Si uno se plantea visitar China por libre y le frena la barrera idiomática, nosotros le aconsejamos que por este motivo no deje de ir. En nuestro caso también nos hacía mucho respeto, pero después de preguntar bastante por Internet nos animamos y sólo podemos decir que hemos vuelto encantados, tanto que nos planteamos en breve repetir.
Sí, es cierto que no hay muchos chinos que hablen inglés, pero siempre aparece alguien por arte de magia. Nuestro truco (explicado por una señora china que conocimos en el tren y sólo nos falló una vez) consistía en preguntarle a chicos jóvenes con gafas (esto de las gafas lo debió comentar como broma como queriendo decir que eran estudiantes y en la escuela ahora hacen inglés), así que probadlo y ya contaréis.
Recomendamos comprar un pequeño diccionario español-chino porque a nosotros nos ha sacado de algún apurillo, y como no, mucha paciencia y buen humor!!!. La guía Lonely Planet con los caracteres en chino también nos ha sido de gran utilidad. Los chinos son encantadores y veréis que a la que uno se acerca a pedir ayuda se desviven por echarte una mano. Como en cualquier otro destino, nosotros siempre hemos desconfiado de gente que se acercaba a ti para ofrecerte un taxi o practicar inglés... Igual había gente que no lo hacía para timarte, pero habíamos leído de timos a turistas donde se te acercaba gente con esta excusa para llevarte a ceremonias de té o galerías de arte y preferimos evitarlo.
Para marcar la ruta a realizar leímos guías, foros y webs (la mayoría de la información la obtuvimos de los relatos de viaje a China en esta misma web, Viatgeaddictes, y del foro Los Viajeros.
Del 19 de julio al 10 de agosto de 2009.
+ 1.262 € (vuelo internacional)
+ 1.850 € (cambio de euros a yuans
+ 487 € (vuelos internos)
+ 50 € (visado)
+ 100 € (otros: botiquín, guia, etc.)
= 3.751,20 € (1.875 € por persona)
En relación al dinero nosotros nos llevamos euros, los cuales fuimos cambiando, sobre todo en el Bank of China. El sistema es muy sencillo: cuando entréis tomad un número y sólo tenéis que esperar a que sobre la ventanilla aparezca vuestro número.
Como en nuestros últimos viajes, de entrada reservamos un billete multitrayecto (entrada por Beijing y salida por Shanghai) a través de Expedia y las primeras noches de hotel en Beijing.
La gran duda que tuvimos fue relacionada con los billetes de tren y avión (vuelos internos) si valía la pena reservarlos desde Barcelona o mejor una vez en China ya que leímos de gente que había tenido problema en encontrar plaza si el viaje era a finales de julio y agosto. Al final nos decidimos en reservar los billetes de avión desde Barcelona a través la página ticket9588, ya que permitía pagar con tarjeta de crédito y ofrecía billete electrónico (nosotros imprimimos el papel que nos mandaron por mail y en el mostrador de check-in no tuvimos ningún problema). Igual comprándolo en China directamente nos hubiéramos ahorrado algún dinerillo ... no sé ... De estos dos vuelos uno iba lleno, pero el segundo (el de Guilin-Shanghai) tenía mucho asiento libre... El tenerlos ya reservados no nos ha dejado improvisar recorrido, pero en nuestro caso no ha supuesto ningún problema ya que llevábamos meses estudiando el recorrido y teníamos muy claro que queríamos visitar.
Los billetes de tren siempre los reservamos a través de los hostel o en Datong a través del CITS y la comisión fue de entre 4-5 € por billete (sabemos de gente que los compraba directamente en ventanilla y no tuvo ningún problema). En el caso del trayecto de Beijing a Datong, 10 días antes (cuando salen a la venta) enviamos un mail a la agencia del hostel y cuando llegamos ya nos los tenían preparados, aunque si uno va a estar unos días en Beijing reservándolo el primer día que llegue no tendrá problemas. El billete de Datong a Pingyao se lo compramos al personal del CITS que hay en la estación de Datong (ellos cuando lleguéis ya os vendrán a buscar). Si queréis también os podrán reservar hasta el de Pingyao-Xian (de hecho intentarán que a través de ellos lo reservéis todo). Nosotros reservamos desde Beijing el billete de Pingyao a Xian a través el mail del hostel Pingyao Tian Yuan Kui, pero pienso que no hace falta hacerlo con tanta antelación. De hecho, nosotros a pesar de haber enviado los mails desde Beijing hasta el último momento no tuvimos los billetes, así que si podéis que os lo reserven el CITS de Datong y si ellos no pudieran siempre os lo podrán hacer desde Pingyao.
Los hoteles todos los reservamos un par de días antes por Internet a través la web Hostelworld, o si podíamos, directamente al mail del hostel. No hemos tenido ningún problema y siempre hemos encontrado sitio, igual no había plaza en el que mejor valorado estaba, pero sitio siempre había. Así que resumiendo, por nuestra experiencia hemos visto que no había ningún problema viajando sobre la marcha. Los hoteles casi todos fueron hostel, reservando siempre habitaciones dobles con baño.
Vuelos Barcelona-Helsinki y Helsinki-Beijing (operados por Finnair). Salida a las 10:00 (parada de casi 6 horas en Helsinki) y llegada a Beijing a las 08:55 del día siguiente (recordar las 6 horas de diferencia horaria entre España y China).
