Egipto es uno de los destinos más famosos de todos los tiempos, bien sea por atracción, por simpatía, por historia o por inspiración al exotismo más próximo. Visitar El Cairo y un crucero por el Nilo es el sueño de muchos viajeros, desde Thomas Cook, que empezó explotando los cruceros en 1860, hasta hoy en día, donde existen diferentes categorías de cruceros para todos los bolsillos. Y por fin he podido realizar tan ansiado viaje, con un crucero tranquilo, y corto, por el fantástico Nilo.
Es un clásico que no deja de estar de moda, aunque desde febrero de 2011, con la llamada Primavera Árabe (o the revolution, como ellos la llaman), el turismo se ha visto extremadamente perjudicado y ahora el número de turistas es bajo (la prensa mundial sólo habla de un país cuando ocurre algo, que normalmente corresponde a algo malo).
Mi visita a Egipto coincidió con unas elecciones un tanto convulsas, pero debo decir que, como turista, no he noté nada de nada. En la zona de la plaza Tahrir del Cairo había gente manifestándose y acampada, por lo que estaba desaconsejado acercarse a esa zona. Aunque yo fui, saqué una foto y marché. Mejor no acercarse a los lugares que los propios locales no recomiendan.
Los egipcios fueron muy amables y simpáticos conmigo, pero al mismo tiempo mostraban su seria preocupación por la repercusión en el sector del turismo de las noticias sobre su revolución. Mi experiencia al respecto fue del todo positiva.
Del 23 al 31 de diciembre de 2012.
Teniendo en cuenta que ya había estado anteriormente en El Cairo, esta vez decidí explorarlo con un poco de tranquilidad y pasé un total de cuatro noches en El Cairo y tres en el crucero.
En Egipto la moneda de curso legal es la libra egipcia (LE o EGP).
A mi llegada al aeropuerto de El Cairo cambio dinero. Son las mismas tiendas que te dan el visado, o sea, justo antes de pasar el control de pasaportes. No cambié en bancos en la ciudad, sólo el dinero del aeropuerto y pagué el resto con la tarjeta Visa (a pesar de sus comisiones). Las libras que me sobraron al final del viaje las cambié en el aeropuerto al regresar (a saber que cobran comisión).
+ 358,58 € (vuelo BCN - Cairo - BCN)
+ 102 € (vuelos Cairo-Asuán y Luxor-Cairo)
+ 465 € (hotel en El Cairo)
+ 85 € (hotel en Asuán)
+ 1.050 € (crucero por el Nilo, 3 noches)
+ 65 € (restaurantes)
+ 38 € (souvenirs y varios)
= 2.125,58 € (total viaje)
Presupuesto díario medio: 185 €/día, vuelos aparte.
Los titulares de pasaporte español ordinario deben viajar con un pasaporte cuya validez sea de al menos seis meses a contar desde el fin de la estancia prevista en Egipto. Para viajar a Egipto es necesario contar con un visado que se puede adquirir en el aeropuerto de entrada a Egipto (sólo en el caso de que se viaje con un pasaporte ordinario). Este visado ordinario permite una estancia de 30 días y una sola entrada y cuesta 15 dólares, o su equivalente en euros o libras egipcias. Yo pagué 15 euros y me devolvieron el cambio en libras. El trámite es rápido y hay varias ventanillas que lo hacen.
Taxi: empezar comentando que los egipcios no quieren entender qué es una cola, ni una cola de taxis. Todos los taxis son viejos y destartalados. Sólo los taxis blancos funcionan con taxímetro, pero no es automático, por lo que hay que solicitarlo y controlar que lo pongan en marcha. No son caros, pero atención a su falta de pulcritud. No tomé ningún taxi sin taxímetro, siempre hay que cerciorarse antes. Si se requiere un taxi nuevo y limpio, hay que recurrir a lo que ellos llaman servicio de limusina y pagar bastante más.
Coche: no tengo experiencia con el alquiler de coche en Egipto, pero me parece un tema complicado teniendo en cuenta el tráfico caótico de El Cairo y que, en su mayoría, las señales de tráfico e indicaciones viarias están en árabe. La gasolina es más barata que aquí. No puedo comentar precios de alquiler de vehículos, pero seguro que es sólo para viajeros valientes y con ganas de complicarse la vida. Más información sobre alquiler de coches en la página Getting around.
Autobús: no tengo experiencia de haber tomado ningún autobús y seguramente sólo los viajeros low cost y aventureros lo tomarán. Empresas de autobuses recomendadas: Superjet, Delta, Upper Egypt, o Westmidbus.
Más información sobre autobuses en Getting around o en Egypt bus.
