Guía y diario de un viaje a Londres de tres días

Comenzamos la visita a la ciudad a las 16h, una vez ya hemos dejado las maletas y hemos comido algo rápido.

El primer destino es el British Museum, situado en la zona del West End. Planifica antes su visita para decidir qué quieres ver. Hay que escoger porque es inmenso. En su web también se informa de las opciones que tienes si vas con niños.

Lo imprescindible en este museo es la galería del Partenón, el templo de las Nereidas, la piedra Roseta, las puertas asirias y la colección de Egipto.

No dudéis en usar la guía multimedia. Tiene un precio de 5 libras, pero teniendo en cuenta que el museo es gratuito, es una muy buena inversión y, además de complementar tu visita, también te da la opción de planificarte por salas, por temas o según el tiempo del que dispongas. Calcula que estarás en el museo unas 2 o 3 horas.

Saliendo del British nos dirigimos hacia el Soho dando un paseo.

En este punto os recomiendo la guía “Lo mejor de Londres” de Lonely Planet o bien la de El País Aguilar.

Ambas proponen pequeños paseos con los puntos más destacados de cada zona de la ciudad.

En este caso, la Loney Planet nos propone un circuito en el que recorremos el corazón del Soho, con mucho ambiente al final de la tarde del viernes:

Chinatown, con sus decorativas puertas orientales, la comercial Oxford St, Regent St, Piccadilly Circus, Trafalgar Square y la National Gallery, Saint Martin in the Fields y finalmente el Covent Garden.

Si haces este recorrido en viernes, debes tener en cuenta que es el día en que la National Gallery cierra más tarde, a las 21h. Así que puedes tener tiempo de entrar y ver lo imprescindible.

Entre lo más destacado de las grandes obras de arte que exhibe (2.300 pinturas datadas entre los años 1250 y 1900) podrás ver Los Girasoles de Van Gogh, la Venus del espejo de Velázquez, La Virgen de las rocas de Leonardo Da Vinci, el Matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck, o El juicio de Paris de Rubens.

Al lado de Trafalgar Square está una de las iglesias más bonitas de la ciudad: Saint Martin in the Fields, donde se suelen celebrar conciertos y otros eventos. Consulta primero en su web el horario de visita porque están marcadas las horas en que está abierta al público.

La primera parada del día la hacemos en Palacio de Westminster. Es la imagen del esplendor gótico. El Palacio de Westminster, sede del parlamento británico, es imponente y su entorno realza todavía más su espectacularidad.

El Big Ben corona elegante y solemne el conjunto que simboliza la verdadera cultura democrática de un país que no tiene ni necesita una constitución escrita. Disfruta de la vista, de sus detalles y de su grandeza, que te acaba envolviendo.

Además, se puede visitar durante los debates parlamentarios. Si vas entre semana y coincides con el periodo de sesiones, vale la pena que consultes las posibilidades.

Los sábados hay visitas guiadas al Palacio de Westminster. El precio de la entrada es de 29 libras/adulto y 13 libras los niños entre 5 y 15 años. Puedes comprar las entradas por internet en Book tickets online y así te aseguras la visita.

También existe la posibilidad de una visita guiada online gratuita. Se trata de una presentación de 45 minutos en la que un presentador nos conduce por el edificio en un tour guiado virtual de 360º, con vistas detalladas de la Cámara de los Comunes, la Cámara de los Lores o el Central Lobby con su magnífico techo octogonal. Para acceder a ella hay que obtener gratuitamente una entrada en el día y hora escogidos.

En un primer viaje a Londres puede que no te dé tiempo si priorizas otras cosas o decides repartir el día de una forma distinta. También puedes decidir qué hacer en función del tiempo meteorológico que vaya a hacer. En la web de Eltiempo.es suelen acertar bastante a 15 días vista.

La Abadía de Westminster está justo al lado. Allí han sido coronados todos los monarcas británicos desde Guillermo el Conquistador, a excepción de Eduardo V i Eduardo VIII.

La entrada tiene un precio de 25 libras/adulto (incluye gratis un niño hasta 17 años). Si la quieres visitar es mejor que vayas muy pronto porque se forman colas importantes. Horarios: de lunes a sábado de 9:30h a 15:30h.

Una vez hemos visto Westminster, cruzamos el puente. Desde el otro lado del río Támesis el palacio se ve más imponente aún. Nos encontramos en South Bank, la ribera sur.

A partir de aquí y si hace buen día, nos espera un paseo estupendo en el que pasaremos por el London Eye. Si no tienes vértigo, esta noria es una muy buena opción para ver la ciudad desde 135 metros de altura.

Desde aquí apreciaremos la zona dura del West End y de la City desde el otro lado del rio. También en South Bank se encuentra la entrada al London Dungeon, el recorrido por las mazmorras de la ciudad.

