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Bandera de Sri Lanka

SRI LANKA

Guía y relato de un viaje por libre a Sri Lanka

En este viaje independiente de 24 días a Sri Lanka, en transporte público, visitamos Colombo, Anuradhapura, Mihintale, la península de Jaffna, la isla Nainativu, Trincomalee, Nilaveli, Polonnaruwa, Sigiriya, Dambulla, Kandy, Peradeniya, Pinnewala, Nuwara Eliya, Horton Plains, World's End, Ella, Tangalle, Galle, Unawatuna, Ambalangoda y Negombo.

Yolanda y Toni (Viatgeaddictes)
Published on Travel date: 2003 | Published on 01/10/2003
Last updated: 04/2022
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Recogiendo las hojas del té (cerca de Nuwara Eliya)
Recogiendo las hojas del té (cerca de Nuwara Eliya)

ÍNDICE DE LA GUÍA

General
Ruta desde Colombo hacia la península de Jaffna
Ruta por el este de Sri Lanka
Ruta por Sri Lanka central
Ruta por el sur y oeste de Sri Lanka

Introducción

Sri Lanka, considerada por Marco Polo la isla más bonita del mundo de todas las de su tamaño, realmente no defrauda al visitante, tanto por la cantidad como por la calidad de sus puntos de interés.

Aunque somos conscientes de que este tipo de apreciaciones son siempre muy subjetivas nos atrevemos a decir también que, sin poseer nada que sea realmente excepcional (especialmente para alguien ya muy viajado), ofrece muchos aspectos muy interesantes para el viajero que la quiera recorrer con suficiente tiempo.

En una área geográfica compacta se pueden encontrar vestigios de magníficas ciudades antiguas, playas solitarias de postal, eventos culturales, paisajes espectaculares, variada fauna y flora, y, sobre todo, la calidez de sus habitantes.

Por otra parte, tras 18 años de guerra civil entre las tropas gubernamentales y la guerrilla tamil se firmó en los primeros meses de 2002 un acuerdo de alto el fuego y el cese de las hostilidades entre ambas partes.

Este frágil acuerdo ha permitido que poco a poco se vaya normalizando la circulación de personas y mercancías en zonas del país antes fuera de límites, como la costa oriental y, sobre todo, el norte del país.

Gracias a ello ahora es posible para el viajero moverse libremente por casi todo el país, lo cual incluye también la península de Jaffna, en el extremo norte.

A pesar de su cercanía a la India (separada de ella sólo por 32 km de islotes de coral) lo cierto es que las diferencias entre un país y otro son notables. Por ejemplo, Sri Lanka es en general bastante menos caótico, es más limpio, y más fácil para el viajero, además de ser mayoritariamente budista.

Por último queremos aconsejar desde aquí el viaje independiente en transporte público por Sri Lanka, ya que a pesar de no ser un país especialmente complicado para moverse por él, la verdad es que durante nuestra estancia encontramos poquísimos mochileros en el tren y especialmente en los autobuses, ya que la mayoría de viajeros van organizados en grupos o bien con un coche alquilado y su correspondiente chófer/guía.

Moverse por libre y en transporte público proporciona experiencias únicas que priman la calidad por encima de la cantidad. Aunque, como siempre, cada uno debe escoger el modo de viajar que mejor se adapte a sus circunstancias.

Introducción


Ficha técnica del viaje

Fecha del viaje

Del 29 de agosto al 21 de septiembre de 2003.

Itinerario

mapa

Día 1: Barcelona → flight → París (FR) → flightKatunayake (aeropuerto) - Colombo

Día 2: Colombo - Anuradhapura

Día 3: Anuradhapura

Día 4: Anuradhapura - Mihintale - Anuradhapura

Día 5: Anuradhapura - Vavuniya - Jaffna

Día 6: Jaffna - isla de Nainativu - Jaffna

Día 7: Jaffna - Trincomalee

Día 8: Trincomalee - Nilaveli

Día 9: Nilaveli - isla Pigeon - Nilaveli

Día 10: Nilaveli - Trincomalee - Gal Oya - Polonnaruwa

Día 11: Polonnaruwa

Día 12: Polonnaruwa - Inamaluwa - Sigiriya - Inamaluwa

Día 13: Inamaluwa - Dambulla - Kandy

Día 14: Kandy - Peradeniya - Kandy

Día 15: Kandy - Pinnewala - Kandy

Día 16: Kandy - Nuwara Eliya

Día 17: Nuwara Eliya - Akgala - Nuwara Eliya

Día 18: Nuwara Eliya - P. N. Horton Plains - Nuwara Eliya

Día 19: Nuwara Eliya - Boralande - Nuwara Eliya - Ella

Día 20: Ella - Wellawaya - Tangalle

Día 21: Tangalle - Unawatuna - Galle - Ambalangoda - Unawatuna

Día 22: Unawatuna - Galle - Unawatuna

Día 23: Unawatuna - Galle - Colombo - Negombo

Día 24: Negombo - Katunayake (aeropuerto)flight → París → flight → Barcelona


Dinero

La moneda oficial en Sri Lanka es la rupia de Sri Lanka (abreviada Rs o LKR).

No hay ningún problema en cambiar euros en cualquier banco del país. No se cobra ninguna comisión por el cambio en efectivo. Por ser más eficiente y con un cambio ligeramente mejor recomendamos especialmente el Hatton National Bank. El resto, sobre todo el People's Bank, tienden a estar excesivamente burocratizados.

Aunque los bancos suelen estar muy concurridos a todas horas siempre hay una ventanilla especial indicada como Foreign Currency para el cambio de moneda extranjera, con lo cual no suele ser necesario guardar cola.

En la terminal de llegadas del aeropuerto internacional Bandaranaike hay varias oficinas donde cambiar moneda y que ofrecen exactamente el mismo cambio (están abiertas a todas horas). El cambio aplicado aquí no está nada mal.

Cambio medio:
1 Rs (rupia Sri Lanka) = 0,00957 Eur (1 Eur = 104'52 Rs)

Gastos del viaje

+ 1.058'08 € (vuelo ida/vuelta + tasas aérea + tasas salida Sri Lanka)
+ 295'50 € (transporte, alojamiento, comida/bebida, entradas, ...)
= 1.353'58 € (total por persona)

Presupuesto diario medio:
12'31 € por persona y día

El nivel de vida para el viajero, a excepción del coste de las entradas a los parques nacionales o a sitios arqueológicos y ciertos servicios turísticos, es bastante bajo. Por tanto, Sri Lanka continúa siendo uno de los pocos países que quedan donde es posible viajar con un presupuesto moderadamante bajo.

Visado

Los ciudadanos de la UE no necesitan visado para estancias turísticas de menos de 30 días.

El pasaporte debe tener una validez mínima de 90 días en el momento de la entrada al país y es muy recomendable llevarlo siempre encima en nuestros desplazamientos por el país, ante la posibilidad real de ser requerido en alguno de los muchos controles militares.

Salud

No hay ninguna vacuna obligatoria, excepto para viajeros que procedan de países en donde sí son requeridas.

Por lo general suele ser recomendable la profilaxis contra la malaria, en forma de comprimidos. En cualquier caso deberemos vacunarnos de todo aquello especificado por un Centro de vacunación internacional.

Seguridad

Con el vigente acuerdo de alto el fuego entre la guerrilla tamil (LTTE o Liberation Tiger of Tamil Eelam, también conocidos como Tigres Tamiles) y el gobierno la seguridad para el viajero ha mejorado muchísimo, ya que la posibilidad de acciones terroristas en zonas públicas (como sucedió en el pasado en Colombo o Kandy) o de enfrentamientos armados en ciertas áreas del norte y este del país, aún bajo control del LTTE, son ahora prácticamente inexistentes.

Aún así debemos ser prudentes e informarnos siempre de la situación actual si queremos visitar esas zonas, debido principalmente a la fragilidad de este acuerdo de alto el fuego que puede desembocar en nuevas hostilidades.

Por otra parte, al norte de Kilinocchi, incluyendo la península de Jaffna, hay aún muchas zonas minadas. Aunque suelen estar señalizadas, conviene ser muy cauto en no salirse de las carreteras y caminos más transitados, evitando por ejemplo las playas cercanas al Elephant Pass o andar campo a través.

Debido a la gran presencia de militares y fuerzas de seguridad en zonas como la península de Jaffna, en carreteras al norte y este del país o en ciertas zonas de Colombo es conveniente ir con cuidado y ser respetuoso.

Nuestra experiencia fue positiva en el sentido de que, en general, su trato hacia nosotros fue de mucha amabilidad, expresando su curiosidad por nuestra procedencia.

Además, siempre que solicitamos permiso a militares y policías para hacer fotografías en zonas sensibles éste nos fue concedido sin problemas.

Respecto a los delitos comunes es un país bastante seguro, aunque, como siempre, es necesario ir con las habituales precauciones, especialmente en lugares muy concurridos como mercados o estaciones de autobús o tren.

Transporte

Avión. En las fechas de nuestro viaje a Sri Lanka sólo había un vuelo doméstico, operado por la compañía SriLankan Airlines, entre las ciudades de Colombo y Jaffna.

Tren. Es una buena forma de desplazarse por el país cuando existe esta opción. Suele ser algo más lento que el autobús, pero es más cómodo, no va tan lleno y los paisajes que se disfrutan desde la ventanilla son extraordinarios, especialmente en algunos trayectos por la zona central del país o en la costa oeste y sur.

En los trenes de Sri Lanka hay tres clases: 1ª, 2ª y 3ª. En nuestra opinión la 2ª clase es la que ofrece una mejor relación calidad-precio, aunque en cualquiera de ellas los precios son bastantes bajos. Esta clase dispone de asientos más o menos cómodos y ventiladores en el techo del vagón, y no suele ir tan llena de gente como la 3ª clase.

En el exterior de la estación Colombo Fort hay una Tourist Information Office útil para información relativa al ferrocarril, pero también para cualquier otra cosa que necesitemos.

Autobús. La red de autobuses es suficientemente amplia como para poder llegar a casi cualquier rincón de la isla. Hay autobuses de la compañía publica CTB y también autobuses privados, pero en cualquier caso los precios suelen ser irrisorios.

Para el caso de largos trayectos en rutas principales existe la opción de los Intercity Express, autobús con aire acondicionado que cuesta más o menos el doble que uno normal.

Es importante tener en cuenta que el día de luna llena de cada mes lunar (full moon) es fiesta religiosa en Sri Lanka y ese día los autobuses van especialmente llenos, sobre todo los que conducen a lugares sagrados, como los templos.

Coche de alquiler. La opción de alquilar un coche con chófer-guía es seguida por muchos viajeros que visitan la isla. Lógicamente permite ver más cosas en menos tiempo y es más cómodo que el transporte público.

Pero nosotros queremos, desde aquí, hacer un alegato a favor del viaje en transporte público: proporciona más independencia (en el sentido de que no estamos condicionados por nadie que marque nuestra ruta), compartimos horas de viaje con la atenta y amable población local, la teórica desventaja de su lentitud permite disfrutar pausadamente de los paisajes, y además es mucho más barato.

Entradas para el Triángulo Cultural

Para visitar los sitios arqueológicos comprendidos dentro del llamado Triángulo Cultural se pueden comprar entradas individuales, pero si tenemos previsto visitar al menos Anuradhapura, Polonnaruwa y Sigiriya entonces es más económico adquirir el llamado Round Ticket, un conjunto de cupones que da acceso a estos tres sitios, además de otros menores como Ritigala, Medirigiriya, Nalanda y algunos lugares de Kandy.