Tren: no tengo experiencia en tomar trenes en Egipto, pero tengo amigos que viven en El Cairo y toman el tren a Alejandría con frecuencia y me dicen que es un buen medio de transporte. La red ferroviaria tiene más de 5.000 km de oeste a este (de Suez a la frontera Libia) y de norte a sur (de El Cairo a Asuán). Fue fundada por los ingleses en 1851 y no parece no haber sufrido ningún tipo de renovación. Como en muchos otros países, es recomendable comprar sólo billetes de primera clase. Comprar un billete representa todo un reto al no hablar nada de inglés y estar todo en árabe. Precios muy económicos. Curiosamente, en la página oficial turística de Egipto no se habla ni se menciona el tren como medio de transporte.
Egipto ofrece a los turistas todo tipo de alojamiento, desde los impresionantes hoteles de gran lujo de El Cairo hasta los albergues juveniles. Existen muchas posibilidades al alcance de todos los bolsillos. Las principales ciudades tienen tanto hoteles de lujo y gran lujo como otros con precios moderados y unas instalaciones de buena calidad.
Comentar que los mejores hoteles en El Cairo, se pueden encontrar a partir de 150 € (hablo de hoteles de lujo). Y luego hay muchos alojamientos baratos, pero de calidad y comodidad dudosa. Atención en las facturas de los hoteles, ya que están sujetas a un recargo del 12% en concepto de servicio.
Es bastante típico en Egipto que los turistas realicen un crucero fluvial por el río Nilo. Existe el crucero corto entre Luxor y Asuán y el largo entre Luxor y Abu Simbel. Yo realicé el corto, de Asuán a Luxor, en el barco Darakum de la empresa Mövenpick Nile Cruises.
Mi crucero por el Nilo empezó en Asuán y terminó en Luxor. Es una muy buena opción para recorrer el Nilo de una manera muy relajada y visitando los sitios arqueológicos más importantes, acompañado de buena gastronomía y una experiencia inolvidable.
Yo no realicé la excursión opcional a Abu Simbel por falta de días, ya que se requiere un día completo extra. A Abu Simbel se llega desde Asuán en autobús (unas 3 horas) o en un corto vuelo.
La cocina egipcia recuerda a la comida mediterránea y árabe, me encanta!. Entre los alimentos básicos destacan el arroz, el pan de maíz y una gran cantidad de legumbres. Hoy en día el carnero es una de las carnes más comunes y se suele cocinar asado, cocido a fuego lento con huevos y legumbres. El pescado no se consume demasiado, aunque son muy populares unas grandes gambas que se preparan en una especie de risotto con guindilla y tomates, y las huevas de mújol. Supongo que en las zonas costeras sí que es más popular el pescado.
Un plato muy típico de Egipto es la sopa molokheya, curioso pero me gustó mucho!. Es una sopa de hierbas, bastante consistente, muy rica en mucílago, de sabor más bien dulce y al que se le añade carne de pollo o de conejo, especias y salsa de tomate. Recomendable.
Sobre sus postres, son muy similares a Oriente medio, siendo muy popular el lukum y la baklava. Demasiada miel y azúcar para mi gusto. Los dátiles son un elemento básico, pueden ser frescos, confitados, secos, en harina o en gachas, que se utilizan por ejemplo para hacer menenas, una especie de bola de pasta de almendras, con agua de flor de azahar que rellena unos dátiles deshuesados con almendras, pistachos y canela y que se cuecen al horno.
Las bebidas tradicionales en Egipto son el agua perfumada con flor de azahar, el agua de rosas, el jugo de caña de azúcar sin fermentar y una típica infusión roja, el karkadé, con sabor a grosellas y hecha con flores de la acedera de Guinea. Un plus son los zumos que venden a pie de calle, sobre todo de naranja, baratos y recién hechos. Y nada de alcohol, o casi nada, pues es un país musulmán.
No está actualizado, pero este blog sobre gastronomía egipcia es muy recomendable. Más información en la página Platos egipcios.
Las condiciones de salubridad en Egipto son pobres, siendo común la ingesta de agua o comida contaminada y la aparición de cuadros de indisposición intestinal. Se recomienda vigilar la limpieza e higiene de vasos, botellas y boquillas de las tradicionales pipas de agua a efectos de evitar contraer hepatitis. Se recomienda al viajero seguir las pautas generales de prevención establecidas por Sanidad Exterior. Es recomendable consultar y seguir las recomendaciones específicas para Egipto elaboradas por Sanidad Exterior.
Quien viaje a Egipto entre abril y octubre deberá ir mentalizado para sufrir el calorazo y bochorno que hace, por lo quien tenga la tensión alta debería abstenerse de viajar allí en verano.
