante desde el s. XV, e incrustada en su fachada barroca tenemos la Pequeña Fuente de Onofrio. Junto a él un palacio reconstruido en el s.XIX y que ahora alberga una cafetería, un teatro y un centro administrativo. En la plaza ante la Torre de la Campana encontramos la Columna de Orlando, con la estatua de un caballero medieval con armadura. Y junto a ella la iglesia de St. Blaise, románica y dedicada al santo patrón de la ciudad. Y unos metros más al sur está el Palacio del Rector, del s. XV y uno de los monumentos no religiosos más significativos en la costa croata y que fue el centro administrativo en tiempos de la República de Ragusa. La Catedral de la Asunción es del s. XVIII y estilo barroco, con valiosas pinturas y objetos de valor en su interior. El Puerto Viejo es una de las partes más viejas de la ciudad y su aspecto actual data del s. XV. El complejo de los Lazarettos está formado por 8 edificios y en el s. XVII llegó a ser el centro de tránsito de mercancías más grande del Adriático. Andando desde el puerto por la calle Damjan Juda se llega a Pustjerna, la zona más antigua de la ciudad, donde hay alguna iglesia y bonitos palacios. A través de la plaza Bunic, situada tras la Catedral, llegamos a la plaza Gunduliceva, donde todas las mañanas hay un colorido mercado de frutas y verduras. Desde esta plaza, subiendo por una escalinata barroca del s. XVIII, se llega a la iglesia jesuita de San Ignacio, con una bonita fachada e interior. El edificio adyacente es el famoso Collegium Ragusinum, construido también por los jesuitas en el s. XVII. Y en la calle Za Rokom encontramos la bonita iglesia de San Roque, del s.XVI.
Las murallas de Dubrovnik, con un perímetro total de 1.940 metros y una altura de hasta 22 metros, fueron construidas en su mayor parte entre los siglos XV y XVI, y se conservan intactas, así como sus 16 torres, 2 fortificaciones y 4 bastiones. En algunos puntos tienen un grosor de 6 metros. Es posible recorrer todo el perímetro de la muralla por su parte superior. La entrada vale 70 Kn (30 Kn para niños). Desde lo alto de las murallas la vista sobre la ciudad vieja y los alrededores de Dubrovnik es extraordinaria y única, por lo que esta visita es muy obligatoria. Hay tres entradas: junto a la Puerta de Pile, a través del fuerte de San Juan y en la Puerta de la Casa de Aduanas y con la misma entrada se puede visitar el Fuerte que está cercano a la entrada Pile. Se cierra el acceso a las 20:30 en verano y a las 17.30 en temporada baja.
El restaurante Nautika es seguramente el más lujoso de Dubrovnik y el mejor situado: El edificio fue construido en 1881 para servir como la primera academia de Náutica (Maritime College) en Dubrovnik. La academia náutica existió allí hasta 1954. Como el interés era cada vez mayor de que fuera demasiado pequeña para aceptar todos los estudiantes, se construyó un edificio nuevo en parte de la nueva ciudad llamada Lapad. En el momento de la era comunista el edificio sirvió como lugar de reuniones sociales y diversos acontecimientos. El actual propietario, el Sr. Mato Durovic, abrió el restaurante en 1993 y le dio el nombre actual.
Ofrece una cocina innovadora, preparada con los ingredientes más frescos e impecablemente servidos y cocinados por el reconocido chef Mario Banda, ofrecen platos como las vieiras fritas con trufas negras y queso de cabra, o los medallones de langosta de la isla de Vis, o la pasta con trufa negra de Istría y el filete de cordero a las hierbas dálmatas. Toda una experiencia gastronómica!.
Giakua es una pequeña tienda en pleno centro de Dubrovnik en la que se puede encontrar todo tipo de delicatesen locales envueltas perfectamente para poder regalar.
Drvenik es un pueblo de pescadores con pinos hasta la playa (playa siempre de piedrecitas), encantador. Sólo nos paramos a tomar algo, pues no tiene ninguna atracción especial más que descansar delante del mar y la contemplación de las aguas turquesas. De Drvenik salen y llegan los ferries a la isla de Korcula.
Drvenik es un pueblo turístico del litoral de la ribera de Makarska, a unos 30 km de distancia de Makarska. Situado entre los riscos de la montaña Biokovo y la costa con hermosas playas. El pueblo está dividido en dos partes, situados en dos valles denominados Vala Donja y Vala Gornja. Hoy en día Drvenik es un pueblo turístico conocido, orientado totalmente hacia el desarrollo de la industria turística.
