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Bandera de Sudáfrica

SUDÁFRICA

Relato de un viaje de 2 semanas a Sudáfrica

Graciano
Published on Fecha viaje: 2007 | Publicado el 19/02/2008
2.6 de 5 (224 votos)

Introducción

Este es el relato de un viaje de dos semanas a Sudáfrica. Se trata básicamente de un viaje organizado, pero de este relato se pueden extraer bastantes datos sobre el país que pueden ser de interés para cualquier tipo de viajero.


Ficha técnica del viaje

Fechas del viaje

Del 16 al 30 de abril de 2007

Itinerario

Día 1: Madrid - Amsterdam - Johannesburgo
Día 2: Johannesburgo - Mpumalanga - Parque Kruger
Día 3: Parque Kruger
Día 4: Parque Kruger - Swazilandia
Día 5: Swazilandia - Zululandia
Día 6: Zululandia - Durban
Día 7: Durban
Día 8: Durban - Port Elizabeth
Día 9: Port Elizabeth - Knysna
Día 10: Knysna - Oudtshoorn
Día 11: Oudtahoorn - Ciudad del Cabo
Días 12-13: Ciudad del Cabo
Día 14: Ciudad del Cabo - Amsterdam - Madrid

Visado

Los ciudadanos de Estados Unidos y los países de la Unión Europea no necesitan visado de entrada a la Repíbica de Sudáfrica para estancias inferiores a 90 días.

Gastos de viaje

(pagados a la agencia)

+ 3.850 € (precio base)
+ 895 € (suplemento individual)
+ 265 € (tasas, suplementos aéreos y de carburante)
= 4.740 €

Aparte la mayor parte de las comidas, regalos, propinas...

Condiciones sanitarias

La malaria está confinada, en gran medida, a la mitad oriental del país, en especial en el Lowveld (llanuras costeras). La bilarciasis también se concentra en la zona oriental, pero pueden producirse brotes en otras regiones, por lo que siempre es necesario consultar a personas bien informadas antes de beber agua o bañarse en ella. Se recomienda firmar un seguro que cubra accidentes y hospitalización. La calidad de los servicios médicos es excelente, pero costosa.

En Sudáfrica todos los días se contagian unas 1500 personas con el virus de inmunodeficiencia humana, el VIH, sumándose así a los cuatro millones ya infectados. No hay indicio de que el índice de contagio vaya a disminuir. Sin embargo, pese a este holocausto y a que el SIDA y el VIH constituyen una terrible amenaza al desarrollo económico del país, el gobierno sudafricano ha bloqueado la provisión de drogas para combatirlos, iniciando un intenso debate sobre las causas del SIDA. Esta política, que desde un principio dejó atónitos a los observadores internacionales y que concitó la condena de los científicos de todo el mundo, ha provocado pocas protestas dentro de la propia Sudáfrica. En la actualidad, hay en Sudáfrica un millón de niños que son huérfanos de madre y padre, muertos de SIDA. Las familias negras no los quieren adoptar, pues ya tienen bastantes con los suyos propios, y las familias blancas tampoco. El futuro de ese ingente número de niños no puede ser más pesimista. Cada día, mueren 1.000 personas y otras 900 personas se contaminan.

Información general sobre el país

Nombre oficial: República de Sudáfrica.
Superficie: 1.221.037 km² (España 504.000 km²)
Población: 44.300.000 habitantes en 2006
Capital: Pretoria (capital administrativa), Bloemfontein (capital judicial) y Ciudad del Cabo (capital legislativa)
Nacionalidades y etnias: 77% negros, 10% blancos (el 60% de los blancos son descendientes de los afrikáners y los demás son, en su mayor parte, de origen británico), 8% mestizos, 2,5% de origen indio.
Idiomas: Las lenguas mayoritarias son el inglés, el afrikáans, el sesotho, el isixhosa y el isizulú. También son oficiales el isindebe- le, el salebowa, el siswati, el xitsonga, el setswana y el tshivenda. En total, 11 lenguas oficiales (2 europeas y 9 de etnias negras).
Pesos y medidas: sistema métrico.
Hora local: GMT+2.
Religión: cristianos, musulmanes, hindúes, judíos y religiones tradicionales.
Régimen político: república miembro independiente de la Commonwealth.
Presidente: Thabo Mruyelwa Mbeki.
PIB: 146.000 millones de dólares. El PIB per cápita es de 2.133 dólares.


DIARIO DE VIAJE A SUDÁFRICA

Lunes 16 abril

Salida de Madrid a las 6:40 h. Llegada a Amsterdam a las 8:40. Duración del vuelo: 2 horas. Salida de Amsterdam a las 11:10 h. La distancia entre Amsterdam y Johanesburgo es de 9.000 km. Llegada a Johannesburgo a las 21:10 h. Duración del vuelo: 10 horas. En Sudáfrica hay la misma hora que en España en horario de verano, ya que hay una diferencia de dos horas respecto a la hora GMT, pero España lleva también dos horas de adelanto sobre esa misma hora, una todo el año y otra en verano cuando se adelanta el reloj junto con el resto de la UE. Como Sudáfrica no adelanta la hora, quedan igualados.

En el aeropuerto está esperando un señor de origen chileno. Llegó al país a los 26 años junto con un amigo, que pronto se cansó y se volvió. El guía aguantó y finalmente se integró. Ya lleva 23 años en el país.

Al llegar al hotel, problemas. Se les había traspapelado la reserva. Costó solucionarlo.

Este es el único contacto que tengo con Johanesburgo. Una verdadera lástima no haber podido ver algo de la ciudad antes de partir al día siguiente por la mañana. Incluso aunque solamente fuera desde un coche, pero la ciudad tiene fama de peligrosa y el tráfico es muy espeso, así que la agencia de viajes, corta por lo sano.

En cuanto a la moneda, el Rand, compré 5.000 Rand en un banco español, antes del viaje. La cotización fue (a fecha de 8-abr-07): 1 Rand = 0'11 €, es decir, 1 € = 8'8 Rand. Los billetes son de 10, 20, 50, 100 y 200 Rand. Y las monedas de 5, 2, 1, 0'5, 0'2, 0'1, 0'05, 0'02 y 0'01 Rand.


Martes 17 abril

Viene la persona que me recogió en el aeropuerto. Habíamos quedado a las 8:00 h y llega 8:25 h. Le ha costado dos horas llegar desde su casa al hotel. Vamos al aeropuerto, a la zona de aparcamiento de la compañía que va a alquilar el coche. Llega la guía con quien voy a estar hasta la llegada a Durban el día 21. Nacida en Buenos Aires, en donde vive su madre y resto de la familia. Lleva en Sudáfrica 26 años. Vive en Durban, en donde ha tomado el avión a las 6:00 h. Es de una gran actividad. Como la guía de la segunda parte del viaje, es autónoma, solamente cobra el día que trabaja.

Empezamos el trayecto en el coche. La señora guía hace pues de conductora y guía. Voy yo solo. En principio íbamos 6 personas desde España. Unos días antes del viaje, una persona del grupo tuvo alguna imposibilidad, y lo retrasaron las otras cinco personas, que eran amigos-familia. No suspendieron el mío, lo que tiene mérito continuar con el mismo despliegue para una sola persona. Luego fue cómodo, viendo fundamentalmente lo indicado en el programa, pero alargando o acortando según mi interés por el tema. De todas formas gracias al idioma, porque en alguna otra ocasión (Vietnam), también me tocó solo y fue peor, porque la conversación era en inglés y dos semanas...

