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Bandera de Nepal

NEPAL

Gran Tour Asiático (IV): diario de viaje a Nepal

Jota y Dani
Published on Travel date: 2011 | Published on 30/07/2012
Last updated: 04/2022
2.8 de 5 (210 votes)

Introducción

El siguiente paso en este nuestro Grand Tour Asiático nos eleva hasta el techo del mundo: Nepal. Miles de viajeros lo visitan cada año atraídos por sus altas cumbres e innumerables posibilidades de trekkings; pero esta pequeña porción de tierra enclavada entre dos gigantes tiene mucho más para ofrecer. Si escalar el Everest o hacer base en el Annapurna no está entre nuestros planes, tendremos actividades de sobra de todos modos.

Todo comienza en Katmandú, una de las urbes más apasionantes del continente. Desde aquí podremos visitar las ciudades históricas del valle homónimo y varios templos iconográficos del país. Saliendo de la capital, pequeños pueblos nos ofrecen la posibilidad de relajarnos entre las montañas; mientras que Pokhara, la meca turística a orillas del lago, será visita obligada en la mayoría de los itinerarios. Nepal podrá no ser el país más cómodo en el cual viajar, pero la recompensa será tan grande como los Himalayas...

Nota: Este relato de viaje es la continuación del Diario de viaje a Bangladesh. Gran Tour asiático (III), la tercera parte de una serie de relatos que describen el largo periplo de sus autores por el continente asiático.


Ficha técnica del viaje

Fechas del viaje

Del 19 al 31 de Mayo de 2011.

Itinerario

mapa

Día 1: Dhaka (Bangladesh) - Katmandú (Nepal)
Días 2-7: Katmandú
Día 8: Katmandú - Dumre - Bandipur
Día 9: Bandipur
Día 10: Bandipur - Dumre - Pokhara
Día 11: Pokhara - Sarangkot
Día 12: Sarangkot - Pokhara
Día 13: Pokhara - Sunauli - ... (India)

Dinero

Nepal es un país muy económico para el viajero. Se puede conseguir alojamiento por tan poco como 2 USD por una habitación muy simple. Comida y transporte son igual de baratos.

La moneda de Nepal es la Rupia nepalí (NPR). El cambio en el momento del viaje era de 1 USD = 71 NPR.

Costo del viaje

+ 175 USD (Comida, alojamiento, transporte, souvenires y varios)+ 25 USD (visado Nepal)
= 200 USD (gasto total del viaje por persona)

Visado

Para las mayorías de las nacionalidades es posible obtener la visa en el aeropuerto de Katmandú. También es posible realizar este trámite en algunos pases fronterizos. Para una estadía de hasta 15 días el costo es de 25 USD y es necesario llevar una foto carnet y pasaporte válido por un mínimo de seis meses.

Transporte

Autobús: Es el medio más utilizado por la mayoría de los viajeros. La ruta Kathmandu - Pokhara es la más transitada del país, y también la más peligrosa. Está en un estado increíblemente desastroso, lo que hace que el transporte sea muy lento. Para este tramo hay buses privados (llamados también turísticos) y estatales. Es conveniente pagar la poca diferencia y optar por los primeros para achicar el margen de posibles accidentes. Las otras rutas solamente las cubren los buses estatales.

Avión: Nosotros no utilizamos este medio de transporte en Nepal, con excepción de nuestra llegada al país. Si se quiere hacer el trekking a la base del Everest es necesario tomar un vuelo desde Kathmandu a Lukla.

Salud

Si bien ninguna vacuna es obligatoria para el ingreso al país, como en todos los países de esta zona, se recomienda estar inmunizado contra la Hepatitis A y B, fiebre tifoidea, polio y tétanos. Generalmente será la diarrea del viajero el principal enemigo de los turistas.

Seguridad

Como en el resto de los países de esta zona, la seguridad personal no es uno de los temas que más deberían preocuparnos. Hay que tener especial cuidado en los buses públicos, ya que sus conductores no dudan en pisar el acelerador a fondo a pesar de las características del terreno. También hay que estar atentos de los comisionistas y la mayoría de las personas que relacionadas con el turismo, ya que por lo general intentaran aprovecharse económicamente de los desprevenidos.

Mujeres viajeras

Nepal es un país bastante seguro para las mujeres viajeras. Viniendo de la India será un alivio, ya que en ningún momento sentiremos el acoso que caracteriza a los hombres de ese país. Simplemente hay que tomar las precauciones necesarias para viajar a cualquier país y no deberíamos tener ningún problema.