La historia de Drvenik viene de fechas muy atrás en el tiempo. En la loma al norte del pueblo se encuentran los restos de la torre, con muros de defensa que datan del siglo XVII. Una iglesia gótica de San Jorge en Gornji Drvenik bajo el monte Plano. Su parte más antigua data probablemente del siglo XV. Fue reconstruida varias veces y posteriormente reestructurada en estilo barroco. Las lápidas de edad en forma de lápidas de pie se han incorporado en sus paredes. En 1887 la iglesia fue ampliada para satisfacer las demandas de la creciente población. En el frente de la iglesia hay un pétalo de rosa de ocho ventanas, y en la parte superior hay una rica ornamentación y una torre con dos campanas. Dentro de la iglesia hay un altar de mármol grande con la estatua de San Jorge en él. Después de un terremoto en 1962, todos los habitantes de Gornji Drvenik se trasladaron a la costa, y una nueva iglesia de Nuestra Señora de los Carmelitas fue construida en 1967 y situada en la colina sobre la carretera que une los dos valles de Drvenik.
Igrane es otro pueblo de pescadores que ofrece un poco más que Drvenik, pues en lo alto de sus empinadas calles hay una iglesia desde donde se divisan magníficas vistas. Una parada corta vale la pena.
Está situado en pleno corazón de la Riviera Makarska y al pie de la montaña Biokovo, junto al mar. Su clima templado, extensas playas e intacta naturaleza son sólo algunas de las características que atraen a numerosos turistas de todo el mundo. Se encuentra a 15 kilómetros de Makarska, 80 de Split y 130 de Dubrovnik.
Podgora. El turismo organizado comenzó a llegar a Podgora en 1922, cuando el primer hotel Praha fue construido. Podgora fue una aldea de pescadores pequeña hasta el comienzo de la década de 1960. Después de la construcción de la carretera principal del Adriático se convirtió en un centro turístico moderno, con más de 2.000 camas en hoteles y cerca de 3.600 camas en alojamientos.
Makarska nos gustó. Es una agradable ciudad con callejuelas encantadoras y un puerto deportivo con vistas a la bahía. A destacar el paseo marítimo, en el que barcas de pescadores están atracadas y desde las cuales, sus dueños venden su pesca del día. Makarska actualmente cuenta con unos 15.000 habitantes.
La ciudad de Makarska creció alrededor de un puerto natural protegido por una pintoresca península de Sveti Petar (San Pedro) y el cabo Osejava. Es el único puerto de este tipo entre la desembocadura del río Cetina y río Neretva. En el pasado brindó protección y el puerto es lugar seguro durante una tormenta a los marineros, piratas y mercaderes, y hoy en día hace lo mismo para los yates, veleros y barcos de turismo. Esto contribuyó a su desarrollo en un puerto comercial, especialmente durante el imperio otomano y la ocupación veneciana. Hoy en día, hay una línea de ferry que funciona un par de veces al día a partir de Makarska Sumartin a la isla de Brac.
En los documentos del Consejo de Salona de fecha de 4 de mayo, 533 dC, Mucurum es mencionado como la ciudad donde se estableció un obispado. En el trayecto Ravenat a partir del siglo VII, la ciudad se menciona como id est Aronia Mucru. Durante la Edad Media, el condado Mokro formó parte del ducado Neretva y fue famoso por su poderío naval. Dux veneciano Petar Kandijan sufrió una derrota importante en la batalla naval de grandes frente a Mokro el 18 de Septiembre, 887 AD. En los siglos siguientes, el dominio sobre estas partes se intercambian entre los distintos Bribir duques, los gobernantes de Bosnia, Croacia y Venecia reyes. Bajo su nombre actual Makarska se menciona por primera vez en 1.502. Durante la ocupación turca, Makarska se convirtió en parte de su provincia y Primorje fue fortificada. Makarska se convirtió en parte de la república de Venecia en 1.684. Bajo el gobierno de cien años del león de Venecia, las bases de la futura ciudad fueron construidas. En los siguientes cien años más o menos, durante el gobierno francés y austríaco, la ciudad experimenta un mayor desarrollo cultural y económico.
El relato histórico de la ciudad se puede experimentar a través del famoso monasterio franciscano, la iglesia catedral de San Marko, las iglesias de San Filip y Jakov, el santuario de Vepric, así como varios museos y galerías, empedradas calles, plazas, playas, bosques y cumbres de las montañas.