La conducción, al estilo inglés, por la izquierda.

A lo largo de la carretera, numerosas minas de carbón. Comenta la guía el problema actual de la policía, ahora constituida fundamentalmente por negros. Dice que ha bajado mucho la eficiencia, lo que ha aumentado notablemente todos los problemas de seguridad. Huelga decir que tiene poco afecto a la población negra... En los colegios, los alumnos más estudiosos son los hindúes. Sus padres les obligan mucho. En el otro extremo, los negros. Los blancos quedan en la mitad.

En Dullstroom para porque empieza a sentir sueño. Normal después de la madrugada para ir a recogerme. Hay muchas tiendas. Realmente en toda la carretera hasta el Kruger, hay gran actividad turística de las personas de Pretoria y Johanesburgo que van al parque. Una gran tienda exclusivamente con cosas de Navidad (y la gente comprando a tope).

Le digo que me gustaría ver la localidad de Pilgrims Rest, no incluida en el programa. Como el rodeo no es muy grande, asiente.

Pilgrims Rest es un pueblo histórico de la época de la fiebre del oro. En 1873 se descubrió oro, manteniéndose la actividad de extracción hasta 1972, en que dejó de ser rentable. El pueblo se vendió al Gobierno, que lo convirtió en una atracción turística. El pueblo se halla a 16 kilómetros de Graskop. Es Monumento Nacional. Bastantes negros sin trabajo, viendo simplemente a los turistas.

Blyde River Canyon. Vamos hacia allí, pero en apenas 500 metros pasamos de sol a una niebla intensa, que hace que práctica- mente sea imposible ver el cañón del río Blyde, de 30 km de largo. La guía se queda en el coche (lo ha visto 100 veces!) y yo voy a verlo a un mirador. Lástima lo poco que se ve. En el regreso, fotografías del final del cañón desde un mirador. Interesantes las Three Rondavels, tres montañas con la forma típica de las construcciones-casas de la zona, cilíndricas y una terminación típica de sus techos. Por falta de tiempo, a causa de la visita a Pilgrims Rest, no pudimos ver el cañón desde lo que llaman God's Window (Ventana de Dios). Seguimos hacia el hotel Protea, en donde estamos dos noches (habitación 248). Protea es una gran cadena hotelera. La protea es la flor nacional del país.

La visita al parque Kruger, incluida en el programa, se puede hacer bien en el coche alquilado y con la guía que me acompaña como guía también en el parque, o apuntarse a una visita con guía del parque y vehículo 4x4 (coste 650 Rand). En el primer caso es pues gratis, con el inconveniente de que los animales se ven a la altura del asiento, o sea bajo, aparte de que lógicamente, hay que conocer donde están los animales. La visita es en español 100%. Acepto el coste de los 650 Rand.

Tras la visita llegada al hotel, a las puertas de una de las entradas al Parque Kruger.


Miércoles 18 abril

Diana a las 5:00 h para ver pronto a los animales. La guía me acompaña para asegurarse de mi salida al parque. Viene el coche con cinco personas de habla española además de la guía que se sienta delante con el conductor. Cuatro eran argentinos y el quinto chileno.

Parque Nacional Kruger. Es uno de los parques naturales más célebres del mundo y figura entre los más grandes y antiguos: está a punto de cumplir el siglo de existencia. Pueden verse los cinco grandes (leones, leopardos, elefantes, búfalos y rinoce- rontes), así como guepardos, jirafas, hipopótamos y toda clase de antílopes y animales de menor tamaño. El Kruger no ofrece una experiencia salvaje, ya que está muy organizado y es muy accesible y popular. Abarca 350 km junto a la frontera con Mozambique, con una anchura media de 60 km. Alrededor de dos mil kilómetros de carreteras-caminos recorren su interior, de modo que incluso los fines de semana y durante las vacaciones escolares es posible estar solo y contemplar lo que aparece ante la vista. Tiene varios puntos de entrada.

Entramos por la puerta Paul Kruger, que está a un kilómetro del hotel. En el vehículo, bastante alto, hay tres niveles. En total caben nueve personas, tres en cada nivel. En tal supuesto los que van en el centro van mal para ver. En mi caso estaba en el mejor sitio (en mi opinión). En efecto, en el nivel inferior, detrás de los guías, dos personas, con un hueco en el medio. En el nivel medio los tres asientos ocupados. En el superior los tres asientos para mí. Tenía amplio sitio para dejar la máquina de fotos y los prismáticos que había llevado de casa (en este parque fueron totalmente inútiles por los pocos animales vistos). El conductor pasaba la información a la guía, que la traducía al español.

Lo visto fue muy decepcionante. Posiblemente por la gran extensión del parque. Además tiene mucha vegetación, lo que hace que los animales sean difíciles de ver. Lo visto, muy inferior a los parques de Kenya, Tanzania, etc. Allí, los animales, después de cazar iban siempre a los mismos sitios buscando la sombra, siempre el mismo árbol. Así, los guías sabían exactamente a donde tenían que ir.

En el caso de Kruger, lo visto de los cinco grandes, fue (exactamente): leones (tres machos jóvenes juntos y uno viejo, con un ojo solo y con dificultades para andar. En cualquier momento lo matarán sus propios congéneres), leopardos (ninguno), rinocerontes (ninguno), búfalos (uno pequeño y a más de un kilómetro de distancia), elefantes (20-25). Al margen de los cinco grandes: dos hipopótamos y muy lejos. No cuento los antílopes, gacelas, y demás herbívoros, pues eso es muy común.

En un panel leí información sobre el número de animales en año 2006:

Más de 100.000 impalas
30.000 búfalos
20.000 cebras
12.500 elefantes
8.000 rinocerontes blancos
7.700 jirafas
3.000 hipopótamos
1.500 leones
1.000 leopardos
350 rinocerontes negros
200 guepardos

Naturalmente no pongo en duda las cifras, pero al ser tan grande el parque, al menos lo que yo vi fue de juzgado de guardia (vía de lo Penal).

A las 16:30 termina la visita. Regreso al hotel.

A propósito de animales en parques, tres días después (el 21), en los periódicos se indicaba la siguiente noticia: «Cinco leones matan al propietario de una reserva privada. El propietario de la Krugersdorp Game Reserve, a 50 km de Johanesburgo, murió después de haber sido atacado por cinco leones. Había salido a probar una máquina fotográfica que le había regalado su hija. El coche tenía abierta la puerta del conductor. No se puede saber si el propietario había visto o no a los leones. Después del ataque, el cuerpo fue arrastrado hasta un árbol, y allí fue mortalmente herido. Personal de la Reserva tardó dos horas en convencerse de que los leones no estaban próximos, para poder acercarse al cuerpo. Ahora los responsables tienen que decidir que hacer con los leones, pues una vez que han atacado a un ser humano, lo normal es que repitan» ...

En el hotel, en la zona del vestíbulo, hay una piedra (rock) de tamaño 80 cm x 80 cm que proporciona datos sobre el tiempo atmosférico. Copio las instrucciones de uso:

If the rock is wet: It's raining
If the rock is swaying: It's windy
If the rock is hot: It's sunny
If the rock is cool: It's overcast
If the rock is white: It's snowing
If the rock is blue: It's cold
If the rock is gone: Tornado.


Jueves 19 abril

Desayunamos en el interior del hotel, pues en el exterior tenemos la amenaza de los monos, que bajan de los árboles a toda velocidad y no dejan ni el plato.