La entrada individual a cada uno de esos tres sitios cuesta 15 US$, mientras que el Round Ticket vale 32'5 US$ o su equivalente en rupias (no se puede pagar directamente en euros), por lo que sale casi uno de los 3 sitios gratis.

Como limitación debe tenerse en cuenta que una vez realicemos la primera visita a un sitio se marca la fecha en el Round Ticket y deberán realizarse el resto en un plazo máximo de 15 días.

En teoría cada entrada es válida sólo para un día, pero si tenemos la intención de volver al día siguiente y lo indicamos a la entrada no suelen poner reparos, aunque es conveniente que marquen nuestro nº de pasaporte en la entrada.

Clima

El clima de Sri Lanka es en general bastante caluroso y húmedo, a excepción de las tierras montañosas del centro de la isla, donde debido a la altura las temperaturas bajan bastante, sobre todo si no hace sol.

Por tanto es conveniente llevar ropa muy fresca, pero también ropa de abrigo consistente.

También deberemos ir preparados para la lluvia, especialmente si visitamos la zona de Horton Plains y Nuwara Eliya, donde el clima es muy cambiante.

Respecto a las lluvias debemos decir que, al menos durante nuestra estancia en el país, sólo llovió con cierta frecuencia en la región de Nuwara Eliya, aunque solían ser de poca intensidad y durante poco rato.

A pesar de ser temporada de monzones en el sur y sureste de la isla sólo encontramos algún episodio de lluvia muy esporádico (basta con refugiarse en algún lugar a cubierto y esperar a que pare).

El oleaje y las corrientes marinas también se ven afectadas por los monzones, por lo que en esta época no es posible bañarse en el mar (costa sur y oeste), a no ser que se trate de una playa protegida del mar abierto.

Gastronomía

En general las cartas de los restaurantes son bastante variadas, por lo que es fácil encontrar algo a nuestro gusto.

Éstas suelen presentar platos locales, pero también cocina india, china e incluso occidental (por ejemplo las patatas fritas o french fries no son difíciles de encontrar).

La comida más típica suele ser el arroz y el curry, pero también abundan los platos de verdura, carne, pescado y marisco, sazonados con especias (el sabor no suele ser tan picante como en el norte de la India).

Diferencia horaria

+ 4 horas (respecto al horario de verano en la España peninsular).

Idioma

Tanto el cingalés como el tamil son las lenguas oficiales de Sri Lanka, pero el inglés suele utilizarse como vehículo de comunicación entre los diferentes grupos lingüísticos.

No es difícil encontrar alguien, sobre todo en las ciudades, que hable algo de inglés. De todos modos aprender unas cuántas palabras de cingalés y/o tamil facilitará el contacto con la población local.

En cualquier guía podréis encontrar más vocabulario, pero aquí tenéis unos cuántos vocablos de uso cotidiano (entre paréntesis está escrito el vocablo tal como la debemos pronunciar nosotros).

Cingalés:
Hola (jélo), Adios (állubóuan), Gracias (estútii), Sí (ouu), No (nae), Estación autobusos (bas nevatuma), 1 (eca), 2 (deca), 3 (tuna), 4 (hatara), 5 (paha), 6 (haya), 7 (hata), 8 (a-teh), 9 (navaya), 10 (dahaya), 100 (siya), 1000 (daaha)

Tamil:
Hola (vanakam), Adios (paitu varukiren), Gracias (nandri), Sí (aam), No (il lay), Estación autobusos (baas nilayem), 1 (saidu), 2 (ondru), 3 (iarndu), 4 (muundru), 5 (aindu), 6 (aaru), 7 (ulu), 8 (utu), 9 (onbadu), 10 (pat tu), 100 (nooru), 1000 (aayirem)

Guía de viaje

Sri Lanka, Lonely Planet (8ª ed. Agosto 2001). Muy completa y práctica, excepto para la zona oriental (desactualizada y con poca información) y, sobre todo, para la zona norte de la isla (apenas dedica un par de páginas), debido a que en el momento de escribir la guía esas zonas eran de difícil acceso o estaban fuera de límites a causa de la guerra.

Todo esto ha sido subsanado con la nueva edición, la 9ª, que se puso a la venta coincidiendo con las fechas de este viaje.


Ruta desde Colombo hacia la península de Jaffna

ANURADHAPURA

Cómo llegar

Vuelo de Barcelona a París CDG con Air France (90 minutos). A continuación otro vuelo desde París CDG a Colombo con SriLankan Airlines (9 horas y 45 minutos para recorrer unos 8.500 km).

Tanto el servicio a bordo como el entretenimiento (pantalla personal con películas, música y juegos) en este vuelo de SriLankan están muy bien. La ruta que siguió nuestro avión sobrevoló Turquía, Iran, Pakistan e India.

Nuestro aeropuerto de llegada en Sri Lanka fue el aeropuerto internacional Bandaranaike, cercano a la población de Katunayake, 30 km al norte de Colombo.

Tras pasar el control de pasaportes, recoger el equipaje y pasar un control de aduana se sale a una sala donde se encuentran varias oficinas de cambio de moneda, aunque todas ofrecen exactamente el mismo cambio.

Para ir al centro de Colombo desde el aeropuerto (unos 30 km de distancia) es posible tomar un taxi, un tuk-tuk, el autobús o el tren.

Los dos primeros son ofrecidos al viajero nada más salir de la terminal de llegadas. El taxi a Colombo cuesta unas 900 Rs negociables y es una opción disponible las 24 horas (también se ofrecen a otros destinos turísticos de la isla).

Respecto al tuk-tuk debemos decir, que aunque más barato que el taxi (unas 400 Rs negociables) no lo recomendamos, puesto que la carretera a Colombo es muy caótica, siempre colapsada y con mucha contaminación por el humo de los vehículos.

Opciones mucho más económicas son el tren y el autobús, pero el primero es bastante desconveniente por estar lejos de la terminal.

Queda, pues, el autobús. Para encontrar su parada debemos salir de la terminal, recorrer la plataforma hasta el final, girar a la derecha y cruzar una pequeña carretera y al otro lado veremos una señal que indica la parada del autobús así como un caseta con los horarios.

No se debe hacer caso a los taxistas que intentarán convencernos de que no hay autobús o cualquier otra historia. Pero tampoco debemos confiar en los horarios que se indican, ya que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Aunque el primer autobús, en teoría, sale a las 4:30 y luego cada 30 minutos (más o menos) hasta las 23:00 nosotros tuvimos que esperar más de una hora hasta que llegó el primero y salió hacia Colombo, tras un buen rato parado.

El trayecto cuesta 25 Rs y tarda poco más de 1 hora en llegar a la estación de autobuses Bastian Mawatha del distrito Pettah de Colombo. El autobús es bastante cutre y sin aire-acondicionado.

Desde la estación de autobuses Bastian Mawatha caminamos unos 750 metros hasta la estación de tren Colombo Fort, entre multitud de tenderetes con todo tipo de productos.

A la vista de los horarios del tren a Anuradhapura, decidimos marchar por la tarde y aprovechar toda la mañana y primeras horas de la tarde para recorrer algunas zonas de Colombo (ver Colombo), porque si bien es cierto que no tiene gran cosa a ver, recomendamos dedicarle al menos unas horas para recorrer sus principales puntos de interés.

Para ir más ligeros de equipaje en esta visita a Colombo dejamos el equipaje en la consigna (cloak room) de la misma estación de tren. Pagamos 20 Rs/día (se paga por días enteros) por el alquiler de un gran compartimento que se cierra con un candado. Al pagar se nos da un recibo que hay que entregar al recoger el equipaje.

Acabada nuestra rápida visita a Colombo volvemos a la estación de tren Colombo Fort antes de la hora de salida de nuestro tren y recogemos el equipaje de la consigna.

Para recorrer los aproximadamente 200 km entre Colombo y Anuradhapura tomamos el tren Intercity que sale a las 16:30 de la estación Colombo Fort. El precio del billete en 2ª clase es de 150 Rs (también hay 1ª clase, pero no vale la pena pagar más por ella). En este tren con el billete se asigna un asiento.

Hay otros trenes a Anuradhapura que salen antes que éste, pero nosotros escogimos éste ya que nos permitió pasar unas horas en Colombo y ver algunas cosas. El inconveniente es que se llega tarde a Anuradhapura, casi a las 21:00, ya que este trayecto supone unas 4'5 horas de viaje. Por lo demás, este trayecto en tren es tranquilo y apacible.

Dormir y comer

En el Khondamalie Inn (42/388, Harischandra Mw,tel. 025-22029) la habitación doble con baño (sin agua caliente), ventilador, y mosquitera cuesta 825 Rs, impuestos incluidos (mejor pedir una habitación que dé hacia la parte de atrás). Está bien para el precio que tiene y el propietario es bastante servicial.

En Anuradhapura hay otros lugares donde alojarse, pero dada la hora a la que llegamos y nuestro cansancio acumulado, nos decidimos por el primero que encontramos razonablemente bien.

Para desayunar el mejor lugar es Salgado Bakery, en la calle principal. El local está algo desvencijado, pero hay una gran variedad de productos y a muy buen precio.

Detrás del hotel Khondamalie está el Lee's Chinese Restaurant (388/28, Harischandra Mw), con una muy buena relación calidad-precio.

En la calle principal, muy cerca del People's Bank, recomendamos el Why Not Restaurant, con A/C y donde se come muy bien por un precio razonable.

Cosas a ver y hacer

COLOMBO. La ciudad de Colombo, situada en la costa oeste del país, es la capital administrativa y comercial de Sri Lanka. Cuenta con una arquitectura muy variada que abarca varios siglos y representa estilos muy distintos.

Fácilmente podemos encontrar edificios coloniales influenciados por portugueses, holandeses y británicos, así como otros con estilos arquitectónicos de corte budista, hindú, islámico, indio o contemporáneo.

El mejor lugar para encontrar esta mezcla es el distrito de Fort, donde conviven imponentes rascacielos modernos con edificios históricos que datan de tres siglos atrás.

Saliendo de la estación de tren Colombo Fort nos dirigimos hacia el corazón del distrito de Fort, el centro comercial de la ciudad, por la avenida Olcott Mw. primero y la calle Chatham después.

Al cruzar la calle York ya son evidentes las barricadas y trincheras de sacos y alambre que protegen algunos de los edificios de la zona. Además se aprecia la presencia de numerosos policías y militares. Otros edificios están completa o parcialmente destruidos. Realmente parece zona de guerra.

Varios carteles avisan de la prohibición de fotografiar o grabar en vídeo en toda esta zona.

La causa de todo ésto son los múltiples atentados que se han producido en Colombo (y uno de los más graves en este barrio) desde el año 1997 y hasta el 2001. Así varias calles están aún cerradas al tráfico y otras fuera de límites incluso para los peatones, por ejemplo la zona portuaria.

En la confluencia de las calles Chatham y Janadhipathi se encuentra la bonita torre del reloj.

Hacia el norte se encuentra la Residencia Presidencial, pero yendo hacia el sur por esta última calle se llega a Galle Road, ya en la orilla del Océano Índico.