Siguiendo por la ribera sur del río Támesis llegamos hasta la Tate Modern., otro de los imprescindibles de la ciudad. Aunque este museo no tiene las dimensiones del British Museum, también conviene planificar un poco la visita y decidir lo que queremos ver.

Aunque queda muy bien eso de decir que te encanta el arte moderno y contemporáneo, habrá obras que realmente te llegaran y sorprenderán y otras que posiblemente te parezcan, directamente, una tomadura de pelo.

Entre los artistas más destacados que encontramos en la Tate Modern destacan Picasso, Braque, Miró, Warhol, Kandinsky,Klee, Matise, Ernst, Mondrian, Chirico, Bacon, Turner, Pollock o Rothko.

La entrada al Tate Modern es gratuita. Horario: de lunes a sábado, de 10 a 18:00 h. Coge la audioguía, es imprescindible.

Puedes comer cerca de la Tate Modern o en la misma galería y luego seguir el recorrido.

Justo enfrente de este museo verás el Puente del Milenio. Y al lado encontrarás el Shakesperare's Globe, una reproducción del teatro en el que el dramaturgo trabajó y estrenó muchas de sus obras. El original se quemó en el s. XVII en un incendio durante una representación.

Se puede visitar (la entrada está incluida en el London Pass). El precio de la visita guiada es de 16 libras/adulto y 13 libras/niños. Para ver los horarios y modalidades de visita: Shakesperare's Globe - Plan your visit.

Y andando, andando más hacia el este veremos el London Bridge y llegaremos al moderno edificio del Ayuntamiento de Londres, diseñado por el arquitecto Norman Foster.

Según la guía Lonely Planet, por su forma, a este edificio se le apoda “el huevo” o también “el testículo de cristal” y hasta se lo ha comparado con el casco de Darth Vader.

Y casi delante de él se encuentra el Tower Bridge y la Torre de Londres. Espectacular. Ambos son dos de los grandes iconos de la ciudad y representan el Londres más medieval.

La Torre de Londres la hizo construir Guillermo I el Conquistador. Fue fortaleza, palacio, prisión y hasta casa de la moneda.

En la guia leemos que su historia es “tan lóbrega y sangrienta como fascinante” por las ejecuciones que allí tuvieron lugar. Fueron muchos los que perdieron la cabeza en la esta torre, entre otros, Ana Bolena o Tomás Moro.

Posiblemente si has seguido todo este recorrido llegarás a la Torre de Londres hacia las 17h, pero el horario de visitas finaliza a las 16:30h.

Si la quieres visitar, puedes hacer el recorrido que te planteo aquí al revés, empezando por la City y acabando en Westminster, porque la Tate los sábados cierra a las 22h y te daría tiempo para todo.

El único inconveniente de esta alternativa es que verías Westminster de noche. Al final, todo no puede ser y tienes que escoger. En mi caso, y a pesar de los pesares, porque tenía unas ganas locas de verla, he dejado la visita a la Torre de Londres para la próxima vez.

En cualquier caso, si decides visitar la torre tienes dos opciones: recorrerla por tu cuenta (siempre recomiendo la audioguía) o hacer la visita guiada con uno de los Yeoman Warders, que son los guardias que viven en la Torre.

Las Joyas de la Corona (utilizadas en las ceremonias de coronación y entre las que destaca la corona imperial, valorada en 27,5 millones de libras), la armadura de Enrique VIII, los instrumentos de tortura y los famosos cuervos de la Torre de Londres son algunos de los atractivos de la visita.

De uno u otro modo, calcula que la visita a la Torre de Londres puedes necesitar medio día tranquilamente.

La entrada cuesta 29.90 libras los adultos y 14.90 los niños. Y los horarios actualizados se pueden ver en la página de su web: Tower of London - Opening times.

Ya estamos en la City, así que después de la Torre de Londres, podemos pasear por sus históricas calles, que conviven con los edificios del distrito financiero, entre los que destaca The Gherkin, diseñado también por Norman Foster.

Otro de los grandes atractivos de la City es la Catedral de St Paul, imprescindible, pero que yo visité el último día de este viaje (ver Día 4).

Cerca de ella está uno de los pubs con más historia de Londres, el Ye Olde Cheshire Cheese.

Este histórico pub existe desde el s. XVI, aunque se tuvo que reconstruir tras el Gran Incendio de Londres que asoló la capital en el año 1666.

Y una última recomendación para este día: sigue el paseo por la City por la orilla norte del río Támesis. Ya habrá anochecido y podrás disfrutar de imágenes como la que muestra la foto adjunta.

Empezamos el dia paseando por Hyde Park café en mano. Si hace buen día disfruta del paseo.

Tanto en Hyde Park como en los Kensignton Gardens hay varios puntos de interés.