Comentando cosas del país con Nely, me cuenta que el sueldo medio de un empleado de comercio es de 2.000 Rand (220 €). Un litro de gasolina vale 6'6 Rand (0'73 €). La comida es más barata que en España.

Por la carretera, grandes extensiones de plataneras (bananas) y macadamias (su fruto es una especie de nuez). Después de pasar por Nelspruit, entramos en Swazilandia por la frontera de Bulembu.

Swazilandia es un pequeño país, rodeado enteramente por Sudáfrica. Tiene 17.400 km2 y una población de 1.100.000 habitan- tes. Su capital es Mbabane, con 70.000 habitantes, y es la ciudad de mayor número de habitantes. Sus sistema de gobierno es una monarquía absoluta. El actual rey lo es desde 1968. El país se independizó de Inglaterra en 1968. Debido al SIDA, tiene la esperanza de vida más baja del mundo, 32 años.

Paramos en Ngwenya para ver una fábrica de vidrio y posterior visita a la tienda. La fábrica se fundó con ayuda de Suecia en 1979. Fabrican diariamente 1.500 objetos. A tope de trabajo, aunque ese día era fiesta nacional (cumpleaños del rey, 39 años). Pasamos por Mbabane, la capital del país. Nada que ver.


Viernes 20 abril

Salimos de Swazilandia por la frontera de Sicunusa.

Conduciendo, la guía quiere abrir una lata y meter una pajita para beber. Me dice que no hace falta que le ayude, porque «las mujeres, estamos acostumbradas a hacer varias cosas a la vez. Podemos estar en la cocina con un niño en la cadera sujetandole con una mano y con la otra moviendo la comida. Además hablando por el teléfono móvil apoyado sobre el hombro y con el pie cerrando la puerta del horno... En cambio a los hombres solamente les puedes decir que hagan una cosa. Si les dices que hagan dos, se lían y lo hacen mal». ¿Tendrá razón?...

A las 11:00 h paramos en Paulpieterburg, en una antigua casa. La pequeña ciudad de 8.500 habitantes recibe el nombre de Paul Kruger y Pieter Joubert. Fue uno de los mejores ratos del viaje. La casa, atendida por una señora poco amable (por decirlo fino), era una especie de museo de cosas antiguas y no tan antiguas de la región. Todas las habitaciones llenas de toda clase de objetos. Como dice su folleto de propaganda, las cosas expuestas are silent testimonies to days gone by... Además había sido la sede de algo del Ayuntamiento o de Justicia, pues una de las habitaciones tenía un estrado, bancos a cada lado, etc. Entre las cosas curiosas, unos 600 libros que vendían de segunda mano. La casa se construyó en 1902.

Tomamos café al exterior. Una paz seráfica y una temperatura suave. En un momento determinado, dejé la máquina de fotos encima de la mesa y pasé unos minutos al interior. Al regresar, el señor que estaba tomando también un café con su mujer, me dijo que no dejara la máquina, pues el riesgo de hurto era muy grande. Terminó su consejo con un rotundo You are in Africa!. Cuando volvió la guía, el hombre le dijo el consejo que me había dado. La guía estaba de acuerdo. Le dijo que yo era muy confiado, que ya me lo decía con frecuencia... Laus Deo.

Seguimos hacia Melmoth. Un poco antes, al norte de Melmoth, visitamos la tumba y monumento de Piet Retief. Nació en 1780 en la Colonia Británica del Cabo y murió el 6 de febrero de 1838. En su avance hacia el norte para buscar tierras nuevas, llegó a un acuerdo con un jefe Zulú, Dingane. Después de firmarlo, Dingane les invitó a ver unas danzas de sus soldados. Dejaron las armas y caballos un poco alejados. En un momento determinado Dingane ordenó su muerte. Piet Retief y las 70 personas que le acompañaban murieron. Sus cadáveres fueron dejados en la colina para alimento de los animales. Meses más tardes fueron vengados después de la Batalla del Río Sangriento en diciembre 1838. El monumento fue levantado en 1922.

A las 15:30 h Llegamos al poblado Zulú. El poblado fue construido para rodar en 1987 la película titulada Shaka Zulú. Al finalizar el rodaje, el poblado fue vendido a una empresa de turismo que lo explota con mucho provecho vista la numerosa presencia de turistas. Todos los que trabajan en el poblado, tanto en la hostelería como los que hacen las parodias que ve el turista, son empleados de la empresa de turismo. En total 80 puestos de trabajo.

Hago la visita con la guía. Empiezo viendo una película de 10 minutos. La verdad es que trata fundamentalmente de la película rodada allí. En cualquier caso, ilustrativa de los zulúes. Recorremos el pequeño poblado. La guía va explicando las cosas que hay, silos, medicina natural, armas de los zulúes, etc. El alojamiento-pernocta está en el poblado. Muy bien preparado.

Después de la cena no me quedo a ver la típica sesión de danzas zulúes. Tampoco va la guía, pues las ha visto muchas veces.


Sábado 21 abril

Diana a las 6:00 h. Sólo se oye a los pájaros. El resto de los viajeros, menos una pareja, se han ido al alba.

Salimos hacia Durban, donde vive y se despide pues la guía. Por el camino, una serie de consejos para que tome un taxi si quiero ir a algún lugar, que me espere, o que vuelva a una hora determinada para devolverme al hotel. Dice que ella hace 14 años que no ha pisado el centro de la ciudad. No tiene ningún interés y sí miedo a la población no blanca (concretamente a los negros, pues los hindúes son totalmente pacíficos). En resumen, pinta un ambiente muy conflictivo. Además la cosa se agrava por haber poca gente en a calle, por ser sábado y domingo.

Durban, con 3.200.000 habitantes, es la tercera ciudad de Sudáfrica (después de Johanesburgo y Ciudad del Cabo). El centro de la ciudad tiene una población de 700.000 habitantes. Situada a orilla del Océano Índico, bañada por la corriente cálida de Agulhas. En verano es excesivamente cálida. Es la ciudad donde se aprecia una mayor convivencia racial en las calles. Alberga la mayor comunidad india del país, unas 800.000 personas.

Desde las elecciones de 1994, el turismo negro local ha aumentado mucho. Ha disminuido el blanco local a causa de la inseguridad en el centro. En 1860 los británicos llevaron a Durban al primer contingente de indúes como mano de obra barata. Luego siguieron llegando más indúes. Entre los hindúes que fueron voluntariamente, Mohandas Gandhi, que fue en 1895. Gandhi, nació en 1869. Permaneció en Sudáfrica desde 1893 hasta 1914 en que regresó a la India. Durante su permanencia en Sudáfrica ejerció como abogado (licenciado en Londres) en defensa de la población hindú.

Llegamos a Durban a las 11:45 h. Previo al hotel la guía da una vuelta por el centro de la ciudad para que me sitúe. Después de acomodarme, salgo a la calle a las 13:00 h. Tomo un taxi para ir al Museo Kwamuhle. Está cerrado por varios meses por reformas. Le digo entonces que me lleve al Ayuntamiento, es decir, al centro de la ciudad. Despido al taxi. Curiosa la complicación a la hora de pagar con un billete de 100 Rand (11 €). No tiene cambio. Increíble. Ya es un detalle que el billete de mayor valor en el país es de 200 Rand (22 €). Dicen que no los hacen de mayor valor para no aumentar la inflación (lo que ocurrió en España al implantarse el euro), pero de ahí, a ser un problema un billete de 11 €...