El paso por la aduana, a pesar de los controles por la gripe A, fue muy sencillo. Pensábamos que tardaríamos más.
Salimos y nos dirigimos a coger el autobús nº 2 (16 Y/persona) que nos deja en la parada final (Xidan). Todo está super indicado. Una vez en Xidan cogimos un taxi (10 Y) que nos llevó a nuestro hostel, el Beijing Far East International Youth Hostel. Tal y como decían los comentarios, es más parecido a un hotel que a un hostel. En nuestro caso la habitación doble estaba impecable y los servicios (Wifi, tours económicos, etc.) inmejorables, sin duda os lo recomendamos 100%.
Ese día estamos muertos por la diferencia horaria (hemos dormido poquísimo en el avión), así que decidimos aprovechar el resto del día con algo relajadito: el Templo del Cielo (35 Y/p). A nosotros, no sé si porque era lo primero de China que visitábamos, nos gustó mucho, igual no es tan impresionante como la Ciudad Prohibida pero tiene mucho encanto.
Con el lío del viaje no comemos, así que una vez hemos visitado el templo nos dirigimos al hostel para hacer una comida-cena. Después aprovechamos y reservamos la excursión de la Gran Muralla para el día siguiente. Como hemos leído en Internet qué tramos se pueden visitar ya tenemos claro que queremos el trekking de Jinshanling-Simatai (350 Y/p) que consiste en unos 10 km, aproximadamente unas 4 horas de camino y el precio incluye el traslado, la entrada de Jinshanling y Simatai y el desayuno (un plátano, unas magdalenas y dos aguas). También nos entregan los dos billetes a Datong que habíamos reservado por mail (158 Y/p, 50 Y de comisión).
En el hostel cenamos estupendamente (76Y), el precio es más caro que en un restaurante chino tradicional pero al ser el primer día no queremos arriesgarnos.
Nos levantamos pronto para ir a la excursión a la Gran Muralla y tenemos la suerte de que hace un día radiante. Cuando llegamos, el conductor, con un inglés mínimo nos dice que sobre las 14.00 hemos de estar en el restaurante ... pero qué restaurante????. Intentamos que nos dé más detalles, pero el pobre no sabe como comunicarse con nosotros, sólo conseguimos entender que siempre vayamos a la izquierda ... Un señor belga que hacía 20 años había hecho el mismo recorrido y ahora repetía nos repite lo de la hora y como vemos que él sabe más que nosotros decidimos seguirlo, pero cuando empezamos a caminar vemos que no hay ningún problema, durante casi todo el recorrido hay chinos que te acompañan y te muestran el camino mientras te intentan vender agua muy fresquita, camisetas, te ayudan durante el recorrido, etc.
Sólo deciros que esta excursión no nos decepcionó, todo lo contrario el paisaje es espectacular y ahora entendemos por qué el señor belga al cabo de tantos años repetía el camino. Personalmente nos encantó que hubiera tramos restaurados y tramos por arreglar. Si a uno le frenan la condición física deciros que el camino se hace fácilmente, sí que hay subidas en que no puedes más y bajadas que has de hacer despacito para no caer, pero nada que no sea posible de realizar y en serio que vale mucho la pena!!.
Cuando volvemos contratamos para el día siguiente en el hostel la entrada para la Ópera China (180 Y/p), que consiste en un espectáculo de ópera y acrobacias y un teatro de estilo tradicional. Como podéis ver al principio nos daba mucho respeto movernos solos por China, a los días este miedo se nos fue pasando. De todas maneras, a la Ópera id por vuestra cuenta, ya que el teatro está a 10 minutos caminando del hostel y los tickets perfectamente se pueden adquirir en la taquilla sin ninguna comisión.
También contratamos otra excursión a la Gran Muralla, esta vez el tramo de Muntianyu (310 Y/p), una parte que hemos leído está más restaurada que la anterior. El precio incluye transporte, entrada, guía y desayuno. Uno pensará por qué otra zona de la muralla, pero tanto Guillem como yo tenemos la ilusión de verla desde diferentes puntos.
Este día aprovechamos para visitar el Palacio de Verano (60 Y/p). Para llegar cogimos el bus nº 808 (2 Y/p) que estaba cerca de nuestro hostel (os tenéis que bajar en la última parada). Para pagar no os preocupéis: hay un cobrador dentro del mismo autobús, se le enseña la guía con el nombre en chino y os dan el precio.
Aquí ya empezamos a creernos que estamos en China. Este conjunto de edificios tampoco nos decepciona, todo lo contrario, ya que es mejor de lo que esperábamos. Me explico, uno a veces ve fotos y luego igual en directo el lugar pierde, pero en nuestro caso en China esto casi no nos ha ocurrido.
En el palacio estamos alrededor de 5 horas y como hemos de regresar para la ópera volvemos a la parada de autobús 808. Al coger el bus descubrimos que a los chinos no les gusta hacer colas ... sí sí, aunque al principio están todos en fila cuando el autobús abre la puerta salen todos disparados para coger un asiento y nosotros, aunque estamos en los primeros puestos de la cola, casi no nos da tiempo de reaccionar ... pero al final la experiencia de vivir en un barrio mal comunicado hace que consigamos dos asientos casi por los pelos... Empieza a llover a cántaros y se monta un gran atasco, pensamos que no llegamos a la Ópera pero al final (sin poder ducharnos) lo conseguimos.
