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PORTUGAL

Diario de viaje a las islas Azores, un lugar de gente encantadora

Txomin Ruiz
Published on Data viatge: 2017 | Publicat el 02/02/2018
Darrera actualització: 04/2022
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Introducción

Las islas Azores forman parte de nuestras vidas desde hace décadas y su nombre nos acompaña en los mapas y pronósticos del tiempo. Además su sola mención evoca la llegada del buen tiempo, en forma de anticiclón.

El archipiélago de las Azores comprende un total de nueve islas repartidas en tres áreas distintas: la oriental (São Miguel y Santa María), la central (Terceira, Graciosa, São Jorge, Pico y Faial), y la occidental (Flores y Corvo).

Nosotros volamos a Ponta Delgada, la capital de las Azores y que se encuentra en la isla de São Miguel, con el propósito de visitar las islas de Pico, Faial, São Jorge y São Miguel.

Azores no es un destino masivo y eso nos atrajo enseguida a la hora de elegir el punto vacacional de este año. Aunque noviembre no es la mejor época para visitar las islas, no obstante ofrecen cosas muy interesantes para ver y no acabarán defraudando al viajero.

Son muchas las cosas para hacer y ver en estas islas: desde la posibilidad de hacer paseos y excursiones, hasta la oportunidad de ver delfines, cachalotes y ballenas en sus rutas migratorias, vivir la sensación y experiencia de sentirse un pájaro volando en parapente (o eso pensábamos), y disfrutar de un verde e increíble paisaje que nos recuerda a la mismísima Irlanda.


Notas del viaje

Fecha del viaje

Del 2 al 19 de noviembre de 2017.

Transporte

Avión. Hay que señalar que volar a las Azores no resulta tan fácil como pudiera parecer sobre el papel. La elección del vuelo, por las continuas oscilaciones de precios (hasta 100 € más desde que miramos los pasajes, unos dos meses antes, en agosto de 2017), siempre al alza.

Y además con el mosqueo añadido de tener que pagar por tu maleta o bulto facturado (jamás me había ocurrido que un equipaje en bodega no estuviera incluido en el precio del billete).

Vimos que sólo había dos aerolíneas que cubrían el trayecto desde Madrid a Ponta Delgada, con escala en Lisboa: Ryanair y TAP Air Portugal. A pesar de ser más cara nos decantamos por ésta última.

El personal de la compañía TAP resultó simplemente encantador, que nivel, ya que tuvieron incluso el detalle de esperarnos en la escala en Lisboa, debido a un retraso en la salida de Madrid y en volandas nos acercaron hasta el autobús en la pista. Algunas caras hablaban por si solas.

Coche de alquiler. Para moverses por las islas recomiendo encarecidamente el alquilar un coche: sale a muy buen precio y te permite conocer cada isla a tu aire. El precio a pagar en nuestro viaje rondó los 42-43 euros diarios por un coche modelo Peugeot 208. Podemos ahorrar en torno a unos 3 o 5 € si alquilamos un coche más pequeño, tipo Clio o Fiat, pero no merece la pena.

En el mismo aeropuerto de Ponta Delgada, por ejemplo, hay hasta un total de siete agencias. Señalar, por último, que en función del periodo del número de días de alquiler contratados el precio se reduce y sale más a cuenta.

Ferrys. Para moverse entres las distintas islas del archipiélago la principal opción es la compañía de ferries Atlantic Line. Algunos precios orientativos son los siguientes:

- Madalena (isla de Pico) - Velas (isla de São Jorge): 21 € ida/vuelta

- Madalena (isla de Pico) - Horta (isla de Faial): 7,20 € ida/vuelta (30 minutos)

Hay una promoción, llamada Triangle, para la visita conjunta de las islas Faial, Pico y São Jorge (preguntar).

Alojamiento

En las islas Azores hay decenas de alojamientos y de diferente categoría. Yo priorizo siempre su ubicación en el centro de la ciudad o lo más cercano a este.

