Alemania es mucho más que Berlín o Munich, ya que en su mayoría los turistas se quedan con estas dos capitales, pero si ampliamos el abanico y visitáis otras ciudades como Colonia o Hamburgo, por poner otros ejemplos, quedaréis realmente encantados.
Después destacan otras ciudades preciosas que no tienen aeropuerto y que no acostumbran a ser destino de fin de semana, como mucho un alto en el camino en un recorrido en coche por algún land alemán.
Entre estas quiero destacar ciudades que conozco muy bien, como Aquísgrán (Aachen, donde pasé un par de años cuando era estudiante), Heidelberg, Núremberg, Bamberg, Freiburg, Kiel, Lüneburg y muchas otras que me dejo.
Aquí quiero compartir esta guía de Ratisbona (Regensburg en alemán). Esta linda y agradable ciudad, de unos 150.000 habitantes, está situdada en el lado oriental de Baviera.
Su origen es romano, con más de 2.000 años de antigüedad, y destaca por un casco antiguo con innumerables ejemplos de arquitectura románica y gótica, y que, por suerte, quedó intacto ya que no fue bombardeado durante la II Guerra Mundial.
Además se encuentra en la confluencia de los ríos Danubio y Regen, hecho que le proporciona un gran encanto y, porqué no, también un halo romántico. Y desde julio de 2006 su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Del 1 al 3 de Junio de 2013.
Tratándose de un viaje de sólo tres días por Europa, me llevé algo de dinero en efectivo, así como la tarjeta Visa de crédito, la cual es aceptada en todas partes.
Calculad unos 150 € por los vuelos de ida y vuelta a/de Núremberg y unos 35 € para el trayecto de tren entre Nuremberg y Ratisbona.
Mi experiencia fue del todo positiva y por el resto, sólo tener las habituales precauciones que se toman en cualquier viaje (incluso en tu propia ciudad), sobre todo en lugares de aglomeraciones de gente, en horas nocturnas y en lugares con poca iluminación.
Los robos ocurren, pero no tienen por qué pasar si vigilamos nuestras pertenencias y los objetos de valor que llevamos. Evidentemente se aconseja viajar sin joyas ni ostentaciones externas.
• Taxi: El taxi no es excesivamente caro, aunque tampoco es barato en Ratisbona. Sólo tomé uno para llegar a mi hotel desde la estación central.
• Tren: Los ferrocarriles de Deutsche Bahn son el medio de transporte ideal para moverse por Alemania, algo caros, pero efectivos. El billete de tren de Nuremberg a Ratisbona cuesta unos 35 €.
• Coche: Es una muy buena opción si se quiere recorrer los diferentes pueblos encantadores de Baviera, de hecho sería lo ideal para toda una semana.
Ratisbona apenas dispone de hoteles de lujo, pero sí dispone de varios hoteles boutique encantadores y de algunos hoteles de cuatro y tres estrellas. Ver más información sobre hoteles en Ratisbona en Mi selección de hoteles en Regensburg y también en Reserva hoteles Ratisbona.
Alemania y Baviera son el sitio perfecto para los carnívoros. Asado de cerdo o cualquier tipo de salchicha es típico también de Ratisbona y es uno de los mejores souvenirs que podemos llevarnos de esta ciudad bávara.
Y los no carnívoros no os perdáis las Knödel, una especie de albóndigas de patatas o de pan (según la receta) que acompañan a la mayoría de platos de carne. Se sirven en toda Alemania, pero muy especialmente en la región meridional.
Igual que los Spätzle, que son una forma de pasta que generalmente se sirve como plato individual bañada de queso y al horno (conocido como Käsespätzle) o acompañando la carne.
En Ratisbona, como en prácticamente toda Alemania, es más probable que encontremos nubes o lluvia que sol brillante. En invierno hace mucho frío y el verano es suave. Mayo y abril son buenos meses para viajar y conocer Ratisbona. Acostumbra a hacer muy buen tiempo, aunque puede haber excepciones.
• Descubra Ratisbona: Web oficial de turismo de Ratisbona (en español).
• My experience in Regensburg (Germany): Mis fotos de Ratisbona.