Continuando hacia el sur por la misma vía pasamos por el lado de unos grandes edificios de estilo neoclásico, ambos fortificados, la Secretaría Presidencial y el Tesoro.

Jardín del Galle Face Hotel, junto al océano Índico (Colombo)
Jardín del Galle Face Hotel, junto al océano Índico (Colombo)

Al cruzar un brazo del lago Beira continuamos por un paseo peatonal paralelo a la playa, donde el gran oleaje imposibilita el baño.

A la izquierda se extiende el Galle Face Green, una explanada de tierra y hierba donde la gente viene a hacer deporte, a pasear, a volar cometas o de pic-nic.

En el extremo sur de este paseo se encuentra el Galle Face Hotel, un edificio con mucho carácter y un evidente pasado colonial (inaugurado en 1860 fue el hotel de más lujo durante la época colonial inglesa).

Aunque posiblemente hoy día hay en Colombo otros hoteles de instalaciones más modernas y con más lujo, difícilmente superarán a éste en historia y encanto.

Recomendamos entrar en él y tomar algo en su bar Verandah, una terraza ubicada junto a un precioso jardín con vistas al mar. Es un lugar sensacional y un oasis de paz en la ciudad. Un zumo natural cuesta 160 Rs y una cerveza local 240 Rs (es caro, pero el lugar no tiene precio).

Antes de marchar del hotel recomendamos darse una vuelta por el jardín y la piscina (de agua salada) sobre el mar.

Hablando con el amabilísimo portero del hotel éste nos realizó un maravilloso tour informal por las salas nobles del hotel (comedor, sala de baile, ...), explicando su historia y acabando ante una gran placa con los nombres de personajes famosos que han pasado por aquí a lo largo de su historia centenaria, desde Gregory Peck o Cole Porter hasta Yuri Gagarin.

Saliendo del hotel y andando 400 metros más al sur por Galle Road se llega a la oficina del Ceylon Tourist Board, donde es posible obtener información turística de la isla, así como algunos folletos y mapas.

Volviendo de nuevo al centro de Fort por Galle Face Rd se pasa por delante del lujoso hotel Taj Samudra, con forma de media luna.

A la altura del Bank of Ceylon y girando a la derecha llegamos a la entrada del World Trade Center, dos modernas y altas torres gemelas de vidrio visibles desde muchos sitios. En ellas se encuentran numerosas oficinas de líneas aéreas y también un restaurante en la 3a planta.

Este restaurante se llama Deli Market y ofrece una gran variedad de platos y sabores aunque los precios son caros (una comida sale por unas 500 Rs), ya que es donde van los ejecutivos de las oficinas cercanas y la gente joven con dinero.

Continuando con el paseo por las calles York y Jayatilaka se pueden apreciar numerosos y bellos ejemplos de edificios de estilo colonial, como el hotel Grand Oriental o los almacenes Kargills.

Siguiendo por Main St se llega a la torre del reloj Khan y tomando Front St desembocamos de nuevo delante de la estación de tren Colombo Fort.

La zona Cinnamon Gardens, 5 km al sur del centro, se llama así porque un siglo atrás estaba cubierta de plantaciones de canela.

Hoy día es el barrio lujoso de Colombo, lleno de embajadas, mansiones y residencias de lujo (por ejemplo en Rosmead Place o Barnes Place), además de poseer numerosos museos y el jardín más grande y bonito de Colombo, el Viharamahadevi Park.

Enfrente de él está el vistoso edificio del Ayuntamiento, parecido a la Casa Blanca de Washington D.C. Para llegar hasta esta parte de la ciudad tomamos el autobús nº 115 delante de Colombo Fort (4 Rs). Para volver al centro podemos tomar el nº 170 cerca de De Soysa Circus.

ANURADHAPURA. Su ciudad antigua es la más vieja, importante y extensa del país. Desde ella reinaron a lo largo de mil años varios reyes cingaleses y del sur de la India. Aún se pueden encontrar vestigios de la arquitectura y de los sistemas de riego de la antigüedad.

Patrimonio de la Humanidad Ciudad sagrada de Anuradhapura (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982). La ciudad antigua se extiende al oeste y norte de la ciudad moderna.

Dado que los puntos de interés a visitar se encuentran muy esparcidos en una área de unos 4 km de largo por 2 de ancho recomendamos alquilar una bicicleta para poder movernos libremente por la zona.

Con los rótulos que hay in situ y un mapa es difícil perderse, y en ese caso siempre encontraremos a alguien que nos indicará el camino correcto. El perfil del terreno es completamente plano y por tanto el único inconveniente de la bicicleta puede ser el calor en las horas centrales del día.

Se pueden alquilar en pequeños hoteles de la zona, pero en el hotel Khondamalie Inn se puede conseguir una bicicleta para todo el día por sólo 150 Rs.

Desde luego, para los que no se animen con la bicicleta, es posible alquilar un taxi o un tuk-tuk por horas.

Para ver y disfrutar de todo el conjunto con tranquilidad y moviéndose en bicicleta debemos contar con un día entero. Dentro del recinto hay numerosos kioscos donde comprar bebidas y cosas ligeras para comer.

Entrando por la carretera que viene de la ciudad moderna lo primero que encontramos es el Ceylon Tourist Board, donde compramos las entradas y obtenemos información. La entrada individual cuesta 15 US$, pero se puede entrar con el Round Ticket. En caso de no disponer aún de él, aquí es posible comprarlo.

Siguiendo la misma carretera se llega directamente al Sri Maha Bodhi (Sacred Bodhi Tree), el centro espiritual de Anuradhapura. El bhodi (Ficus religiosa) es un árbol de grandes dimensiones sagrado para el budismo, ya que bajo un árbol de este tipo estaba sentado Buda cuando alcanzó la iluminación.

En este templo se pueden apreciar varios árboles de esta especie, pero el más antiguo y sagrado es el que se encuentra en la plataforma más elevada, el cuál ha crecido a partir de un brote traído de la India hace unos 2.000 años con la introducción del budismo en Sri Lanka. El resto del templo es bastante moderno y no tiene mucho interés.

Procesión de monjes junto a la dagoba Ruwanwelisaya
Procesión de monjes junto a la dagoba Ruwanwelisaya

Unos 500 metros antes de llegar al templo hay una pequeña caseta de la policía donde debemos dejar la bicicleta o vehículo que llevemos, ya que de aquí al templo hay que ir a pie.

En la entrada del templo propiamente dicho debemos quitarnos los zapatos y descubrirnos la cabeza (como en el resto de recintos sagrados).

Desde la mencionada caseta de policía tomamos la pista en dirección norte. A 500 metros encontramos la enorme Jetavanarama Dagoba, de 70 metros de altura y actualmente en reconstrucción. Fue construida en el s. III, completamente de ladrillo.

Unos 300 metros el noroeste pasamos por delante del Palacio Real, dentro de una ciudadela y del que no queda gran cosa. Y 800 metros más al norte llegamos al Kuttam Pokuna, dos estanques-piscina que posiblemente usaban los monjes de un monasterio adyacente.

Nuestra ruta continua hacia el oeste pasando por la estatua Samadhi Buddha, un buda sentado del s. IV y considerado uno de los más bonitos de la isla.

Más al oeste encontramos agrupados la Abhayagiri Dagoba (impresionante y enorme cúpula de 75 metros de altura), el Palacio de Mahasen (relevante por poseer la moonstone, piedra tallada en forma de semiluna a la entrada de los templos, más bella de Sri Lanka) y Ratnaprasada (palacio en ruinas, pero donde es posible encontrar las más bonitas guardstones -piedras talladas ornamentales que flanquean la entrada a los templos- de la zona, y concretamente una que representa una preciosa apsara).

Ahora hacia el sur, a 1'5 km, encontramos la Thuparama Dagoba, situada en un bonito entorno y de la que se cree que es la más antigua de Sri Lanka.

A continuación viene la Ruvanvelisaya Dagoba (es interesante coincidir con una ceremonia colectiva, de gran colorido y religiosidad). También aquí el entorno ajardinado da más belleza al conjunto.

Sólo 200 metros al oeste encontramos Basawakkulama, un gran estanque cubierto de nenúfares. Continuando por Puttalam Rd. se llega a Mirisabatiya Dagoba, otra enorme cúpula, y más allá llegamos a Tissa Wewa, otro estanque artificial, de 160 Ha.

De aquí arranca una pista en dirección sur que lo bordea, pero ésta está cerrada al tráfico por una barrera controlada por la policía, aunque basta con solicitar permiso amablemente para pasar sin ningún problema.

Siguiendo hacia el sur, y a la izquierda de la pista, se extienden los Royal Pleasure Gardens (Ranmasu Uyana), unas 14 Ha. de preciosos jardines con pequeños estanques y grandes rocas entre la vegetación.

Vista sobre los Royal Pleasure Gardens
Vista sobre los Royal Pleasure Gardens

La verdad es que todo este recorrido es muy, muy bonito y relajante, especialmente cuando ya cae el sol y la luz se vuelve más contrastada.

Finalmente llegamos al templo Isurumuniya Vihara, un magnífico templo-roca del s. III A.C.

En teoría la entrada cuesta 200 Rs (no incluida en el Round Ticket), pero a última hora de la tarde encontramos la taquilla cerrada aunque pudimos visitar el templo libremente.

Desde lo alto de la roca hay una vista espectacular de los alrededores y es un buen lugar para ver la puesta de sol sobre el estanque.

A lo lejos destaca una gigantesca y blanca estatua de Buda que asoma por encima de los árboles y de los edificios de Anuradhapura. Se trata del gran Buda de Mihintale

Para volver a la ciudad nueva de Anuradhapura basta con un fácil trayecto de 2 km por Hospital Rd y Main St.

MIHINTALE (pronunciado Mijíntale). Este complejo de templos tiene una gran importancia espiritual para los cingaleses, ya que fue aquí donde el budismo tuvo su origen en Sri Lanka.

En nuestra opinión no tiene nada que lo haga espectacular, pero si disponemos de tiempo vale la pena dedicarle una excursión de medio día desde Anuradhapura.

Este complejo se encuentra en la cima de una pequeña loma, a menos de 1 km del centro del pueblo de Mihintale.

Antes de iniciar la ascensión encontramos a la izquierda un pequeño museo. La entrada es gratuita aunque su "ciudador" pide una pequeña donación. El museo no es muy interesante, quizás por el hecho, entre otras cosas, de que los objetos expuestos tienen una gruesa capa de polvo por encima.

Imagen del enorme Buda de Mihintale
Imagen del enorme Buda de Mihintale

Dado que hay que subir bastantes escaleras (unos 1.900 escalones) para llegar a la gran estatua de Buda recomendamos evitar las horas de máximo calor.

En el camino de subida vamos encontrando diferentes ruinas del antiguo complejo, además de puestos donde comprar bebida o fruta.

Ya casi en la cima y antes de entrar en el recinto religioso, actualmente en uso, debemos descalzarnos y pagar las 250 Rs de la entrada.

En este recinto encontramos una enorme estatua blanca de Buda (de unos 12 metros de altura), la cueva de Mahinda, la Roca de la Meditación (subir hasta la cima de la roca no es fácil, pero las vistas bien merecen el esfuerzo), o la Mahaseya Dagoba, en el punto más alto del complejo (es un buen lugar para tomarse un respiro a la sombra de un árbol).

Las vistas desde este punto sobre toda la llanura circundante son realmente magníficas, llegándose a ver incluso las grandes dagobas de Anuradhapura).