La Ópera China es curiosa de ver, pero nos gustaron mucho más las acrobacias, aunque sólo por el sitio, el maquillaje es una visita que merece la pena. El teatro también es curioso de ver, ya que es al estilo chino tradicional.
De regreso al hostel cenamos en un coreano donde te traen pescado y marisco crudo en una parrilla y te lo cocinas (155 Y).
Visita de Muntianyu. En este caso como el día está muy nublado, la guía (este día sí hubo guía) nos comenta que es mejor subir en teleférico (100 Y/p) porque seguramente arriba estará lloviendo. Una vez arriba, según la guía, se puede elegir entre dos recorridos, ir a la izquierda donde hay un camino algo más pesado pero mejores vistas o a la derecha donde el camino es algo más sencillo (nosotros fuimos en ambas direcciones y sinceramente los vimos iguales). Esta muralla está más restaurada que la zona de Simatai y el camino es mucho más sencillo. A nosotros nos impresionó más la de Simatai, pero ésta también tenía mucho encanto y hemos de decir que no había mucha gente visitándola.
La vuelta es muy divertida, ya que en el grupo hay un chico que como segundo trabajo es mago profesional y no para de hacernos trucos de magia. El conductor y la guía alucinan con los trucos y los graban hasta en móvil para enseñárselo a sus amigos.
Es nuestro último día en Beijing, así que aprovechamos para visitar la Ciudad Prohibida (60 Y/p), sabemos que nos dejaremos por visitar muchos lugares, pero éste no podemos dejar de verlo. Cogemos un taxi (10 Y) y ya vemos que hay una cola inmensa, vemos muchos chinos que por unos yuanes más te revenden la entrada y así se evita la cola, nosotros preferimos hacerla. Aprovechamos y pillamos unos auriculares (40 Y/p) que en español te dan explicaciones.
La Ciudad Prohibida da para horas y horas. A nosotros hasta nos falta tiempo, ya que cierran sobre las 17.00-18.00 y no podemos visitar algunas zonas, por ejemplo el Mural de los 9 Dragones... A la salida aprovechamos para subir a una especie de templo (5 Y/p) que hay enfrente de la Ciudad Prohibida, sobre una colina, donde las vistas son espectaculares.
De regreso al hostel visitamos la plaza Tiananmen: para entrar hay que pasar un control de policía. Luego en taxi ya nos dirigimos a coger nuestro tren nocturno en dirección a Datong (sobre todo es importante preguntar de qué estación salen los trenes porque en Beijing hay varias, en nuestro caso era la West).
Si uno está acostumbrado a coger aviones, en China no tendrá ningún problema ya que todo está muy indicado. Para entrar hay que pasar un control de maletas y una vez dentro buscar el panel de información y el número de tren que aparece en el billete. Una vez localizado en la pantalla, allí aparece el número de la sala de espera. En la sala de espera también hay una pantalla con el número de tren que va a partir, así que es difícil equivocarse. Una vez llegue el tren ya es cuestión de localizar el vagón y luego la litera. En nuestro caso al tener literas duras al llegar nos dieron una tarjeta que al día siguiente (cuando la azafata te despierta) nos volvieron a cambiar por el tiquete.
¿Cómo son los trenes chinos?. Pues no tan mal como imaginábamos, pero nosotros que no estamos muy acostumbrados a viajar en tren dormimos poco... Como anécdota explicar que al llegar vimos que nos habían tocado (o habíamos pagado) las literas de abajo y que allí sentada había una chica china. Preguntamos si era la nuestra y al levantarse vemos que está super embarazada. Al descubrir que ella tiene la litera superior le decimos que ya cambiamos los billetes y que ella duerme abajo. Todo queda así (bueno, ellos alucinan bastante) hasta que al cabo de un rato su marido intenta pagarnos por haberle dejado la litera, ya que el pobre no entendía de que le hubiéramos cambiado la litera por cortesía!!!.
Bien pronto llegamos a Datong y nada más salir nos están esperando los del CITS. Como sabemos que queremos visitar el monasterio colgante y las cuevas de Yungang nos apuntamos al tour organizado que nos ofrecen (225 Y/p, comida incluida). Sabemos que se puede ir por libre, pero hemos leído que la comunicación no es muy buena y aunque vamos a estar dos días en Datong el segundo lo preferimos dedicar a visitar la muralla de nuevo. También nos venden el billete de tren para Pingyao (e intentan reservarnos el hostel en Pingyao y el de Xian, vamos, que intentan reservarte casi todo el viaje).
Como tenemos dos horas hasta que empiece el tour vamos al hotel que nos han reservado desde el hostel de Beijing. El hotel se llama Fetian Binguan (260 Y) y está a tres minutos de la estación. Es un hotel chino dónde el inglés que hablan es muy básico (a mí personalmente este hotel me desilusionó, la cama era muy incómoda y por el precio que pagamos creo hubiéramos podido encontrar algo mejor (como el Hongan International Hotel de Datong, hotel que recomendaban unos españoles que conocimos en el tren).