Ratisbona. Pocas ciudades del centro de Europa pueden presumir de ofrecer una imagen tan fantástica como la de esta ciudad: mires donde mires, uno está rodeado por más de 2.000 años de historia. Ratisbona cuenta con más de 1.500 edificios protegidos como monumentos, de los cuales 984 componen el conjunto arquitectónico Centro histórico de Ratisbona y Stadtamhof, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
El puente de piedra sobre el Danubio, la catedral y la calle Kräuterermarkt, con la colegiata gótica de St. Johann, el Museo del Tesoro Catedralicio, la casa patricia que parece un castillo en el Heuport y la histórica farmacia Adler-Apotheke son varios de los monumentos más importantes de Ratisbona, aunque sólo una pequeña parte de todo lo que merece la pena visitar.
A la altura del edificio Amberger Stadel, siguiendo el curso ascendente del Danubio, se llega al Mercado del Pescado, con la fuente Roland y la casa conmemorativa del astrónomo Johannes Kepler. Otros puntos de interés son la iglesia de St. Ulrich, con el Museo Diocesano, el antiguo prebostazgo catedralicio, o las plazas Dachauplatz y Neupfarrplatz.
También el Alter Kornmarkt (antiguo mercado de cereales), el Kohlenmarkt (mercado de carbón) y las plazas Zieroldsplatz, Rathausplatz y Haidplatz, la Porta Praetoria y las Geschlechtertürme (unas torres entre las que se encuentra la Torre Dorada, que con sus 28 metros de altura es la torre medieval más elevada al norte de los Alpes).
Y para conocer la huella judía en Ratisbona: Jüdische Gemeinde Regensburg.
Ratisbona tiene 153.000 habitantes, siendo la 4ª ciudad en tamaño de Baviera (después de Munich, Nuremberg y Augsuburg). Ocupa una superficie de 80,8 km2 y dispone de 4 universidades. Curiosamente tiene el mayor estadio de béisbol de todo Alemania.
Para visitar Ratisbona recomiendo comprar la Regensburg Card, con la que se puede acceder a museos y atracciones varias y podremos beneficiarnos de descuentos. Hay muchas posibilidades, por ejemplo 24 horas cuesta 9 €, 48 horas cuesta 17 €, etc.
En la web del Ayuntamiento de Ratisbona podéis encontrar mapas online de Ratisbona. Y también recomiendo la guía oficial de Ratisbona Susanne Florschütz, a la que podéis pedir presupuestos para optimizar vuestra visita a la ciudad. Otra alternativa recomendable es apuntarse a una visita guiada por la ciudad (duración de 1,5 a 2 horas), que se puede reservar en la misma Oficina de Turismo (sita en Rathausplatz, 4 - 93047 Regensburg; teléfonos +49 941 507-4410, -4411, -4412).
En la Edad de Piedra ya había asentamientos humanos junto al Danubio, en la zona de la actual Ratisbona. El nombre celta Radasbona fue el nombre más antiguo dado a un poblado prehistórico en estos parajes. Alrededor del año 90 aC se asienta una fortaleza romana en el área del actual suburbio Kumpfmühl.
En el año 179 dC. se erige la fortaleza romana Castra Regina (fortaleza junto al río Regen) para hospedar la III Legión Itálica, durante el reinado del emperador Marco Aurelio. En el s. VI Castra Regina es conocida como Reganespurc y se convierte en la residencia de los duques de la casa de Agilolf y en la primera capital ciudad de Baviera.
Los s. XII y XIII conllevan una floreciente economía basada en el comercio y con conexiones que llegaban hasta París, Venecia o Kiev. En ese momento Ratisbona era una de las ciudades más ricas y con una gran población. La arquitectura románica y gótica de la edad media es todavía hoy prominente en el aspecto de la zona vieja de la ciudad.
Entre los años 1135 y 1146 se levanta su famoso puente de piedra, un milagro de la ingeniería medieval que sirvió de modelo para la construcción de otros muchos puentes, como por ejemplo el puente de Carlos en Praga.
En 1245 el emperador Federico II confiere a la ciudad el derecho de autogobierno con el privilegio de creación de un alcalde y el Consejo. Ratisbona siguió siendo una ciudad Imperial libre hasta el año 1803.
En 1542 el Consejo de la ciudad adopta la fe protestante, con la primera celebración pública de la Sagrada Comunión, según el nuevo credo. Entre los años 1663 y 1806 Ratisbona fue el asiento de la corte imperial.
En el s. XIX y principios del XX la ciudad no se llegó a industrializar, y ello la salvó de convertirse en objetivo de bombardeos durante la II Guerra Mundial.
