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Bandera de Sudáfrica

SUDÁFRICA

Diario de un viaje de 16 días a Sudáfrica

Rufus T. Firefly
Published on Data viatge: 2014 | Publicat el 11/12/2014
Darrera actualització: 04/2022
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Introducción

Todos tenemos en la mente las imágenes de los levantamientos de Soweto en los años 80 y también la idea preconcebida de que Sudáfrica es un país peligroso.

Sin embargo, no lo es más que España. No se debe salir por la noche solo por algunos barrios de Johannesburg, ni exhibir dinero ni dejar el coche abierto o con pertenencias a la vista, como en Madrid, Berlín o Milán.


Ficha técnica del viaje

Fechas del viaje

Del 18 de abril al 4 de mayo de 2014.

Itinerario

Día 1: Vuelo desde Europa vía Doha
Día 2: Johannesburg
Día 3: Johannesburg: visita a SoWeTo, museo del Apartheid
Día 4: Johannesburg: tour en bici del township Alexandra
Día 5: Johannesburg: Constitution Hill, Cradle of Humankind
Día 6: Llegada a Nelspruit, junto al PN Kruger.
Día 7: PN Kruger: noche en campo Skukuza
Día 8: PN Kruger: noche en campo Satara
Día 9: PN Kruger - Graskop
Día 10: Vuelta a Johannesburg, vuelo a Cape Town
Día 11: Cape Town: visita Robben Island y Waterfront
Día 12: Cape Town: visita museos District Six, Bo Kaap, Historia Natural
Día 13: Cape Town: alquiler de coche, visita del valle del vino
Día 14: Cape Town: visita Cabo Agulhas
Día 15: Cape Town: visita península de Cabo de Buena Esperanza
Día 16: Vuelos de vuelta a Johannesburg y Europa

Dinero

La moneda oficial en Sudáfrica es el Rand. El cambio, en las fechas de este viaje, estaba a unos 16 Rand por euro.

El billete más grande es de 200 Rand. Los cajeros dan un máximo de 2.000 Rand.

Una comida suele costar unos 100 Rand, es decir, unos 6 euros; entrar a los museos entre 40 y 100 Rand, y al Parque Nacional Kruger 250 Rand por día y persona.

Los hoteles empiezan en unos 600 Rand, pero por 1.000 Rand (unos 70 euros) hay habitaciones que envidiarían muchos hoteles europeos. Los bungalows del Parque Nacional Kruger (con cocina, nevera, baño completo, aire acondicionado, parking, barbacoa) cuestan 1.000 Rand para dos personas.

El litro de gasolina no llega a un euro.

Coste del viaje

+ 700 € (vuelos Europa - Johannesburg, con Qatar Airways)
+ 200 € (vuelo Johannesburg - Ciudad del Cabo, con SouthAfricanAirways)
+ 175 € (alquiler coche grupo D, con cambio automático: 40 €/día + gasolina)
+ 550 € (promedio hoteles: 70 €/día, incluye desayuno (salvo en Kruger), wifi (salvo en Kruger), parking)
+ 160 € (promedio comidas: 10 €/día)
+ 75 € (entradas a Parques Nacionales: entre 2 (Bo Kaap, District Six) y 20 (Kruger) euros por persona)
= 1.850 € (total per persona)

Transporte

Autobús. Hay taxis compartidos por todos lados, con un complejo sistema de señales para pararlos. Es el medio de transporte más barato, pero hay que conocerlo bien y saber dónde va y dónde se quiere ir.

En Cape Town hay una red de autobuses que parece bastante fiable, pero no subimos a ninguno. En Johannesburg y Cape Town hay autobús turístico (de los de dos pisos, la mitad del de arriba descubierto) que se paga un billete al día y se puede subir y bajar cuando se quiera. Más barato que en otras ciudades, muy útil para moverse por las zonas turísticas.

Tren. En Johannesburg hay un tren llamado Gautrain desde el aeropuerto hasta el centro, muy útil si se tiene el hotel cerca de una estación. Entre Johannesburg y Cape Town hay un tren diario, más caro y más lento que el avión. Sólo recomendable si se tienen muchos días.

Avión. Varias compañías aéreas vuelan por todo el país: Kulula, Mango y South African Airways. Unos 200 euros el trayecto de ida y vuelta por persona entre Johannesburg y Cape Town.