Y para aquellos viajeros procedentes de países en los que la fiebre amarilla es endémica es obligatorio presentar prueba de haber sido vacunado contra este virus. Por lo demás, no se recomienda ninguna vacuna. Al llegar a Egipto, es posible que las autoridades locales exijan rellenar una tarjeta en la que se pide al viajero que consigne sus datos de contacto en Egipto, a efectos de control sanitario. A mi nadie me pidió nada.
Yo, mujer y occidental, viajé sola a Egipto. Me he sentido segura y tranquila, pero tampoco he ido por ningún sitio que no considerara seguro. He tomado taxis sola, pero lo dicho, sólo en lugares que me han parecido tranquilos.
Sí me encontré con un momento de pequeña inseguridad, cuando en las pirámides de Gizah, uno se hizo pasar por policía e insistía en que hiciera el tour de las pirámides con su carro. Al quererme bajar no me dejaba y tuve que insistir usando mi fuerza. Pero no fue realmente inseguridad, sólo que tuve que demostrar que a mí no me engañan y a él no le gustó que se lo demostrara (ver mi post del 24 diciembre 2012).
En general mi experiencia fue positiva: tomé las habituales precauciones que hay que tomar en cualquier viaje (o cuando paseamos por nuestra ciudad), sobre todo en lugares con aglomeración de gente y en horas nocturnas o sitios con poca luz.
Egipto es un país considerablemente grande, con dos estaciones generales: un invierno suave y un verano soleado y muy caluroso. La mayor parte del paisaje de Egipto es desierto, exceptuando la costa del Mediterráneo y el Valle y el Delta del Nilo.
Entre noviembre y marzo los días son agradables y cálidos, mientras que las tardes y las noches son frescas y suaves en todo el país. Habitualmente, en abril y mayo las temperaturas son suaves, por lo que estos meses son ideales para visitar cualquier lugar de Egipto. Entre junio y septiembre, el tiempo es muy caluroso y seco en las zonas desérticas y húmedo en el Valle del Nilo y la costa del Mediterráneo. Durante dichos meses es esencial llevar gafas de sol, un sombrero, un protector solar y mantenerse bien hidratado, aunque no es recomendable visitar las zonas desérticas.
En definitiva, la mejor época para visitar Egipto es a finales de septiembre y octubre, así como en los meses de abril y mayo. En el periodo entre noviembre y febrero se da un agradable clima templado, ideal para realizar un crucero Nilo abajo. Durante mi estancia el sol sale a las cinco y poco de la mañana y se pone pasadas las seis y media de la tarde. De noche el bochorno sigue siendo sofocante.
Durante nuestro invierno en Egipto tienen 1 hora más que en la España peninsular.
• En Egipto se sigue fumando en todas partes: hoteles, restaurantes, taxis, oficinas... lo que es un tanto desagradable cuando no se es fumador y cuando ya no se recuerdan esos tiempos donde en España también se podía fumar. Consejo: airear la ropa al regresar de un restaurante egipcio.
• Las entradas de los diferentes monumentos y sitios arqueológicos son para coleccionar: con su foto de cada sitio y muy bien conseguidas. Así sí!.
• Los egipcios, como buenos árabes, son grandes vendedores y te embaucan enseguida con su arte de la palabra. Estad atentos para no salir cargados de bolsas de las tiendas aunque no queramos.
• Los ciudadanos egipcios pagan aproximadamente una décima parte de la entrada en los sitios arqueológicos, ya que los precios para turistas son mucho más altos.
• En Egipto no es necesario un adaptador de electricidad, pues los enchufes son como en España (voltaje: 220V).
• Web oficial de la Oficina de Turismo de Egipto, en español: Egypt Travel
• Oficina de Turismo de Egipto en España: Torre de Madrid, 5ª planta, Of. 3, Pza. de España - 28008 Madrid (tel. 91 559 21 21,
e-mail: info.es@egypt.travel).
• Embajada de Egipto en Madrid: c/ Velázquez, 69 - 28006 Madrid (tel 91 577 63 08 / 09 / 10, e-mail: madrid_pb@sis.gov.eg).
• Consulado de España en Egipto: teléfonos para emergencias de españoles en Egipto: móvil 002 0123 183 783 o fijo 002 02735 72 81.
• Guía recomendado: Hamoda Ismail (tel. 002 0112 321 9256, e-mail:hamegypt@hotmail.com).
Desde Barcelona tomo un vuelo directo con EgyptAir que tarda casi cuatro horas en llegar a El Cairo, la capital de Egipto.