Comida

La comida nepalí es una mezcla de influencias india y tibetana. Es poco lo que se puede considerar exclusivamente nepalí (comida newari). Al ser un país con mayoría hindú, la carne de vaca no entra en sus menús. Ésta será reemplazada por carne de búfalo (buff). Es importante no confundir con beef ya que nos llevaremos una muy dura sorpresa.

En Katmandú las panaderías del tipo occidental abundan, con importantes descuentos después de las 19:00. Una grata sorpresa son las pizzas de Pokhara. A nuestro parecer, las mejores que hayamos probado en todo el continente asiático.

Los sabores de la comida newari no son justamente los que nos dejen con ganas de repetir. Algunos de sus platos son:

Dal Bat: literalmente "lentejas y arroz", es el plato más consumido por los locales. Se trata de una sustanciosa porción de arroz con acompañamiento de sopa de lentejas, algún vegetal en curry y picles.
Bawarchi Roll: arrollado de pan sin miga con distintos rellenos.
Sekuwa: carne asada de pollo, cerdo o, en su peor versión, búfalo.
Chatamari pizza: también conocida como Newari pizza, es una especie de tortilla de harina con queso y huevo.
Shafale: tartas fritas.

En cuanto a la comida tibetana:

Momos: típica comida tibetana, tipo raviolis, generalmente cocinados al vapor, aunque también pueden ser fritos o kothey (mitad al vapor, mitad fritos). En Nepal es muy popular la mal llamada sopa de momos, que de sopa sólo tiene una salsa.
Fenthuk/Thentuk: sopa de verduras con fideos anchos.
Thukpa: sopa de fideos y verduras, muy parecida a la anterior.
Tee-momo: pan al vapor. Nada que ver con los ricos momos explicados anteriormente.
Tongba: cerveza caliente muy suave con un leve gusto a sambayón. La técnica para ingerirla es muy parecida a la del mate: se recarga el recipiente constantemente con agua caliente dejándolo reposar para que las semillas de su interior (mijo) le den sabor. No se parece en nada a las cervezas tradicionales.

Y finalmente, no podía faltar el apartado de dulces:

Kheer: postre a base de arroz con frutas secas, muy parecido a arroz con leche pero más rico. Es importante pronunciar la kh como una larga j para ser entendidos, algo así como jjjjiiir.
Julabi: círculos unidos formando una rosca color naranja de masa frita y caramelizada (que se pega en los dientes).
Zel: rosca de masa frita tipo dona. Muy ricas cuando están calientes.
Gudpac: postre tipo dulce de leche repostero pero de consistencia más dura, cubierto con frutas secas.
Juju Dhou: conocido como the King of curds, creemos que este mote es un poco exagerado ya que muy lejos está del mishti doi de India o Bangladesh, pero de todos modos es un rico yogurt.

Guía de viaje

Nepal. Lonely Planet 2006, versión en inglés. Aunque nos quedó un poco vieja y no nos pudimos guiar por los precios, fue muy útil en cuanto a la información de cada lugar.

Literatura recomendada

Videonight in Kathmandu, de Pico Iyer. Dinámica obra de este gran autor, en el cual observa la influencia de Occidente en las costumbres orientales viajando por varios países del continente en la década del 80. No se trata de un libro exclusivamente sobre Nepal, aunque el capítulo de este país no tiene desperdicio.


DIARIO DE VIAJE AL NEPAL

Día 1: ... - KATMANDÚ

Al aterrizar en el aeropuerto de Katmandú la lluvia nos recibe, un día gris no muy esperanzador. En el aeropuerto los trámites de visa y migraciones fueron muy rápidos. Cambiamos un poco de plata (dinero) y nos tomamos un taxi a Thamel, la zona de los mochileros. El trayecto salió por 300 NPR.

Nos alojamos en Marco Polo Guest House por 250 NPR la habitación doble con baño compartido. Nos alegra encontrarnos con un lugar muy limpio y ordenado por esta módica suma.

Salimos a hacer un reconocimiento de la ciudad, pero la lluvia no parece estar de nuestro lado. En Thamel todo está armado para el turista. Hay muchísimos negocios de souvenirs, restaurantes con precios más altos de los normales, guesthouses, casas de montañismo, agencias de viajes, y todo lo que el viajero necesite. Cenamos unos ricos momos y nos vamos a descansar.


Días 2-7: KATMANDÚ Y VALLE DE KATMANDÚ

Día 2: Hoy queremos aprovechar la mañana al máximo, por las dudas de que después se largue a llover. Lo primero que hacemos es llamar al consulado de China, ya que es aquí donde vamos a sacar la visa para seguir con nuestro recorrido. Los trámites nos llevaron toda la mañana, así que por la tarde aprovechamos para hacer el walking tour que sale en la Lonely Planet, que empieza en Thamel y va hasta la Plaza Durbar, pasando por muchos templos parecidos entre sí.