¿Hotel o apartamento?... Esta es una muy buena pregunta. Si se da el caso de que somos más de dos personas, nosotros nos quedamos siempre con la segunda opción porque sale más a cuenta.

Para encontrar alojamiento el portal Booking.com funciona estupendamente y te permite valorar o tener en cuenta otros parámetros, como por ejemplo la distancia del alojamiento al centro de la ciudad o la la puntuación otorgada por los clientes, y todo ello sin olvidarnos del factor precio.

Otros consejos prácticos

• Si se opta por viajar a las Azores fuera de la temporada alta se notará bastante en el precio a pagar por todos los servicios, sensiblemente más bajos, aunque sea a costa de tener una temperatura ambiente más templada, en torno a los 18 o 19 grados, no bajando de 15 grados durante la noche, o sea tolerable.

• Conviene extremar la precaución si se viaja de noche por carreteras del interior de las islas, dada la baja visibilidad en algunas zonas y la presencia de rebaños de vacas deambulando a sus anchas por mitad de la carretera y que sólo son visibles unos metros antes de toparse con ellas. En una de las ocasiones el susto que nos pegamos, conduciendo nuestro opel Corsa, fue mayúsculo.

• Los precios en las islas Azores son un poquito más bajos que en España. Por ejemplo, pagando un café con leche cuesta 60 céntimos de euro.

• Hay mucha variedad de cervezas portuguesas para poder beber.

• Para un caso de necesidad conviene saber que en Ponta Delgada hay un establecimiento Decathlon, donde es posible proveerse de calzado, ropa y complementos.

• Todo un auténtico rosario de juegos y lotos, imposibles de entender y seguir, llaman la atención al visitante, así como el elevado número de establecimientos (tiendas, estancos y bares), donde es posible adquirir desde un rasca y gana, hasta sellar la quiniela mas inverosímil.


Diario de viaje a las Islas Azores

PONTA DELGADA Y LA ISLA DE SÃO MIGUEL

Nuestro alojamiento en Ponta Delgada, en la isla de São Miguel, fue el Hotel Ponta Delgada, de tres estrellas y situado a sólo 600 metros del centro. Francamente, este hotel tuvo una muy buena relación calidad/precio.

Otro lugar que probamos en Ponta Delgada fueron los apartamentos Watching Azores Apartments (R), en el nº 27 de Rua do Melo, a 100 metros de Portas da Cidade y a 600 del Santuario de Nossa Senhora da Esperanca.

Para alquilar un vehículo en el aeropuerto de Ponta Delgada recomiendo la empresa Guerin-Enterprise, con unos precios imbatibles. Incluso te regalan, sin cargo alguno, añadir un segundo conductor. Sin limite de kilómetros.

Conviene tener en cuenta que prácticamente todo el centro de la ciudad de Ponta Delgada es zona azul y de pago de lunes a sábado, excepto domingos y festivos (o feriados, como aquí los denominan), por lo que sólo estaremos exentos de pago entre las 19:00 h. y las 8:00 de la mañana siguiente, aspecto muy importante a tener en cuenta cuando por la tarde de regreso de nuestras excursiones estacionemos el vehículo en la calle.

Si por la tarde llegamos antes de la hora limite de las 19 horas, recomiendo echar unas monedas al parquimetro, ya que eso nos permitirá que a primera hora de la mañana siguiente podamos ir más tranquilos, con tiempo para retirar el coche. En caso de multa por estacionamiento indebido, esta sale por unos casi 7 euros y se debe de pagar vía tarjeta de crédito e incluso también vía Paypal (realmente fantástico, están en todo).

Cosas para ver y hacer en la isla de São Miguel

La isla de São Miguel es, a priori, la más interesante para visitar en el archipiélago de las Azores. Tiene muchas cosas a ver, principalmente a nivel de paisajes, muchos miradores y bellos atardeceres, pero como la climatología es muy cambiante (se pueden dar las cuatro estaciones en el mismo día) conviene tener siempre un plan B por si las moscas.

Por ejemplo, la opción de ver ballenas, cachalotes y delfines (o golfiños, como aquí les conocen) es muy interesante, pero puede variar en función de la época del año y del factor suerte.