Visita al edificio Tourist Junction. Ocupa el antiguo edificio de la estación de trenes. El edificio típicamente inglés colonial del siglo XIX. Inaugurado en 1894. El tamaño da una idea de la importancia que ya tenía Durban en el siglo XIX como nudo de comunicaciones y centro comercial. En la calle el 100% son negros. Apenas veo a hindúes.

El Ayuntamiento antiguo es el edificio más imponente y llamativo del centro de la ciudad. Inaugurado en 1910. En su interior se encuentra el Museo de Ciencias Naturales. En la plaza hay una gran estatua de la reina y emperatriz Victoria. Estatua erigida en 1897 a los 60 años de su reinado (comenzado en 1837). Es impresionante la cantidad de estatuas que hay de la reina Victoria en las antiguas colonias de Inglaterra. En la misma plaza un gran monumento a los soldados fallecidos en las dos Guerras Mundiales.

Camino por la calle West. En la esquina de West con Broad se erige la Mezquita de West Street. Visita. En la esquina de Grey St. con Queen St., Mezquita La Juma, la mayor del hemisferio sur. Regreso al hotel.

Dejo las cosas en la habitación y bajo a la playa. Muy buena, arena muy fina. En el paseo marítimo, Promenade como lo llaman, magnífico. Total seguridad, aunque por si acaso yo había dejado todo el dinero en la caja del hotel, no chaleco, no máquina de fotos, etc. Ningún incidente en el paseo.

En la playa, profundos espigones que permitían, al adentrarse en el mar, contemplar a los practicantes del surf, etc. Al final de los espigones, bastantes pescadores de caña. En uno de los espigones ocho tiburones de 80 cm. Curiosamente, el tamaño era prácticamente idéntico. Aunque pequeños, impresionaba. Estando yo allí, pescaron dos de ellos.

Durban tiene la ventaja de ser el puerto más cercano para Johanesburgo. La mayor parte de su comercio es con Asia.


Domingo 22 abril

Diana a las 6:00 h. Después del desayuno, de nuevo al paseo marítimo. Voy a los espigones donde estaban los pescadores de tiburones y, de momento, no han cogido ninguno. El cebo son una especie de sardinas grandes que compran en cajas.

Foto a un señor de unos 55 años que se estaba preparando a hacer surf. Lo interesante es que había llegado al espigón en bicicleta, pero una bicicleta artesana, sin duda, por el aspecto del señor la había hecho él. Eran barras soldadas, sin ningún miramiento estético. Pero además, es que había hecho un artilugio en donde transportar la tabla de surf. No era pescador, iba a hacer surf. Iba al espigón con mucha frecuencia, por la forma de ordenar las cosas, con el sitio para dejar la bicicleta en un punto determinado, etc. Los surfistas no salen normalmente desde la orilla, sino que para ahorrar esfuerzo, van hasta casi el extremo y desde allí se dejan caer con la tabla.

Se ven en el paseo algunos rickshaws, carricoches tirados por una persona. Hoy reconvertidos en mera atracción turística para los niños. Los culis van ataviados con trajes típicos Zulús. Los padres montan a los niños, andan unos metros y toman las fotos.

Tomo un taxi para ir al Museo Marítimo. Antes de llegar, foto al Reloj de Vasco de Gama, un monumento de estilo Victoriano regalado por Portugal en 1897 para conmemorar el 400 aniversario de la fecha en que Vasco de Gama ancló en lo que luego se llamaría Durban. El taxi desde el hotel, 5'5 €. Me dice que si quiere que le espere, pero rehúso, pues tengo la intención de volver en algún autobús local. El Museo Marítimo cuesta 0'30 €. Estoy una hora, pero la verdad es que vale poco. Hay un edificio explicando temas navales y tres embarcaciones grandes de las que se visita su interior.

Al salir, pregunto al portero la dirección del centro. Estoy a unas 10 cuadras. Voy andando, aunque al pasar por un túnel bajo una línea férrea, se siente cierto temor, pues no hay nadie por los alrededores (domingo). Al terminar el túnel y volver a la superficie, un cierto respiro... Visito de nuevo el Museo de Ciencias Naturales, ahora ya con todo detenimiento.

El Museo de Historia Local es un pequeño museo en una casa construida en 1886 (lo que para ellos, es muy antigua), detrás del Ayuntamiento. Visita gratuita.

Pregunto al portero la combinación de autobús para ir al hotel. Casualmente pasa por la puerta del museo una línea. Tengo que esperar un rato. Estuve a punto de coger una de las furgonetas empleadas masivamente en el país. Son las más baratas y es lo típico que van voceando el destino. Esperan si tienen pocos viajeros, etc. El autobús urbano municipal vale 0'22 €, así que supongo que las furgonetas populares privadas, 0'10 €. Por supuesto a un blanco no se le ocurre tomar ni siquiera el autobús urbano municipal. Llego al hotel en 10 minutos. El paseo a tope, tarde de domingo para las familias.

Llama la guía para preguntarme como había pasado el fin de semana, y para despedirse.


Lunes 23 abril

Diana: 3:15 h. Viene para llevarme al aeropuerto una señora inglesa, que lleva 30 años en Durban, pues le encanta el clima cálido de la ciudad. Toda su familia está en Inglaterra. Dice que es la oveja negra. El español lo aprendió en Canarias, en donde estuvo trabajando en turismo durante 3 años. Le falla una de las manos, lo que hace que para cambiar de marcha, tiene que soltar el volante y ayudarse con las dos manos... Se queda conmigo en el aeropuerto hasta que empieza la facturación. Cosa insólita, muy de agradecer.

Despegue a las 6:15 h y aterrizaje a las 7:15 en Port Elizabeth. Me recoge un señor que no habla ni inglés ni español. Me lleva al hotel, que está a cinco minutos del aeropuerto, es decir, el hotel está en las afueras. El guía ni entra en el hotel por si hay alguna dificultad. Baja la maleta y se va. ¡Incluso se llevó el talón del hotel!. Menos mal que no pusieron pegas.

Después de alojarme, pregunto en recepción a las chicas la situación de la ciudad. Absoluta recomendación de no ir solo por la ciudad. Que haga todos los desplazamientos a golpe de taxis, etc. Es la historia habitual. Doy por supuesto que si andas por las calles a partir de las 17:00 h-18:00 h, la cosa tiene su peligro, especialmente porque a partir de las 18:00 h es prácticamente de noche. Pido un taxi para ir al centro. Luego ya me las arreglaré. El taxi me deja en la oficina de turismo.

La oficina de turismo está al lado de una pequeña pirámide en memoria de Elizabeth Donkin, mujer de Sir Rufane Donkin, gobernador de la Provincia del Cabo. También próximo a la oficina de turismo, un faro. Inicio el paseo de la ciudad, descendiendo hasta Market Square, Plaza central. Veo a un grupo de turistas y me uno a ellos. Visita a la Iglesia Luterana de Santa María, en uno de los lados de la plaza. Muy interesante.

El Ayuntamiento está en otro de los lados de la plaza. Vemos varias salas. Recientemente ha tenido varias reconstrucciones, lo que hace que tenga un aspecto muy atrayente. Se comenzó a construir en 1858 y finalizó en 1862. Veinte años después se le añadió la Torre del Reloj. El Museo Castle Hill está ubicado en una casa de 1827. Es la casa más antigua de la ciudad. Construida por un sacerdote irlandés. Todas las habitaciones con mobiliario y toda clase de objetos del siglo XIX. Entrada 0'9 €. Folleto muy completo en español (gratuito). Aprovecho para señalarles alguna falta ortográfica. El último propietario murió en 1962. La casa fue renovada para que sirviera de museo.