Mientras limpian la habitación vamos a desayunar (eso sí, el desayuno de los dos días estaba incluido). Nuestra llegada al restaurante produce expectación, somos el centro de atención (ni el Brad Pitt ni la Angelina, je je je) y alucinan con lo que pillamos para desayunar (el desayuno es chino y no sabemos muy bien qué coger... ). Hemos de decir que este desayuno fue toda una experiencia, sobre todo en relación a sonidos chinos, je je je!.
Llegamos al monasterio colgante, que es espectacular. Lo malo es que el recorrido está tan lleno de gente que lo vemos como ovejas, casi no puedes pararte a disfrutar del paisaje porque detrás tienes gente enganchada que sin querer te presiona para que camines. Luego la guía es un poco nerviosa y no para de meternos prisa.
Después de comer en un restaurante, donde por primera vez vemos los famosos lavabos sin puerta (durante el resto del viaje ya veríamos más) nos dirigimos a las cuevas de Yungang, que hemos de reconocer que también nos impactan!!.
De vuelta a Datong le preguntamos a la guía sobre la posibilidad de visitar la muralla desde Datong, ya que hemos leído que muy cerca hay un tramo de muralla interna, Honcigbu y DeShengBao. El conductor se ofrece a llevarnos a uno de los dos tramos por 200 Y, pero como no lo vemos claro le decimos que mejor lo pensamos (delante del hotel hay mil taxis que seguro que por 200 Y nos llevan a los dos sitios) y cuando llegamos a Datong vamos al CITS a preguntar el precio, 250 Y (toma ya!!!). Le preguntamos sobre la posibilidad de ir en autobús y nos comenta que hay un autobús (4 Y/p) (el nº 808 ó 8 no estamos seguros) que está justo delante la estación de trenes, y aunque dudamos bastante decidimos arriesgarnos e ir en autobús, así que le pedimos que nos apunte el nombre en chino.
Para cenar nos metemos en un restaurante donde pedimos lo único que tiene foto y nos traen una especie de fogón donde ponen agua hirviendo y la chica tira unas verduras, luego algo rosa muy fino que parece embutido, fideos y salsas. Pensamos que los fideos y el agua es para hacernos una sopita y lo rosa no sabemos ... cuando voy a probarlo la chica se apiada de nosotros y nos enseña como comerlo, descubrimos que lo rosa es pollo y se ha coger con los palillos ir escaldar en el agua, luego mezclarlo con las salsas, está delicioso! (suerte que la chica se avanzó, porque casi lo comemos crudo). Los fideos también se echan y luego se mezclan con las salsas, lógicamente todo esto lo hacemos bajo la atenta mirada de casi todo el restaurante!.
Nos dirigimos a la estación de autobuses. Enseñamos nuestro papel y el conductor nos dice que no, que él no va (bueno, eso es lo que entendemos), así que como no sabemos qué hacer y vamos hacia las paradas de taxis. Casualmente nos encontramos al hombre del CITS y como nos saluda le comentamos lo del bus. Va hacia allí con nosotros (nos sentimos como dos niños a los que no les dejan hacer algo y luego va el padre a ver qué pasa) y nos explica que en el papel que le enseñamos al conductor pone DeShengBao y el autobús va a Honcigbu. Decidimos que Honcigbu ya nos va bien, así que le pedimos que nos apunte el nombre en chino, le damos las gracias y nos subimos. La verdad es que es cierto que intentan venderte sus tours, pero a nosotros, como podéis ver, nos ayudaron mucho. Intentamos pagarle al autobusero y todo el autobús se ríe, luego descubrimos que hay una revisora a la que se le paga y lo mejor es cómo durante el recorrido cada persona que sube sabemos pregunta por nosotros. La verdad es que el viaje ha sido muy divertido y los chinos son simpatiquísimos, lo hemos pasado en grande!. Si os animáis veréis que no tiene ninguna pérdida, ya que ellos mismos te avisan de cuando bajar.
Bajamos en Honcigbu y como ya nos han indicado más o menos dónde está (es pasar el pueblo recto y luego arriba en la montaña), nos ponemos a caminar. El trayecto hasta arriba es más o menos de unas 2 horas y el camino es muy seco, parece que estés en Mongolia. Conforme vamos subiendo ya vemos que la muralla que queda es bien escasa (es la parte de barro), pero para nosotros sólo por el trayecto de bus ya ha valido la pena el viaje (aunque si tenemos que elegir una seguimos quedándonos con el trekking de Simatai). En el regreso a Datong seguimos siendo el centro de atención. Mientras esperábamos el autobús un par de autobuses privados paran y se ofrecen a llevarnos, pero como sólo se dirigen a nosotros preferimos ir en el oficial.
Cuando llegamos a Datong aprovechamos para ver el Mural de los 9 Dragones (10 Y/p, esta vez no nos lo vamos a perder), la Torre del Tambor por el exterior, cenar e ir hacia la estación de trenes dirección Pingyao. En el tren estamos reventamos, pero coincidimos con unos franceses (la chica habla un español perfecto) y nos ponemos hasta casi las 12 de la noche comentando experiencias y sensaciones de un país que nos está encantando!!.