Al llegar al aeropuerto de El Cairo hay que comprar el visado: cuesta 15 dólares, pero yo pagué en euros y te dan el resto en EGP. Se pasa el control del pasaporte con el sello del visado y luego se recoge el equipaje.
El aeropuerto está en Heliópolis, al noroeste de la ciudad. La terminal 1 se conoce como el viejo aeropuerto, mientras que la terminal 2 es donde se acostumbra a llegar y salir.
Para ir desde aeropuerto al centro de la ciudad, que es donde estaba situado mi hotel, el Four Seasons Nile Plaza, tomo un taxi con taxímetro. Son sólo los blancos, pero las colas y el orden destacan por su ausencia. Tomo uno cualquiera, que enseguida enciende el taxímetro. No acostumbran a hablar inglés, pero me lleva a mi destino en unos 45 minutos y por 115 EGP. Este es el primer contacto con el abundante tráfico egipcio.
También hay un aerobús desde el aeropuerto que te deja en el centro, pero no lo consideré adecuado para mí.
• Four Seasons Nile Plaza. Lo describo como los muchos Four Seasons clásicos y fantásticos, servicio perfecto con 350 habitaciones. Spa espectacular y varios restaurantes: Su restaurante Bella es el italiano más famoso de la ciudad, pero yo preferí cenar en su buffet libre egipcio del Zitouni. Desayuno interminable, para todos los gustos. Acierto seguro este hotel. Ver mis fotos de este hotel.
• Kempinski Nile. Es un hotel boutique fantástico, con 121 habitaciones, donde irse a ver la puesta de sol (es de obligada parada en el Cairo para ver la puesta desde su azotea y piscina, espectacular). Habitaciones preciosas, elegantes, tonos claros y terciopelos. Spa donde tuve la oportunidad de dejarme mimar. Su restaurante turco es delicioso. Sólo tengo buenas palabras para este hotel, que me encantó. Ver mis fotos y comentarios de este hotel.
• The Mena House. El clásico hotel y único que está frente las pirámides de Gizah. Hasta el 1 de enero de 2013 perteneció a la lujosa cadena Oberoi. Sus 94 habitaciones del edificio principal rezuman historia y gritos imperiosos de reforma, aunque pasearse por su historia tiene su qué, sobre todo en sus partes comunes. Espectacular el restaurante Khan El Khalili parada obligada post pirámides. Para olvidar es su edificio nuevo, con más de 300 habitaciones, construido sin ninguna gracia. Ver mis fotos de este hotel.
• Barceló Cairo Pyramids. También situado muy cerca de las pirámides. Si se duerme en sus plantas más altas se pueden divisar perfectamente y seguro que es toda una experiencia. Pero yo no lo visité.
• Riad du Charme. Es otro hotel que no he visitado. Está en el centro histórico de Cairo, en la zona del bazar Khan El Khalili, y es un riad de lujo con 17 suites. Me hablan muy bien de este hotel.
En Egipto, en general, se puede fumar en todas partes, por lo que hay que contar que en los restaurantes se come con humo, sea de cigarrillos o de la típica shisha árabe que se fuma al terminal el ágape.
• Kababgy, justo al lado del Nilo, es el mejor lugar para comer gastronomía egipcia en una atmósfera oriental.
• Abou El Seid (157, 26th of July St. - El Cairo; te.l 2735 9640), comida egipcia en un entorno elegante. Se puede fumar sisha.
• Taboula (1 Latin American St, Garden City - El Cairo; tel 2792 5261), el mejor libanés de la ciudad.
Varios:
• Glass House (6 El Salhia, en el bazar Khan El Khalili - El Cairo; tel. 259 4550), de Mohamed Sayed Arafa, es una pequeña tienda donde venden cristal tallado a mano, vasos y cosas varias de cristal.
• Hussam Abd ElZaher (tienda 3, bazar Alfostat, detrás de la mezquita Amr Ibn El-Ass). Librería donde hacen preciosas libretas a mano.
• Pergaminos y perfumes Haroun-Crocodile (1101/1103 Corniche el Nil, Garden City - Cairo; tel. 00202 279 23150). Me sorprendieron por la calle y con sus artes de venta me acerqué a la tienda, un té y allí me tenéis eligiendo un pergamino con mi nombre que ni quiero ni necesito. Venden pergaminos pintados a mano (según dicen de su propia plantación, que fabrican ellos) y perfumes. No me dieron opción a no comprar. Te dan una bolsa y te dicen que luego pases "con toda la confianza".
