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Bandera de Egipto

EGIPTO

Notas de un viaje a Egipto

José Luís Chamarro
Published on Data viatge: 2005 | Publicat el 14/10/2005
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Hice un viaje largamente esperado en mayo 2005 a Egipto desde que en mi juventud cayó en mis manos un libro de C W Ceram, Dioses, Tumbas y Sabios, que recomiendo y que me inició en el tema. Por mi trabajo no dispuse antes de los necesarios dias en las mejores épocas.

Mis experiencias coinciden con los comentarios de Odebar y de Robinson y Blue en esta web, a los que me agradaría añadir lo siguiente:

Por haber trabajado como guia de turismo en Catalunya en mi época de estudiante y por mi forma de ser, siempre que he viajado lo he hecho por mi cuenta. Este viaje es imposible organizarlo por tu cuenta por lo que contraté con Iberojet que ofrece cinco categorías. La diferencia de precio entre la categoría media y la superior es de poco más del 15%. Alguien que sabe más que yo me aconsejó la superior. Debo decir que fue sin duda el dinero mejor gastado.

Tuvimos un guia excelente, atento y erudito para un grupo de ¡ocho personas! Tan bueno era el guia que estaba previsto cambiarlo la segunda mitad del viaje y tuvimos que hacer un plante para que nos lo mantuvieran. No pudo evitar las visitas a la perfumería o los papiros pero fuimos con su complicidad. Los dos barcos excelentes y el hotel de El Cairo (el nuevo Four Seasons) con, probablemente, la peor habitación de las disponibles ¡de 90 m2! con todos los gadgets que se puedan ofrecer y el mejor buffet de desayuno que recuerdo, aparte de un servicio de seguridad impecable.

El paquete incluyó avión a Luxor, crucero hasta la alta presa, autobús hasta Abu Simbel y regreso por el lago Nasser hasta Assuan y avión a El Cairo, y cuatro noches en El Cairo. Los aviones de Spanair en los tres casos. El trayecto entre Assuan y Abu Simbel preferí contratarlo en autobús mejor que en avión de línea interior, opcional y probablemente charter.

La organización: perfecta, incluso en el único cambio sobre lo previsto. La ida en autobús a Abu Simbel y vuelta en barco se hizo al revés. Ello nos permitió disponer de todo el tiempo del mundo para ver los templos fuera de las aglomeraciones habituales. Tengo fotos de mi esposa en las explanadas sin nadie más con toda la fachada detrás. Pudimos también ver el espectáculo de luz y sonido que es de gran calidad.

También supuso un regreso en autobús de noche acompañados de dos soldados con metralletas y con las luces apagadas para evitar ser vistos ya que no pudimos unirnos a ningún convoy militarizado. Acojonante experiencia para explicar ya que en todo el trayecto sólo nos cruzamos a las cuatro de la mañana con el convoy a Abu Simbel de unos treinta autocares y otros tantos camiones del ejército perfectamente agrupados. Ni un solo pueblo aunque con una luna brillante.

La formación reciente del lago Nasser sumergió las franjas fértiles de las orillas sin que se hayan reproducido todavía en las orillas del lago por lo que las visitas a los templos de la zona (Kasr Ibrim, El Seboua, Kalabsha, etc) hay que hacerlas andando por el desierto. Hay quien recomienda calzado de playa y vestido ligero. Error!. Basado en mi escasa experiencia recomiendo zapatos deportivos sólidos con calcetines de algodón grueso, pantalones tejanos y algo de manga larga, un paraguas plegable y una botella de agua. Amén de sombrero y gafas obscuras. Ello permitirá andar cómodamente recorridos cortos, máximo 2 km.

A no olvidar que una piedra a la que se le da una descuidada patada puede esconder un alacrán que, asustado, te puede dar un disgusto. Aún así, las altas temperaturas llegaron a despegarme una suela de un calzado curtido en los más variados terrenos. De todas formas, se suele decir que lo que protege del frio protege del calor.

Regateo: Como dicen los que me preceden en el comentario, se aprende pronto pero me pregunto si el tiempo que se pierde compensa. No compensaría si lo valoráramos a precio de nuestra forma de vida. Tampoco compensan las largas esperas a mi esposa que he tenido que soportar por los alrededores de las tiendas que venden cosas acaso inútiles en pro de un regateo que aburre enseguida sobre todo si se ha practicado ya en otros lugares.

Comer y beber: Sólo bebidas embotelladas de marca. Se podría exceptuar el té de El Fishawi situado en el bazar Khan el Khalili. El restaurante Felfela es también recomendable para los que gustan de salir de los circuitos de los hoteles.

¿Bañarse en el Nilo? Sí, pero con sandalias.

Recomiendo la visita al poblado nubio que fue desplazado de su habitat por la crecida de la alta presa. Vale la pena ver sus costumbres y su organización social. A destacar la belleza de sus mujeres. Evitar dar palabra de compra a los vendedores, casi siempre muy jóvenes, para sacárselos de encima si no se tiene intención de cumplirla.

Algunos dias de la semana, a continuación del mercado de turistas, hay otro para clientes locales en donde, oh milagro, nadie te atosiga, no hay ni policia ni turistas y los precios son algo más bajos. Aunque el mercado parece una aglomeración desordenada, las posibilidades de regateo son pequeñas.

Y para terminar, los bares de los aeropuertos están, en cuanto a precios, como en nuestro pais. Lo malo se aprende pronto.


Crònica d'un viatge a Egipte - José Luís García López [2009]
Diari de viatge a l’Orient Mitjà - Sandro Alarcón & Rosa Moreno [2007]
Diari de viatge d'un creuer pel Nil - Robinson & Blue [2003]