Alquiler de coche. En general, fuera de las ciudades el transporte público es inhabitual, de irregular calidad y poco conocido, incluso por los propios locales. Se vive en coche, igual que en EE.UU. o Australia, por poner dos ejemplos. Por esta razón, en todos los hoteles tienen excursiones organizadas a todos los sitios turísticos, y hay sitios que no están muy bien señalizados para llegar.

Por ello, una opción a tener en cuenta en Sudáfrica es el coche de alquiler. Nosotros alquilamos dos veces, una en cada ciudad. El papeleo y la gestión para alquilar un coche es mucho menor que en Europa.

Se conduce por la izquierda. Para quien no esté acostumbrado, una recomendación: alquilad un coche automático y al menos os evitáis tener que aprender a cambiar con la mano izquierda.

Los GPS tienen un mapeo completísimo y actualizado (incluyendo el interior de los parques) y todas las compañías los alquilan a menos de 5 euros al día. Nota: Google Maps no funciona muy bien offline, y el roaming es caro. La wifi gratuita existe en los hoteles y el interior de algún museo.

Idioma

Aunque en Sudáfrica hay 11 idiomas oficiales, el inglés es la lengua franca común. Todos los sudafricanos lo hablan, y todos como segunda lengua (lo que es una ventaja para entenderles y que le entiendan a uno).

El español, incluso entre los recepcionistas de los hoteles, es muy raro.


DIARIO DE UN VIAJE DE 16 DÍAS A SUDÁFRICA

Día 1: Vuelo desde Europa a Johannesburg

El vuelo es con la compañía Qatar Airways, reservado en su misma web tras comparar muchas compañías aéreas y diferentes fechas.

Pese a que el viaje a Johannesburg con esta compañía nos supuso tres vuelos (vía Frankfurt y Doha), todos van en la misma reserva, por lo que si se retrasa uno, la compañía se encarga de todo.

Pese a todo, es conveniente dejar al menos dos horas de tiempo en cada aeropuerto, por las colas pero también para dar tiempo a la maleta a pasar de un vuelo a otro

En el aeropuerto de Frankfurt hay una hora de wifi gratis, mientras que en el de Doha no hay límite.


Día 2: JOHANNESBURG

Imagen del barrio de Melville
Imagen del barrio de Melville

Llegamos a Johannesburg (abreviado Joburg) y nos recoge un taxi que hemos pedido directamente al hotel.

Es un poco más caro (400 rand, unos 30 euros) que un taxi normal (unos 25 euros), pero sabe perfectamente dónde está el hotel y el precio está prefijado.

El hotel, muy recomendable y con el mejor baño nunca visto (con patio privado), se llama Motel Mi Pi Chi.

Está en un barrio residencial llamado Melville, también muy recomendable y donde se puede salir caminando por la noche a cualquier restaurante a cenar, como por ejemplo los restaurantes Lucky Bean y Catz Pyjamas.

Con el hotel y el mismo conductor del taxi contratamos las visitas de SoWeTo y Cradle of Humankind para los días siguientes.


Día 3: JOHANNESBURG: VISITA A SOWETO, MUSEO DEL APARTHEID

SoWeTo es el acrónimo de South Western Township, o barriada suroeste.

Dicho así, parecerá un sitio más, pero tiene más de cuatro millones de habitantes y es realmente un grupo de 49 barrios, algunos residenciales y caros, otros realmente de barracones.

Han pasado 20 años desde el fin del apartheid, pero la propiedad de la tierra adquirida por los blancos no cambió, y las generaciones no blancas alcanzan ahora la clase media. En SoWeTo hay mayoría de casas unifamiliares con jardín y antena parabólica, pero también hay muchas en las que el agua, los baños o la electricidad son compartidos.

La nueva constitución sudafricana garantiza una vivienda digna, pero esto cuesta dinero y no se provee de un día para otro, hay familias que esperan años.

En SoWeTo, además del Soccer City (donde marcó Iniesta el gol en la final del Mundial) también hay una olvidada torre en honor a Oppenheimer, un alemán que se hizo rico con el oro y diamantes sudafricanos y quiso corresponder dando 6 millones de libras (de principios del siglo XX) con las que se construyeron 15.000 viviendas, cuatro barrios completos.

Por la tarde vamos al Museo del Apartheid, donde apenas hay objetos expuestos: todo son vídeos y multitud de información sobre esta abominable legislación, en vigor hasta 1994. Es tan interesante que tras tres horas y media no lo terminamos.