Sábanas de algodón egipcio:
El algodón egipcio está considerado como uno de los más finos y exclusivos de todo el mundo, por lo que las prendas elaboradas con él tienen precios que en ocasiones llegan a ser exorbitantes. La cuestión es que el famoso algodón egipcio se elabora de la misma manera desde hace miles de años. La materia prima se cultiva en el país y luego es llevada a los artesanos, los cuales unen las hebras ya sea de forma totalmente manual o con maquinaria muy antigua, pudiendo poner así una gran cantidad de hilos de algodón en una misma tela.
Lo que sucede con este tipo de algodón es que todas las prendas confeccionadas con el mismo tienden a ser de una gran calidad y suavidad, pareciéndose así mucho a la seda. Es más, es tanta su calidad que siempre es la primera opción elegida por los mejores diseñadores de todo el mundo para elaborar sus prendas más costosas y elegantes.
• Heba Linens. El exclusivo algodón egipcio comprado aquí lo hacen con la medida que quieras y con tus iniciales. Hay tiendas en diferentes ubicaciones en Cairo, pero yo fui a la tienda situada en el centro comercial First Mall.
• Cadeaux Chics (1 Hassan Assem Zamalek - El Cairo; tel. 273 8362).
Alfombras:
• Nagada (13 Refaa Street, Dokki - El Cairo; tel. 2748 6663).
• Wissa Wassef (Saqqara Road - El Cairo; tel. 3385 0746).
• Oriental for Hand Made Carpet (Sakkara road, Mounument Street - El Cairo; tel. 381 90092).
• Shahira Mahrez Art Gallery (12, Abi Emama Street, Dokki - El Cairo; tel. 37487814).
Oro y plata:
• Song for Silver (1 Ahmed Hershmat St, Zamalek - El Cairo; tel. 273 58714).
• El Ain Gallery (73, El Hussein St, Dokki - El Cairo; tel. 2349 3940). Recomendada por el diario New York Times y por Lonely Planet.
En El Cairo se puede dividir la visita a la metrópolis en tres zonas: Cairo Central, Cairo Islámico y Cairo Antiguo.
• Cairo Central. Es la zona de El Cairo comprendida entre la orilla derecha del Nilo, la Corniche, y el Cairo Islámico. Su centro es la ahora alborotada plaza Tahrir.
El Museo Egipcio está muy cerca de esta plaza. Con sus más de 100.000 antigüedades de los tesoros de las pirámides y otros templos es realmente espléndido. Todo lo encontrado en templos y tumbas está depositado en este increíble museo. Ineludible visita, para mí lo mejor de El Cairo. Riquísimos fondos, en calidad y cantidad, a pesar de que necesita unas nuevas instalaciones. La entrada cuesta 60 EGP sin permiso para llevar la cámara. Para visitar la sala de momias reales (tesoros de Tutankamon) hay que pagar un extra de 100 EGP.
• Cairo islámico (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1979). Corresponde a la antigua parte medieval y es una de las zonas más fascinantes de esta enorme ciudad.
En la Ciudadela de Saladino (al-Qars) encontramos tres mezquitas y varios museos de poca importancia. Pero las mezquitas sí valen la pena y mucho. La principal es la mezquita de Muhammad Ali (o de Alabastro), de inspiración puramente otomana. Otra es la mezquita de An-Nasir Muhammad. Y la última, la mezquita de Ahmad al-Katjuda es pequeña, su patio es bonito y si hay oportunidad vale la pena visitar las tumbas. Cuesta bastante encontrarla, la clave es tener un buen guía, pues si se va solo será complicado de encontrar. Desde la Ciudadela hay muy buenas vistas de la ciudad, pero mejor desde el Jardín del Azahar.
Khan El Khalili es el gran el bazar de El Cairo, una visita siempre obligada en esta metrópolis para transportarnos en el tiempo a un zoco árabe antiguo. Los mercaderes llamándolo para que se acerque a sus puestos, el aroma a especias, el alboroto del intercambio comercial y la cantidad de bellos objetos que puede comprar harán que uno se pierda entre los callejones durante horas. Regatear para comprar sea estatuillas, especias, souvenirs, joyas de plata, camisetas, galabeyas, trajes de la danza del vientre o cualquier cosa que queramos. De obligada visita para tomarse un té es el famoso Café Fishawi, uno de los cafés más antiguos de El Cairo. Disfrutar de una buena taza de té fuerte y una shisha con sabor a fruta a primeras horas de la mañana, mientras se observa a la gente pasar caminando frente a esta histórica cafetería, es un must en el Cairo.
• Cairo Antiguo. Esta parte antigua de El Cairo acoge a la comunidad cristiana copta. Aquí se puede visitar la zona amurallada conocida como Cairo Copto, así como el Museo Copto, la Al-Muallaqa (o iglesia colgada) y la iglesia de San Sergio.