¿Dolor de muelas? Dentistas al paso.
¿Dolor de muelas? Dentistas al paso.

Llamativa por demás es la zona donde se concentran todos los dentistas, con sus carteles pintados a mano que difícilmente atraerían algún tipo de clientela en otros países. Los dioses no están ajenos a los problemas odontológicos, por eso en una esquina se emplaza un montículo de madera donde la gente clava monedas para pedirle ayuda al dios del dolor de dientes. Por el camino vemos lo caótica que es la ciudad, especialmente por sus angostas calles y la ausencia de veredas.

Pasamos por muchos bazares donde se pueden conseguir atractivos souvenires. Finalmente el recorrido nos lleva a la famosa Plaza Durbar. La entrada a ésta cuesta unas elevadas 300 NPR para los turistas, pero ya nos agarra cansados, así que volvemos a relajarnos con unas thukpas y unos momos en Thamel para después volver a aprovechar las bondades de las panaderías con precios rebajados.

De éste recorrido podemos destacar la Stupa Katheshimbu, rodeada de una gran cantidad de pequeños altares. Es una copia de la Stupa Swayambhunath, protegida por la UNESCO, pero en menor escala. Cuando la visitamos estaba rodeada por mujeres que entregaban ofrendas a un señor que se encargaba de recolectarlas. Algo así como un delivery para los dioses, todo muy organizado.

También el Janaa Bahal (Templo Seto Machhendranath), en el patio hay varias estatuas y altares, incluyendo una muy llamativa de una mujer que nada tiene que ver con el hinduismo o budismo. En su interior se encuentra la deidad de cara blanca que le da nombre al templo (Seto = blanco). Y el Itum Bahal: siguiendo un camino de pasillos y pasando por una entrada muy bajita, llegamos a este gran patio rodeado de casas con vistas a este. Es un lugar particularmente apacible a pesar de encontrarse en medio del caos de la ciudad. Lo más llamativo son las placas ubicadas en las paredes que rodean al templo Kichandra Bahal, que muestran al diabólico demonio Guru Mapa sacándole el hijo de sus manos a una madre por portarse mal para luego comérselo plácidamente debajo de un árbol. Un claro mensaje para los niños que concurren a la escuela adyacente. Chicos, si no hacen la tarea...

Día 3: Otro día soleado nos espera. Lo aprovechamos para empezar a recorrer el atractivo Valle de Katmandú, el cual ofrece una gran cantidad de actividades que nos mantendrán ocupados por varios días.

Patan, la segunda ciudad en tamaño del Valle, se ubica a 5 km. de Katmandú. El trayecto lo hacemos a pie ya que no presenta mucha dificultad y nos permite ver por primera vez de que se trata la ciudad fuera de la burbuja turística que es Thamel. Pasamos por algunos mercados locales y por el Estadio Nacional, donde un partido político hacía campaña.

Los tres chiflados de Patan
Los tres chiflados de Patan

Al llegar a Patan nos recibe la Patan Dhoka (Puerta de Patan). Para tener una referencia geográfica de los atractivos a ver decidimos guiarnos por el walking tour de la LP, aunque sus indicaciones del tipo: "doblar a la derecha en la esquina donde un grupo de ancianos se sienta a ver la vida pasar", nos dejaban más dudas que certezas.

Como era de esperar, a poco de empezar nos perdemos en su intrincado laberinto de pasillos, entrando en algunos bellos bahales (patios) y pasando por varios templos de similares características, siendo el Templo Dorado (50 NPR) el más importante.

Finalmente llegamos a la espléndida Plaza Durbar. Cada una de las 200 NPR pagadas por ingresar valen muchísimo la pena. Aquí se encuentran los templos más vistosos de la ciudad y el Palacio Real, del cual se puede visitar su patio gratuitamente, pero de querer ingresar habrá que abonar otras 250 NPR (!!!).

Todos los atractivos se encuentran en un espacio bastante reducido, uno al lado del otro, lo que lo hace un complejo bellísimo, solo arruinado por los puestos de comida y souvenires instalados entre estos. Hay un muy buen ambiente, muchos turistas y locales se pasean por ella, los guías molestan un poco ofreciendo sus servicios y los nenes juegan mientras los jubilados se sientan en la puerta del Palacio Real a ver qué pasa.