Split. El primer habitante de Split fue el emperador romano Diocleciano, que comenzó a construir su palacio en esta bahía en torno a 293 dC. Después de su abdicación se retiró a este lujoso palacio de alrededor de 30 mil metros cuadrados. Los turbulentos siglos siguientes hizo del palacio en un primer pueblo habitado por los ciudadanos de la cercana Salona, huyendo ante los ávaros y eslavos. La ciudad creció más allá las paredes del palacio y sus autoridades mantienen el cambio - de los reyes de Croacia en el siglo 10 dC, a la administración húngara y la veneciana, a los gobernantes de Francia y la monarquía austro-húngara.
El Complejo histórico de Split con el Palacio de Diocleciano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
Los ferries de las compañías Jadrolinija y Linijska Nacionalna Plovidba que enlazan Split con Italia (Ancona o Bari) y las islas salen de su puerto. En esta ciudad también hay aeropuerto.
Para visitar el conjunto nosotras seguimos el circuito a pie de 1 km que propone la guía Lonely Planet. Este se inicia a los pies de la enorme estatua de Gregorio de Nin, uno de los iconos de Split. Visitamos los cercanos restos de la capilla de Arnir y tras entrar por la puerta norte al recinto del palacio vemos el precioso palacio Papalic desde su patio interior. En el corazón del antiguo palacio de Diocleciano se encuentra el impresionante peristilo, la entrada ceremonial a las estancias imperiales (vale la pena verlo también iluminado por la noche). Aquí está la Catedral de San Domnius, antiguo mausoleo de Diocleciano, donde destaca el campanario románico-gótico (subir a lo alto del campanario cuesta 10 Kn, realmente vale la pena) y sus monumentales puertas de madera con imágenes de la vida de Cristo. Curiosamente en la puerta de entrada hay un fornido hombre que veta la entrada a cualquier turista, a personas con pinta de turista. Nos dijo que sólo era para ir a rezar hasta que no hubiera temporada turística. Por lo tanto nos quedamos con las ganas de conocer la catedral de Split.
Al final se encuentra la entrada a las salas subterráneas, las cuales están vacías y no valen los 30 Kn que se cobra de entrada. Lo cierto es que, en conjunto, este palacio-ciudad es bastante impresionante y está bastante bien conservado.
Además de visitar los puntos anteriores vale la pena pasear sin rumbo por los bonitos callejones de la ciudad medieval de los s. XIII y XIV que hay en el interior de la ciudad amurallada y llegar hasta la plaza donde está el Ayuntamiento del s. XV, junto a la salida oeste. Si se tiene tiempo se puede visitar el Museo Galería Ivan Metrovic, dedicado al escultor yugoslavo y que se encuentra en la bonita villa que era de su propiedad. También el Museo de Historia de la Ciudad (la entrada cuesta 5 Kn), aunque tengo que decir que no nos pareció muy bien organizado. En conjunto Split nos gustó muchísimo.
El restaurante Bajamont (situado en la calle Bajamontijeva esquina con Dominisova; tel. 00385 912537441), con tan sólo 5 mesas, ofrece unos exquisitos platos del día. La cocinera que trabaja a la vista de los clientes nos recordó a la protagonista de la película Deliciosa Martha por su arte de cocinar. Los precios eran máximo unos 10 € por plato y disfrutamos de lo lindo.
Es obligada una parada en el Café Lvxor, situado en la misma plaza Peristil. Es un café restaurante precioso con las paredes que son las murallas del palacio de Diocleciano.
Trogir es otro pueblo encantador a tan sólo 19 km de Split, dirección norte. Es obligado ir, nos encantó.
Trogir mantiene una fascinante tradición de 2.300 años de urbanismo. Su rica cultura mezcla influencias griegas, romanas y venecianas. Trogir posee una enorme cantidad de palacios, iglesias y torres, así como una fortaleza en una pequeña isla cercana. En 1997 fue inscrita en la lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Según el informe de esta institución: "La planta ortogonal de este asentamiento isleño data del periodo helénico y fue posteriormente embellecido por los sucesivos regidores con agradables edificios públicos y domésticos, así como fortificaciones. Sus bellas iglesias románicas se ven complementadas por sobresalientes edificios renacentistas y barrocos del periodo veneciano".