La Iglesia colgante Al-Muallaqa fue construida encima de la torre de entrada de la fortaleza romana, llamada Babilonia. La nave de la Iglesia Colgante se encuentra suspendida sobre el corredor. La Iglesia Colgante, situada justo al sur del Museo Copto en El Cairo, hace alarde de 13 magníficos pilares en su interior, que representan a Jesús y sus 12 apóstoles.
En el Museo Copto se exhiben cientos de documentos, estatuas y objetos cristianos egipcios, en los que se distingue la influencia del antiguo Egipto, así como griega, romana, bizantina y otomana. Cuenta con un fantástico y tranquilo claustro rodeado de jardines verdes. El Museo Copto se encuentra dentro del pueblo romano de grandes fortalezas, llamado Babilonia, en el Cairo Antiguo. Está abierto de 9 a 16 horas y el precio es de 50 EGP.
• Pirámides de Gizah. Ubicadas a 18 km del centro de El Cairo, se llega en taxi y según tráfico se tarda unos 30 minutos. La entrada cuesta 60 EGP y dentro se puede escoger pasear en burro con carro, en camello, a caballo o a pie. Creo que a pie es totalmente desaconsejable según el calor que haga. Yo escogí ir en camello, y pagué por una hora y media con el guía 100 EGP. Un poco lento ir en camello, pero suficientemente exótico para los urbanitas como yo.
Al llegar a la zona de las pirámides todo es bastante caótico y tuve un pequeño desencuentro con un supuesto policía (leer post en mi blog). O sea atención a todos los engaña turistas que hay en la entrada y dentro del recinto de las pirámides. Nos están esperando.
Hay tres pirámides enteras y famosas, y otras seis más pequeñas en las que la visita está incluida con la entrada general. En caso contrario hay que pagar 30/50 EGP en cada pirámide extra que se visite. Es una experiencia adentrarse agachado en las entrañas de las pirámides, pues el techo está a una altura de 1,30 metros como máximo. Abstenerse los claustrofóbicos. Es frustrante llegar al final de la visita en la pirámide y no encontrar nada, ni pinturas, ni relieves, ni nada, es solo la emoción. También se visite la famosa esfinge, sin nariz, y de la cual se desconoce a qué faraón representa.
Sinceramente, me imaginaba las pirámides más grandes en tamaño y más emocionantes de lo que realmente son. Será que he visto otras pirámides en el mundo (México y Guatemala) que me han impresionado más. En cualquier caso son testigo de la apasionante historia de Egipto y vale mucho la pena visitarlas.
Hay otro conjunto de pirámides interesantes a visitar, Saqqare y Dashur,a tan sólo 45 minutos de El Cairo. Yo no las visité, pero creo que son recomendables. Recomiendo leer este post del blog de viajes Diario de a Bordo.
Asuán está situada a unos 899 km al sur de El Cairo, Asuán es un destino tranquilo del valle del Nilo, donde este río es más majestuoso que en ningún otro lugar y fluye entre rocas de granito e islas esmeralda cubiertas de palmeras y de plantas tropicales.
La palabra Asuán proviene de la palabra en egipcio antiguo soun, que significaba zoco o comercio. Se ganó el nombre gracias a la posición estratégica de la ciudad, en la ruta comercial que enlaza el norte de Egipto con el sur. Es oficialmente el destino perfecto para pasear y relajarse: pasear por la Corniche y observar las falucas surcando lentamente el Nilo.
Asuán también ofrece una rica experiencia cultural: primeras impresiones de la cultura nubia a través de sus comercios de especias, con sus tatuajes de henna, de souvenirs o de productos artesanales africanos en el zoco de Asuán. Curiosidad: muchas tiendas de perfumes, no sé el motivo pero es así.
Desde la Antigüedad, Asuán también era conocida por una terapia curativa consistente en enterrar en la arena de esta zona las partes doloridas del cuerpo da excelentes resultados y puede aliviar dolencias tales como reúma, artritis, edema articular e inflamación de la piel. Se dice también que el clima de la ciudad tiene propiedades relajantes y rejuvenecedoras.
Me hubiera gustado pasar más tiempo en Asuán, me dio muy buena impresión.
Desde el aeropuerto de El Cairo tomo un avión de EgyptAir y en una hora y 15 minutos llego a Asuán. El vuelo lo compré online un mes antes del viaje y pagué 102 €.
A mi llegada al aeropuerto de Asuán me espera el chófer contratado a través del Resort Mövenpick Aswan, el cual me traslada en unos 30 minutos hasta el embarcadero.