El Fuerte Frederik fue construido en 1799 por los ingleses para defender el río Baakens. La Torre Campanile es una torre de 51 metros de altura construida en 1820, cuando llegaron los colonos británicos. El Horse Memorial no lo veo por falta de tiempo. Otra muestra de la veneración que tienen los sudafricanos por su historia, de la que guardan toda clase de monumentos y recuerdos de cada uno de sus episodios. En este caso, homenaje a los caballos muertos en la segunda guerra anglo-bóer de 1899 a 1902.

Inicio el regreso andando al hotel. Me guío por las señales del aeropuerto, ya que el hotel está relativamente cerca. También por los edificios en los que me he ido fijando cuando fui con el taxi a la oficina de turismo. Ya cerca del hotel, visito el South End Museum. Vale poco. Mucho espacio dedicado a Gandhi. La entrada es gratuita, dejando alguna cantidad a la salida en forma voluntaria.

Llego finalmente al hotel, dejando pasmadas a las dos chicas de recepción, al decirles que he regresado solo, andando y que solamente me ha costado llegar desde el centro de la ciudad 45 minutos.


Martes 24 abril

Viene la guía de la segunda parte del viaje. Vive en Ciudad del Cabo. Ha tomado un avión allí a las 6:00 h. Al llegar a Port Elizabeth ha alquilado un coche, que dejará en Ciudad del Cabo. Mismo sistema de trabajo que Nely, en la primera parte del viaje.

Nacida en Sudáfrica. Sus padres eran alemanes, como también sus abuelos. Los abuelos emigraron a Paraguay al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Se establecieron en el campo, en medio de la nada. El hijo (padre de la guía) se casó con otra alemana y fueron a vivir a Sudáfrica. Pasaron los años y nació la guía. Cuando tenía un año el padre convenció a su mujer para satisfacer la ilusión de su vida, viajar en un velero por todo el mundo. Así lo hicieron ¡nueve años seguidos!. En el barco siempre los padres y la guía. Supongo que de vez en cuando trabajarían en alguna cosa al llegar a los puertos, porque nueve años son muchos para tener ahorros... cuando tenía cinco años, nació su hermana, y siguieron en el barco. Cuando la guía tenía diez años, los padres decidieron suspender la travesía para que las hijas fueron a un colegio. Fueron entonces con los abuelos, a Paraguay. Estuvieron siete años. Allí aprendió la guía el español. Al finalizar los siete años los padres e hijas volvieron a Sudáfrica. En la actualidad, la abuela, 72 años, sigue prácticamente sola en la granja. No quiere salir, pues allí está enterrado su marido. Allí pues morirá (sola).

Ingrid aprendió a hablar el Afrikáner en la calle, pero no lo estudió, es decir, no lo lee ni escribe. En cambio habla y escribe perfectamente el inglés, idioma universal en Ciudad del Cabo. Además lógicamente el alemán y español. Su obsesión es ahorrar dinero para viajar. Sin duda, ha heredado la vocación marina de las padres. Ya ha mirado varios hoteles en Londres. Irá el año próximo para trabajar. Como la habitación y comida es gratis, ahorrará la mayor parte de lo que gane. El inconveniente es su actual pareja. En Sudáfrica no encuentra trabajo, pues actualmente la casi totalidad de los puestos son ocupados por negros. Trabajar en Londres será problemático para el chico, pues solamente habla sudafricano.

Durante el trayecto vamos comentando las cosas a ver en Ciudad del Cabo. Fue de gran ayuda para organizar los tres días allí.

Jeffrey's Bay, a 45 kilómetros de Port Elizabeth. No nos detenemos. Es una localidad muy conocida por la calidad de sus olas para hacer surf. Lo típico de la ola que avanza en forma de gran tubo, yendo el surfista por el interior, sin que se le vea... La ciudad no empezó a formarse hasta 1894. Actualmente es un importante centro turístico.

Parque Nacional Costero Tsitsikamma. Situado en el extremo oriental de la Garden Route (Ruta Jardín), que recorre gran parte de la provincia vecina de Western Cape. Está a 190 km de Port Elizabeth y a 95 km de Knysna. Tsitsikamma significa aguas claras. Es parque nacional desde 1964 y protege 82 km de costa y 5 km en toda su longitud del mar, es decir, se adentra cinco km en el mar. Es la oferta de montaña, a diferencia de las playas de los enclaves de la Ruta Jardín. La vegetación es salvaje hasta prácticamente la orilla del mar. En total hay 8.500 Ha. de propiedad estatal, 24.000 Ha. de terreno privado y 34.000 Ha. de océano.

Paseo por el parque, desde la zona de cafetería y bungalows hasta la desembocadura del río Storms, siempre a la sombra por cruzarse por el bosque. Cómodo de andar por hacerlo sobre tablas, excepto en tramos en que se suben y bajan escalones, en ocasiones con fuerte altura. La desembocadura es cruzada por un puente colgante. Regresamos.

Dejamos el Parque. De camino hacia Knysna, paramos para ver la versión de puenting (en inglés Bungy Jump o Bungge Jump o Bungee Jumping). La utilización en España de puenting hay que reservarla para cuando verdaderamente es el salto al vacío desde un puente, no desde una grúa, globo, helicóptero, etc. Es el salto de mayor altura del mundo, 216 metros. Como no se puede andar por el puente, el Bloukrans River Bridge, se accede a la zona de lanzamiento por una especie de pasarela totalmente cubierta desde la orilla del puente hasta su parte central.

Hay un salto mayor, de 220 m, localizado cerca de Locarno en Suiza. En año 2005 se permitió durante unos días utilizar el puente colgante más alto del mundo, en Colorado, The Royal Gorge Bridge. El salto en este caso era de 321 m. En la actualidad, no se permiten los saltos. El puente se construyó en 1929, no para transporte, sino como simple atracción turística. Efectivamente, es uno de los puntos más visitado en Colorado. Por mi parte, me limité a comprar una camiseta con la vista del puente.

Llegada a Knysna. Hotel hecho totalmente de madera. La ciudad tiene 38.000 habitantes.

Paseo. Waterfront, es decir, una zona nueva de tiendas, restauranters, etc. a la orilla del lago. La escala con el Waterfront de Ciudad de Cabo, es de 1 a 100, pero si no se conoce el del Ciudad del Cabo...

Cada vez veo más semejanza entre Sudáfrica y Australia. Ambas jóvenes, el mismo espíritu competitivo, entusiasmo por los deportes al aire libre, plena conservación de la cultura inglesa, conservación de los juegos ingleses: cricket, polo, golf, futbol, vela, etc. La nación, simplemente, es la suma del espíritu de sus habitantes...


Miércoles 25 abril

George es una ciudad de 80.000 habitantes. Se encuentra 430 km al este de Ciudad de Cabo y 320 al oeste de Port Elizabeth. Ciudad muy extendida, de amplias arboledas y avenidas. Se encuentra a 8 km de la costa. La ciudad más poblada de la Ruta Jardín. Fundada en 1811. Tomó su nombre del rey inglés George III.

Catedral de San Marcos. En la puerta, dos señoras mayores que se ponen muy contentas de conocer a un luterano español (les digo que tal soy y se miran una a otra arreboladas). Como luego la voluntad es generosa, están a punto de besarme... La verdad es que la iglesia estaba agradable.