Mercado de Graca, el mercado municipal de Ponta Delgada
Mercado de Graca, el mercado municipal de Ponta Delgada

Hay en el puerto de Ponta Delgada una empresa llamada Futurismo que cuenta con varios catamaranes, aunque también dispone de Zodiacs para grupos más pequeños. El precio de la excursión ronda los 45 € por persona.

En realidad el centro de Ponta Delgada sólo cuenta con tres calles interesantes para poder perderse y dónde abundan todo tipo de locales hosteleros.

En Ponta Delgada también hay un fuerte militar, reconvertido en museo (el Museu Militar dos Acores, entrada: 3 €), que no nos pareció relevante, así como un mercado de abastos sin la actividad propia de estos lugares, y eso que fuimos en varias ocasiones en horario de mañana (hasta tres veces).

Lo más recomendable para ver y visitar en la isla de São Miguel está fuera de Ponta Delgada. De norte a sur y de este a oeste, podremos recorrer la isla por múltiples carreteras, incluso por una autovía, que cruza la isla.

Paisajísticamente hablando la isla São Miguel es muy bonita, con especial atención al lago das Sete Cidades o al lago do Fogo. Paisajes salpicados por múltiples miradores, así como de miles de hortensias a ambos lados de las carreteras.

En la isla de São Miguel tendremos también la posibilidad de poder visitar diferentes termas y poder darnos un saludable bañito. Y circunvalar la isla por la carretera de la costa, dónde tendremos la ocasión de hacer parada en pequeños pueblecitos y contemplar desde la orilla la bravura del Atlántico.

Mirador sobre el lago das Sete Cidades
Mirador sobre el lago das Sete Cidades

En la localidad de Furnas encontramos el Jardim Botânico Terra Nostra Garden, un lugar perfecto donde tomar un reparador baño en una piscina de agua ferruginosa volcánica y natural de color chocolate.

La isla de São Miguel es el único lugar de Europa donde se cultiva el té. Algunas de sus plantaciones se pueden visitar y en una de ellas, llamada Chá Gorreana, se puede visitar también un museo y comprar té para llevar o tener un detalle con nuestros amigos.

En la pequeña ciudad de Lagoa está el recomendable ExpoLab (entrada: 2 €), un centro de divulgación científica y tecnológica en el ámbito de las ciencias naturales.

No fue posible, por problemas técnicos y por no tener una noche despejada, observar el cielo desde los telescopios del centro astronómico Observatório Astronómico de Santana, ubicado en Rabo de Peixe, pero sí nos gustó mucho su visita. Además, la chica de recepción daba la sensación de que trabajaba en una oficina de turismo por la cantidad de datos de folletos, mapas y explicaciones que nos dio. Impresionante.

En las inmediaciones de Ponta Delgada visitamos la Gruta do Carvao, una cueva y museo sísmico situado en Rua do Paim, 2º Circular - Ponta Delgada. La visita cuesta 10 €, para grupos de 15 personas como máximo. Nos gustó mucho la visita, pero no el guía que nos tocó, el cual se empeñaba en hacer simulacros a oscuras (por cierto, muy largos) para experimentar, según nos decía él, lo que significa el silencio. A mí particularmente me agobió un poco, entre otras cosas porque estaba agachado y realmente cansaba el estar tanto tiempo en esa postura.

Caloura, en el islote de Vila Franca do Campo
Caloura, en el islote de Vila Franca do Campo

Si optamos por quedarnos en Ponta Delgada, cabe señalar que callejear por su casco antiguo es una auténtica delicia. Además rebosa de bares y cafés (todos ellos con terraza en la calle), con consumiciones a unos precios razonables, y teniendo en todos ellos la posibilidad de echar un bocadito o comer/cenar.