Mihintale está a unos 11 km de Anuradhapura y para llegar hasta ella debemos tomar un autobús en la parada que hay al otro lado del People's Bank en la calle principal.

El trayecto cuesta 9'5 Rs y se recorre en unos 20 minutos. En Mihintale los autobuses paran en una explanada junto a un gran árbol, en la carretera Anuradhapura-Trincomalee.


JAFFNA

Cómo llegar

A causa de la situación política y militar actual el viaje por tierra a Jaffna es bastante penoso, aunque ésto puede cambiar en el futuro para mejor (así lo esperamos) o para peor si se vuelve a cerrar el acceso a mercancías y viajeros, como así ha sido durante años.

A continuación explicaremos nuestra experiencia personal durante el trayecto de 197 km de Anuradhapura a Jaffna, en el extremo norte del país:

La nueva estación de autobuses de Anuradhapura se encuentra a unos 2'5 km de la zona de hoteles (un tuk-tuk hasta ella cuesta unas 40 Rs).

Desde aquí salen, cuando se llenan, los autobuses a Vavuniya, primera escala del viaje al norte (no hay transporte directo a Jaffna). El trayecto de 53 km por una carretera en muy mal estado se cubre en 1 h 40 min. y cuesta 19 Rs.

La presencia militar es cada vez más palpable, con múltiples acuartelamientos.

Una vez en la estación de autobuses de Vavuniya salimos de ella y nos dirigimos a una calle adyacente, donde estacionan los minibuses que van hacia el norte.

Estos salen cuando se llenan y realizan un trayecto de pocos kilómetros, que cuesta 20 Rs, hasta llegar al primer punto de control (se trata del último punto controlado por el ejército de Sri Lanka).

Aquí bajamos del minibús, con el equipaje a cuestas, y hacemos cola (distinta para hombres y mujeres) para someternos a un concienzudo chequeo del equipaje y a un pequeño interrogatorio sobre nuestra procedencia y destino a cargo del ejército de Sri Lanka.

Pasado este control debemos caminar más de 1 km por una pista, entre la carretera y unos campos minados, hasta llegar a un nuevo control, éste de Cruz Roja Internacional, donde debemos comprar un formulario (cuesta 2 Rs) y rellenarlo con nuestros datos.

El problema es que el formulario sólo está escrito en cingalés y tamil, por lo que deberemos contar con la inestimable ayuda de algún local que sepa algo de inglés para que nos vaya traduciendo el significado de los campos a rellenar (este formulario será el visado o salvoconducto que nos permitirá circular por los territorios del LTTE).

A continuación debemos subir, entre una verdadera marea humana, a un autobús que espera en este punto. Pagamos 20 Rs por un corto trayecto de sólo 5 km de tierra de nadie hasta el siguiente punto de control.

Aquí nueva cola para el control del pasaporte y del equipaje. Un oficial requiere que deletreemos cada palabra que hemos escrito en el formulario anterior para escribirla debajo en tamil, tras lo cual pone un sello y se queda una parte para su registro. Ya estamos en territorio de la guerriilla del LTTE.

Campos minados en el camino hacia Jaffna
Campos minados en el camino hacia Jaffna

Ahora debemos guardar cola para comprar el billete de un autobús que cuesta 150 Rs y nos debe conducir por la zona controlada por los tigres tamiles.

Ir con la mochila en estos autobuses supone una gran incomodidad, ya que no poseen un lugar específico para el equipaje. Por tanto debemos cargar en todo momento con él, con el agravante de que estos autobuses van sobrecargados de gente que también lleva equipaje y paquetes.

A partir de este momento el paisaje que vemos es impactante, con casas destruidas y señales de minas antipersona a ambos lados de la carretera, en buena parte del recorrido.

Poco antes de llegar a la ciudad de Kilinochchi el autobús para unos 25 minutos en un pequeño pueblo para refrescarse y comer o beber algo.

La población de Kilinochchi tiene cierto aspecto de ciudad fantasma, con numerosos edificios pulverizados por las bombas y los proyectiles.

Más al norte cruzamos el Elephant Pass, un estrecho paso que une la península de Jaffna al resto de la isla. Su nombre obedece al hecho de que antiguamente era la ruta que seguían los elefantes salvajes, pero hoy en día les sería casi imposible pasar (suponiendo que quedaran elefantes salvajes aquí), ya que esta zona es de una gran importancia estratégica y todas las playas parecen estar minadas, con numerosas estacas rojiblancas y señales con la inscripción "Danger, mines" o "Be aware of explossives".

En esta zona el mar es muy poco profundo y forma numerosas lagunas entre playas de arena blanca. La combinación de colores forma un paisaje muy bonito.

Ya en la península de Jaffna, y antes de llegar a Mugantalai, se acaba la zona controlada por el LTTE y aquí encontramos su último punto de control, donde finaliza el trayecto en el autobús.

Una vez más, control de pasaportes y de equipaje, cacheo personal, y nuevas preguntas. Pasado el control subimos a un nuevo autobús, gratuito, que recorre un cortísimo trayecto hasta el último punto de control, donde repetimos por enésima vez todo el ceremonial de control.

Acabado éste subimos a otro autobús que, ahora sí, nos lleva hasta Jaffna. Este trayecto, de unos 25 km, cuesta 20 Rs. Finalmente llegamos a la estación central de autobuses o Central Bus Stand de Jaffna 8 horas después de salir de Anuradhapura.

Posteriormente descubrimos que existía una alternativa mucho más cómoda para realizar el trayecto de Vavuniya a Jaffna y viceversa: al llegar a Vavuniya hay que preguntar por un transporte especial a Jaffna.

Se trata de una furgoneta a modo de taxi compartido. Cuesta 1000 Rs por persona, pero uno se ahorra tener que cambiar de vehículo a cada control. Además todos los trámites en los controles se agilizan enormemente.

Con la situación actual de apertura mucha población local viaja al norte para visitar a familiares o conocidos que no pudo ver hasta ahora, e incluso con la curiosidad de como es esta zona desconocida para muchos de ellos.

Por este motivo hay mucho tráfico de gente que llena todas las opciones de transporte disponibles

Dormir y comer

En el Kumaran Tourist Inn (Stanley Road, 67) la habitación doble con baño compartido (sin agua caliente) y ventilador nos cuesta 400 Rs. Se trata de un hotel muy sencillo, pero está muy limpio, es tranquilo por la noche y muy céntrico (a sólo 300 metros de la estación de autobuses).

Además disponemos de la habitación durante las 24 horas siguientes al momento de registrarnos. El personal de recepción es bastante amigable.

Para comer la mejor alternativa que encontramos en Jaffna fue el Restaurant Cozee (15, Sirambiyadi Lane), muy recomendable, unos 500 metros al este por la misma calle Stanley. Es nuevo, con una extensa carta y se come muy bien a precios razonables.

Para desayunar podemos recomendar el bar del Hotel Rolex (116, Khasturiya Rd), a 50 metros de la estación de autobuses.

Cosas a ver y hacer

JAFFNA. Durante nuestra estancia en esta ciudad no disponíamos de ningún mapa para orientarnos o información actualizada de las cosas a ver, debido a la desactualización de nuestra guía Lonely Planet respecto de esta zona (nos consta que en la 9ª edición ya se ha subsanado este problema).

Por tanto nos vimos obligados a descubrir la zona por nosotros mismos, preguntando por aquí y allá.

Debido a la situación actual y la casi inexistente infraestructura turística existente en Jaffna no se puede hacer gran cosa en esta región, pero aún así recomendamos su visita a los más aventureros y a aquellos que valoran encontrarse una zona muy distinta al resto de Sri Lanka.

Para empezar aquí la población es tamil y mayoritariamente hinduista y el paisaje tiene un relieve completamente plano y dominado por altas palmeras cocoteras.

Además, a causa del aislamiento sufrido durante muchos años por la guerra, prácticamente no hay vehículos a motor particulares, sólo algunos camiones, autobuses, tuk-tuk y 4WD de ONGs. La población local se mueve por la ciudad a pie o en bicicleta.

A partir de las 19:00, cuando oscurece, se van cerrando todos los comercios y las calles quedan a oscuras y desérticas. Parece como si hubiera "toque de queda", aunque en realidad no lo hay.

Durante el día, callejeando por el centro de la ciudad, se pueden apreciar los estragos de la guerra sobre muchos edificios, así como numerosas trincheras en esquinas y edificios, y patrullas militares a pie o en camiones.

Entrada del templo Nallur Kandaswamy
Entrada del templo Nallur Kandaswamy

Pero a pesar de lo intimidatorio que resulta ésto lo cierto es que no tuvimos ningún problema.

Basta con ser simpático con las fuerzas militares (suelen mostrar curiosidad por saber de donde somos y si nos gusta su país) y pedir permiso a la hora de hacer fotografías en su presencia.

Aparte de la recomendación de callejear por el centro de Jaffna o visitar el mercado (situado junto a la estación de autobuses) también hay otros puntos de interés en la ciudad.

El principal de ellos es el templo hinduista Nallur Kandaswamy, el más grande de Jaffna.

Mucha población local se acerca hasta aquí para orar. Cierra sus puertas a las 17:30 y está unos 3 km al nordeste del centro.

Para llegar hasta él podemos tomar un tuk-tuk (60 Rs), pero recomendamos después volver a pie hacia el centro paseando sin prisas. En esta zona se encuentran la mayoría de sedes de UNHCR, Cruz Roja y varias ONG.

También podemos recorrer andando los 1'2 km desde el centro hasta el antiguo y enorme Fort, pero poca cosa queda de él, ya que durante la guerra ha sufrido numerosos bombardeos. De hecho su interior continúa siendo zona militar y, por tanto, fuera de límites.

La mejor vista de lo que queda de sus muros se obtiene en el lado sur, desde la carretera a la isla de Kayts.

ISLA DE NAINATIVU (también conocida como Nagadipa). Una interesante excursión de medio día desde Jaffna es ir a esta isla con la excusa de visitar un par de templos que hay en ella.

El primero de ellos es el templo hinduista Nagapooshani Amman Kovil, donde es posible entrar y visitar el recinto. Se encuentra justo delante de la pasarela del embarcadero del ferry.

Siguiendo la pequeña pista que bordea la costa durante 1 km se llega hasta el templo budista Nagadipa Vihara, con su característica cúpula plateada. Es uno de los 16 lugares sagrados del budismo en Sri Lanka y hasta la escalada de la guerra civil en esta zona era un lugar de peregrinaje muy popular entre los budistas de todo Sri Lanka.

Para llegar a este templo hay que entrar en una base de la Sri Lanka Navy, pero no hay más inconveniente que pedir permiso a los centinelas de la entrada.

Nainativu se encuentra situada al sudoeste de la ciudad de Jaffna. Para llegar hasta ella debemos empezar por tomar un autobús a Nainativu que sale de la estación central de Jaffna cuando se llena.

El autobús sale de la ciudad, entre el Fort y el mar, y cruza a la isla de Kayts por una carretera sobre el mar que la une a la península (el mar aquí es tan poco profundo que permite unir algunas islas mediante terraplenes sobre los que se construyen estrechas carreteras).

Este istmo artificial tiene una longitud de 1'5 km, con controles militares a ambos extremos.