Valora lo que quieras ver en función del tiempo que tengas o del día que haga.

En la esquina noreste de Hyde Park encontrarás el famosísimo Speakers' Corner, donde aquel que quiera puede dar discursos públicos y los asistentes le pueden reprender y contrargumentar.

Y en la esquina sureste de Hyde Park destaca la Queen Elisabeth Gate y la Apsley House, donde vivió el duque de Wellington, el general que venció a Napoleón.

Enfrente, ya en St. James Park (Hyde Park y St. James prácticamente se comunican) dos monumentos en su honor: su escultura ecuestre y el arco de triunfo que lleva su nombre, el Wellington Arch.

En St. James Park se encuentra el Palacio de Buckingham. La verdad es que sorprende que la residencia de la reina esté prácticamente en el centro de la ciudad. Y se puede visitar (está incluido en el London Pass) del 2 de agosto al 28 de septiembre. La entrada tiene un precio de 30 libras/adulto y 16,50 libras los niños entre 5 y 17 años.

Los lunes, miércoles, viernes y sábados, a las 11h, la Guardia Real desfila desde Hyde Park Corner hasta el palacio de Buckingham para la ceremonia del cambio de guardia.

Vale la pena verla, aunque sea desde lejos porque para coger un buen sitio la gente va muuuuy pronto y tampoco vamos a perder la mañana con esto.

La ceremonia suele durar unos 45 minutos. Las puertas del palacio están abarrotadas, así que puede que veas algo si tomas un poco más de distancia.

Visto el palacio de Buckingham, cogemos el metro hasta Camden.

En este barrio se ubica el Camden Town Market, uno de los mercadillos más populares de la ciudad.

Aunque si eres amante de los anticuarios, opta mejor por el Portobello Road Market, en el barrio de Notting Hill.

Los dos mercadillos son muy turísticos, pero hay que verlos. Otra vez tendrás que escoger: esto empieza a parecerse a los libros de “elige tu propia aventura”.

Horario del Portobello Road Market: de lunes a sábado de 8h a 18h (ver Portobello - when to visit). Horario del Camden Town Market: todos los días de 10h a 18h.

Así es Camden Town, donde puedes comer de todo, eso sí, un poco apretado porque, como ves, no hay mucho espacio. Encontrarás propuestas gastronómicas de todo tipo y lugar.

Desde Camden puedes caminar hacia el suroeste siguiendo el canal Regent´s Canal y te llevará hasta el Regent's Park.

Después de un paseo tranquilo te puedes dirigir a Abbey Road.. Advertencia: hay que caminar un poquito para llegar. Sopesa si te vale la pena, al fin y al cabo no es más que un paso de cebra y la puerta de unos famosos estudios…

Pero lo cierto es que tiene su gracia, aunque no tanto para los vecinos del barrio que circulan en coche por esta calle y tienen que parar cada 15 segundos porque un montón de gente esta cruzando una y otra vez por el archifamoso paso de cebra para hacerse fotos, el cual quedó inmortalizado en la portada del disco Abbey Road de The Beatles.

Atención, muchos visitantes se confunden de paso de cebra y van a otra dirección. Tienes que buscar el nº 3 de Abbey Road, en St. John's Wood, al norte de Londres. Esa es la dirección de los estudios de Abbey Road.

El último día de esta escapada a Londres, o mejor dicho, las últimas horas porque el avión salía al mediodía, fueron para visitar la Catedral de St.Paul, otro de los iconos de Londres y símbolo de identidad nacional.

Es una maravilla y absolutamente imprescindible. Así que si sólo tienes tres días en Londres, intenta buscar un hueco para verla. Lo bueno de ir en lunes y a primera hora de la mañana es que no hay prácticamente nadie y la tranquilidad te permite disfrutar mucho más de su belleza.

La entrada a la catedral cuesta 18 libras/adulto (7,70 libras los menores) e incluye la audioguía, que es indispensable. Horario: de 10:00 a 16:00h los miércoles y de 8:30 a 16:00h los lunes, martes, jueves, viernes y sábados. Aunque los horarios pueden verse alterados por los servicios religiosos.

Se puede subir a la cúpula, la segunda más grande del mundo después de la de la basílica de San Pedro del Vaticano. Desde el interior de la cúpula podrás ver de cerca los frescos que pintó James Thornhill. Y hacia el exterior, tienes Londres a tus pies.

Durante cientos de años la catedral de St. Paul's fue el punto más alto de la ciudad y escenario de acontecimientos históricos, como los funerales de Nelson y Wellington (cuyos sepulcros se encuentran en la cripta), Churchill y Thatcher, los jubileos de la reina Victoria (la abuela de Europa) y la reina Isabel II, y la boda de Carlos y Diana.