Uno de estos cafés, con apariencia de taberna de puerto y muy espacioso, me llamó poderosamente la atención. Se trata de la Taberna Acorimage, en el nº 41 de la Rua dos Mercaderes. Su especialidad son las tablas de quesos y embutidos. Está muy solicitado y siempre hay que esperar un rato para poder ocupar una mesa. No resulta caro, aunque sí su carta de cervezas (4 €), excepto las de barril.

Para los que quieran tentar a la suerte hay un casino, en la Avenida del Puerto de Ponta Delgada, con entrada libre (no es preciso registrarse) y donde se puede fumar. Sí, sí, habéis leído bien, se puede fumar, pero no se puede usar el móvil en todo el recinto. Curioso.

Con menos de una semana de tiempo se puede recorrer y visitar la totalidad de la isla de São Miguel, siendo totalmente imprescindible y recomendable alquilar un vehiculo, como ya os contaba en el apartado Transporte, al principio de este diario. La razón principal es por economía, porque la alternativa pasaría por contratar tours en agencias, pero son prescindibles porque la isla y sus rincones están muy bien señalizados.

Para que os hagáis una idea: las agencias a las que acudimos cobraban, por término medio, entre 45 y 48 € por persona, con un guía para enseñarnos, a lo largo de un día, bien el lago Sete Cidades o bien el lago do Fogo. Sólo con el precio del tour para dos personas podríamos pagar más de dos días de alquiler de coche. Increíble, ¿verdad?.

La climatología puede ser el mayor adversario que tiene el viajero en estas islas, al ser esta muy cambiante. De hecho, los habitantes de las Azores se jactan de que disponen de las cuatro estaciones a lo largo de un mismo día.

Sorprende del paisaje de São Miguel, y por extensión del resto de las islas, su verdor y su cabaña ganadera, así como el excelente cuidad y estado de mantenimiento de su red viaria.

En las islas Azores resulta prácticamente imposible encontrar una cala o playa, ya que su accidentado litoral está formado por rocas y acantilados. En muchos casos, a escasos metros de la orilla se forman islotes de diferentes tamaños y caprichosas formas. Los practicantes del surf pueden encontrar muy buenas olas.

Por último, otros lugares recomendables en la ciudad de Ponta Delgada:

Mercado do Peixe (Ponta Delgada)
Mercado do Peixe (Ponta Delgada)

Mercado do Peixeimage. Se trata de un restaurante recomendable que se encuentra en la Avenida Infante D. Henrique, frente al puerto. Dispone de un menú de invierno por 10 €. Su sopa es exquisita.

Azores Forever Snack Bar. Es un buen lugar para tomar un café o desayunar en el mismísimo centro de Ponta Delgada. Sus dueños, venezolanos, son muy majos y con ellos no os faltará conversación, pudiendoros ayudar mucho ante dudas puntuales. No son muy amigos de Chaves y de Maduro (para evitar ciertos temas de conversación).

Singular Bistro. Es un bar de copas y restaurante en Ponta Delgada, en el que se puede cenar muy bien y además sirven copas. Sus camareras son majisimas. Muy recomendable.

Instituto Beleza Marcos Medeiros, en el nº 38A de la Rua da Lisboa. Ofrece reconfortantes masajes para el viajero.

Acabamos con una agencia de viajes, en Ponta Delgada, para nada recomendable y que conviene evitar a toda costa. Su nombre es Fonte Travel. Mucho bla bla bla y al final nuestro vuelo en parapente se esfumó, después de tenernos en vilo cerca de una semana. Menuda banda.

A cuentas del parapente, cabe decir que sólo hay un club de parapente en São Miguel, el Clube Asas de São Miguel, pero es como si no existiera. Ni lo intentéis, porque el tipo que responde en el contacto deja mucho que desear y, salvo indicar el precio, no os dirá nada más, a pesar de vuestra insistencia vía email. Una pena.


ISLA DE PICO

La isla de Pico fue sin duda la gran sorpresa en nuestras vacaciones, por contar con un gran número de atractivos, empezando, por su capital, Madalena, de poco más de 17.000 habitantes.