Llegamos a Pingyao y nada más salir del tren nos están esperando los del hostel para recogernos. Desde Beijing hemos reservado una habitación en el Pingyao Tian Yuan Kui Hotel y tal y como nos comentaban allí están puntuales esperándonos. Como los franceses no tienen hostel y de entrada el nuestro era uno de los que tenían pensado, se vienen en nuestro coche. El hostel es impresionante, una casa con un patio interior al estilo oriental que nos deja sin palabras (298 Y). La verdad es que de todo el viaje este ha sido el sitio más bonito donde hemos dormido.
En Pingyao, para visitar las casas tradicionales hay que comprar una especie de vale que te da acceso a todas (60 Y/p con descuento de estudiantes), no hay opción de elegir sólo unas cuantas. Y es así como pasamos todo ese día, visitando casas y más casas tradicionales muy parecidas a las de la película La linterna roja.
Como anécdota explicar que en la visita del Templo de Confucio subimos a la parte superior y allí había un monje sentado en una silla. Muy agradable, a Guillem le hizo firmar en un libro, le entregó una especie de estampita y le hizo una bendición por 30 Y. Si alguien no está dispuesto a pagarlo, cuando vea al monje, ya sabe, escaleras para abajo.
De Pingyao nos gustaría recomendar un restaurante, no sólo por el trato sino por la comida deliciosa que hacen. Sale en la Lonely Planet (y no nos extraña) y se llama Dejuyuan Binguan. Está justo delante del hostel, así que nosotros repetimos varias veces, cuando esto casi nunca acostumbramos a hacerlo, ya que nos gusta investigar sitios nuevos.
Por 10 Y alquilamos una bicicleta, cogemos la carretera y nos dirigimos a Shuanglin Si (25 Y/p). Está a una horita de Pingyao y si vais a estar varios días vale la pena, sobre todo porque Pingyao es precioso, pero todo es muy parecido y no está mal variar un poco de "paisaje". Shuanglin Si es un templo que alberga más de 2.000 estatuas budistas, algunas con expresiones cómicas, otras terroríficas, etc. Ese día nos hubiera gustado visitar la casa donde se rodó la Linterna roja, en Qiao Jia Dayuan, pero está a unos 20 km Al norte de Pingyao (en la dirección opuesta a donde estamos) y preferimos volver y acabar de visitar Pingyao.
Por la noche cogimos el tren nocturno dirección Xian. Este billete, como ya hemos comentado, nos lo consiguieron en el hostel, aunque (a pesar de haber avisado con días de antelación) hasta las 6 de la tarde no nos facilitaron la fotocopia del billete, así que si podéis adquirirlo en Datong mucho mejor. En nuestro caso nos consiguieron (como pedíamos) literas blandas, pero en compartimentos separados.
A primera hora de la mañana llegamos a Xian. Nada más bajar nos están esperando del Bell Tower hostel (140 Y) para acompañarnos. La reserva la hemos hecho directamente por e-mail. El chico nos lleva en autobús al hostel (toma ya!!!) y ya nos avisa de que tengamos cuidado con el dinero y mochilas. La situación del hostel es inmejorable, el precio también y la habitación doble está muy limpio y una vez más comentamos que más que un hostel parece un hotel. Como el servicio de lavandería es muy barato aprovechamos para hacer una lavadora, ya que estamos bajo mínimos (en este sitio el servicio de laundry era realmente económico).
Como las habitaciones las dejan a las 12 dejamos las mochilas en la consigna, desayunamos un poco y vamos a coger el bus para visitar los guerreros de terracota. Para llegar cogemos un autobús que nos lleva a la estación de tren. Allí, justo enfrente de la estación de buses, cogemos el autobús 306. Nos informan que el autobús hace varias paradas (termas, mausoleo y muñecos) pero nosotros preferimos visitar directamente los guerreros. Personalmente, al haber visto tantas veces los guerreros por la tele nos decepcionaron un poco... sí que el ejército es espectacular, pero los ves a mucha distancia, vamos que nos hubiera gustado un recorrido algo más cercano, pero para nada nos arrepentimos de haberlos visitado ya que es una de las visitas obligadas en la China.
Como estamos agotados de la noche en el tren y necesitamos una ducha, una vez acabamos de ver las 3 salas (y comemos algo en un restaurante buffet libre que preferimos no recomendar) volvemos al hostel. Al bajar llueve y sólo tenemos un paraguas que compartimos. En un momento dado Guillem nota algo en la cintura, mira y ve que tiene la riñonera abierta, nos han intentado robar, suerte que han ido a abrir el compartimento donde solo está la guía, llega a ser el otro y estamos apañados!!. Como decía el chico cerca la estación de tren hay que ir con ojo.
Después de ducharnos decidimos visitar la zona de la Gran Mezquita ya que cerca hay un mercado nocturno donde nos han comentado se puede cenar muy bien de precio. Hemos de decir que ese día vimos un ambiente nocturno inolvidable, la gente en la calle con cometas, vamos una de esas imágenes que creo no olvidaremos. Ah!! El mercado no es sólo de comida, también hay una zona importante de recuerdos.
Este día ya sabemos que queremos ir a Hua Shan, pero tenemos un dilema, ir por libre o organizado ... Sabemos que de donde sale el bus a los guerreros de terracota hay un bus que te lleva a Hua Shan, pero en la oficina de turismo nos han dicho que solo hay uno a las 7 de la mañana pero en cambio en el hostel dicen que hay todo el día ... Como por la excursión en el hostel nos piden 370 Y y lo vemos caro (nos equivocamos y no contamos el precio del teleférico) decidimos ir por libre y arriesgarnos.