En Asuán me hospedé en el maravilloso Resort Mövenpick Aswan, que hasta el 2004 fue un hotel de la cadena Oberoi. En su restaurante Panorama, en el piso 13 de su única torre, se pueden tener vistas únicas de Asuán. Mi habitación era una suite de dos pisos enorme, con jardín y de tonos marrón oscuro (ver video). Ver mis fotos de este hotel.
Otro hotel, al que yo no fui, pero que sería de parada obligatoria para quien tenga un poco más de tiempo, es el legendario Old Cataract Hotel que es ahora de la cadena Sofitel.
Como que sólo pasé una noche en Asuán no puedo contar mucho sobre restaurantes de esta ciudad.
• Mausoleo de Aga Khan. Situado frente a la isla Elefantina (isla formada por el río Nilo frente a la ciudad de Asuán) e inspirado en la arquitectura de los fatimíes del Cairo.
Este monumento se caracteriza por su elegancia y por el uso especial que se ha hecho del granito rosa. Fue construido a petición de la begum, esposa de Aga Khan III, cuando éste murió en 1957.
• La Gran Presa. Situada unos 13 km al sur de Asuán, esta presa suele incluirse en las excursiones de un día que se realizan al sur de Asuán.
La gran presa tiene 3.600 metros de largo, 980 metros de espesor en la base y 111 metros de altura (en su punto más alto). Dicen que es impresionante, a mi sinceramente me sobró... Las aguas del lago Nasser, el lago artificial más grande del mundo, se embalsan tras esta presa, gracias a la cual todo Egipto recibe agua de riego y electricidad.
• Templo de Philae. Y la tercera visita en Asuán incluía un desplazamiento en barca para llegar al templo de Philae, situado sobre una islita.
Este templo fue reubicado de su emplazamiento original, ya que en 1960 iba a quedar sumergido a causa de la construcción de la presa de Asuán y, en una hazaña de ingeniería, se trasladó bloque a bloque hasta la isla de Agilka para ser montado nuevamente como si fuera un rompecabezas gigante, increíble pero cierto.
Fue iniciado por Ptolomeo II y terminado por el emperador Justiniano. El templo fue dedicado a la diosa Isis, la esposa de Osiris y madre de Horus. Estos tres personajes dominan la antigua cultura egipcia.
• Templo de Kom Ombo. Está situado unos 45 km al norte de Asuán y se visita durante el crucero, siendo la primera parada después de Asuán.
Consta de dos entradas, dos salas hipóstilas y dos santuarios exactamente iguales, ya que la simetría en la distribución del templo es un homenaje a la relación mítica entre los dioses Sobek y Horus el Viejo, a los cuales está dedicado Kom Ombo.
El templo fue construido sobre una roca del río Nilo, en un lugar donde se juntaban los cocodrilos en la época antigua. El templo de Kom Ombo es una muestra de la importancia que los sacerdotes del Antiguo Egipto daban a los ciclos naturales y a los cocodrilos del Nilo. Aquí se pueden ver momias de cocodrilos, féretros de arcilla y espectaculares relieves en las paredes.
Luxor, que fue capital del Antiguo Egipto, se conoce en la actualidad como el mejor museo al aire libre del mundo, con la tumba de Tutankamón, en el Valle de los Reyes y las espectaculares vistas de las puestas de sol en los templos majestuosos de Karnak.
El Nilo divide Luxor en dos áreas, conocidas popularmente como la Orilla oriental y la Orilla occidental, que en tiempos del Antiguo Egipto simbolizaban la vida y la muerte, respectivamente.
Aunque la Orilla oriental ha crecido hasta convertirse en una ciudad moderna, aún perdura en ella un entorno verde, su bazar tradicional y unas vistas espectaculares del Nilo. La Orilla oriental presume de albergar algunos de los hoteles más refinados de Egipto y de acoger spas espectaculares y un campo de golf.
La Orilla occidental es conocida por su necrópolis y sus templos mortuorios: el Valle de los Reyes, el Valle de las Reinas, la ciudad de los trabajadores y el Templo de Medinet Habu son lo más destacado de la Orilla occidental de Luxor. En la mitología del Antiguo Egipto, el sol poniente por el oeste simbolizaba el viaje al más allá y de ahí el simbolismo de enterrar a los muertos en la parte oeste del Nilo.
Llego a Luxor en mi crucero Mövenpick desde Asuán y navegando por el Nilo (ver fotos).
En Luxor duermo en el crucero, pero visito el histórico Winter Palace Sofitel, antigua residencia presidencial, que seguramente es donde me quedaría si durmiese en Luxor. Una joya ni que sea para tomarse algo en su bar o jardines (ver mis fotos de este hotel).