Estatua de Gilberto Mariano Da Silva (Madalena - Pico)
Estatua de Gilberto Mariano Da Silva (Madalena - Pico)

Madalena es una pequeña ciudad, preciosa y tranquila, aunque con un elevado trafico. Un lugar ideal para prolongar la estancia más allá de los días previstos inicialmente. Nos gustó mucho.

Y a pesar de su pequeño tamaño, Madalena está dotada de todos los servicios.

Nuestro alojamiento en Madalena fue en los Apartamentos AL-Boa Nova, en el nº 12 de la Rua Padre Raimundo Garcia Bulcão Duarte. Situados muy cerca del centro y en una zona tranquila.

Para alquilar un vehículo en la isla de Pico recomiendo Tropical Rent-a-car, con dos puntos de recogida y entrega, en el aeropuerto y en Madalena. Sin limite de kilómetros. Muy majos.

Todo el mundo nos recomendaba esta ciudad como punto de inicio para la observación de ballenas, cachalotes y delfines. Hay dos empresas que se dedican a esta actividad y están situadas enfrente de la terminal del puerto, que rebosa de actividad a lo largo de todo el día.

Para esta actividad se ofrecen dos modalidades: embarcarse en un catamarán con 50 o 70 personas más o en una Zodiac de sólo 12 plazas. Indudablemente la segunda opción es la ideal.

Montaña de Pico (ilha do Pico)
Montaña de Pico (ilha do Pico)

La ascensión a la montaña de Pico es una actividad obligada en esta isla, aunque es preciso tener mucha suerte con el tiempo y estar un poco familiarizado con la montaña. Por su altitud, 2.351 metros sobre el nivel del mar, este volcán es el techo de Portugal.

A la entrada del parque, a los pies de la montaña, hay un centro donde, tras el visionado de unos vídeos y previo registro y pago de la entrada, te facilitan unos gps individuales, por si hubiera problemas en el ascenso y descenso.

También existe la opción de alquilar los servicios de un guía, pero salvo un pequeño tramo, todo el recorrido se encuentra señalizado con estacas.

La montaña de Pico es dura y exigente, y en ocasiones puede resultar un pequeño calvario, como fue en mi caso por el calzado (suela con poco dibujo en uno de los zapatos de trekking), lo que puede originar algunas caídas y sustos.

El tiempo invertido en el ascenso y el descenso gira en torno a las 4 horas y 3,5 horas respectivamente, por lo que es necesario estar antes de las 9:00 de la mañana ya pertrechado en la línea de salida.

Paisaje de viñas entre muros de piedra
Paisaje de viñas entre muros de piedra

A unos 70 metros antes de llegar a la cima hay una elevación al que los lugareños llaman "el piquiño", donde es preciso poner manos y pies para subir y bajar, pero tras ser superado habrá merecido la pena, sobre todo por las vistas que brinda un monte que prácticamente todos los días se encuentra rodeado de nubes a modo de anillo.

Así que si véis que la montaña está despejada de nubes conviene no pensárselo dos veces y subir, porque no será posible coronar su cima todos los días.

Pero la isla de Pico tiene otros atractivos, como por ejemplo visitar la Cooperativa Vitivinicola da ilha do Pico, la única de la isla, con degustación incluida, junto al Museo del Vino, en el que podremos conocer unos vinos exquisitos de diferentes variedades. La entrada es libre y sólo se pagan las tapas y la degustación (5 vinos).

Desde algunos molinos, a modo de miradores, es posible contemplar alrededor decenas de hectáreas de terreno con unas viñas que crecen acotadas entre muros de piedra en tierra volcánica y que son Patrimonio de la Humanidad.

Museo de la Industria Ballenera (São Roque do Pico)
Museo de la Industria Ballenera (São Roque do Pico)

Otra visita en esta isla que nos gustó mucho fue el Museu da Industria Baleeira, ubicado en una antigua fábrica ballenera en São Roque do Pico.

En este museo se muestran, en formato de paneles, los modos de la pesca y captura de la ballena.

Además cuenta con todo tipo de utensilios, vehículos, y barcazas, así como las máquinas en donde se realizaba el despiece y al aprovechamiento de la ballena.