Caminando en dirección sur de la Plaza, por la calle principal, nos encontramos con los festejos del festival Rato Machhendranath, el cual se celebran una vez al año previo a la llegada de los monzones, extendiéndose durante todo un mes. En el transcurso del mismo, se transporta una imagen del dios Machhendranath en un templo-carruaje muy alto, acompañado por otro más pequeño. Este carruaje se traslada desde el templo de mismo nombre en Patan hasta Bungamati, 6 kilómetros al sur, donde pasará los siguientes seis meses del año. El carruaje es tan grande que se necesita la ayuda de la armada para transportarlo y, cuando el país era una monarquía, hasta el rey de Nepal asistía a los días más importantes de la ceremonia. La imagen del Dios no tiene nada de especial, se trata de un pedazo de madera pintado de naranja, pero su estatus sagrado nadie se lo quita, ya que se lo considera el Dios de la lluvia.

Después de un buen recorrido por sus calles pintorescas, volvemos a la entrada para almorzar unos momos en los puestos locales.

Día 4: A 13 km. de Katmandú se encuentra Bakhtapur, otra atractiva opción para pasar el día en las cercanías de la ciudad.

Llegar a Bakhtapur no presume problema alguno: un bus desde la terminal de autobuses Ratna Park hace el recorrido a diario. Pero la inestabilidad política del país hace que recurrentes manifestaciones bloqueen los caminos imposibilitando el transporte. Nos informan que por algunos días no será posible usar transporte público.

Por ello, y puesto que las calles de Katmandú están semi desérticas, una rara imagen en esta ciudad de caótico transito, alquilar bicicletas entonces se transforma en una atractiva alternativa. Después de escuchar disparatadas tarifas que llegan hasta los 12 dólares por un día de pedaleo, las conseguimos por 300 NPR cada uno. Ya de camino a Bakhtapur los manifestantes que cortaban las calles intentaron frenarnos para que demos marcha atrás, como lo hacían con las pocas motocicletas en circulación. Pero seguimos como si nada pasara pretendiendo que no entendíamos y no se gastaron mucho en hacernos cambiar de planes.

Tardamos una hora y media en llegar a la entrada de Bakhtapur. El trayecto es bastante directo y en general plano, aunque algunas subidas hacen que necesitemos de un descanso con momos y chowmien para recuperar energías antes de ingresar.

Una entrada de 15 USD por persona no es lo que uno espera por estos pagos, haciendo enojar a mas de un turista. La ciudad cuenta con varias entradas, pero la que se ubica cercana a la Plaza Durbar es la principal. Junto a la entrada hay un centro de informes (oficina turística) con conexión gratuita a internet para los visitantes.

Khalna Tole (Bakhtapur)
Khalna Tole (Bakhtapur)

Aquí la Plaza Durbar tal vez no sea tan espectacular como su homónima de Patan, pero bellísima de todos modos y muy bien conservada. Saliendo de la plaza no debemos buscar atractivos individuales, sino que se trata de la hermosura de sus calles empedradas sin tránsito de vehículos, la ventanas de las casas con intrincados tallados en madera, los innumerables ejemplos de arquitectura newari y en especial la actividad diaria de su gente que le dan un ambiente de pueblo detenido en el tiempo.

Otra de las plazas de Bakhtapur es Tachupal Tole, más pequeña que la principal, pero también rodeada por templos y casas tradicionales. Esta también es llamada Dattatreya Square por los locales debido al templo del mismo nombre que la domina. Se calcula que esta era la plaza central original de Bakhtapur.

Caminando nos encontramos con un conjunto de estatuas realmente llamativas, entre las distintas deidades se destaca una de Shiva desnudo, que a juzgar por su miembro eréctil pintado de naranja parece muy feliz de vernos. Preguntando llegamos hasta Khalna Tole, casi idéntica a la plaza anterior, pero mas chica y con menos templos. Hombres y mujeres llenan el predio secando paja.

Desde acá son 5 minutos hasta Taumadhi Tole, muy cercana a la Plaza Durbar. De todos los toles este es el más atractivo a nuestro parecer y cuenta con Nyatapola, el templo más alto del país, de cinco pisos de alto (30 metros). En esta misma plaza hay una imagen del dios Bhairab pintado en una tela y adornado con intestinos animales disecados.

Lo más complicado no será encontrar estos lugares, sino que nos saquen una foto decente a los dos juntos, porque la mayor parte de las veces que lo intentamos los resultados fueron piernas o medio templo cortado, zoom exagerado, fotos torcidas como si la ciudad se estuviese hundiendo hacia un costado, etc. Probamos con cinco personas distintas y como resultado cada uno tiene su foto con el templo por separado.

Volviendo a Katmandú tomamos un camino alternativo sin quererlo, mucho más tranquilo y atractivo que la ruta principal, donde pasamos por distintas plantaciones y por primera vez desde que llegamos al país vemos los Himalayas de fondo.