• Valle de los Reyes. Está situado en el antiguo emplazamiento de Tebas, en la orilla occidental de Luxor. Es un antiguo cementerio donde fueron enterrados muchos de los gobernantes del Imperio Nuevo. Sin lugar a dudas, se trata de un lugar impresionante!.
Aquí es donde se encuentran, entre otras, la famosa tumba de Tutankamón, la cual fue descubierta casi intacta en la década de los años 20 del siglo pasado, así como la tumba de Ramsés IV.
La visita al Valle de los Reyes vale la pena, aunque sea ya sólo por la tumba, pero es imprescindible también visitar el Museo Egipcio de El Cairo para ver y hacerse una idea de todos los tesoros con los que eran enterrados los faraones.
Está prohibido sacar fotos en el interior de las tumbas. Fuera está lleno de vendedores de postales, libros, bebidas o de lo que sea. La entrada básica al Valle de los Reyes cuesta 80 EGP e incluye la visita a 3 de las 63 tumbas del lugar, sin incluir la de Tutankamón, para la que es preciso pagar una entrada adicional. Está abierto de 6:00 a 16:00 h.
• Valle de las Reinas. Situado en la orilla occidental de Luxor, cerca del Valle de los Reyes. El Valle de las Reinas es el lugar donde se enterraba en la antigüedad a las esposas de los faraones, princesas, príncipes y varios miembros de la nobleza. La tumba de Nefertari, la esposa favorita de Ramsés II, es la atracción más famosa. También está prohibido sacar fotos e igualmente está lleno de vendedores de lo que sea. La entrada cuesta 35 EGP y está abierto de 6:00 a 16:00 h.
• Templos de Karnak. El complejo del templo de Karnak alberga tres templos principales, algunos templos más pequeños en el interior del recinto y una serie de templos exteriores, con lo que combina los logros de varias generaciones de constructores de la antigüedad en un período de 1.500 años. Alrededor de treinta faraones distintos contribuyeron al proceso de construcción de este lugar, lo que lo dotó de una complejidad y diversidad jamás vistas en cualquier otra parte. Y es que se trataba del lugar más sagrado del Imperio Nuevo.
El antiguo complejo cubre un área total de 2 km² y su nombre, Karnak, significa asentamiento fortificado en árabe. El templo de Amón, la estructura principal del complejo, es el lugar de culto más grande jamás construido. Está flanqueado por dos templos gigantes más, dedicados a Mut, la mujer de Amón, y a su hijo Khonsu, respectivamente. Aunque puede parecer que esté en un estado muy ruinoso a día de hoy, aún hay varios aspectos de Karnak que lo hacen uno de los yacimientos antiguos más impresionantes de todo Egipto. Es el único lugar donde encontré hordas de turistas.
• Templo de Luxor. Es una visita obligada en cualquier viaje a Egipto, como testimonio continuado de la historia, comenzando por la dinastía XVIII del Antiguo Egipto hasta el siglo XIV d.C., cuando se construyó una mezquita en el complejo para conmemorar a Abu Al-Haggag, responsable de la islamización de Luxor. Muchos faraones tuvieron un papel importante en la construcción de este templo a lo largo de los años, como Tutankamón, Hatshepsut, Ramsés II y Amenhotep III. Los romanos, y posteriormente los cristianos, también tuvieron su influencia en el templo.
• Templo de Hatshepsut (Deir el Bahari). Es el templo más importante de los construidos en Deir el Bahari y único en todo Egipto. Fue construido por la reina Hatshepsut en forma de terrazas, de grandes dimensiones, con columnas que se confunden con la ladera de la montaña, situada tras el templo. El templo está en parte excavado en la roca y en parte construido externamente, basándose en las construcciones previas realizadas por Mentuhotep I. Se construyó entre los años séptimo y vigésimoprimero del reinado de Hatshepsut.
Constaba de una calzada de 36 metros de anchura rodeada de esfinges que conducía desde la entrada hasta el gran patio, al que se accedía a través de 2 terrazas escalonadas, construidas en la ladera de la montaña y unidas mediante rampas. Una rampa ascendente, con el león que protege el nombre de la reina, da acceso al 2º nivel, con un pórtico formado por 2 filas de 22 pilares cuadrados. Existe, además, a la derecha otro pórtico inacabado con 15 columnas y 4 nichos. La entrada cuesta 30 EGP y está abierto de 6:00 a 16:00 h.
• Colosos de Memnón. Son dos estatuas gigantes que representan a Amenhotep III y que se encontraban originariamente frente a su templo mortuorio, del que hoy se conservan pocos vestigios por razones que no se conocen. Cada uno de los colosos mide unos 21 metros de altura y representan al rey Amenhotep III en su trono.