Tomo en Barcelona el vuelo a Núremberg de la compañía Vueling. Tardo 2 horas y 15 minutos en llegar al aeropuerto de Nuremberg, situado tan sólo a 7 km al norte de esa ciudad. En el mismo aeropuerto se puede tomar el metro U2 que lleva en sólo 12 minutos a la estación central de Núremberg (hay máquinas expendedoras del billete, que cuesta 1,90 €).
En la estación central tomo el tren DB hacia Ratisbona. Tarda una hora en cubrir los 100 km de distancia entre ambas ciudades.
Y al regreso, para ir hasta el aeropuerto de Nuremberg desde Ratisbona, primero tomo el tren hasta la estación principal de Nuremberg (1 hora). Allá tomo un taxi que me cuesta 17 € en domingo al mediodía. Ya en el aeropuerto tomo el vuelo VY2470 de Vueling y llego a Barcelona en algo más de dos horas.
• Hotel Goldenes Kreuz: Un hotel con carácter antiguo, aunque totalmente renovado, donde encontramos ocho enormes habitaciones que recuerdan una suite palaciega. El Goldenes Kreuz traslada a sus huéspedes a otra época, es como un cuento de hadas, y cada una de sus ocho habitaciones llevan el nombre de un emperador de la época dorada, con camas de dosel, vigas de madera en el techo, suelos de parquet, cristal, grandes espejos, todo muy elegantemente aristocrático,
• Goliath Hotel: Las 41 encantadoras y amplias habitaciones de este hotel son todas diferentes y con un aire divertido y contemporáneo. Está ubicado en un edificio histórico, pero cuando se accede a su interior todo toma un aire moderno y contemporáneo. Es un hotel fantástico y muy recomendable. Además de sus agradables habitaciones cuenta con una pequeña zona wellness para poder relajarse.
No perderse justo enfrente el restaurante David, del mismo propietario, que aparte de ser muy bonito, nos ofrece vistas espectaculares sobre la catedral. Este hotel fue la elección de una arisca pareja oscarizada de actores españolas durante su estancia en Ratisbona.
• Sorat Insel Hotel: En una preciosa ubicación para tener vistas inmejorables, situado sobre una pequeña isla en el Danubio, este hotel es el más grande de Ratisbona. Fue construido en 1995 y sometido a una completa renovación en 2005 y algunas habitaciones en 2010.
Dispone de un total de 75 habitaciones y de una pequeña pero agradable zona con sauna y jacuzzi, además de varias salas de reuniones y conferencias. Este hotel es de parada obligada para tomarse algo en acogedor bar con terraza.
• Hotel Orphée - Andreas Stadel: Abrió sus puertas en diciembre de 2004 y está ubicado en el Künstlerhaus Andreas Stadel, cerca del puente Steinernen Brücke. El establecimiento cuenta con 10 encantadoras y amplias habitaciones, 6 de ellas con una terraza al sur, frente a las terrazas de la orilla del Danubio. Todas las habitaciones cuentan con decoración mediterránea y cuentan con una pequeña cocina. Perfecto para familias o escapadas románticas. Os encantará.
• Hotel Orphée: Bajo este mismo nombre se unen tres diferentes hoteles en el centro de Ratisbona. Uno de ellos es el hotel Orphée - Andreas Stadel (ver párrafo anterior) que está ubicado en la otra orilla del río, mientras que los otros dos, situados en el casco histórico, son prácticos, funcionales y con un aire tradicional, perfecto en el entorno en el que se encuentran. En un edificio barroco su restaurante y café es un must para hacer un alto en el camino, data de 1896.
Cuenta con 25 tranquilas habitaciones, decoradas con elementos antiguos de muebles, camas con dosel y hermosos techos de estuco.
• Hotel Muenchner Hof: Este hotel de gestión familiar, ubicado en el casco histórico, ofrece 59 habitaciones temáticas y con conexión wi-fi gratuita. Con techos de artesanado de madera y vistas fantásticas a la catedral, este histórico hotel de 4 estrellas ofrece habitaciones amplias y muy agradables, perfectas por ubicación, y todas ellas con su propio estilo.
Todas las habitaciones incluyen TV por cable, un escritorio y un baño con secador de pelo (sus baños son seguramente demasiado sencillos con respecto al resto del hotel). Los huéspedes tienen descuento en el parking Am Dachauplatz, a sólo 5 min. a pie del hotel.
Y si está libre pedid las habitaciones nuevas en la torre azul que está justo enfrente del edificio principal del hotel y están ubicadas en una de las pocas torres patricias que todavía se conservan en la ciudad. ¡Toda una experiencia!.