Día 5: El Valle de Katmandú es una fuente casi inagotable de excursiones y hoy toca Swayambunath, también conocido como Monkey Temple a causa de los primates que viven alrededor de este templo. Esta stupa se encuentra a solo 2 km. de Thamel, cruzando el río Vishnumati. La caminata es placentera, sólo alterada por la empinada subida del final. En lo alto, a pocos metros de llegar, nos espera una casilla donde tendremos que abonar 200 NPR para entrar.

Templo Swayambunath
Templo Swayambunath

Este templo es una de las clásicas imágenes de Katmandú, al que vemos recurrentemente en folletos turísticos o postales. Su magnificencia es indudable, pero su belleza que a tantos turistas atrae lo obligó a compartir protagonismo con puestos de souvenires, restaurantes y hasta casas de cambio, todo en el pequeño espacio que este ocupa en la colina.

La imagen mas completa de Swayambunath la podemos tener subiendo unas escaleras que dirigen a un pequeño monasterio.

Día 6: Hoy era día para visitar otro de los lugares recomendados en los alrededores: Bodnath. Se trataba de una caminata de 6 km por tramo, pero la seguidilla de excursiones que veníamos teniendo (y una nueva diarrea) nos hicieron cambiar de planes y optar por algo más relajado.

Aprovechamos el día para comprar bellas artesanías. Las coloridas máscaras, marionetas y pinturas hicieron que queramos enviar algunos recuerdos a casa, aventajándonos de su bajo precio.

Lo que creímos un matutino paseo de compras terminó llevándonos todo el día y agotándonos más que si hubiésemos ido a Bodnath. Caminar ida y vuelta pensando que le gustará a nuestros amigos y familiares, escuchando precios irrisorios y regateando con todo Thamel fue perjudicial para nuestra salud. Pero al final de cuentas el esfuerzo valió la pena y lo conseguido hoy adorna varias casas.

Al mediodía almorzamos en una momería muy popular entre los locales, cercana a Ratna Park bus station. Mientras que en la cena masticamos hasta el cansancio un buff sekuwa (bife de búfalo), la carne más dura que tengamos memoria haber probado, sólo la repetiríamos hecha mazacote en relleno de momo.

Día 7: Último día completo en Katmandú, dedicado a resolver trámites.

Primero enviar la encomienda desde la Main Post Office, ubicada a 25 minutos caminando desde Thamel, o al menos fueron 25 para nosotros que cargábamos con varias bolsas. Tres encomiendas de 2 kg cada una por algo así como 107 USD. El segundo trámite del día fue la recolección de la visa de China, la cual costó 58 USD (doble entrada, 30 días cada entrada) y fue mucho más sencilla y barata de obtener que en Delhi, que era donde planeábamos sacarla.

Por último, faltaba comprar los pasajes de bus que nos llevaran, o al menos acercaran, a nuestro próximo destino: Bandipur. Para llegar a este pequeño pueblo no hay transporte directo, por lo que hay que tomar un bus a Pokhara y bajarse pasando mitad de camino en Dumre. Lo que no esperábamos es que tendríamos que pagar por la ruta completa Katmandú-Pokhara (400 NPR).

Día 8: Katmandú - Dumre - BANDIPUR

A las siete de la mañana dejamos Katmandú tomando el bus turístico hacia Dumre, casi vacío para nuestra comodidad. Aunque sea denominado turístico este bus es también muy utilizado por los locales. Si bien es más caro que el bus local, lo que se paga de más se gana en comodidad y tranquilidad, ya que los buses locales tienen una muy mala reputación en tramos largos.

La ruta Katmandú-Pokhara es por lejos la más transitada del país. Sorprende ver, y sentir, el estado desastroso en el que se encuentra y confirmar lo que habíamos escuchado acerca de los camiones volcados a lo largo del camino y los choques de buses.

Casi llegando a destino nos detiene el avance una larga fila de autos, no se trataba de obras de pavimentación (que bien le vendrían) ni de un choque, sino que la hora de espera se debió a la crecida de un río. No quedaba otra alternativa que esperar para poder cruzar.

Así da gusto estar descompuesto: vistas<br />desde el baño de Namaste Guest House
Así da gusto estar descompuesto: vistas
desde el baño de Namaste Guest House

Llegamos a Dumre a las 13:45, donde nos esperaba la mafia de los jeeps que van a Bandipur. En principio intentaron cobrarnos 35 NPR más otros 10 por el equipaje. Junto a otros turistas discutimos el precio y gracias a la intervención de un local se acercó un poco más a la realidad. Terminaron cediendo por 25 NPR con el equipaje incluido. De Dumre a Bandipur son sólo 7 km de subida constante.