Día 4: JOHANNESBURG: TOUR EN BICI DEL TOWNSHIP ALEXANDRA

En bici por Alexandra
En bici por Alexandra

Encontramos a Jeff Mulaidzi por internet y contratamos un tour de 2 horas y media (300 rand) por Alexandra, un township o bidonville propiamente dicho.

Las bicis las pone él, y también toda la información por el camino.

Es toda una experiencia, muy recomendable. Por 300 rand adicionales, Jeff viene en coche a recogernos al hotel y luego nos trae de vuelta.

Hay cuestas y algún camino no asfaltado, pero si no llueve no es difícil, y siempre es posible echar pie a tierra que Jeff te espera. Si llueve es mejor ir a museos.


Día 5: JOHANNESBURG: CONSTITUTION HILL, CRADLE OF HUMANKIND

Este día demuestra que con nuestra excursión personalizada tenemos más flexibilidad, porque llegamos al museo de Orígenes de la Humanidad a las 9 y han cambiado el horario: abren a las 10.

Entrada de la Corte Constitucional
Entrada de la Corte Constitucional

Así que nos vamos a la Constitution Hill. Allí hay una antigua cárcel del apartheid por la que pasaron desde Gandhi (en su juventud, y sí, el apartheid ya existía antes de ser legislado) hasta el mismo Nelson Mandela.

Fue parcialmente demolida en los 90, y con sus ladrillos hicieron una Corte Constitucional cuyas puertas siempre están abiertas a cualquiera, incluso cuando hay juicio, y que tiene ventanas a la calle (ambos con ánimo de transparencia).

La visita guiada está incluida en el precio y es impresionante pasar de una antigua cárcel jaula ni para animales a un edificio tan simbólico.

También nos explican parte de la nueva Constitución Sudafricana, de la que presumen como la más avanzada del mundo, basada en la Carta de los derechos fundamentales del hombre redactada en los años 50.

Después volvemos al Museo de Orígenes de la Humanidad, que tiene cráneos de australopiteco originales que no están en Maropeng, fuera de la ciudad. Este museo es mucho menos interesante, con mucha información de los bosquimanos, de quienes se sabe que mantuvieron ADN y costumbres cercanas al homo sapiens original.

También vamos a las Sterkfontein Caves, lugar donde se encontraron los australopitecos (quienes cayeron por una sima y no pudieron salir), con pasos muy estrechos por los que hay que gatear, pero información escasa; y más tarde visitamos una antigua mina de oro, clave en el desarrollo en los dos siglos pasados de Sudáfrica.

Día 6: JOHANNESBURG - NELSPRUIT

Recogemos el coche de alquiler (un Nissan Tiida automático, similar a un VW Polo pero con maletero separado).

Tras repetirnos varias veces la frase "por la izquierda, se va por la izquierda" nos hacemos enseguida con el coche y salimos hacia Nelspruit, ciudad situada junto a la entrada del Parque Nacional Kruger.

Tras un trayecto de 300 km llegamos a Nelspruit por la tarde y nos alojamos en el fantástico Utopia in Africa Guest Villa. Puesto que tenemos vistas sobre el parque y al día siguiente hay que madrugar, pasamos allí la tarde.


Día 7: P.N. KRUGER: NOCHE EN CAMPAMENTO SKUKUZA

Entramos en el P.N. Kruger por la puerta de Malelane. Como hemos reservado el bungalow desde casa (muy fácil: fotos, mucha información, se paga con tarjeta o transferencia) sólo hay que pasar por el mostrador a anunciar la entrada.

Antílope gran Kudú (P.N. Kruger)
Antílope gran Kudú (P.N. Kruger)

Conduciendo despacio por el parque nos encontramos poco a poco con elefantes, jirafas, impalas, babuinos... a veces más ocultos, a veces en el mismo centro de la carretera.

Es como un zoo pero al revés, el que está encerrado es el humano (en el coche).

Kruger es grande como toda la Comunidad Valenciana (y de una forma alargada de sur a norte similar). Y a un máximo 50 km/h, en la práctica mucho más lento para poder ver animales, la distancia a los campamento hay que medirlas muy bien, pues cierran a una hora exacta y ni un minuto más.