Sólo he estado una vez en Ratisbona, por lo que no he podido probar todos los restaurantes que os recomiendo aquí, pero me permito recomendar esos restaurantes pues son sitios adonde va la población local. Y además me ha ayudado con la lista una amiga que vive allí. En sus restaurantes encontraréis la típica gastronomía bávara, con mucha carne de cerdo y todo regado con muy buena cerveza.
• Wurstkuchl. Colas y colas para comerse unas salchichas en este antiguo y desenfadado restaurante. Famosa es su parrilla, pues el olor llega a varios rincones de la ciudad. Recomiendo comprar como souvenir sus salchichas en lata.
• Anna Café, un delicioso café para hacer una parada, sea para tomar un pastel, una ensalada o comprar pan. Os encantará.
• Weltenburger am Dom. Más clásico bávaro imposible. Es un restaurante muy agradable donde producen su propia cerveza. Especialidad: el Codillo o Spätzle (una especie de fideos con queso hechos al horno). En España su cerveza se puede comprar en El Corte Inglés.
• Ratskeller. Todas las ciudades alemanas con un poco de historia disponen de un restaurante en el sótano de su Ayuntamiento. Ratisbona no podía ser menos y ofrece un restaurante más que recomendable, desde 1910.
• Haus Heuport. Otro agradable restaurante y café que es recomendable ni que sea para visitarlo, con sus salas palaciegas y abovedadas.
• Regensburger Weissbräushaus. Cervecería con todos los platos típicos bávaros. Y mucha cerveza.
• Regensburger Spital. Está junto al Danubio. Os encantará su informalidad y disfrutaréis de una comida típica alemana. Se puede visitar su pequeña producción de cerveza, y aprovechad su jardín cuando se pueda disfrutar del buen tiempo.
En el centro histórico de Ratisbona todo es accesible a pie. Mi recomendación es pasear, pasear y pasear !!.
El primer lugar que creo importante visitar en Ratisbona es el Centro de Visitantes, donde encontraremos toda la información necesaria para hacer de nuestra estancia una visita inolvidable. Es un centro no sólo con folletos, sino organizado como un museo interactivo, y con documentales. Vale la pena pasar en él un buen rato.
En este Centro de Visitantes y alrededor de la plaza del Ayuntamiento hay wi-fi gratis. Basta con escoger la red Tourist Info y abrir el navegador, poner los datos y bienvenidos a internet gratis!.
• Puente de piedra sobre el Danubio. Esta construcción medieval se ha convertido en un modelo para muchos otros puentes, como por ejemplo el Puente de Carlos en Praga. Fue construido entre los años 1135 y 1146, por lo que es el puente de piedra con arcos más antiguo y, en parte, más intacto, que se conserva en Alemania.
Tras su construcción, la por aquel entonces octava maravilla del mundo, con 310 metros de longitud y 7 metros de ancho, era la mayor del mundo en su estilo arquitectónico y durante 800 años fue el único puente de piedra sobre el Danubio entre Ulm y Viena. En mayo de 1189, el emperador Federico I, llamado también Barbarroja, partió desde aquí con su ejército hacia la Tercera Cruzada.
Es difícil tomar una foto del puente sin turistas. Hasta hace un par de años los coches podían circular por él y esto hizo que se dañara, por lo que ahora está siendo rehabilitando. Estas obras durarán, según me dijeron, al menos hasta 2016.
• Basílica de San Emerano y Palacio de San Emerano. El palacio es la residencia de la familia Thurn und Taxis desde 1812. Los festivales celebrados anualmente en este palacio atraen a Ratisbona a más de 30.000 visitantes cada verano, convirtiendo el palacio en uno de los más brillantes centros de atención de la región.
La historia de los príncipes Thurn und Taxis se remonta al siglo XII. En el Museo Marstall se pueden observar carruajes, palanquines, trineos, arreos, accesorios de equitación y sillas de montar, así como obtener interesantes impresiones en relación con el servicio de transporte de los últimos siglos. También pueden visitarse determinadas zonas del palacio.
• Catedral de San Pedro. Este es, en gran medida, el punto central más visible de la ciudad. Su construcción, en su forma actual, fue llevada a cabo entre 1260 y 1520. Como testimonio sobresaliente del gótico en Baviera, impregnó durante siglos la vida de sus habitantes. Durante una visita por la catedral llaman especialmente la atención, entre otros muchos tesoros, los cinco altares góticos con baldaquín, que se han conservado como piezas singulares en la catedral, así como los vitrales que datan de la época entre 1220 y 1370.