La manera de llegar a Hua Shan es muy sencilla. Sí que es cierto que el autobús oficial que te lleva sale a las 7 de la mañana, pero en la estación hay un autobús (30 Y/p) que sale cada hora hacia allí (si alguien se anima ya verá que tienen delante una foto con la imagen de Hua Shan). El trayecto dura unas 2 horas largas. Cuando lleguéis tendréis que coger un taxi (10 Y innegociable si eres turista europeo) que os llevará a la entrada del teleférico (se puede ir andando, debe estar a 20 minutos). De hecho el autobús te deja en la zona donde la gente hace la subida de la montaña caminando, ya que no hemos de olvidar que ésta es una de las 5 montañas del taoísmo. La entrada vale 120 Y, el minibus 20 Y, el teleférico 150 Y, así que si sumamos la diferencia es mínima, sólo la experiencia que a uno le supone viajar por libre.
Hua Shan es impresionante, las vistas son de película, con chinos y más chinos subiendo (muchas chicas con tacones!!!), hay momentos en que uno piensa que no puede más, pero sí puede, vamos otra de las mejores experiencias del viaje a China. Para que os hagáis una idea se tarda unos 3 horas en llegar del teleférico a arriba de todo, y unos franceses que vimos nos dijeron que alrededor de una hora en dar la vuelta entera ... Nosotros no pudimos dar la vuelta ya que nos daba miedo quedarnos sin bus (igual si hubiéramos ido organizado sí hubiéramos podido). También veréis que toda la montaña está llena de candados con nombres de parejas que ponen el candado como muestra de su amor. No hace falta que lo llevéis allí, hay tiendas que os lo venderán y grabaran a la velocidad del rayo!!.
Sobre el regreso comentar que cuando llegamos al autobús ya estaba lleno, así que el hombre nos dijo que teníamos que esperar al siguiente (el de las 18:00). Veíamos que iba viniendo más y más gente y nuestra pregunta era, si este se llena y el siguiente, cómo volvemos????. El hombre empezó a entregar unos vales (a nosotros nos dio dos, menos mal) que era la reserva de asiento (ya teníamos la vuelta asegurada, uf!!!!). Nos subimos en el bus y mientras esperábamos que se fuera, vimos como el hombre entregaba los vales para el autobús de las 7 (el último de la tarde), pero éste también se llenó en un momento... solución???. Poner taburetes en el pasillo de nuestro bus y la gente se sentaba allí ... lo mejor es que esta gente se durmió durante el trayecto. En mis noches de insomnio me acordaré de ellos a ver si consigo que me peguen algo!!.
Este es día de traslado de Xian a Guilin. Los traslados al aeropuerto son muy sencillos: de Xian cada media hora sale un autobús de delante del Melody Hotel (25 Y) y en el aeropuerto de Guilin, nada más salir, había un autobús (20 Y) que nos llevó al centro. Este autobús en el regreso vimos que no era el oficial, ya que el de la vuelta era de menos plazas y salió del delante de un hotel, y en cambio a nosotros no nos dejó aquí.
Como hemos reservado un hostel que no aparece en la Lonely, decidimos coger un taxi que nos lleve (10 Y). El hostel es el Xiao Lang Lou International Hostel (130 Y), muy bien situado y limpio, sólo tiene dos problemas: a la noche hay mucho ruido porque cerca debe haber algún karaoke y hay dos chicas en recepción, una muy simpática y otra muy antipática (esto pasa en las mejores familias). A la antipática creo que la estresamos preguntándole por la excursión de las terrazas y la bajada a Yansguo, porque cuando le comentamos que volveríamos a los 3 días y queríamos reservar, nos dijo que más tarde a su compañera... Aún y así le reservamos la excursión de las terrazas para el día siguiente (180 Y/p) y la bajada en bambú rafting a Yansguo (180 Y/p).
Como ya es tarde aprovechamos para pasear por Guilin y descubrimos que en la avenida principal que hay delante del hostel, a un cuarto de hora a pie, hay un mercado de ropa y recuerdos increíble. Aprovechad porque los precios son mejores aquí que en Shanghai. Nosotros hubo cosas que no compramos por no ir con la mochila cargada (té por ejemplo) y luego en Shanghai estaban más caras.
Nos pasa a recoger un autobús para llevarnos a visitar las terrazas de arroz. Nada más subir al bus vemos que somos los únicos europeos. Las terrazas nos gustan mucho, pero de ese día lo que más recordamos es el arroz hecho dentro de cañas de bambú que comimos ... delicioso!! Luego también comimos una carne cocinada con bambú que estaba para chuparse los dedos!! (el restaurante era al que nos llevó la guía, pero no os preocupéis ya que este tipo de comida lo hacían en casi todos los restaurantes).
Durante el trayecto la guía nos ha comentado que después se hará una visita a un poblado y que esta excursión no la tenemos incluida, el precio es bajo (unos 60 Y más) pero no nos apetece y le decimos que esperaremos en el autobús.
Cuando regresamos a Guilin ya es tarde y sólo podemos cenar e irnos a descansar.