En el siglo III aC. Tragurion es fundado por colonos griegos procedentes de la Isla de Vis, desarrollándose como un importante puerto hasta la llegada del imperio romano. La rápida prosperidad de Salona (hoy Solin, cerca de Split) redujo la importancia de Trogir. Durante la migración de los eslavos, los ciudadanos de la destruida Salona huyeron a Trogir. A partir del siglo IX, Trogir pagó tributos a los sucesivos reyes de Croacia. La diócesis de Trogir fue establecida en el siglo XI (abolida en 1828) y en el 1107 quedó al cargo del rey croata-húngaro Coloman, ganando de este modo su autonomía como ciudad. En 1123 fue conquistada y casi completamente destruida por los sarracenos. Sin embargo, Trogir se recuperó tras un corto periodo experimentando una poderosa prosperidad económica durante los siglos XII y XIII. En 1242 el rey Béla IV encontró refugio aquí cuando huía de los tártaros. En los siglos XIII y XIV, la familia ubic regentó frecuentemente el ducado de Trogir, elegidos por los ciudadanos; Mladen III 1348, de acuerdo a la inscripción que aparece en el sepulcro de la Catedral de Trogir, llamada "el escudo de los croatas", fue uno de los miembros más prominentes de la familia ubic.
En 1420 comienza un largo periodo bajo control veneciano. Con la caída de Venecia en 1797, Trogir pasa a formar parte del Imperio austrohúngaro que tuvo el control de la ciudad hasta 1918, excepto durante la ocupación de la ciudad por parte de Francia entre 1806 y 1814. Tras la Primera guerra mundial, Trogir, junto con toda Croacia, pasó a formar parte del "Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios", lo que posteriormente sería conocido como Yugoslavia. Durante la Segunda guerra mundial, Trogir fue ocupado por Italia y posteriormente liberado en 1944. A partir de entonces perteneció a Yugoslavia, y desde 1991 a Croacia.
Trogir es el complejo románico-gótico mejor conservado no solo del Adriático sino de toda la Europa central. El centro medieval de la ciudad de Trogir, amurallado, incluye un castillo con torre bien conservada y toda una serie de palacios de estilos románico, gótico, renacentista y barroco. La principal construcción de Trogir es la Iglesia de San Lorenzo, cuya entrada oeste es una obra maestra de Radovan, y la más destacada obra del estilo románico-gótico en Croacia.
Los lugares más destacados son el Centro histórico de la ciudad, con cerca de 10 iglesias y numerosos edificios del siglo XIII, la Puerta de la ciudad (siglo XVII) y las murallas (siglo XV), la fortaleza de Kamerlengo (siglo XV), el palacio ducal (siglo XIII), la catedral de San Lorenzo (siglo XIII) con la entrada oeste obra del maestro Radovan, los palacios de Cipico (grande y pequeño, siglo XV), y la logia de la ciudad (siglo XV).
Dovan es la deliciosa heladería en la preciosa plaza de Gradska 15, para no perdérsela!.
ibenik es hoy día el centro administrativo, político, económico y socio-cultural del Condado de ibenik-Knin, que se extiende a lo largo de la costa entre las playas de Zadar y Split, de unos 100 km. de largo, y su interior llega hasta la Montaña Dinara, 45 km. Está a 82 km de Split.
La bahía ibenik, que tiene unos 10 km. de longitud y 300-1200 m de ancho, se abre hacia el mar abierto y las islas a través de un canal de curvas estrechas. La zona costera de ibenik se extiende sólo a unos pocos kilómetros del mar, a la gama de colinas de Trtar, y en el sureste de la Mountin Svilaja. Esta zona, en la que la mayoría de los ciudadanos viven en el condado, experimentó un fuerte crecimiento después de la urbanización la Segunda Guerra Mundial. Casi todas las industrias de producción se encuentran aquí, así como la fuerza económica de la provincia.
ibenik sobresale de entre todos los pueblos de Croacia en la costa del Adriático por su ubicación única en una pintoresca bahía, en la desembocadura del Krka. Creada inicialmente como un castrum, la fortificación de un campus o una, por debajo de la Fortaleza de San Miguel que todavía domina la ciudad. ibenik obtuvo su título de ciudad en 1298, cuando la Diócesis de ibenik fue establecida.