En el campamento Skukuza nos esperan, nos dan la llave y un mapa del campamento, y el bungalow, junto a la valla, es realmente como una habitación de hotel.

La organización del campamento es realmente impresionante: no sólo hay al menos cuatro excursiones organizadas al día, sino que hay gasolinera, cajero, restaurante, tienda, ... en otros campamentos hay hasta piscina.

Y sin embargo, en todo momento, y sobre todo por la noche, tiene uno la impresión de estar en medio de la sabana.

A la caída de la noche hacemos una salida organizada con guía, donde no podemos elegir hacia dónde ir, pero tiene tres ventajas: no hay que conducir, es en horario nocturno (con coche propio sólo se puede salir de día) y los conductores se llaman entre ellos cuando avistan algún felino, los más reacios a ser encontrados.


Día 8: P.N. KRUGER: NOCHE EN CAMPAMENTO SATARA

Rinoceronte en el retrovisor (P.N. Kruger)
Rinoceronte en el retrovisor (P.N. Kruger)

Pasamos todo el día de hoy en Kruger.

En dos días en el parque vemos todos los animales esperados y más, salvo dos de los más raros: el leopardo y el guepardo.

Impresiona ver un rinoceronte pasar a cinco metros de distancia. Kruger, y las reservas en Sudáfrica en general, merecen realmente la pena el viaje.

El trayecto entre los campamentos de Skukuza y Satara nos lleva todo el día, unos 140 km.

Por el camino vemos leones comiendo un antílope, cocodrilos tomando el sol, hipopótamos discutiendo, elefantes enfadados, ...


Día 9: P.N. KRUGER - GRASKOP

Salimos del parque Kruger por la puerta de Orpen y llegamos al pequeño pueblo de Graskop pasado mediodía.

Pasamos la tarde visitando el cañón del río Blyde, el tercero más grande del mundo, con cascadas y raras formaciones montañosas en buena parte de su recorrido.

La noche la pasamos en Mulberry Suites, el sitio que menos nos gustó de todo el viaje: camino no asfaltado de 3 km (impracticable si ha llovido). Además, es self-catering, es decir, hay que llevarse toda la comida, aunque allí tienen cocina, frigorífico, sartenes y cubiertos.


Día 10: GRASKOP - JOHANNESBURG - CAPE TOWN

Desde Graskop volvemos a Johannesburg y dejamos el coche de alquiler en el aeropuerto para coger el vuelo a Cape Town (Ciudad del Cabo).

Llegados al aeropuerto de Cape Town nos espera de nuevo el transporte que hemos pedido al hotel.

En el hotel Antrim Villa pasamos seis noches y es muy recomendable. En la web no tenían disponibilidad en las fechas requeridas, pero aun así les escribí un email y dijeron que sí.


Día 11: CAPE TOWN: VISITA ROBBEN ISLAND Y WATERFRONT

Imagen del Waterfront de Cape Town
Imagen del Waterfront de Cape Town

Este día era lunes y festivo: el día anterior había sido el Freedom Day, conmemorándose el 20 aniversario desde las primeras elecciones democráticas, las que ganó Nelson Mandela.

Todo en el centro estaba cerrado, pero no el Waterfront.

Hace unos años los propietarios de la deprimida zona portuaria vendieron los terrenos a empresarios del ocio, y la cosa salió bien: ahora está lleno de restaurantes, tiendas para turistas y centros comerciales.

Además, ha mantenido el tráfico de personas y mercancías en el puerto, lo que ha sido probablemente la razón de su éxito.

Desde allí mismo reservamos la visita (250 rand, ferry incluido) a Robben Island, la isla prisión donde Mandela estuvo 19 de los 27 años que pasó entre rejas.


Día 12: CAPE TOWN: VISITA MUSEOS DISTRICT SIX, BO KAAP, HISTORIA NATURAL

Primer y único día de lluvia, lo que nos invita a visitar museos en Cape Town. Para ir de uno a otro y conocer mejor la ciudad cogemos el autobús turístico CitySightseeing Cape Town.

El primer museo que visitamos es el Museo de Sudáfrica, de hecho de historia natural, con multitud de animales disecados y esqueletos de ballenas. Hay mucha información, con itinerarios según el tema que más le guste a uno (antropología, mamíferos, mar) y muchos puestos interactivos para niños y adultos. Incluso hay banda sonora central, con ballenas. Un museo muy interesante.