También a primera hora nos pasa a recoger una furgoneta. Como no vamos a bajar en el barco grande nos lleva a un pueblo donde están las barquitas de bambú rafting que nos llevaran hasta Ximping. En el barquito somos 3 europeos y 2 americanos (todos con nuestras mochilas) y el capitán del barco es un niño de unos 10 años...
El paseo dura unas tres horas y el paisaje es también de película (bueno eso nos parece a nosotros, a los americanos no tanto porque uno se durmió...), otro de los momentos más bonitos del viaje a China!!.
Sólo nos asustamos un poco cuando el "capitán" pretende dejarnos justo en el lado contrario del río, donde no hay ni puente ni nada para cruzar... Suerte que como nadie se movía vino un chino que estaba cerca en otra barca y le dijo que nos cruzara al otro lado (creemos que deben tener sus espacios contratados, pero si no llega a ser por este hombre no sé que hubiéramos hecho).
De Ximping cogemos un autobús a Yangshuo (5 Y) y el resto de la tarde lo dedicamos a caminar por este fantástico pueblo. Nuestro hostel es el Lisa House, lo reservamos a través de Internet y como hay dos Lisa's nos cuesta un poco encontrar el nuestro. A la noche Lisa viene en persona a conocernos e intenta que todo lo hagamos desde su hostel, aunque nosotros hubo cosas que sí hicimos y cosas que las buscamos por nuestra cuenta (esto creemos que no le gustó mucho).
De Yangshuo queremos recomendar un sitio donde nosotros comimos y cenamos de maravilla, el Hollywood Café, en la misma calle que el hostel, la chica habla inglés y te ayuda en todo lo que puede. También alquilan bicicletas (5 Y/día).
Lisa nos ha vendido unos tickets para visitar la Cueva del Agua (80 Y/p) y en el Hollywood café nos alquilan unas bicis y nos explican como llegar.
De camino nos encontramos con un padre y una hija italianos que como van al mismo sitio se vienen con nosotros. El recorrido es muy fácil de hacer y dura aproximadamente una hora. Es importante que os llevéis bañador, zapato antideslizante (ellos, si no, te dejan unas chanclas, pero el pie se escapa por delante cuando vas lleno de barro) y ropa de recambio. Te entran en barquita, pero rápidamente bajas para empezar el recorrido. A nivel de estalactitas son mucho más increíbles las de la cueva de la Flauta del Junco que hay en Guilin, pero esta cueva vale la pena porque antes de acabar el recorrido hay una balsita de barro donde te metes, la sensación que produce es recomendable 100%. Luego a la salida uno se quita el barro en una especie de presa que hay a la entrada. Si podéis no dejéis de verla, la experiencia en irrepetible y el camino en bicicleta es también muy bonito.
Por la tarde estuvimos recorriendo en bicicleta caminos con unos paisajes preciosos. Veréis que por esta zona hay la opción de hacer una hora en globo (300 Y). Hay que pedir hora y te vienen a recoger. Nosotros este día no nos animamos y al día siguiente el cielo estaba tapado, una pena ya que hubiera sido una experiencia espectacular.
Volvemos a alquilar la bicicleta y nos disponemos a visitar el Puente del Dragón. Nos han comentado que una vez en el puente hay unas barquitas de bambú rafting que te regresan a Yangshuo.
En aproximadamente una hora llegamos al puente, el camino es por carretera y aunque no es muy bonito no representa ninguna complicación, de hecho no entendemos cómo los italianos el día antes nos habían comentado que habían tardado 3 horas en hacerlo ... Llegamos al puente y localizamos las barcas, rápidamente se nos acerca un chico que nos ofrece llevarnos al precio de 200 Y, como sabemos que a los italianos les ha costado 130 Y le decimos que no y miramos de sacarlo más barato. Nos comenta que a partir de las 5 de la tarde igual lo puede dejar más barato (150 Y) pero que a las 12 no. Decidimos volver a Guilin en bici por el otro camino que hay de regreso. Enseguida vemos que este camino es del que nos hablaron los italianos, es precioso pero bastante complicado... resumiendo, se va mucho rato por los huertos... sólo he de deciros que casi la mitad del camino yo lo hice caminando al lado la bicicleta... También llevaros mucho agua, porque hay una parte en la que casi no encontraréis sitios donde comprarla.
Dejamos el hostel y nos dirigimos de nuevo a Guilin. Hemos reservado por Internet un hostel que se llama Yong Xing Hostel (90 Y). Sólo hay el comentario de una chica que comenta que es muy difícil de localizar y tenía toda la razón. Aunque estaba cerca del hostel donde nos habíamos alojado días antes nos costó cerca de hora y media localizarlo. Al final resultó que no había ninguna referencia externa con el nombre del hostel y era en un edificio una habitación... una cosa muy rara... aún no entiendo como dimos con él... El sitio no está mal, pero si veis otra habitación libre yo me decantaría por ella...
Como tenemos toda la tarde libre visitamos la Cueva del Junco. A la noche hacemos la excursión en el barco nocturno que recorre la ciudad, excursión que contratamos en un estante del CITS que había en la misma calle del hostel.
Tenemos media mañana para visitar Guilin y decidimos visitar el parque de Qixing (30 Y/p). En nuestra opinión vale más la Cueva del Junco que no este parque. Vamos al aeropuerto otra vez en el shuttle bus.