Catedral de Santiago en ibenik (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000). Esta bellísima catedral fue construida por sucesivos arquitectos entre los s. XV y XVI, en estilos gótico y renacentista. Pero fue el maestro Juraj Matejev Dalmatinac quien más aportó a la armonía y belleza del conjunto, construyendo el baptisterio, la sacristía, las figuras de san Pedro y san Pablo, de ángeles, o una cenefa en el exterior con las cabezas de 34 leones y 71 personas (cada cabeza es distinta porque Dalmatinac quiso inmortalizar a la gente de su tiempo que se dirigían hasta ibenik), aunque desafortunadamente no pudo acabar su trabajo. Toda la catedral está construida con piedra y mármol. Es una maravilla y muy interesante de visitar, tanto por dentro como por fuera.
En la misma plaza donde se encuentra la Catedral, probablemente la plaza más bella del patrimonio urbano croata, se encuentra el bonito Ayuntamiento, de estilo renacentista. Desde la plaza se puede subir hasta el fuerte de Santa Ana (entrada: 10 Kn), construido en el s. XVI para proteger la zona de la amenaza turca. Desde él hay buenas vistas sobre el entorno. Asimismo vale la pena pasear por los bonitos callejones medievales de ibenik y pasar por delante de la iglesia de San Iván. Vale la pena subir hasta el cementerio y admirar las vistas de la bahía. ibenik es una de las ciudades que más nos gustó.
Parque Nacional de Krka (tel. 00385 22 201 777; abierto de 9am a 5pm y en verano de 8am a 7:30pm). Está situado sólo a 19 km de ibenik y ocupa una superficie de 80 km². Los barcos para dar la vuelta por los lagos sólo funcionan en temporada alta, y como ejemplo una excursión de dos horas hasta Visovac cuesta 100 kn, y una de 3 horas y media pasando por Visovac hasta Roski Slap cuesta 130 kn. En coche, la isla de Roski Slap está a 19 km de la entrada del parque por Kistanje.
En acentuado contraste con el azul marino y la piedra desnuda de las islas Kornati está el reino del Parque Nacional del Krka, una maravilla de la belleza cárstica creada por el río a su paso por cañones a lo largo de las tres cuartas partes de su recorrido hasta el mar. En su verde camino el río fluye por siete cataratas, siendo la última de ellas Skradinski buk, por la cual circula un promedio de 55 metros cúbicos de agua por segundo. Impresionante!.
Destacamos dos joyas en el Parque Nacional del Krka: el convento ortodoxo de San Arcángel y el convento franciscano de Visovac. La construcción del convento ortodoxo se llevó a cabo en 1402 por Jelena, la viuda del príncipe ubic y hermana del emperador Duan. El convento franciscano de Visovac se encuentra en un sitio casi mítico, sobre la isla en medio de un verde lago formado por el río Krka. Desde el año 1400 el convento ha sido habitado por los hospitalarios frailes franciscanos, guardianes de numerosos cuadros y otros objetos de valor, así como del sable del renombrado Vuk Manduic, caído en batalla contra los turcos. Nosotras no bajamos a la isla, la vimos desde un mirador. Nos encantó.
Primoten es un destino turístico situado 28 km. al sur de ibenik y que se levanta sobre una pequeña península.
En el pasado, Primoten estaba situado en el islote cerca de la parte continental. Durante las invasiones turcas en 1542 el islote está protegido por las murallas y torres y un puente levadizo que conecta con el continente. Cuando los turcos se retiraron, el puente levadizo fue sustituido por la calzada y en 1564 el establecimiento fue nombrado después de la Primoten primostiti verbo Croata (al margen).
Está construido sobre una colina y está dominada por la iglesia parroquial de San Jorge, construida en 1485 y restaurada en 1760, cerca del cementerio local desde el que hay unas vistas únicas al mar y los alrededores. Nos encantó para una parada en el camino.
La isla de Hvar pertenece al grupo de islas de la costa central croata y se encuentra en una dirección este-oeste en ángulo recto con la costa. El promontorio oriental de Hvar está a sólo 4,5 km de distancia del continente, mientras que el occidental, frente al mar abierto. Es la más larga de las islas del Adriático, con una longitud de 68 km y 10,5 km de anchura y unos 300 km² de superficie. Para llegar a la isla de Hvár ver los horarios de los ferries.
La carretera longitudinal que une la ciudad de Hvar con Sucurje, en el extremo oriental de la isla, es de 84 km. de largo. La parte llana de la isla, entre Stari Grad, Vrboska y Jelsa, está llena de viñedos que producen hasta 50.000 hectolitros de vino al año. En toda la carretera hay carteles que anuncian cata de vinos o la venta directa de vinos. Hvar no sólo es la tierra de romero, sino que también tiene campos de lavanda rosa, la cual se utiliza para destruir las polillas y para la producción de perfumes y lociones. Florece en junio, julio y agosto. Se puede comprar en pequeños puestecillos en los pueblos.