El pueblo de Bandipur es una típica comunidad Newari detenida en el tiempo a la que los turistas están empezando a llegar. Por ahora no se siente tanto el impacto, el lugar mantiene su esencia, los restaurantes y guesthouses están bastante controlados en el bazar principal, no hay autos, nenes y perros juegan todo el día en sus calles y los negocios de souvenires todavía no han llegado.

Bandipur es una gran parada para hacer entre los dos centros turísticos del país.

Nos alojamos en Namaste Guesthouse (nombre que parecen compartir más de la mitad de los alojamientos del país). Por 200 NPR tenemos una habitación grande y un baño, que aunque esté un poco lejos, se lleva todos los premios con su ventana con una vista increíble a las montañas que nos harán disfrutar cada vez que tengamos que utilizarlo.

Partiendo desde el pueblo hay varias caminatas para hacer. Siendo ya las 16:00 h. optamos por una corta caminata hasta la cima de la colina Gurungche, desde donde se pueden apreciar los campos plantados de los alrededores, la totalidad de Bandipur y de los Himalayas a lo lejos, destacándose el Annapurna como el pico más alto.

Al llegar a la cima del Gurungche se supone que nos encontraríamos con el templo Thani Mai, aunque sería muy entusiasta decir que se trata de un templo cuando lo que nos espera es un pequeño santuario.

Después de la caminata y de un reconocimiento del pueblo, cenamos en el restaurante Hill Heaven unos reconfortantes dhal bat (la versión nepalí del thali indio).


Día 9: BANDIPUR

Temprano por la mañana comenzamos la caminata hacia las cuevas Siddha Gufa, la más grande del país, que según la guía se encuentran a una hora y media de Bandipur. Antes de comenzar cada uno hace una larga parada en el baño, es que las vistas son tan buenas...

El camino a las cuevas es muy difícil de seguir ya que hay escasas indicaciones. La mejor manera de llegar es seguir el camino cercano a la escuela en la parte norte del templo y subir por la colina hasta que en la cima encontraremos un cartel (el único en todo el trayecto) que nos indica para donde seguir. Desde aquí hay que seguir el camino principal que es todo en bajada hasta las cuevas (aproximadamente una hora y media desde el cartel). Siguiendo siempre por el camino principal, unos 15 minutos antes de llegar a destino se llega a una pequeña stupa en forma de estrella. Ahí hay que tomar el camino de la derecha hasta llegar al destino.

Puesta de sol en el Parade Ground
Puesta de sol en el Parade Ground

Obviamente nosotros nos perdimos y de camino nos cruzamos algunos frustrados que volvían sin haberlas encontrado. Al parar en una casa para pedir indicaciones una señora le dice a su hija que nos acompañe. "Que simpática" pensamos, pero al llegar nos hará claros gestos de que su compañía no había sido gratis.

Pero lo peor llegaría en la entrada, lo que suponíamos gratis resultó tener un costo de 250 NPR!. Al igual que una catalana nos alegramos de haber llegado hasta ahí, el camino estuvo muy lindo, pero preferimos esperar afuera por nuestros compañeros que sufrirían el empinado regreso con nosotros, dos catalanes más y un mejicano.

De regreso, casi llegando al bazar, entramos al patio de una pequeña escuela donde parecían estar de festejos, muy amablemente nos invitaron a pasar, a bailar con ellos y hasta nos despidieron regalándonos flores.

A la tarde vemos una impresionante puesta del sol en el Parade Ground.

Y para cenar llegamos al que sería el lugar más acogedor en el que hayamos estado en Nepal. Un pequeño puesto sin nombre, con una sola mesa, madre e hijas cocinando a la luz de la vela (no por romanticismo, sino por un corte de luz) frente a nosotros y como resultado unos suculentos dhal bat vegetarianos que la madre insistiría en rellenarlos cada vez que veía parte del plato vacío. Todo eso por sólo 100 NPR.


Día 10: Bandipur - Dumre - POKHARA

Madrugamos para ver amanecer en Gurungche Hill. Los Himalayas se ven entre las nubes, no todo lo claro que quisiéramos.

Para ir a Pokhara teníamos que volver a Dumre, lo que significaba negociar otra vez con los chantas de los jeeps. Arreglamos por 25 NPR con un conductor, pero esperamos un largo rato y no hay señales de que vaya a salir. Los mafiosos se juntan, nos miran, se ríen y nos "invitan" a ir en el bus por 45 NPR cada uno. Hartos de escucharlos y soportar sus burlas decidimos caminar los 7 km cuesta abajo aunque lleguemos muy cansados.