Llegamos a una de tantas granjas de avestruces, la Safari Ostrich Show Farm. Fue creada hace más de 40 años por Derek Fisch y posteriormente por Harry Lipschitz, dueños de la finca desde hace cuatro generaciones. Al llegar a la granja, nos recibe un guía argentino. Tiene 36 años y trabajando en la empresa desde hace 12 años. Datos que me proporciona: la pluviometría es de 240 mm anuales. La temperatura ha llegado a los 49ºC. La guía me dice que ella estuvo un día que hacía 46ºC. La granja tiene 2.500 avestruces y una superficie de 1.800 Ha.

Me invita Gastón a sentarme sobre un ave para hacer la inevitable foto. El turista sube unos escalones a cuyo final estará el cuerpo del animal, que entra en un entramado de madera que se va estrechando. Curioso que al animal le ponen una pequeña caperuza sobre la cabeza. Desde ese momento, desde que no ve, el ave se queda quieta y tranquila... Al final del entramado está el turista. Como no se mueve, es cuando se hacen las fotos. Curioso cuando previamente se ha subido Gastón y toma su cuello. Se podría hacer una madeja con él, pues las vértebras del cuello son totalmente flexibles.

Poco después llegó un grupo de turistas, y cuando son bastantes, los empleados se montan en los animales y hacen carreras para que hagan fotos. En la tienda, bastante grande, toda clase de cosas relacionadas con los avestruces: plumas, carteras, bolsos, libros, camisetas. Comemos en la granja, muy preparado. Tienen un buen negocio solamente con las comidas. Por supuesto, carne de avestruz. Muy buena.

Cango Caves. Llegamos cuando la visita ha comenzado, pero rápidamente nos unimos. Visita muy bien organizada. Estas cuevas son visitadas por 200.000 personas al año. Fueron descubiertas en 1780. Hasta hace poco, se celebraban conciertos de música clásica en la primera sala que se visita. Lo han tenido que suspender ante los daños causados a las estalactitas y estalagmitas.

Oudtshoorn. Después de alojarme en el Queen Hotel, voy a visitar la Town House Museum, situada enfrente del hotel, en la misma calle. En la ciudad, como en el campo, durante los años de las vacas gordas de las plumas, los propietarios de las granjas construyeron lo que se llamaba Palacios de las plumas, es decir, casas muy grandes, con mucho lujo, pues les entraba el dinero a chorros... Una parte de las casas las han transformado en museos con objetos de la época. La visitada fue construida en 1909. Al salir, doy un paseo, pero corto, pues la ciudad es pequeña, 66.000 habitantes, y además muy extensa, así que el centro se acaba pronto. Cuando regreso al hotel, me quedo en el jardín del hotel. Muy agradable.


Jueves 26 abril

Salimos a las 8:20 h. Habíamos quedado a las 8:00 h, pero se ha retrasado en la toma del coche.

Vamos a Ciudad del Cabo por el interior, es decir, por Klein-Karoo (Pequeño Desierto). Al norte del mismo está el Great-Karoo, que es mucho más grande y más seco...

Calitzdorp es una población de 4.500 habitantes. Dice la guía que la zona es famosa por sus vinos generosos, tipo Oporto. Como solamente veo dos mini-viñedos me quedo perplejo. La zona desde luego es casi desértica. Supongo que en el pueblo esté la bodega, pero la uva la llevarán de otro sitio.

Barrydale. En la localidad se ve un viñedo de unos 1.000 m2. Tampoco viene nada en la bibliografía vitivinicultura. Mucha extensión de árboles frutales, especialmente melocotoneros. Siguen viéndose las viñas, muy de vez en cuando, y eso que estamos en la Ruta 62, que es la famosa por cruzar los viñedos. No visité bodegas por falta de tiempo.

Montagu. 24.000 habitantes. Ciudad fundada en 1851. Paramos para tomar té con pastas en un ambiente muy británico.

Worcester. A 110 km de Ciudad del cabo. No paramos. Ya hay mucha viña. Curiosamente la mayor parte de 3-4 años, emparrada. No se ven viñas de edad. Lluvia intensa.

Ciudad del Cabo. Llegamos a las 14:00 h. Hotel muy bien situado, muy céntrico. Me despido de la guía.

Al igual que las demás ciudades sudafricanas, Ciudad del Cabo es a la vez europea y africana, una mezcla de ambos mundos y una de las ciudades más bellas del continente. Es el asentamiento más antiguo de Sudáfrica. Tiene fama de ser la más segura de África para los visitantes.

El centro. Muy pequeño, de la urbe se extiende al norte de la Table Mountain (Monte Mesa). La zona central, denominada City Bowl, acapara los puntos más atractivos de la localidad. El castillo de Buena Esperanza fue edificado entre 1666 y 1679 y es una de las construcciones de mayor antigüedad del sur del continente. El District Six Museum es un emplazamiento sencillo dedicado a los residentes de la otrora vibrante comunidad que fue arrasada por las excavadoras. El muelle de Victoria y Alfred se encuentra al norte del centro. Orientado para el turista, tanto nacional como extranjero, repleto de restaurantes, bares, locales de música, tiendas y un nuevo acuario. Los establecimientos cierran tarde, así que se puede ir a cualquier hora.

El teleférico del monte Mesa es una atracción obvia y popular, pero imprescindible. Cuando el cielo está despejado, las vistas desde la cumbre son muy buenas. Yo no pude subir por la climatología. Es decir, estaba el cielo totalmente cubierto.

El jardín botánico Kirtenbosch, en la ladera este del Monte Mesa, está dedicado a las plantas endémicas. La isla de Robben (o Seal) sirvió de cárcel a los presos políticos hasta la caída del Apartheid; su residente más famoso fue Nelson Mandela.

Comienzo las visitas a la ciudad: Gold of Africa Museum. Situado en un edificio histórico, en la calle Strand. La ciudad ha ganado al mar mucho terreno. Hace 100 años, la orilla del mar estaba en lo que hoy es la calle Strand... La casa, construida en 1781, que estaba pues a la orilla del mar, es la única que queda de entonces. Tiene una habitación en un piso superior, para ver con mayor facilidad la entrada y salida de los barcos en los tiempos que se construyó. El museo son joyas espectaculares, pero de África entera, no solamente de Sudáfrica. Koopmans de Wet House, en la misma calle del museo anterior, es una casa construida en 1763. Magnífica exposición de mobiliario, lámparas, etc. de la época. Marie Koopmans nació en 1834. Se casó en 1864, muriendo su marido en 1875. Marie vivió en la casa hasta 1906. La casa se habilitó como museo en 1914.


Viernes 27 abril

Castillo de Buena Esperanza. Entrada 2'2 €, pero por ser pensionista, aunque sea extranjero, 1'65 €. En la portería compro una hoja grande informativa sobre el castillo, en español. Entro a las 9:30 h. Toda la mañana la mayor parte del tiempo lloviendo fuerte, aunque de vez en cuando, y de repente, paraba unos minutos. Debía ser para coger fuerza. Comienzo, aprovechando la lluvia, visitando un museo de gran calidad. Después en un claro de agua subo a las partes superiores del castillo (realmente más bien un fuerte). Al llover, segundo museo. Se trata de las Guerras de los Bóers 1899-1902. También muy bueno con abundante exposición de lo que fueron esas guerras.