Stari Grad es el corazón histórico de la isla de Hvar. Esta ciudad está situada en el centro de la isla, rodeada de bosque de pinos y refrescada por la brisa de verano. Fue fundada por los griegos en el siglo IV aC. con el nombre de Pharos, y posteriormente ocupada por Roma. En el siglo XVI el poeta Petar Hektorovic levantó un palacio fortificado con un criadero de peces que después cantaría en sus poemas. Un paseo por el centro de Stari Grad, de calles estrechas y plazas pequeñas, trae los susurros de tiempos pasados.
Kastel Tvrdalj es una vivienda fortificada construida en 1520 por el escritor y humanista Petar Hektorovic y que sigue conservando el estanque donde criaba peces. Delante hay una estatua de Petar Hektorovic realizada por Ivan Metrovic. La plaza Trg Skor, rodeada de palacios barrocos y una iglesia del siglo XVIII. Junto a la plaza se verá la iglesia de San Juan, del siglo VI y reconstruida en el XII. También Sv Nikola, del siglo XV y con un altar barroco de madera y dorados en el que hay unas imágenes talladas por A. Porri. Dominikanski Samostan es un monasterio dominico de 1482 que fue reconstruido a finales del XVI después de que fuera arrasado por los turcos. Ha sido acondicionado para acoger un museo donde se exponen fósiles, monedas, restos arqueológicos y algunas pinturas, entre las que destacan un cuadro de la escuela de Tintoretto y dos de Giambattita Crespi.
Hvár. A unos 20 km de Stari Grad y sorteando una carretera de curvas con vistas espectaculares a los alrededores llegamos a la maravillosa población de Hvár. En ella encontramos el Fuerte panjola, una fortaleza que fue construida encima de la ciudad vieja a mediados del siglo XVI. Su arquitectura y la historia militar proporcionan fuertes emociones así como la vista a la ciudad de Hvar y las islas circundantes.La catedral de Hvar, junto con el palacio del Obispo, rodea la parte este de la plaza más grande de Dalmacia, la Pjaca Hvar. La Catedral está dedicada a San Esteban, el Papa y mártir, patrón de las diócesis y la ciudad de Hvar. El Teatro de Hvar es uno de los primeros teatros municipales en Europa, fundado en 1612 y erigido en el antiguo arsenal, un espacio utilizado para la reparación de los galeones, y un almacenamiento de distintas herramientas marineras. El exterior del teatro se conserva mayoritariamente en su forma original. La arquitectura interior es del siglo XIX. El convento de San Francisco fue fundado en 1461. Dentro de la calma y el silencio del monasterio se puede disfrutar de su museo, con una colección excepcional de viejos maestros.
Nosotras no dormimos en Hvár, pero el Hotel Villa Nora me pareció una buena opción.
Jelsa se encuentra junto a una bahía en la parte central del norte de la isla la de Hvar. A ambos lados del puerto hay calas boscosas ideales para relajarse y nadar. Jelsa hace frontera con los dos picos más altos de la isla de Hvar, San Nicolás en el oeste y Hum en el este. Es un lugar acogedor, agradable a la vista, donde sólo hicimos una parada para comer.
Las casas a orillas del mar no presentan fachadas de piedra, sino que señalan el siglo XIX, el período de mayor prosperidad de la industria naviera local. El parque municipal del pueblo da un toque moderno.
Sucuraj se encuentra en la parte oriental de la isla de Hvar, no muy lejos de tierra firme (tres millas náuticas). Es el puerto más importante de este lado de la isla. Incluso desde los tiempos antiguos esta posición ha tenido un importante carácter estratégico, así como un papel en las comunicaciones con el continente. Hoy en día, existen conexiones frecuentes con el continente en barco. El tráfico por carretera continúa hacia todos los lugares en la isla y al continente, y esto ha condicionado el desarrollo de la ciudad de Sucuraj como el centro de tránsito de la isla e hizo posible el desarrollo del turismo como una rama subsidiaria de la economía.