El autobús cruza la isla de Kayts, pasando por algún pequeño poblado, hasta llegar a un nuevo istmo artificial mediante el cuál pasamos a la vecina isla de Pundukutivu y la cruzamos de lado a lado. Tiene su parada final ante el embarcadero del ferry. Este autobús cuesta 23'5 Rs y emplea 1 hora en recorrer los 25 km de distancia hasta aquí.

Durante el trayecto el paisaje es muy bonito y pintoresco, y sólo se ve perturbado por los múltiples controles de los marines de Sri Lanka (la SL Navy) que encontramos por el camino.

En el embarcadero debemos esperar un buen rato hasta que llega el ferry, subimos a él y partimos hacia la isla de Nainativu. Cuesta 10 Rs y son unos 20 minutos de navegación.

Recomendamos ir sobre el tejado de la embarcación para poder disfrutar más del trayecto, ya que dentro no se ve nada y va atestado de gente.

Ni que decir tiene que el ferry y el acceso a él también está controlado por la SL Navy (una vez satisfecha su curiosidad sobre nuestra procedencia, ocupación y destino ya no nos ponen más trabas).

Mismo trayecto, a la inversa, para volver a Jaffna.


Ruta por el este de Sri Lanka: Trincomalee, Nilaveli y Polonnaruwa

TRINCOMALEE

Cómo llegar

Puesto que el trayecto de Jaffna a Trincomalee supone pasar nuevamente por la carretera a Vavuniya, la A-9, y no dispuestos a sufrir otra vez el calvario del viaje de ida (además de ser un largo viaje de muchas horas) optamos por reservar plaza en un transporte especial directo de Jaffna a Trincomalee.

Para ello nos dirigimos el día anterior a nuestra partida a Yogas Textiles & Travels (18A, New market, Power House Rd), una tienda de telas en la zona del mercado de Jaffna que también opera como agencia de transportes.

Una plaza para ese trayecto cuesta 1.100 Rs e incluye el pasar a recogernos por el hotel.

Con este transporte los trámites en los distintos puntos de control se simplifican enormemente. Sólo es necesario rellenar al principio del viaje un formulario con los nombres de todos los pasajeros del microbús que el conductor entrega al paso de cada control.

Otra gran ventaja es que no se revisa el equipaje. En nuestro caso sólo tuvimos que descender una vez del vehículo para el control de nuestro pasaporte por parte del LTTE.

Además es posible hacer paradas momentáneas en el trayecto para hacer algunas fotografías, siempre que lo pidamos educadamente y el conductor acepte.

En ese momento la A-9 entre Jaffna y Vavuniya tenía muchos tramos en obras. En Vavuniya se toma la carretera A-29, la cual se encuentra en un estado más que lamentable, haciendo de este trayecto un infierno.

Al llegar a Horowupotana se conecta con la A-12, mejorando algo su estado.

Cuanto más nos acercamos a Trincomalee más controles del ejército encontramos, aunque como mucho sólo supone una inspección ocular del vehículo y sus ocupantes.

En los últimos 30 km es fácil apreciar como se ha cortado y/o quemado la vegetación a ambos lados de la carretera por parte de los militares con el objetivo de evitar emboscadas.

Finalmente el microbús nos deja en el lugar de Trincomalee que solicitamos. En total nos supuso unas 7 horas de viaje entre Jaffna y Trincomalee, pero valió muchísimo la pena tomar este transporte alternativo a los autobuses.

Dormir y comer

Ahora mismo la infraestructura turística en Trincomalee es casi nula, siendo la oferta de hoteles muy reducida (aunque ésto puede cambiar en el futuro).

En el Hotel New Silver Star, cercano a Dockyard Rd, la habitación doble con baño cuesta 600 Rs y no es ninguna maravilla, pero después de los que ya habíamos visto en la ciudad (el Chinese Guesthouse y el Rainbow Hotel) nos pareció que era suficientemente correcto.

No muy lejos del hotel está el restaurante Mansion Hotel (23, Main Rd). Es correcto, sin más, y de precio ajustado.

Cosas a ver y hacer

TRINCOMALEE (conocida popularmente como Trinco), posee un puerto natural considerado como uno de los más bonitos del mundo, así como de gran importancia estratégica.

Pescado puesto a secar (lonja del pescado de Trincomalee)
Pescado puesto a secar (lonja del pescado de Trincomalee)

Esto último ocasionó la disputa de este enclave durante la guerra civil. En las fechas de nuestro viaje, la ciudad está controlada de nuevo por el ejército de Sri Lanka.

Aunque la ciudad en sí no tiene mucho interés (muchos viajeros pasan por aquí sólo como etapa necesaria en la ruta a Nilaveli), creemos interesante dedicarle al menos una visita de medio día.

Dutch Bay y alrededores. La playa alrededor de la bahía Dutch, en la parte oriental de la ciudad, es peligrosa para el baño por las corrientes submarinas, pero muy fotogénica por la arena blanca y el color turquesa de sus cristalinas aguas.

Junto a la Torre del Reloj, en Konesar Rd, está la pequeña e interesante lonja del pescado (preferible ir temprano por la mañana), con pescado fresco en su interior y puesto a secar al sol en el exterior).

Y unos 200 metros al sur, en Dockyard Rd, está el vistoso templo de Kali Kovil. Un paseo por Main St nos permitirá captar el pulso comercial de Trincomalee.

Fort Frederick. Este fuerte fue construido originalmente por los portugueses en 1624 (y capturado años después por los holandeses) en la base de una alta roca hoy llamada Swami Rock.

A la entrada del fuerte hay un control militar, pero solicitando amablemente si es posible la visita así como hacer fotos no nos pusieron ninguna objeción a ninguna de las dos cosas.

Vista sobre Trincomalee i Back Bay desde Swami Rock
Vista sobre Trincomalee i Back Bay desde Swami Rock

Una vez dentro del fuerte debemos seguir una pequeña carretera de subida y rodeada de grandes árboles.

En este paseo encontramos numerosos barracones e instalaciones militares, pero también algunos bonitos edificios de estilo colonial como el Wellesley Lodge.

Al final de esta carretera se llega a Swami Rock, sobre la cual se encuentra el templo hindú Koneswaram Kovil. Al llegar a las escalinatas de acceso al templo debemos descalzarnos.

Desde esta atalaya las vistas hacia el mar a ambos lados del promontorio son espectaculares, así como sobre Back Bay, el puerto y la ciudad de Trincomalee.


NILAVELI

Cómo llegar

Para llegar desde Trincomalee a la zona de hoteles en la playa, pasado el pueblo de Nilaveli, lo más económico es tomar un autobús en la terminal que hay al lado de la Torre del Reloj en Trinco.

El trayecto, de unos 18 km, cuesta 20 Rs y supone unos 45 minutos por las numerosas paradas. El autobús sale cuando se llena y no debe hacerse caso de aquellos que digan que no hay autobús (para que tomemos un taxi).

Deberemos indicar al conductor del autobús el nombre del hotel donde pensamos ir para que nos deje en el desvío adecuado (los hoteles están a unos 750 metros de la carretera, al lado de la playa). El trayecto de la carretera al hotel puede hacerse a pie o en tuk-tuk, ya que siempre aparece alguno de no se sabe donde.

Dormir y comer

También esta zona del país está en proceso de recuperación después de largos años de guerra y aislamiento. Sólo un hotel sobrevivió a esos tiempos difíciles y ahora ya han aparecido unos pocos más, aunque si la estabilidad continúa seguro que éstos se multiplicarán con la llegada de turistas.

Nosotros nos hospedamos primero en el hotel Shahira Beach (10th mile post). La habitación doble con baño cuesta 1.100 Rs y es sencilla, pero muy limpia y decorada con mucho gusto. El hotel es muy tranquilo (en el momento de nuestra visita éramos los únicos huéspedes) y dispone de restaurante. La playa se encuentra a unos 50 metros.

Al día siguiente nos mudamos al Nilaveli Beach Resort (Km 19, Pulmoddai-Trincomalee Rd, Nilaveli,), ya que está enfrente mismo de la playa y por poco dinero más disponíamos de más servicios, como por ejemplo una fantástica piscina (ésta no se puede utilizar si no se es huésped) o tumbonas en la playa.

Aunque éste hotel tiene una categoría de 3 estrellas y el precio de una habitación normal empieza en los 35 US$, dispone de unos pocos bungalows que cuestan sólo 1.200 Rs (habitación doble con baño) y tienen una magnífica relación calidad/precio.

Dispone también de un restaurante y de un bar donde comer es algo más caro, pero no mucho más, que en los hoteles cercanos. Sin duda aquí recalan la gran mayoría de visitantes de Nilaveli (turistas europeos, trabajadores de ONG, y locales con poder adquisitivo).

Cosas a ver y hacer
Vista de la playa de Nilaveli y la isla Pigeon
Vista de la playa de Nilaveli y la isla Pigeon

NILAVELI. En esta zona de la costa oriental no hay nada más que hacer que descansar y disfrutar de la playa y el bellísimo paisaje, lo cuál es perfecto para tomarse un breve respiro antes de continuar nuestro recorrido por la isla.

La playa de Nilaveli es muy bonita, aunque sin arena blanca ni cocoteros sobre el agua. En toda la línea de costa sólo se aprecia vegetación tras la ancha franja de arena y alguna construcción casi imperceptible entre los arbustos (normalmente son los restos de antiguos hoteles destruidos durante la guerra).

Aunque es de esperar que esta zona tendrá un gran desarrollo turístico en el futuro si la situación permanece estable, confiamos en que no caiga en el error de estropear el entorno con moles de cemento (como ya ha sucedido en Hikkaduwa, en la costa suroccidental de la isla), ya que perdería todo su enorme encanto actual.

Además de pasear por la playa, bañarse en el mar (en esta zona de costa y época del año no hay ningún peligro por las corrientes submarinas) o leer, poca cosa más puede hacerse aquí, excepto visitar la cercana isla Pigeon.

La Isla Pigeon es el mayor de unos pequeños islotes que se encuentran frente a la costa de Nilaveli. En él podemos disfrutar de sus pequeñas calas repletas de coral o hacer esnórquel en sus aguas.

Desde la playa de Nilaveli hasta la isla de Pigeon son unos 15 minutos en una embarcación a motor.

Amanecer sobre la playa de Nilaveli
Amanecer sobre la playa de Nilaveli

Esta la podemos contratar en el mismo hotel Nilaveli Beach (550 Rs ida y vuelta) o bien en la playa, donde algunos ofrecen sus servicios (se puede regatear fácilmente hasta las 500 Rs).

Debemos fijar con el barquero la hora aproximada a la que queremos que vuelvan a recogernos a la isla.

Pagando algo más también se puede incluir el alquiler del equipo de esnórquel.

Por último, recomendamos absolutamente levantarse muy temprano (a las 6 de la mañana o antes) para asistir desde la playa al que posiblemente será un espectacular amanecer sobre el mar.


POLONNARUWA

Cómo llegar

El trayecto de 150 km entre Nilaveli y Polonnaruwa empieza tomando un minibús en la carretera de Nilaveli a Trincomalee. Cuesta 20 Rs y hay que preveer unos 40 minutos para recorrer los 18 km de distancia hasta el punto más cercano a la estación de ferrocarril de Trincomalee, justo delante de la iglesia Lady of Guadalupe, donde debemos bajar del minibús. De aquí a la estación de ferrocarril sólo hay unos 200 metros

En la estación tomamos el tren con destino a Gal Oya Junction y que sale a las 10:00 de la mañana (la taquilla de la estación abre a las 9:30). El precio del billete en 2a clase es de 40'5 Rs y se emplean algo más de 2 horas en cubrir los aproximadamente 110 km entre ambas estaciones.