En una vitrina, el manuscrito del famoso (en Sudáfrica) poema titulado: I killed a man at Graspan, escrito por M. Grover, australiano, después de la batalla de Graspan el 25/11/1899, durante la Guerra de los Bóers. El soldado australiano había ido a Sudáfrica respondiendo a la petición de ayuda que el Imperio Británico había lanzado entre sus colonias. Lo consideraban una cosa parecida a alguien ha ofendido a mamá (Inglaterra) y todos los hijos (colonias) tenemos que salir en su defensa. Es lo que ocurrió en la Primera Guerra Mundial. El poema empieza y termina: «I killed a man at Graspan, I killed him fair in fight.. I killed a man at Graspan, My first and God! my last».

District Six Museum, que está muy cerca del castillo. Como dicen las guías: «Si Vd. Solamente puede ver una cosa en Ciudad del Cabo, vea esta». En 1966, en pleno apartheid, el gobierno clasificó el Distrito Seis donde vivían unos 50.000 negros desde hacia varias generaciones como área blanca. Lo que fue un distrito vital en pleno centro de la ciudad, desapareció en cuestión de días y en su lugar se intentó crear una zona residencial para blancos, que nunca llegó a establecerse. Hoy el museo recuerda lo que fue y lo que dejó de ser por la acción del gobierno.

El edificio se construyó en 1883 como almacén. Después se instaló allí una iglesia Metodista hasta 1966. El museo es una gran colección de paneles informativos, muchas fotografías, etc. En el centro del edificio, pintadas las calles que existían. En una especie de columna, las placas con el nombre de las calles. Las fotos muestran la pobreza de la gente del barrio. El gobierno no ofreció ninguna ayuda para ir a vivir a otro sitio, simplemente que se fueran. Ir a cualquier sitio era ir a mucho peor, pues todo sería muy caro para ellos, no podrían trabajar en la ciudad. Museo impresionante.

Victoria & Alfred Waterfront (nombre común Waterfront=Muelle). Se llama así en atención a la reina Victoria de Inglaterra y su hijo Alfredo.

Torre del Reloj, construida en 1882. Era la oficina del Capitán del puerto. Es el centro de Waterfront, que a su vez es una enorme superficie pensada para el ocio, todo tiendas, alimentación, etc. Desde luego el turista está contento, pues allí hay todo lo que pueda desear. Y los nativos pueden ir a comer o cenar a cualquier hora, pues los horarios son amplísimos... La zona es visita- da por 20 millones de personas al año. La temperatura muy buena. Me siento a tomar en una mesa exterior. Me dice el camarero que me siente mejor en otra mesa. Le digo que prefiero la elegida. Amén. A los cinco minutos empieza a llover. Donde me he sentado está semi protegida, y donde decía él, terreno seco... Termino abriendo al paraguas y tomando lo pedido bajo la lluvia.

Emprendo el regreso para llegar al hotel de día. Ningún incidente en las calles.

A unos metros de la puerta del hotel, entro un momento en el jardín que hay enfrente y, asombroso, todo el día sin poder hacer una foto de la montaña (Table Mountain), y en ese momento se han abierto un momento las nubes y la veo mal, pero veo la cima. La montaña tiene una altura de 1.000 m. Recibe el nombre por ser su cima plana.

Apenas quedan edificios antiguos en el centro.


Sábado 28 abril

Viene el minibús para hacer la excursión de día entero. Coste: 55 €. Hace varias paradas más para recoger a viajeros en diferentes hoteles. Se inicia el tour a las 9:15. Vamos siete personas de habla inglesa y dos de habla española, una señora de unos sesenta años, argentina, su padre de Zamora (España), y yo. Como de costumbre, aunque se diga que la mitad del tiempo a cada idioma, pronto la proporción es de cuatro a uno. Hace una larga explicación en inglés y un resumen en español. Menos mal que habla despacio y medio se entiende. El guía es a la vez conductor del vehículo. Lleva 32 años en el país.

Camps Bay, una zona de alto nivel. Las casas sobre la montaña, como no tienen carreteras para acceder, lo hacen por medio de funiculares privados. El capricho se paga ¡y mucho!. Las playas que pasamos, son pequeñas. El agua, como es la del Océano Atlántico, fría.

Llandudno. Seguimos en zona de glamour.

Hout Bay, paramos para hacer una visita optativa a las focas. Lo hacen dos chicas del grupo. El resto de los viajeros, damos un paseo por el puerto pesquero. Como curiosidad, hay un león marino en el muelle. Está esperando a que las personas que comercializan el pescado al por mayor, le echen pescados. Cuando ve que ya no le dan más, se vuelve de nuevo al mar. En un puesto de venta de huevos de avestruz me indican que los más baratos son los más aparatosos. Los hacen colocando láminas de Sudáfrica, de África, globos terráqueos, etc. y luego le dan una mano de barniz. Los caros son los que no tienen ningún color. Horadados con sumo cuidado y conservando el color propio del huevo. En cualquier caso, demasiado grandes para transportarlos.. Habrá que esperar a la clásica exposición de El Corte Inglés.

Pasamos por Noordhoek y por Ocean View, cuyos habitantes son la mayoría del District Six de Ciudad de Cabo. De dicho Distrito fueron expulsadas unas 60.000 personas.

Scarborough. Poco después llegamos a una granja de avestruces. Curiosamente, los precios en la tienda son más caros que en el Waterfront de Ciudad del Cabo. La gente no compra nada.

Cabo de Buena Esperanza. Se encuentra a 45 km de Ciudad del Cabo. El momento es mágico, a poco que te retires de los numerosos turistas. El cabo fue doblado en 1488 por primera vez por el portugués Bartolomé Dias en el frenético deseo de Portugal de llegar a la India e Indonesia para hacer el transporte de las especias por mar y no por tierra como hasta entonces había sido.

Bartolomé Díaz lo llamó Cabo de las Tormentas, por el tiempo que sufrió allí. Más tarde, Juan II de Portugal le dio su nombre actual, pues su descubrimiento permitía tener esperanzas de que Africa se pudiera bordear. Los portugueses, y en concreto Vasco de Gama (que lo pasó el 11 de noviembre de 1497), descubrieron que pasando este cabo, uno de los extremos más meridionales del continente africano, se podía seguir navegando hacia el este, hacia la India. ¡Al fin lo había conseguido Portugal!.

El guía da 30 minutos de descanso. Algunas personas suben en un funicular para ver el faro. Mal hecho, pues lógicamente el regreso sería problemático. Efectivamente, les tuvimos que esperar más de media hora. Eso sí, ninguna disculpa cuando llegaron...

El Cabo de Buena Esperanza no es el punto más meridional de África, sino que lo es el Cabo Agulhas, 50 kilómetros más al sur, pero la fama se la lleva el Cabo de Buena Esperanza. La mayor parte de los turistas va ahí y pocos al de Cabo de Agulhas. En este último cabo hay en pleno funcionamiento un faro construido en 1848.

Iniciamos la vuelta. En Simon's Town, comida rápida. Allí mismo está la segunda visita opcional: pingüinos. Van seis personas.

Jardines de Kirstenbosch. Llegamos con muy poca luz por estar nublado. Además están en la ladera de la montaña orientada al este, así que hay poca luz cuando el sol desciende por detrás de la montaña. Aquí se trata de conservar las plantas, no se renuevan nunca. Los jardines tienen una extensión de 36 hectáreas con 4.500 plantas cultivadas. Se estableció en 1913 y la extensión total es de 528 hectáreas, fundamentalmente bosque. Vemos lo poco que se puede.