Bandipur desde lo alto
Bandipur desde lo alto

Caminados poco más de 2 km un tractor se ofrece a llevarnos, nos aseguramos de que haya buenas intenciones detrás de su bondad y subimos. Al final salió todo redondo ya que no le pagamos a los chantas y llegamos a Dumre mucho antes que ellos.

Pero el desgaste no terminaría ahí. Una vez en Dumre hubo que lidiar con otros chantas, los de los buses turísticos a Pokhara, que querían cobrarnos ¡320 NPR cada uno!. Su discurso de "special price for tourist, just because you're tourist we give you this fare" no nos convencía demasiado. Sabíamos que el trayecto no cuesta más de 150 NPR y nos mantuvimos firmes con nuestra tarifa hasta que al mostrar nuestro desinterés en negociar terminaron cediendo: "OK, you win, you're very clever, I lost!". Y así fue que llegamos a toda velocidad a Pokhara.

Bajamos del bus a 1 km de distancia del aeropuerto, donde recibimos la "bienvenida" de los taxistas que se ofrecen desesperadamente a llevarnos a la zona de Lakeside o al hotel que les deje comisión por 290 NPR. Pero preferimos tomar el colectivo (bus) local que por 20 NPR nos deja en la misma zona.

Nos habían recomendado alojarnos en Cocoon Lodge, caminando por la calle principal desde la estación de colectivos, después de 20 minutos nos encontramos con el identificable edificio naranja. La habitación es grande, limpia y solo cuesta 200 NPR, claro que la tomamos. A la noche nos daríamos cuenta que la falta de algún tipo de ventilación nos obligaría a abrir las ventanas y ser devorados por los mosquitos o cerrarlas y sufrir el sofocante calor.

Caminamos por la zona de Lakeside, llena de restaurantes, agencias de viaje, librerías, carísimo internet, y panaderías. De paso buscamos dónde comer pizza para la cena, ya que según varias opiniones acá encontraríamos de los mejores amasados del continente.

Todos los restaurantes (y son muchísimos) tienen el menú calcado. Los mismos platos, con variación en el precio y en la ortografía, tal vez piensan que de no contar con esa cantidad de platos de dudosa similitud con los originales, los turistas no los elegirán. Tacos, enchiladas, maccaroni, fish from the lake, pizza, spaghetti, lasagna, y los clásicos chinos están a la orden del día... La mayoría mejor dejarlos para otra oportunidad. El pizzaiolo de un restaurante nos promete que no nos va a decepcionar, y viendo que la de tomate, queso y aceitunas negras está en promo a 150 NPR le damos una chance. El resultado: mejor de lo esperado. Las mejores pizzas que comimos en mucho tiempo.

Por el centro varios bares anuncian la finalísima de la Champions de fútbol, entre las 22 y las 23 h. Resulta que el partido no era a esa hora, sino que no comenzaría hasta las 00.30 hs, pero les pareció mejor idea que empiecen a consumir desde temprano. En un bar nos piden que les ayudemos con la ortografía en su cartel de promoción. Para las 00.00 hs las calles del centro estaban desiertas, todos los bares cerrados... ¿La falta de público obligó a cancelar la transmisión?. Desde adentro de éstos se escuchaban los televisores encendidos, los espectadores habían entrado varias horas antes y las puertas se habían cerrado.

Frustrados nos volvemos al hostel, pero de camino encontramos un bar con un gran proyector y un ambiente de partido definitorio como si lo estuviésemos viendo en Manchester o Barcelona. Nos fuimos a dormir a las 3:00 habiendo disfrutado de los enojos de los ingleses.


Día 11: Pokhara - SARANGKOT

En lo alto de una de las colinas que forman el paisaje de Pokhara se encuentra el asentamiento de Sarangkot. Para llegar tenemos una arduas 4 horas de caminata, o al menos eso planeábamos.

El primer punto de referencia sería la Baglung bus station. Caminamos más de una hora bajo un intenso calor. Desde ahí nos libramos a la ayuda de los locales para encontrar el atajo que nos lleve a destino, pero en este caso los locales seleccionados al azar no fueron nuestro mejor GPS, coincidiendo en hacernos la vida más difícil, todos nos apuntaron hacia la ruta (camino más largo) sin contar las comunes confusiones de mandarnos para un lado y después para otro.

Para agregarle dramatismo a la travesía, una lluvia nos acompaña en nuestra zigzagueante subida. Como si se tratase de una alucinación empezamos a ver carteles con el nombre de Sarangkot, los cuales no serían más que un leve empujón psicológico ya que faltarían dos horas más.