Una vez llegamos a Shanghai nos dejan sorprendidas las medidas de seguridad antirrobo: de cada pasajero comprueban que coincida el billete de vuelo con la mochila, fabuloso!!. Es tarde y no hay transporte público, así que nos ponemos a localizar la parada de taxi. Está justo a la salida y veréis que hay una cola y un señor que te indica el taxi a coger, en ningún momento se negocia el precio: es bajada de bandera y lo que marque el taxímetro. A nosotros llegar del aeropuerto de Pudong al hostel nos salió por 175 Y. Como anécdota comentar que una chica no se quiso subir en un taxi concreto (ni idea del motivo), pero el señor de la cola la obligó a montarse en ése, no le dio la opción a cambiar.
Ya es tarde y estamos deseando llegar al hostel que también hemos reservado por Internet. Se llama Le Tour Traveler's Rest Youth Hostel (115 Y) y una vez pensamos que es un hotel con las comodidades que te ofrecen los hostels (tours económicos, cocina, juegos, ambiente juvenil, etc.) De hecho, menos en Guilin, el resto de experiencias en hostel han sido muy positivas.
Este día, por primera vez, cogemos el metro en China. Hay unas máquinas expendedoras en las que seleccionas el idioma, aparece un mapa, marcas el destino y te dice lo que has de pagar (normalmente 3 Y), pero no os preocupéis, hay gente que ayuda, de hecho son muy agradables. Nosotros por ir de listos un día pensamos que un recorrido valía 3 Y y no lo confirmamos, y al salir se nos bloquearon las puertas y el chico nos indicó que fuéramos a taquilla, allí había un señor que al pasar el billete vio que nos faltaba 1 Y, se lo abonamos y todo quedó en eso. En ningún momento nos miraron como si hubiéramos intentado timarlos. De Shanghai, una de las primeras cosas que nos sorprendieron, es que funcionan más con monedas que con billetes (cosa que no pasaba en el resto de zonas que habíamos visitado). Nos damos cuenta porque sólo tenemos billetes para pagar el metro, y recordamos como años atrás en España había muchos más billetes que monedas.
Pasemos por la zona del Bund, pero de día no vale mucho la pena porque está toda en obras, ya que están arreglando muchos edificios y construyendo de nuevos, puesto que en 2010 celebran allí la Expo Universal.
Visitamos los jardines Yuyuan (30 Y) y nos encantan, igual es porque contrasta con el resto de ciudad moderna... La zona llena de tiendas es curiosa de ver (comprar no porque los precios son más caros), pero los jardines sí vale la pena visitarlos.
Al acabar la visita ya es casi oscuro y aprovechamos para cruzar al otro lado del Bund con un tren subterráneo (135 Y, tren ida más entrada a las torres de la perla) que no mata (parece una atracción del Tibidabo). Las vistas de noche desde la torres son de película: en nuestro caso el día estaba como gris y parecía una escena de la película Blade runner.
Volvemos a coger el metro y nos dirigimos al Museo de Shanghai (gratis). Son tres plantas en las que hay varias salas con cerámica, caligrafía, pintura, escultura, etc. Según los gustos uno estará más en una u otra.
Por la tarde vamos a acabar de comprar recuerdos que nos faltan para llevar y decidimos ir a un mercado que está en la parada de metro Shanghai Science and Tecnology Museum. Si lo visitáis recordad que no hay que salir a la calle, ya que las tiendas están saliendo del metro, en el mismo subsuelo.
Caminando desde el hostel vamos a visitar el Templo del Buda de Jade. Como templo, en China los veréis muchos más bonitos, pero éste es espectacular por el ambiente que hay. El aire está lleno de aroma a incienso, los budas llenos de ofrendas, resumiendo, mucha mucha devoción.
Ese día, como ya estamos al final del viaje nos lo tomamos con calma, así que después de comer tranquilamente queremos ir a un mercado que se llama Xiangyang. Salimos del metro y sí que hay gente que te ofrece bolsos y relojes, pero no vemos paradas en ningún sitio. Unos turistas nos comentan que ese mercado ahora está de obras y cerrado y decidimos volver al del día anterior para acabar de gastarnos los yuanes.
Algunos precios: Montblanc (20 Y/estuche de dos); 8 Abanicos (65 Y); Monedero mujer (70 Y); Magnets (10-20 Y); Cometas (5 Y); 2 Rolex (400 Y), son buenas imitaciones, pero aquí me tomaron el pelo ya que se pueden sacar muchísimo más baratos; 2 libros sobre pintura china 200 Y (Museo de Shanghai). Regla de oro: todo se puede sacar por mínimo Œ parte menos (si os piden 40 decir 1, decirlo sin vergüenza, el truco está en no cerrarse, ellos ya irán bajando y ya veréis como si dais un precio muy bajo y no les interesa no vendrán detrás tuyo, volved y a seguir negociando) y como decía un chico: si de algo os piden más de 50 Y pensároslo.
Al día siguiente ya ha llegado nuestro último día de viaje y hemos de regresar a Barcelona. El avión sale demasiado temprano y no podemos coger el famoso tren Shanghai Maglev, el ultrarápido tren de levitación magnética que va al aeropuerto de Pudong, así que desde el hostel contratamos el servicio de taxi que también te lleva.
Ha sido un viaje inolvidable y ahora que ya ha acabado sólo podemos decir que estamos deseando volver.