En Gal Oya, un simple nodo ferroviario, debemos descender del tren y esperar otro tren con destino a Polonnaruwa. La hora oficial de salida de este último son las 12:25, aunque los retrasos no son infrecuentes puesto que se trata del tren que viene de Colombo, una parte del cual continúa viaje a Trincomalee y el resto de vagones se enganchan a una nueva locomotora con destino a Polonnaruwa. En cualquier caso la conexión entre uno y otro tren está asegurada.

El trayecto entre Gal Oya y Polonnaruwa es de sólo 30 km, pero el tren emplea 1 hora en cubrirla. El precio del billete es de 19'5 Rs.

La estación de tren de Polonnaruwa se encuentra en realidad en Kaduruwela, una población situada a 5 km de Polonnaruwa. Para llegar a la ciudad vieja de Polonnaruwa se puede tomar un minibús (4 Rs) en la cercana estación de autobuses o directamente un tuk-tuk por 80 Rs.

Dormir y comer

En la Samudra Guesthouse (Habarana Rd, a 40 metros de la Clock Tower de Polonnaruwa) una habitación doble bastante simple con baño cuesta 500 Rs.

Una opción algo mejor es el Hotel Gajaba (Bund Rd, junto a la entrada a la ciudad antigua), donde la habitación doble cuesta 840 Rs. Sus habitaciones no son muy diferentes a las del Samudra, pero el lugar en sí es más agradable.

Un buen lugar para tomar una bebida al caer el sol es la terraza exterior del Rest House, sobre un pequeño promontorio con una excelente vista sobre el estanque Topa Wewa.

El restaurante del Gajaba Hotel es algo caro, pero la comida y el agradable entorno, un jardín situado en la parte posterior, justifican sobradamente el dispendio. En cambio, no recomendamos el Restaurant Gama, también en Batticaloa Rd, ya que es caro para lo que ofrece.

Cosas a ver y hacer

POLONNARUWA fue la capital de Sri Lanka durante unos cuatro siglos, empezando en el s. X y sucediendo a Anuradhapura. El interés en esta ciudad son las ruinas y restos arqueológicos de su ciudad antigua y que datan de esa época, formando parte del Triángulo Cultural de la isla. Se trata de una visita muy recomendable.

Patrimonio de la Humanidad Ciudad antigua de Polonnaruwa (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1982). Aquí la zona a visitar es algo más reducida que la de Anuradhapura y, en general, está en mejor estado de conservación.

También aquí la bicicleta es la mejor opción para movernos por ella libremente. El perfil del terreno es bastante plano y por tanto el único inconveniente de la bicicleta puede ser el calor en las horas centrales del día. Se puede alquilar en varios hoteles de la zona (por ejemplo en el Samudra cuesta 100 Rs por día).

Para ver y disfrutar de todo el conjunto de Polonnaruwa con tranquilidad y moviéndonos en bicicleta debemos contar con un día entero. Dentro del recinto hay algunos kioscos donde comprar bebidas y cosas ligeras para comer.

La entrada individual al conjunto arqueológico cuesta 15 US$, pero se puede entrar con el Round Ticket) ya que Polonnaruwa está incluido en él. En el kiosco de información que hay en el Museo se pueden comprar ambos.

Para empezar la visita a Polonnaruwa quizás el mejor punto de partida es el Museo, al otro lado del canal respecto del Gajaba Hotel, ya que permitirá hacernos una idea de lo que vamos a ver y entender mucho mejor la visita a las ruinas. Son especialmente interesantes las maquetas a escala que reproducen algunos de los templos y palacios.

Palacio Real (Polonnaruwa)
Palacio Real (Polonnaruwa)

En esta zona, justo detrás del Rest House, se pueden ver las ruinas del palacio real Nishshanka Malla y los baños reales (Nissankamalla' Bath).

Tras cruzar por la entrada oficial al recinto principal (en la carretera Habarana) visitamos el Palacio Real y la Sala de Audiencias, ambos bastante impresionantes.

Pero la parte quizás más espectacular de Polonnaruwa la encontramos en lo que se ha dado en llamar Quadrangle, unos 400 metros más al norte.

En este recinto destaca el Vatadage, con una moonstone muy bien conservada, pero el resto también merece una atenta visita.

Continuando hacia el norte encontramos otros templos interesantes como Shiva Devale, Vishnu Devale, Pabula Vihara o Rankot Vihara.

También recomendamos no pasar por alto el complejo formado por los templos Buddha Seema Pasada, Kiri Vihara y Lankatilaka. En sus paredes exteriores hay unos interesantes bajorelieves que muestran antiguas edificaciones de Polonnaruwa.

Cerca de éstos está Gal Vihara, muy distinto al resto y muy recomendable, ya que son 4 figuras talladas en la roca, destacando una figura de Buda de 7 metros de alto y otra, de 14 metros de largo, que muestra un Buda reclinado.

Por un camino hacia el norte de 5 km, ida y vuelta, se llega a los sitios más alejados. Si aún os sobra energía recomendamos la visita a un par de lugares interesantes.

El primero de ellos, el Lotus Pond, es una curiosa piscina de 8 metros de diámetro formada por 5 figuras concéntricas con 8 pétalos cada una, asemejándose a una flor de loto).

Y el segundo, la Tivanka Image House, son los restos de un antiguo monasterio cuyo principal interés son los frescos aún visibles en el interior y las figuras esculpidas en las paredes exteriores.

Pabula Vihara (Polonnaruwa)
Pabula Vihara (Polonnaruwa)

La salida del recinto conduce a una carretera, de vuelta a la zona del Museo y hoteles, a unos 4 km de aquí.

Por el camino aún podremos ver los restos de un par de templos más, pero sin demasiado interés.

Muy recomendable también es el paseo, a pie o en bicicleta, por Potgul Mawatha, la pequeña pista que bordea el estanque Topa Wewa, y preferiblemente a última hora de la tarde, cuando el sol está cercano a esconderse por el horizonte y la luz sobre el agua y los campos adyacentes es magnífica.

Unos 3 km al sur del Museo tenemos la oportunidad de visitar un par de sitios arqueológicos que hay en esta zona: la estatua de Potgul Vihara (interesante por tratarse de una estatua de 4 metros de altura que representa a una persona real y no una divinidad o personaje mitológico) y el templo de Potgul Vihara.

Unos 200 metros más al sur, ya en la ciudad nueva, se llega a la zona donde se encuentran los hoteles de más categoría en Polonnaruwa. Entre ellos destaca el Hotel Sudu Araliya, ya que cuenta con un precioso jardín posterior que da al lago Bendi Wewa, con magníficas posibilidades para disfrutar de una bella puesta de sol.

Además, si el presupuesto lo permite, es posible cenar en su restaurante o disfrutar de otros servicios como el ayurveda (tratamiento médico tradicional a base de hierbas y aceites).


Ruta por Sri Lanka central: de Sigiriya a Nuwara Eliya

INAMALUWA

Cómo llegar

Para llegar a Inamaluwa, nuestra base para visitar Sigiriya, desde Polonnaruwa, primeramente tomamos un autobús delante de la Post Office, en la ciudad antigua de Polonnaruwa, hasta la estación de autobuses de Kanduruwela.

Este cuesta 4 Rs y emplea 15 minutos en recorrer esos 5 km. Una vez en Kanduruwela tomamos el primer autobús Intercity Express con destino a Kandy (en teoría los hay cada media hora).

Los autobuses en dirección hacia el oeste o sur de la isla pasan por el centro de Polonnaruwa, por lo que sería posible esperarlos aquí en vez de ir hasta Kanduruwela, pero existe el peligro real de que vayan llenos y no se detengan.

El billete en el Intercity Express hasta Inamaluwa, nuestro siguiente destino, cuesta 115 Rs (existen también autobuses más baratos, aunque más lentos e incómodos).

Empleamos unos 90 minutos en el trayecto desde Kanduruwela hasta Inamaluwa, a unos 62 km al suroeste. Por el camino podemos disfrutar de bonitos paisajes, especialmente al cruzar el Parque Nacional Minneriya.

Dormir y comer

El Hotel Eden Garden (Sigiriya Rd, Inamaluwa), situado a sólo 100 metros del cruce de Inamaluwa en la carretera a Sigiriya, no es barato, pero por 1.500 Rs (después de regatear desde 2.300 Rs) ofrece una enorme habitación doble con baño (y agua caliente) en un bonito y tranquilo entorno.

Este hotel también incluye un restaurante, un bonito jardín y una piscina donde refrescarse, lo cual se agradece en esp parte de la isla. El personal del hotel, por otra parte, es muy afable y servicial.

Desde luego también existe la opción de pernoctar en alguno de los hoteles que hay en Sigiriya.

En el restaurante-jardín del hotel Eden Garden un excelente menú buffet cuesta 350 Rs y es más económico que comer a la carta.

Cosas a ver y hacer

INAMALUWA. Esta pequeña población, ubicada alrededor del cruce de la carretera principal Habarana-Kandy con la carretera a Sigiriya, sólo fue para nosotros el campo base donde pernoctamos y desde donde hicimos la excursión a Sigiriya y a las cuevas de Dambulla, esta última ya en ruta hacia Kandy.

Patrimonio de la Humanidad ANTIGUA CIUDAD DE SIGIRIYA (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1982). Se trata de otro de los lugares de obligada visita en cualquier viaje a Sri Lanka, debido a su espectacular roca-fortaleza.

Esta roca-fortaleza es su parte más visible e icónica. De hecho se trata de una fortaleza que se construyó en lo alto de una enorme roca de 200 metros de altura a finales del s. V y que debía ser inexpugnable (aunque algunos años después se demostró que no lo era). La roca es visible desde varios kilómetros a la redonda.

Para una visita relajada (y merecida) a Sigiriya aconsejamos destinarle unas 3-4 horas.

Sigiriya está incluida en el Round Ticket, pero si no disponemos de él o queremos sólo una entrada individual (cuesta 15 US$) ambos se puede adquirir en el kiosco que hay en la entrada oeste del recinto.

Vista frontal de la roca-fortaleza de Sigiriya
Vista frontal de la roca-fortaleza de Sigiriya

Desde delante del Rest House de Sigiriya parte una pista en dirección norte, Thalkotta Rd, hasta llegar al foso que rodea el recinto.

Entonces debemos bordearlo hacia el oeste primero y al norte después, hasta llegar a la entrada oeste, lugar donde se encuentra la entrada principal.

Tras validar la entrada y cruzar el puente sobre el foso entramos en los que un día debieron ser los hermosísimos jardines acuáticos Kasyapa (hoy día sólo los podemos imaginar). Delante nuestro se yergue majestuosa la roca.

Al llegar a ella empezamos a subir un largo tramo de escaleras excavadas en la roca. A medio camino en la subida encontramos unas modernas escaleras metálicas en espiral que permiten llegar hasta una galería incrustada en la pared vertical de la roca.

En ella se encuentran unos magníficos frescos, conocidos también como las doncellas de Sigiriya.