La península de Peljesac está situada en el sur de Dalmacia, entre la bahía de Neretva, en el norte, y la bahía de Mali Ston hacia el Este. El canal de Mljet se encuentra al sur de Peljeac, y el canal de Peljesac en el lado occidental. El actual nombre de Peljesac es nuevo, ya que siglos atrás recibía el nombre italiano de Sabioncello. Peljesac es la segunda península más grande en el Adriático, tras la península de Istria, con 65 km de largo y 348 km² de superficie. Está conectada con tierra firme por un istmo de 1.450 metros de longitud sobre el estrecho de Prevlaka Stonska.
Ston. Es el primer pueblo que te encuentras al avanzar en la península, a los pies de una magnífica muralla medieval erigida en la alta montaña y que protege este minúsculo pueblecito.
Orebic. Es la ciudad más grande de Peljesac, con una población de 2.000 habitantes. Nosotras sólo nos acercamos hasta ella para poder tomar el ferry hacia Korcula. Decir que todos los establecimientos restaurantes y demás estaban cerrados y, aparte de un mar de color turquesa, no ofrece mucho más.
Fue habitada en la época romana: los restos de tumbas y Rusticae villa así lo demuestran. Es mencionada por primera vez en los documentos históricos de Dubrovnik a partir del siglo XIV, con el nombre de Trstenica. Hoy ese es el nombre de la playa más larga y la bahía al este de Orebic. La familia Orebic construyó un castillo en la costa en 1568, alrededor del cual otras familias comenzaron a construir sus casas. El gran tesoro de Orebic son sus hermosas casas de piedra de los capitanes de Peljesac.
Korcula es el nombre de una isla y el nombre de su principal ciudad. Nosotras sólo estuvimos allí unas 3 horas visitando la ciudad y no nos llevamos el coche en el ferry. Muy importante: a Korcula hay que coger el ferry con el coche, ya que el puerto al que llegas está a 5 km del casco antiguo de Korcula. El ferry cuesta 13 Kn y 63 Kn para el coche y sólo tarda una media hora.
La isla tiene 276 km² de superficie y su longitud es de casi 49 km. En ella viven 17.500 personas y es la segunda isla más poblada de Croacia. Más del 60% de la isla está cubierta por olivos, viñedos y bosque.
La principal ciudad de la isla, Korcula, tiene una población de unos 3.000 habitantes. Es una ciudad medieval amurallada, colocada en un abultamiento de tierra apuntando profundamente en el canal de Peljesac. La Ciudad Vieja está surcada por una sucesión de estrechas calles que se ramifican desde la columna de la calle principal. En ella se utilizó la forma de espina de pescado para reducir los efectos del viento y el sol y proporcionar a los ciudadanos un alojamiento protegido y cómodo. La arquitectura en el casco antiguo está influenciada principalmente por el Renacimiento veneciano. El centro de la Ciudad Vieja está dominado por la espléndida Catedral de San Marcos, construida en estilo gótico-renacentista, terminada en el s. XV en el lugar de otra iglesia del s. XIII.
Hay una leyenda local que dice que Marco Polo nació en Korcula y se puede visitar la casa donde presuntamente nació. A pesar de su interior más bien anodino, la torre de la casa permite una vista panorámica de Korcula, que se extiende de este a oeste. La casa está bajo la protección de la ciudad de Korcula y pronto se convertirá en el Museo de Marco Polo. También resulta interesante de visitar el Museo de la Ciudad de Korcula, ya que da una idea sobre la historia de Korcula, mostrando tallas de Korcula, Lumbarda Psephism y artefactos de la antigua Grecia, construcción naval, elementos históricos, arquitectónicos renacentistas, tallas y escudos de armas, etc. y exposiciones. Korcula nos encantó.
Cavtat. Es un pequeño pueblo de pescadores que encontramos justo antes de llegar al aeropuerto (18 km al sur de Dubrovnik). Es encantador, pero destacable tampoco tiene nada.
Fue una colonia griega conocida como Epidaurum y formó parte de la República de Ragusa en 1426. Actualmente es un centro turístico y cultural, así como la capital de Konavle, la región más meridional de Croacia. Además de sus playas y de su bonito paseo junto al puerto, en el compacto núcleo urbano de Cavtat podemos encontrar restos de construcciones de la antigüedad, así como palacios y residencias de verano renacentistas.
Montenegro, república independiente de Serbia desde 2006, tiene su frontera con Croacia a tan sólo 28 km de Dubrovnik y es por esto que nos animamos a realizar una excursión de día entero a esta partiendo y volviendo de Dubrovnik. Tuvimos que pagar 10 € en el momento de devolver el coche de alquiler por haber pasado la frontera. En la frontera montenegrina sellan el pasaporte (el DNI no sería válido). En Montenegro la moneda es el euro.