Colorido en el barrio de Bo Kaap
Colorido en el barrio de Bo Kaap

Después vamos a District Six, un museo que muestra cómo sus habitantes fueron expulsados durante el apartheid por un supuesto plan urbanístico ideado por Le Corbusier.

Obviamente sólo los no blancos debían irse, sin previo aviso y sólo a townships (sin agua ni electricidad). Todo completamente legal y democrático, eso sí, con camión de mudanza pagado por el gobierno.

El museo es pequeño, una antigua iglesia, pero es impresionante, multitud de testimonios, incluido el señor de la tienda de recuerdos. Preguntadle algo y veréis.

El último es el museo de Bo Kaap, con algo de información sobre el barrio, pero sobre todo del carnaval que se celebra cada 2 de enero en Ciudad del Cabo, único día en que los esclavos libraban de trabajar. Merece más la pena el colorido barrio en sí que el propio museo.


Día 13: CAPE TOWN: VISITA DEL VALLE DEL VINO

Parte del menú de degustación en el África Café
Parte del menú de degustación en el África Café

Alquilamos un coche en el centro de Cape Town (que luego devolveremos en el aeropuerto). De nuevo, coche con cambio automático: un Honda Jazz de la compañía Avis.

Visitamos el valle del vino, yendo, por ejemplo, a Stellenbosch y a Franschhoek.

Las visitas guiadas y las catas que encontraréis en la zona no sorprenderán a los europeos, y las ciudades en sí tampoco. Estética y nombres franceses, y tratamiento del vino similar. Los precios y sabores, sin embargo, son diferentes.

Por la noche vamos a cenar al Africa Café, donde tienen un menú fijo (a 250 rand por persona, el más caro de todo el viaje) de 14 platos degustación de toda África, de los que se puede repetir.

Este es otro lugar de los que merece la pena, con aparcamiento enorme en la misma puerta a tarifa fija toda la noche, 30 rand (se paga al salir).


Día 14: CAPE TOWN: VISITA CABO AGULHAS

Índico a un lado y Atlántico en el otro (Cabo Agulhas)
Índico a un lado y Atlántico en el otro (Cabo Agulhas)

Estar con un pie en cada océano (izquierdo en el Índico, caliente y tranquilo; derecho en el Atlántico, helado y blanco de espuma) tiene un precio: conducir 3 horas desde Cape Town hasta el Cabo Agulhas, el lugar más meridional de todo África.

Pero merece mucho la pena. El faro se puede visitar, tiene un pequeño museo y se puede subir (no si se tiene vértigo).

De vuelta a Cape Town paramos en Hermanus con la esperanza de ver ballenas, ya que es uno de los pocos lugares del mundo donde se pueden ver desde una terraza en tierra. Pero sólo vienen de junio a diciembre y es mayo.

Vimos delfines y un atardecer espectacular. La población de Hermanus está a unos 115 km al sudeste de Cape Town.


Días 15-16: CAPE TOWN: VISITA CABO DE BUENA ESPERANZA Y TABLE MOUNTAIN / Regreso a casa

Último día de este viaje a Sudáfrica.

Vamos al Cabo de Buena Esperanza, más emblemático que el Cabo Agulhas, y mucho más espectacular y atestado de gente. Se puede subir al faro en tren cremallera o andando (camino fácil, 20 minutos, con vistas impresionantes).

Vista sobre Ciudad del Cabo desde Table Mountain
Vista sobre Ciudad del Cabo desde Table Mountain

De vuelta a Cape Town está la playa Boulders, con una colonia de pingüinos africanos. Otro lugar que no hay que perderse.

Terminamos subiendo a la Table Mountain, símbolo y lugar más visitado de Sudáfrica.

Es, como su nombre en inglés indica, una mesa, una montaña de cumbre plana a la que se sube en teleférico, a unos 1.000 metros de altura, y sobre la que se puede andar (las rutas son fáciles), las vistas son aún más impresionantes.

Sólo tiene un problema: hay miles de personas a todas horas y la cola está garantizada.

Al día siguiente vamos al aeropuerto de Cape Town, donde devolvemos el coche de alquiler y tomamos un vuelo a Johannesburg. En este aeropuerto tomamos el vuelo internacional de regreso a Europa.


Relat d'un viatge a Sud-àfrica - Graciano [2007]
Freedonia S.A. - Texto, fotos y reflexiones originales en el blog del autor de este relato.