Se trata de 22 pinturas muy bien conservadas que representan a mujeres dibujadas con unas facciones y unas formas fascinantes (son las únicas pinturas antiguas de Sri Lanka que no tienen un sentido religioso). Ya sólo por estos frescos vale la pena venir hasta aquí!!.

Bajando de nuevo por la escalera en espiral y volviendo al camino principal pasamos por la Mirror Wall, una pared de 3 metros de altura característica por los graffiti que dejaron en ella numerosos visitantes en el pasado, principalmente entre los siglos VII y XI, con sus impresiones sobre los frescos que acababan de ver.

Continuamos subiendo escaleras hasta llegar a una plataforma donde en el pasado hubo una enorme figura de león sentado, construida de ladrillo (Sigiriya significa roca del león).

En el pasado, para continuar subiendo había que pasar entre sus garras y entrar en su boca. Pero hoy día ya sólo quedan las garras, aunque es fácil imaginárselo como en los templos perdidos de las películas de aventuras.

El último tramo de escaleras es muy empinado y no apto para gente con vértigo.

Imagen de los frescos de las doncellas de Sigiriya
Imagen de los frescos de las doncellas de Sigiriya

En la parte superior de la roca sólo quedan ya los cimientos del antiguo palacio y edificios que se construyeron aquí arriba, pero la vista que se divisa es sencillamente extraordinaria, con extensiones de selva que se pierden en el horizonte en todas las direcciones.

Se puede recorrer el perímetro de la cima, aunque el viento en algunos puntos sopla con mucha fuerza y hay que ir con mucho cuidado.

El camino de vuelta hacia abajo es el mismo que el de subida hasta poco después de dejar atrás la escalera en espiral.

En ese punto debemos tomar las escaleras de la izquierda, en dirección a la entrada sur.

Antes de llegar a la entrada sur pasamos por la cueva Cobra Hood, llamada así porque esta cueva rocosa se asemeja en forma a una caperuza de cobra totalmente desplegada.

Llegar a Sigiriya desde Inamaluwa es muy fáicl, ya que hay abundante transporte entre las dos poblaciones (autobuses hasta las 17:30 y tuk-tuk durante todo el día).

En nuestro caso bastó con esperar un autobús en la parada que hay casi delante del hotel Eden Garden. Cuesta 7 Rs y tarda 30 minutos en recorrer los 10 km hasta la puerta del Rest House, donde debemos bajar si queremos visitar la roca-fortaleza.

El último autobús de regreso a Inamaluwa pasa por delante del Rest House aproximadamente a las 17:30. En caso de perderlo toca hacer auto-stop o bien tomar un tuk-tuk (80 Rs).

Patrimonio de la Humanidad TEMPLOS CUEVA DE DAMBULLA (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 1991). Son en realidad cinco cuevas, ubicadas bajo una enome roca, que contienen unas 150 figuras de Buda, además de magníficos frescos que cubren sus paredes y techos.

Se cree que la historia de las cuevas empezó 21 siglos atrás, pero numerosos reyes han ido embelleciéndolas desde entonces. Se trata, pues, de una visita muy recomendable y fácil de hacer como una corta excursión desde Inamaluwa o desde Kandy, o también en tránsito a/desde Kandy. La visita a las cuevas supone un máximo de 2 horas.

Al llegar ante el complejo donde están las cuevas, a pie de carretera, la primera sensación es la de decepción, puesto que se trata de una especie de moderno parque temático budista.

Al lado de una enorme y kitsch figura de Buda se encuentra el edificio donde deben comprarse las entradas. Ésta cuesta 500 Rs (es realmente cara, pero vale la pena) y no está incluida en el Round Ticket del Triángulo Cultural.

En el interior de la cueva Maharaja Vihara (Dambulla)
En el interior de la cueva Maharaja Vihara (Dambulla)

Las cuevas se encuentran a unos 150 metros sobre el nivel de la carretera y para acceder a ellas hay que subir unas cuantas escaleras.

Antes de entrar debemos quitarnos los zapatos y pasar un control de la policía.

Los nombres de las cuevas a visitar son, en este orden, Devaraja Viharaja (con un gran Buda reclinado de 15 metros de largo), Maharaja Vihara (la más grande y espectacular de todas), Maha Alut Viharaja, Pachima Viharaja y Devana Alut Viharaja.

Desde la entrada a las cuevas hay unas vistas espectaculares sobre los alrededores e incluso puede verse fácilmente la gran roca de Sigiriya.

Para llegar a Dambulla desde Inamaluwa debemos esperar un autobús en la parada que hay en el cruce de la carretera principal Habarana-Kandy y la que va a Sigiriya. Hay bastantes autobuses a lo largo del día, cuesta 7 Rs y emplea unos 25 minutos en recorrer los 8 km hasta la Torre del Reloj de Dambulla.

Desde aquí hay que tomar otro autobús (tarda 10 minutos y vale 5 Rs) o un tuk-tuk para recorrer los 3.5 km hasta los templos-cueva, situados al sur de la población.

Si continuáis viaje hacia Kandy, como era nuestro caso, en la carretera que pasa delante del complejo de templos-cueva es posible parar un autobús con destino Kandy, pero lo más normal es que vaya lleno, por lo que suele ser mejor volver de nuevo a la parada de autobuses en la zona de la Torre del Reloj de Dambulla y tomarlo allí.


KANDY

Cómo llegar

Para ir a Kandy desde Inamaluwa basta con esperar un autobús en la parada que hay en el cruce, junto a la carretera principal Habarana-Kandy. Este trayecto de 80 km se hace en 2 horas y cuesta 50 Rs. Y desde Dambulla el trayecto es de 74 km, por la misma carretera que el anterior.

A medida que nos acercamos a Kandy la temperatura se va suavizando debido a la altura.

Dormir y comer

En el Freedom Lodge Kandy (30, Saranankara Rd, al sur del lago) la mejor habitación, la única en el piso superior, cuesta 800 Rs. Es una habitación doble con baño (con agua caliente) y balcón privados, muy luminosa y aireada.

Además la familia propietaria del alojamiento es muy atenta y simpática. Está a 1'5 km del centro, pero se trata de un paseo muy agradable ya que buena parte del camino transcurre por el lado sur del lago Kandy.

Bastante popular entre los mochileros es el Olde Empire Hotel (21, Temple Street). Su fachada exterior (sobre todo el balcón) tiene un bonito aire colonial, pero sus estancias interiores decepcionan mucho por la falta de mantenimiento.

Por otra parte recomendamos tener cuidado con los comisionistas que suelen estar en la estación de autobuses o tren y que intentarán llevarnos a su hotel sea como sea (hay una fuerte competencia).

Una opción económica para comer es el Cook's Corner (9, Temple St), junto al Olde Empire.

Y para desayunar recomendamos el Lake Trade, un pequeño quiosco en el lado opuesto de la calle donde se alquilan barcas de paseo por el lago. Por su parte, la Delight Bakery es muy recomendable para comprar pan, dulces o pasteles y acompañarlos con alguna bebida.

El bar-restaurante The Pub, nuevo y pensado para el visitante occidental, tiene un balcón-terraza con buen ambiente y música, aunque el ruido que llega de la calle es molesto (en la planta de abajo está el café-internet KoffeePot, con una conexión rápida a 2 Rs/minuto).

El Pub Royale, adyacente al hotel Queen's, tiene un cierto aire colonial, pero una muy deficiente iluminación le quita gran parte de su encanto.

Cosas a ver y hacer

KANDY. Esta bonita ciudad es la segunda mayor ciudad de Sri Lanka y el corazón del budismo en la isla. Alberga el Templo del Diente de Buda, uno de los lugares más sagrados y de peregrinación para el budismo.

Además Kandy es conocida por su afamado festival Kandy Esala Perahera, 10 días de fiesta y procesiones coincidiendo con la luna llena al final del mes de Esala (en julio/agosto). En esos días la ciudad se llena con millares de peregrinos, elefantes magnificamente adornados, bailarines, acróbatas, miles de luces, ... y miles de turistas.

Recomendamos visitar Kandy en cualquier época del año, ya que la ciudad está emplazada en un bonito lugar y en ella hay cosas interesantes a ver, además de servir de base para realizar excursiones a lugares cercanos. Por otra parte los 500 metros de altura de Kandy le proporcionan una temperatura ideal.

Detrás del hotel Olde Empire está el Centro de Información Turística, muy útil para todo tipo de consultas.

En el centro de la ciudad destaca el lago de Kandy, creado artificialmente en 1807 y con una isla donde estuvo el harén personal del último representante del reino de Kandy. Muy recomendable dar la vuelta a pie al lago, puesto que se trata de un tranquilo y bonito paseo de 4 km.

Otro paseo por las céntricas calles de Bennet Soysa Vidiya, Dalada Vidiya y adyacentes permite hacernos una idea de la gran vida comercial que hay en Kandy. También por la zona del mercado, en el lado sur de la Torre del Reloj.

Desde la esquina suroccidental del lago suben unas escaleras hasta el Royal Palace Garden, un pequeño jardín (la entrada cuesta 25 Rs) muy tranquilo y con unas buenas vistas sobre el lago. Desde aquí podemos seguir la calle Rajapihilla Mw hasta llegar a un punto panorámico con excelentes vistas sobre la ciudad.

El afamado espectáculo de baile y percusión de Kandy es bastante turístico, pero no está nada mal y además es a una hora que poca cosa más se puede hacer en la ciudad.

Se trata de una sucesión de diferentes bailes (algunos incluyen números acrobáticos) acompañados por percusión. Dura aproximadamente 1 hora, empieza a las 17:45 y cuesta 300 Rs.

Existen varios lugares en Kandy que ofrecen este espectáculo (ofertado por numerosos comisionistas a la caza del visitante). Nosotros fuimos al organizado por Pathi's Dance Lanka en YMBA Hall (5, Rajapihilla Mw), menos frecuentado por los tours.

Patrimonio de la Humanidad Ciudad sagrada de Kandy (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988). Kandy, históricamente conocida por el nombre de Senkadagalapura, es una ciudad sagrada del budismo.

Fue también la última capital de los reyes sinhalas y gracias al mecenazgo de estos monarcas, la cultura cingalesa floreció durante más de 25 siglos, hasta la ocupación de Sri Lanka por los británicos en 1815.

El Templo del Diente de Buda junto al lago en Kandy
El Templo del Diente de Buda junto al lago en Kandy

El Templo del Diente de Buda (Sri Dalada Maligawa), junto al lago, contiene la reliquia budista más importante de Sri Lanka: un supuesto diente de Buda. Es visitado por peregrinos budistas de todo el mundo que veneran la reliquia.

En el año 1998 el edificio fue objeto de un atentado con bomba, por lo que ahora hay que pasar dos controles de seguridad antes de entrar.

Además hay que dejar los zapatos en un quiosco a la entrada (se espera un donativo) y vestir de forma adecuada (pantalón o falda larga).

La entrada al templo cuesta 200 Rs, más 100 Rs adicionales por una cámara de fotografiar.

Coincidiendo con la llamada puja (horas de rezo y ofrendas), por ejemplo de 10 a 11 de la mañana, se tocan los tambores y se abre al público la cámara donde se guarda la reliquia.

De hecho sólo se llega a ver una pequeña campana dorada bajo la cual está el supuesto diente. Dos monjes junto a la reliquia hacen circular rápidamente a los visitantes, por lo que no es posible detenerse a verla con calma.