Cuando menos lo esperábamos nos topamos con el joven que vendía las entradas. Sí, hay que pagar para entrar al pueblode Sarangkot, pero son sólo 25 NPR por persona. Desde ahí serán otros 20 minutos más hasta la primera guest house.

El pueblo está construido sobre una calle extremamente angosta, en lo alto de la montaña. A pesar de su cercanía con la segunda ciudad más grande del país, conserva el ambiente de un lugar aislado de toda civilización.

La oferta hotelera es lo suficientemente variada como para barajar distintas opciones. Tras la insistencia de la madre de la familia decidimos alojarnos en la Family Guest House and Restaurant (200 NPR la habitación doble) con unas magníficas vistas desde el balcón y desde la terraza hacia ambos lados de la colina, lástima que las nubes se hicieron presentes.

Adaptándonos a los horarios del pueblo tuvimos que cenar a las 6 de la tarde. A la noche, una potente lluvia y un corte de luz generan el clima ideal para irse a dormir, si no fuese por una ventana rota que permitía el ingreso de un helado chiflón. La dueña insiste en que no hace frío, con un actuado "noooo, not cold". Durante la noche la mamá irrumpiría más de una vez en nuestra habitación con una linterna en la cabeza para asegurarse de que todo esté bien.

Se vean las montañas o no, vale mucho la pena venir a este lugar. Ver la ciudad desde lo alto, el lago Phewa Tal, los verdes cerros, y a lo lejos, bien a lo lejos, la Pagoda de la Paz Mundial.


Día 12: Sarangkot - POKHARA

Con la esperanza de ver los Himalayas nos despertamos a las 5:00 h, pero la lluvia era torrencial. Recién a las 9:00 el cielo comenzó a despejarse para que algunos picos se asomen.

Desde aquí es mucho más fácil seguir el atajo que se escondió para la subida. Si bien no está señalizado la premisa es una sola: como sea siempre hay que ir hacia abajo. En una hora estábamos en Lakeside, ya de nuevo en Pokhara. Lo mismo que tardamos en llegar fue lo que esperamos por nuestros momos en el primer restaurante a la vista.

Exprimiendo al máximo nuestro último día en Pokhara visitamos la Pagoda de la Paz Mundial. Desde Lakeside tomamos un colectivo (10 NPR) hasta una rotonda, desde donde serán 15 minutos a pie hasta el comienzo de la subida a la Pagoda. Desde este punto son 30 minutos de subida y como recompensa nadie nos estará esperando para cobrarnos una entrada.

Esta enorme pagoda blanca está adornada con los cuatro momentos más importantes de la vida de Siddhartha Gautama. Es una de las ochenta de su estilo distribuidas por Asia, Europa y Estados Unidos enfocada en la promoción de la paz mundial.

Muy cansados por la suma de caminatas nos damos una panzada en Home Pizza, una pizzería con horno de piedra y panadería muy popular entre los turistas. Todas las pizzas (150 NPR) vienen con tomate, queso y un extra a elección.


Día 13: Pokhara - Sunauli - ...

Madrugamos para despedirnos de Nepal. A las 5:00 ya estábamos caminando hacia la estación de autobuses locales (para colectivos dentro de Pokhara), desde donde tomamos un transporte hacia la estación principal de autobuses (main bus station, 15 NPR) para dirigirnos a Sunauli.

El viaje de Pokhara a Sunauli dura 9 horas y cuesta 300 NPR. Una vez en Sunauli tuvimos que tomar otro colectivo (10 NPR) y luego una camioneta compartida (10 NPR) para llegar a la frontera con India.

La escena en la frontera es la clásica por estos lados: camiones llenos de mercadería, mucha gente yendo y viniendo cargados con grandes bolsos, cambios de moneda poco confiables, la ilegalidad que se respira en el ambiente y los empleados de inmigración sin mucho entusiasmo por su trabajo. El trámite es rápido y ninguno se preocupa demasiado por nuestro merodeo entre los dos países sacando fotos.

Por estas características que tienen las fronteras, nos despedimos de Nepal y 10 metros más tarde nos reencontramos con India, para después seguir rumbo hacia Hong Kong.


Travel journal from a 13 days trip to Nepal - Sandro Alarcón & Rosa Moreno [2011]
Diario de viaje a Sri Lanka. Gran Tour asiático (I) - Primera parte de este largo viaje de los autores por Asia.
Diario de viaje a India. Gran Tour asiático (II) - Segunda parte de este largo viaje de los autores por Asia.
Diario de viaje a Bangladesh. Gran Tour asiático (III) - Tercera parte de este largo viaje de los autores por Asia.
Marcando el Polo - Blog de viajes por Asia y Oceanía de los autores, con más info de este y otros viajes.