Un bar-café que nos encantó, en el centro de Madalena, fue el Caffe 5 "Cinq", pequeño, pero con una atmósfera muy acogedora gracias a su decoración, revestida de madera. Como anécdota, comentar que a la salida, junto a la puerta, hay una campana que todo el mundo que sale satisfecho del café hace sonar.


ISLA DE FAIAL

Unos 15 minutos de travesía en ferry fueron los invertidos en recorrer la distancia entre los puertos de Madalena y Horta, en la isla de Pico y en la isla de Faial respectivamente.

En menos de un día y a los mandos de una moto de alquiler, opción recomendada, se puede recorrer toda la isla de un extremo al otro, aunque por el precio a pagar, 25 € por persona y motocicleta, puede ser conveniente alquilar un vehículo de cuatro ruedas si se viaja en grupo.

Siendo dos nos hubiera salido más a cuenta alquilar un coche, pero optamos por alquilar dos motos scooter, automáticas, que nos sirvieron para recorrer prácticamente toda la isla.

Conducir por Faial, cuyas carreteras son muy poco transitadas, es verdaderamente toda una gozada.

Arcoiris sobre el lago das Sete Cidades (isla de São Miguel)
Arcoiris sobre el lago das Sete Cidades (isla de São Miguel)

Alquilamos las motos en un lugar donde hay una caseta que suele estar cerrada, aunque siempre hay dos motos aparcadas en la calle a modo de reclamo.

Fuera hay un cartel con un número de teléfono de contacto, el +0035 1965516252. Se encuentra junto a una oficina de información y turismo, en mitad de un pequeño parque, en la calle que discurre por el puerto.

En la isla de Faial se pueden visitar diferentes miradores, así como el faro de la Punta de los Capelinhos, el cual alberga un interesante museo subterráneo sobre el volcán Capelinhos.

Este volcán entró en erupción en el año 1957 y como consecuencia de ello la isla aumentó de tamaño en varios kilómetros cuadrados.

En todas las guías de mochileros y diarios de viaje habíamos leído de la existencia del famoso Peter Café Sport, una taberna o pub situado en la ciudad de Horta. Es una referencia obligada para los viajeros que recalan en cualquier época del año en la isla de Faial.

Cuenta además con un museo de pago en torno a la figura de su fundador y de un albergue, además de restaurante y pub dónde poder echar unas buenas birras en una atmósfera cosmopolita y de mochileros.


ISLA DE SÂO JORGE

La isla de Sâo Jorge fue la cuarta isla de las Azores que pudimos visitar. Lo hicimos desde Madalena, en la isla de Pico, tras un viaje de casi una hora y media en ferry hasta Velas, la capital de la isla.

Los horarios de retorno del ferry impuestos por la naviera son tan restrictivos que no nos dio la opción de alquilar un coche o motocicleta, ya que nos dejaba poco más de 5 horas disponibles en la isla de Sâo Jorge.

Casa con un bonito mural en la ciudad de Velas
Casa con un bonito mural en la ciudad de Velas

Así que nos dedicamos a recorrer la pequeña ciudad de Velas, de calles empedradas y casas nobles, apacible y muy tranquila, en contraposición a un puente de piedra en formación de rocas, junto al mar, en el que las olas rompen estruendosamente.

En esta ciudad encontramos también la Casa Museu Cunha da Silveira, un lugar con interesantes exposiciones y con entrada libre.

Destacar también en Velas un impresionante museo etnográfico que recoge los usos, modos y costumbres de la población local y, por extensión, del archipiélago de las Azores. Es una visita imprescindible y que también se puede visitar con entrada gratuita.


Relat d'un viatge en cotxe a Lisboa, Sintra i l'Algarve - David Crivillers i Judith Sánchez [2010]
Relat d'una escapada a Porto - Jordi Rodríguez & Marta Colomer [2007]
Madeira, relat de viatge - Àngels Cros [2003]
Mirando al Sur - Más información, fotos y vídeos de este y otros viajes en la web del autor.