Montenegro es sin duda uno de los lugares más interesantes del mundo. A pesar de que cubre únicamente en torno a 14.000 km² y sólo tiene alrededor de 670.000 ciudadanos, su contribución al patrimonio cultural mundial es impresionante en relación a su tamaño.
Bahía de Kotor. Es una de las bahías más hermosas del mundo. Se compone de cuatro estrechos que se conectan. Altos acantilados que rodean la bahía desde todas las partes reflejan en las aguas azules profundas del Mar Adriático. Siete islas decoran la bahía de Kotor: San Marco (Sveti Marko), la isla de Mamula, la isla de Nuestra Señora de la Roca (Gospa od Skrpjela), San Jorge (Sveti Djordje), la isla de Milosrdja, la isla de las Flores (cveca Ostrvo), y la isla más pequeña, Madre de Dios (Mala Virgen). El camino que bordea la bahía de Kotor pasa a través de una cadena de ciudades que pueden ilustrar a los viajeros, cada uno por sus singulares características y la historia. Entre ellas se encuentra Kotor, una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad.
Kotor. Situada junto a la bahía del mismo nombre, Kotor es una ciudad de comerciantes y navegantes famosos, con muchas historias que contar. La ciudad vieja tiene una trama urbana bien conservada, típica de la Edad media, construida entre los siglos XII y XIV. Su arquitectura medieval y numerosos monumentos del patrimonio cultural han hecho de la ciudad vieja de Kotor un patrimonio mundial.
De acuerdo con algunos datos, Kotor tiene dos milenios de edad, y su nombre proviene de la palabra Dekatera (del griego antiguo Katareo, que significa rojo). La joya arqueológica más antigua de Kotor es un edificio que data del siglo VI dC, la basílica paleocristiana encontrada en la iglesia de Sveta Marija Koledjate, en las inmediaciones de la puerta principal de la ciudad vieja.
La riqueza cultural de Kotor es incalculable, con importantes monumentos como: Sáb Kula (Torre del reloj) del siglo VIII, la Catedral de Sveti Tripun (San Tripun) del siglo XII, la Iglesia de Sveti Luka (San Lucas) del siglo XII, el palacio del príncipe del siglo XVII, la Iglesia de Sveta Marija (Santa María) del siglo XII, la Iglesia de Zdravlja Gospa Od (Virgen de la Salud) del siglo XV, y el teatro de Napoleón, del siglo XIX.
En Kotor también hay numerosos palacios, como el Palacio de Drago, con sus ventanas góticas del siglo XV; Bizanti, un palacio del siglo XII; palacio de Pima, con las formas típicas del renacimiento y el barroco, del siglo XVI; palacio Grubonja, con un escudo de armas de la antigua farmacia de Kotor, fundada en el año 1326; palacio Grgurin del siglo XVII, que hoy es el edificio del Museo Marítimo. En la pequeña oficina de turismo (más bien kiosco) de Kotor no tenían mapas ni folletos para dar a los turistas o al menos en inglés.
Budva. Es la metrópoli del turismo en Montenegro gracias a la gran cantidad de playas que hacen de este un destino turístico más que apetecible. Aparte de su belleza natural, sus islas de la bahía y las playas por ejemplo, Budva es rica en monumentos históricos. El casco antiguo se encuentra en una pequeña península y representa un tesoro del patrimonio cultural montenegrino. Con sus calles estrechas y plazas, en el caso viejo destacan edificios famosos como la Iglesia Sv. Trojica (alberga la tumba del escritor Stjepan Mitrov Ljubisa), o las Iglesias de Sv. Iván, Sv. Bogorodica y Sv. Sava.
Nosotras sólo hicimos una parada en Budva para tomar algo y nos pareció una ciudad agradable.
Cetinje es la capital honorífica de Montenegro (la capital oficial es Podgorica) y residencia oficial del presidente montenegrino. Está situada en un pequeño valle cárstico rodeada de montañas de piedra caliza, entre las que se encuentran el monte Lovcen y la montaña Negra, de la cual toma el nombre el país.
A nosotras Cetinje no nos gustó, ya que nos pareció como una ciudad fantasma y se veía muy abandonada. Casi nos hubiésemos ahorrado ir hasta allí. Según la guía, son cosas visitables el Monasterio de Cetinje, la iglesia de Vlaka (del s. XV) o el Palacio y Museo de Blijarda (fue el antiguo Senado).