Admirable la avenida de los árboles de alcanfor. Su madera es fácil de pulir, empleándose para muebles, ebanistería y acabados interiores de edificios. Por destilación de su madera y de las hojas se obtiene el alcanfor, empleado en medicina antiséptico y antireumático. Antiguamente, era el árbol productor de alcanfor hasta que se sintetizó químicamente. El árbol es originario de China y Japón. Inevitable recordar el chiste: «Llega un hombre a una droguería y dice: Deme una bolsita de bolas de alcanfor. Al rato llega el mismo hombre a la droguería. Deme dos bolsitas más de bolas de alcanfor. Una hora más tarde vuelve y pide. Deme usted una caja entera de bolas de alcanfor. Pero, ¿para qué quiere usted tantas bolas de alcanfor? . Es que al abrir el armario he visto una polilla. Pero hombre, con una bola o dos hubiera tenido suficiente. Eso será usted, que tendrá muy buena puntería».


Domingo 29 abril / Lunes 30 abril

Desayuno a las 7:00 h. El taxi viene según acordamos, a las 7:15 h., y me deja al lado de la Torre del Reloj (precio 6'7 €). Nadie en la calle.

Robben Island es una isla en Table Bay, a 12 km de la costa de Ciudad del Cabo. El nombre en holandés significa isla de pinnípedos. La isla es prácticamente redonda, con un diámetro de aproximadamente 1 km. Plana y elevándose unos pocos metros sobre el nivel del mar.

Desde finales del siglo XVII, Robben Island ha sido utilizada para aislar a ciertos grupos de personas, en la mayoría de los casos prisioneros; en un principio sus primeros habitantes de forma permanente fueron líderes nativos de las colonias holandesas; sobre todo de Indonesia. La isla fue utilizada como colonia de leprosos entre 1836 y 1931. Sin embargo, su fama reciente le viene por haber sido durante parte siglo del XX una prisión en donde estuvieron detenidos prisioneros políticos del régimen del apartheid. Entre esos prisioneros se destacan Nelson Mandela, Walter Sisulu, Govan Mbeki y Robert Sobukwe. En la actualidad, con la prisión clausurada, y habiendo sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la isla se ha convertido en un gran destino turístico.

Abren las taquillas a las 7:30 h. La embarcación sale a las 8:00 h para visitar. Regreso a las 11:00 h. En ventanilla presento la Visa y el DNI. La entrada está comprada por Internet. Todo en orden. Coste: 16'5 €. Esperamos en una sala con carteles sobre la isla. En el centro, objetos de los prisioneros. La cárcel se arregló en 1961 para presos de máxima seguridad. Utilizada para prisioneros políticos y comunes, todos juntos. En 1977, ante el clamor mundial, se permitió una visita a la prensa.

A las 7:55 h anuncian la suspensión de la travesía y visita de la isla por el mal tiempo. La suspensión es para todo el día. Fila para devolver el dinero. En mi caso lo ingresarán en la Visa. Visto el panorama de domingo, todo cerrado menos las tiendas de Waterfront, etc, decido ir de nuevo a los Jardines de Kirstenbosch, ahora que tengo todo el día. Aprovechando la información que tenía de los autobuses que recorren la ciudad y barrios, vías azul y roja, decido coger el azul, que va a los jardines, a las 9:50 h. La línea azul tarda dos horas y media en dar la vuelta. El autobús línea roja, una hora, por ser un recorrido más urbano. Se puede uno bajar en cualquier parada y cogerlo otra vez en los horarios establecidos, incluso cambiar de línea en las paradas comunes. Doy una vuelta hasta esa hora. La parada la tienen en la Torre del Reloj (todo bien organizado...). Se inicia el recorrido. El guía es en inglés. Da mucha información. A la vuelta, al decirle que era español, me da una buena información en español. A dos alemanes, en su idioma. En esos momentos éramos los únicos viajeros. A medida que se acercaba a la ciudad había más movimiento.

Pasamos por el hospital donde en 1967, el profesor Christian Barnard (1922-2001), realizó el primer transplante de corazón del mundo. ¡Qué revolución mundial se organizó!. El primer paciente transplantado murió a los 18 días (rechazo de corazón). El segundo ya vivió 19 meses. Barnard Realizó 140 transplantes, retirándose en 1983 por padecer de artritis en las manos. Vivía en Austria y falleció en Chipre a los 78 años.

Nada más llegar a los jardines (parada número 20 de la línea del autobús) empezó a llover intensamente. En la entrada, puerta número 2 por la que accedo (ayer lo hice con el grupo por la puerta 1, hay una zona para la venta de plantas. Precio de la entrada al jardín: 3 €. Mi paraguas se rompe por el viento y la lluvia. Voy a la puerta 1 para ver si venden paraguas, pues sino me tengo que ir... No venden, pero me dejan uno de los suyos, de los que utilizan los empleados, grande y fuerte. Menos mal. No dejo ninguna señal. Simplemente, se fían.

Repito al principio el recorrido del día anterior con el grupo. Luego hago el recorrido número 2 del plano que titula Braille Trail (sendero Braille, pues la información la repite en cada punto en caracteres Braille para ciegos). La información está cada 10 metros, explicando cosas de las hojas, de las ramas, etc. El suelo ha dejado de ser de baldosas y es de trozos de corteza de pinos. Fue lo que más me gustó, por lo didáctico.

En local semi cerrado, una magnífica colección de plantas crasas, bulbosas, etc. Muy bien explicado. En el centro de la gran exposición, un baobab, originario de África tropical. Lo llevaron desde 2.000 km. Tiene unos 100 años, pesando al llevarlo 7 Tn. Se ha recuperado totalmente de la poda para el transplante, todo verde.

Devuelvo el paraguas. Vuelvo a la puerta dos para tomar el autobús. Había dejado de llover. Viene el autobús. Al llegar a la parada 23, Hout Bay, hay un tiempo libre de 20 minutos en Mariner's Wharf. Un sitio muy agradable. Una tienda de venta de conchas espectaculares. Lástima el problema del transporte. Siguiendo el itinerario, pasamos por los viñedos de Constantia. Allí se iniciaron las plantaciones en Sudáfrica. Llego el autobús a la parada número 1. Fin del recorrido. No encuentro la Torre del reloj, así que pregunto a un policía y me lleva hasta que la veo. Empiezo de nuevo el regreso andando al hotel. Tardo 40 minutos. La única novedad, la petición en dos ocasiones de algunas monedas. Nada de importancia.

A las 19:00 vienen a buscarme para ir al aeropuerto. La guía y conductora es hija de alemán y colombiana. El estacionamiento del aeropuerto está en obras. Hay que dejar el coche lejos de la puerta de entrada. Para aliviar un poco la situación hay unos cuantos cochecitos con un conductor, que toman las maletas y pasajeros de donde se deja el coche hasta la puerta.

La señora me acompaña y se queda hasta que la maleta está facturada. Servicio completo. El aeropuerto es de tamaño medio. El de Johanesburgo es bastante mayor. La salida del avión es a la hora exacta, a las 23:25 h. Distancia a Amsterdam: 9.700 km.

El avión aterriza en Amsterdam a las 10:35 h del día siguiente, lunes. Tiempo de vuelo: 11 horas. Luego vuelo Amsterdam-Madrid.


Diario de un viaje de 16 días a Sudáfrica - Rufus T. Firefly [2014]