La catedral es también el hogar de los Gorriones de la Catedral de Ratisbona -la joya de la corona entre los coros de niños- que realizan aquí su servicio litúrgico en la configuración musical de las misas. Hay también un museo para niños.
• Torres medievales. De las 72 torres que habían llegado a haber sólo quedan en pie 20. De ellas algunas son casas privadas y otros hoteles o restaurantes. Eran símbolo de defensa, y de la prosperidad y el poder de sus habitantes. En la Edad Media, las viviendas de las acaudaladas familias de patricios edificadas al estilo de palacios, con sus altas torres que se elevaban hacia el cielo, dominaban en el perfil de la ciudad y aún hoy en día siguen sin pasar desapercibidas.
La más impresionante de estas torres es la Torre Dorada, construida en torno a 1260, con sus nueve plantas y una altura total de 50 metros, y que en la actualidad se utiliza como residencia de estudiantes.
• Alte Kapelle (Antigua Capilla). Cuenta la tradición que la Colegiata de Nuestra Señora de la Antigua Capilla data de la época romana. En el siglo XVIII la basílica románica fue magníficamente reconstruida en el estilo rococó bávaro.
De especial interés es el nuevo órgano que fue dedicado por el Papa Benedicto XVI en 2006 durante su visita a Ratisbona. Este instrumento es el único órgano que nunca ha sido bendecido por el Papa en persona.
• Schotenportal (Puerta escocesa). En el año 1090 monjes benedictinos irlandeses fundaron el monasterio de Sankt Jakob y fue conocido popularmente como El escocés. Hacia el año 1200 se completó la construcción de la famosa iglesia.
Su puerta escocesa, que da al norte, es particularmente impresionante, con estatuas magistrales y ornamentos en diseños de arcos de medio punto que decoran la entrada de la iglesia. Hay varias interpretaciones del significado de las escenas representadas, permitiendo todo tipo de ideas místicas al respecto.
• Nueva iglesia de París: La iglesia protestante Luterana es la iglesia más antigua de la reforma en Ratisbona. No es sólo la iglesia de la congregación protestante, sino que también está considerada como el punto de partida para la propagación de la fe protestante del norte en los países de Europa suroriental y los Balcanes. La antigua ciudad judía estaba situada en la ubicación de la actual Neupfarrplatz hasta el momento de su destrucción por los pogromos, allá por el año 1519.
• Capilla de Todos los Santos en la catedral Cloisters. El importante edificio central románico encuentra en el patio del claustro del este al lado de la sala capitular. La pequeña sala central enfrenta con su altar el nicho del altar frente oriental. Se pueden observar los extensos restos de un mural de la misma época que abarcó toda la sala y que debe haber tenido un efecto más singular.
• Los Gorriones de la Catedral. Este es el nombre del coro de niños que cantan en los servicios de la Catedral de Ratisbona, del cual se tienen datos de su existencia desde el año 975 dC. Entonces, St Wolfgang, el obispo de Ratisbona, fundó una escuela en la catedral en la que se hizo particular hincapié en la formación musical: los alumnos tenían la tarea de cantar en los servicios en la Catedral de San Pedro.
En el s. XIX, Joseph Schrems le dio a esta formación su fama actual con conciertos en todo el mundo. Los papas Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo II elogiaron la calidad excepcional de la música de la iglesia en Ratibona. Este fue el Iegado heredado por el Papa Benedicto XVI, cuyo hermano Georg Ratzinger fue el maestro de capilla de la Catedral durante 30 años. Bajo su dirección, el coro de niños cantores celebró su milenario aniversario de su fundación. A pesar de dar conciertos por todo el mundo, el legado principal es cantar en la catedral.
• Antiguo Ayuntamiento. En el siglo XIII, el edificio, que ocupa el primer lugar entre los edificios seculares en Ratisbona, estaba en el mercado. Después de muchas añadidos y modificaciones hoy día pueden verse tres edificios: la impresionante torre del Ayuntamiento y el Palacio, así como el gótico Salón del Reino y el Ayuntamiento barroco.
En el edificio amarillo brillante del Antiguo Ayuntamiento, se celebraron en 1594 las reuniones de Imperio convocadas por el emperador. Podéis ver un video del panorama desde la torre.
• Porta Praetoria. Es considerada como uno de los edificios más antiguos sobrevivientes en Ratisbona. Los romanos hicieron el portal norte del campamento romano Castro Regina, que se puede estimar con una antigüedad de menos de 2000 años.
La Porta Praetoria, parcialmente integrada en el edificio de la Corte del obispo durante la construcción medieval y ha sido preservada para la posteridad de esta manera. Hoy, se pueden ver partes del portal original en el lado norte del obispo en la calle Unten den Schwibbögen.
• Jakobstor (Puerta de San Jaime). Está en el extremo occidental del casco antiguo de Ratisbona. Son los restos de una puerta gótica que formaba parte de una de las cuatro entradas de la fortificación medieval del s. XIII. Hoy sólo se conservan dos torres redondas de la antigua entrada.
• Edificio Neue Waag. Este edificio rojo fue erigido en el año 1441 y se encuentra en la plaza Heid. Albergaba la báscula municipal.
• Salzstadel (granero de sal). Fue construido en entre 1616 y 1620, al este del famoso puente de piedra, y aún da fe del comercio de la sal de tiempos pasados. La grúa para descargar la sal de los barcos estaba muy cerca y por esa razón el granero pasó a denominarse Kräncherstadel. En los últimos 3 años el edificio ha sido completamente renovado y ahora aloja el centro de información.
• Goliathshaus. En esta casa está ubicado el restaurante David. Fue construida en 1260 y es reconocida porque tiene una pintura enorme representando la famosa escena de David y Goliath.
• Paseo en barca por el Danubio. Mi sugerencia es hacerlo con los barcos de la empresa Wurm & Kock. Hay salidas cada hora y encontramos información en su web. Destaco la originalidad de la Regensburger Kristallflotte, pues los dos barcos son nuevos y decorados con cristales Swarovski. Algo sorprendente y diferente del típico barco roído y aburrido. A partir de 44,50 €.
• Museos de Ratisbona. En la ciudad de Ratisbona hay algunos interesantes museos y galerías.
• Walhalla. Es un imponente templo neoclásico cuyo objetivo era servir de monumento y salón de la fama para los alemanes laureados y distinguidos. Está situado a orillas del Danubio, a 6 km al sur de Ratisbona.
Fue concebido por el rey Ludwig I de Baviera y construido entre 1830 y 1842 bajo la batuta de Leo von Klenze. Es una copia perfecta del Partenón de Atenas, sostenido por 52 columnas dóricas. En su interior alberga los bustos de 130 ilustres alemanes cubriendo 2000 años de historia. Se puede llegar en un barcos de Wurm & Köck, a partir de 13,80 €.
• Fábrica de BMW. Está a 15 minutos del centro de Ratisbona. Ocupa 140 Ha. y da trabajo a unos 9.000 trabajadores. Se puede visitar (más información en la página web Visit BMW).
• Monasterio benedictino de Weltenburg. Esta es la más antigua abadía de Baviera, ya que fue fundada alrededor del año 600 por monjes de San Columbano. Este monasterio se encuentra a la entrada de las románticas gargantas del Danubio y en las laderas septentrionales del Arzberg, la antigua colonia celta de Artobriga. Se puede visitar en barco desde Ratisbona.
• Befreihungshalle. Es el monumento a la Liberación en Kelheim que se alza sobre la famosa garganta del Danubio en Weltenburg.
• Ruta de los Castillos. Ruta turística muy recomendable, la cual visita numerosos castillos diseminados por el sur de Alemania.
• Händlmaier: la tienda de mostaza dulce más famosa de Ratisbona y alrededores.
• Farmacia Adler: esta farmacia data de 1610 y es la más antigua de Alemania. Parad, entrad y sentid la historia.
• Der Hutmacher am Dom. Es seguramente el fabricante de sombreros artesanos más famoso del mundo. Recibe encargos incluso de Hollywood. Tiene más de 15 mil diseños e incluso vende online. El artista es Andreas Nuslan.
• Pastelería Prinzess. Establecida en 1686, dispone también de una agradable cafetería. Aquí podemos comprar el típico producto dulce de Ratisbona, los besos de Bárbara, un bombón de chocolate, especias y miel. Su nombre es en honor a Barbara Blomberg, ya que la historia cuenta que Bárbara, hija de un artesano, supo levantar el ánimo del depresivo emperador Carlos V, al que dio un hijo, Juan de Austria.
• Einseifer: tienda de jabones naturales.
• Cepillos Bürsten Ernst: vende cepillos naturales y hechos artesanalmente desde el año 1894.
• Selmair: tienda de juguetes donde es un placer ver juegos didácticos y atractivos.