Hay un gran número de población local rezando en la sala adyacente. Vale la pena pasear por el resto de salas del edificio, así como por los jardines y alrededores.

Todo el conjunto es bastante atractivo. Junto al templo hay un par de museos y edificios auxiliares.

JARDÍN BOTÁNICO DE PERADENIYA. Este jardín botánico, cuyos orígenes se remontan al s. XIV, es el mayor y más impresionante de Sri Lanka, con una superficie total de 60 Ha.

Contiene todo tipo de plantas y algunas de ellas son realmente espectaculares, siendo muy conocido y visitado por su gran colección de orquídeas. La entrada al jardín cuesta 300 Rs, pero vale mucho la pena.

Entre sus muchos puntos de interés destacamos una enorme higuera de Java, la cual sea probablemente el árbol más grande del mundo. Está ubicada sobre una gran superficie de césped y su colosal tronco central y ciclópeas raíces quedan cubiertas por una copa que con sus ramas cubre una superficie total de 2.300 m2.

La enorme higuera de Java en el Jardín Botánico Peradeniya
La enorme higuera de Java en el Jardín Botánico Peradeniya

En el jardín también podemos encontrar un jardín japonés o el jardín de las especias.

Y en la casa de las orquídeas podremos admirar una gran colección de estas llamativas flores.

Además posee una majestuosa avenida de palmeras reales, un extraordinario árbol frutal de bala de cañón y ejemplares de bambú de Birmania con una altura de 40 metros, entre otros.

Además es un jardín muy vivo, en el que habitan miles de murciélagos colgados de los árboles. También nos encontramos alguna serpiente deambulando por pequeños caminos entre la espesa vegetación.

En resumen, se trata de una excursión de medio día largo muy recomendable, de verdad. Habíamos visto muchos jardines botánicos, pero éste supera al resto en belleza y variedad.

Se puede comer algo sin salir del jardín, en la Royal Gardens Cafeteria. Es bastante cara y el servicio muy lento, pero su terraza exterior se encuentra en un lugar magnífico, en el centro del jardín, por lo que es un buen lugar para descansar y gozar del entorno mientras tomamos algo.

Para llegar al Jardín Botánico de Peradeniya desde el centro de Kandy, hay que ir a la zona de la Torre del Reloj y tomar el autobús nº 651 (6 Rs). Es un trayecto de 6 km y 20 minutos por la caótica Peradeniya Rd hasta la misma puerta del jardín. Para volver a Kandy basta con esperar un autobús junto a la carretera delante de la entrada.

ORFANATO DE ELEFANTES DE PINNEWALA. Una posible excursión de medio día desde Kandy es la visita al orfanato de elefantes de Pinnewala. El cometido de este peculiar orfanato, bajo administración gubernamental, es dar cobijo a elefantes salvajes huérfanos, abandonados, enfermos o desplazados.

Actualmente tiene más de 60 elefantes que son cuidados, alimentados y entrenados por personal cualificado. La entrada cuesta 200 Rs y se supone que sirve para ayudar a mantener el orfanato.

El mejor momento para la visita es el que coincide con la hora del baño de los elefantes, diariamente de 10 a 12 y de 14 a 16 horas, y de la comida, a las 9:15, 13:15 y 17:00.

Hora del baño de los elefantes en Pinnewala
Hora del baño de los elefantes en Pinnewala

El baño de los elefantes en el cercano río Maha Oya es especialmente recomendable, ya que el lugar en sí ya es muy bonito. Aquí es posible ver todos los elefantes bañándose en grupo y jugando con el agua y entre sí, especialmente los más pequeños.

Es algo realmente fascinante y divertido.

En los terrenos del orfanato podemos verlos comiendo, trabajando o vagando libremente.

A la hora de la comida se agrupan unos cuantos elefantes pequeños bajo un cubierto y se les da biberones de leche, en un espectáculo que, personalmente, nos pareció un circo.

Este orfanato de Pinnewala es una atracción muy popular entre locales y turistas, por lo que es fácil coincidir con muchos visitantes. De todos modos, si esperamos hasta el final de la hora del baño podremos quedarnos solos, ya que el resto de visitantes se va antes para ir a comprar souvenirs a las tiendas cercanas.

Para llegar al orfanato subimos, en la estación de autobuses Goods Shed de Kandy, al autobús nº 602 con destino a Kegalle, pero bajamos antes, en Karandupona Junction, unos 5 km antes de llegar a Kegalle, en el cruce de la carretera Colombo-Kandy con la que va a Rambukkana. Este trayecto de 50 km cuesta 17 Rs y se recorre en 1 hora.

Esperamos en el cruce hasta que pasa un autobús en dirección a Rambukkana, pero bajamos antes en Pinnewala, a sólo 6 km del cruce (trayecto de 15 minutos y cuesta 6 Rs).

Para la vuelta a Kandy hay que hacer la misma combinación, pero a la inversa.


NUWARA ELIYA

Cómo llegar

Para llegar a Nuwara Eliya desde Kandy la mejor opción es el tren, en un trayecto de unos 80 km.

Un tuk-tuk desde la zona del hotel a la estación de tren, junto a la de autobuses Goods Shed, cuesta 50 Rs.

El billete de tren de Kandy a Nuwara Eliya cuesta 56'5 Rs en 2ª clase y aunque oficialmente el tren sale a las 8:55 es fácil que lo haga con retraso, ya que se trata del tren que viene de Colombo.

Al subir al tren podemos encontrarnos con la sorpresa de que ya no haya asientos libres en ninguna clase y deberemos esperar a que quede alguno libre. En cualquier caso vale la pena estar pendiente del paisaje durante el trayecto: montañas, bosque, cascadas y, al ir ganando altura, más y más campos de té.

Son unas 4 horas de viaje hasta la estación de Nanu Oya, la más cercana a Nuwara Eliya. Delante de la estación de Nanu Oya los minibuses esperan la llegada del tren. Hasta Nuwara Eliya son 20 minutos de viaje y cuesta 9 Rs.

Dormir y comer

En el Glen Fall Inn (33/3, Glen Fall Lane, 400 metros al suroeste del hotel Glendower) la habitación doble con baño y agua caliente las 24 horas nos costó 880 Rs (impuestos incluidos). Se trata de una bonita casa de estilo inglés, bastante nueva, con interiores de madera, y situada en una zona muy tranquila.

El Milano Restaurant (94 New Bazaar St) tiene, para nosotros, la mejor relación calidad/precio de la ciudad. Tanto la comida como el servicio son muy buenos y el precio muy ajustado. Muy recomendable.

En el The Grand Hotel hay un restaurante a la carta que no es nada barato, pero el lugar es muy acogedor y la comida muy buena. También dispone de un pequeño bar, estilo pub inglés, con sillones, sofás y fuego a tierra, ideal para tomarse una cerveza.

En la Grand Pastry Shop, delante del The Grand Hotel, se sirven unas buenísimas mini-pizzas vegetales por 25 Rs.

Cosas a ver y hacer

NUWARA ELIYA (pronunciado nuurelia). Esta bonita población, con sus 1.890 metros de altura, tiene una climatología muy variable (al menos durante los días de nuestra visita) y puede hacer frío, por lo que hay que llevar siempre encima ropa de abrigo e ir preparado para la lluvia.

En menos de 15 minutos puede hacer sol, bajar la niebla, llover y volver a hacer sol, y así varias veces durante el día. No debe sorprender, pues, el color verde intenso de su vegetación.

Edificio de ls Post Office de Nuwara Eliya
Edificio de ls Post Office de Nuwara Eliya

Si unimos su cambiante climatología a sus numerosos edificios de estilo victoriano o tudor, el campo de golf y el hipódromo, tendremos la sensación de estar en algún lugar de la campiña inglesa y no en Sri Lanka.

Un paseo por la ciudad de Nuwara Eliya nos permite encontrar algunos ejemplos de edificaciones de estilo inglés, como la Post Office, un bonito edificio de ladrillo rojo.

Otro ejemplo es el The Hill Club (29, Grand Hotel Rd), fundado en 1871 como club exclusivo para los ricos terratenientes británicos que poseían las plantaciones de té y que hoy día funciona como un hotel de lujo.

Se trata de un precioso edificio, tanto por dentro como por fuera, que mantiene intacta la clase que da el paso de los años. Sin ni siquiera pedirlo el staff del hotel nos hizo una visita guiada por sus instalaciones, habitaciones y salones, explicándonos la historia del hotel. Muy, muy recomendable.

El Victoria Park, cuya entrada está al lado de la estación de autobuses CTB, es un bonito jardín muy bien cuidado. Vale la pena pasear por él (la entrada vale 25 Rs).

Al otro lado de la calle destaca la cuidada hierba del campo de golf. Entre la Post Office y la estación de autobuses privados hay un pequeño mercado con una gran variedad de frutas y verduras, muy fotogénico por la disposición ordenada de la mercancía.

Al sur de la ciudad, junto a Badulla Rd, también es posible ver bonitos edificios, como por ejemplo el del hotel The Heritage. Al otro lado de la carretera se encuentra el hipódromo donde se celebran las carreras de caballos durante las fiestas del Año Nuevo Cingalés y Tamil, en abril.

PLANTACIONES DE TÉ. Al hallarnos en el corazón de la zona productora del afamado té ceilanés creemos muy interesante la visita a una plantación y factoría de té. Diseminadas por las montañas de la zona de Nuwara Eliya hay diversas haciendas con plantaciones de té a su alrededor.

La Pedro Tea Estate es quizás la plantación y factoría de té más accesible desde Nuwara Eliya y también la más preparada para las visitas. Es la que nosotros visitamos y la que recomendamos.

Los domingos no se trabaja en la planta ni se recoge el té en los campos, por lo que es mejor ir cualquier otro día.

Plantación y factoría de té en los alrededores de Nuwara Eliya
Plantación y factoría de té en los alrededores de Nuwara Eliya

La visita guiada (es personalizada) cuesta sólo 50 Rs y en ella se explica desde la recogida de las hojas del té hasta el envasado para la exportación, pasando por los procesos de triturado, selección y secado.

Se nos muestra como trabaja cada una de las personas y antiguas máquinas que intervienen en todo el proceso, todo ello muy interesante.

Al final de la visita se nos invita a una taza de té en el Tea Centre de la hacienda, donde también podemos comprar té procesado aquí, con un amplio abanico de variedades.

Antes de marchar de la plantación es muy recomendable ir a alguno de los campos de té adyacentes para ver trabajar a las sufridas mujeres recolectoras de las hojas de té, una imagen casi siempre asociada a Sri Lanka.

La hacienda Pedro Tea Estate se encuentra en la población de Boralande, a sólo 4 km de Nuwara Eliya.

Para llegar hasta ella se puede tomar un autobús con destino a Boralande o Kandapola en la estación CTB de Nuwara. El trayecto cuesta 6 Rs y supone unos 15 minutos. El autobús nos deja en la carretera y desde ahí debemos andar unos 350 metros hasta la factoría Pedro Tea State.

Volviendo de la hacienda a la carretera, andamos unos 50 metros a la derecha siguiendo la carretera y desde el otro lado arranca una pista que sube hacia el lugar conocido como Lover's Leap.

Se trata de un bonito emplazamiento, situado al pie de una pared rocosa, donde encontramos un salto de agua de unos 40 metros de altura y desde donde se disfruta de una excelente vista sobre los alrededores. Para llegar hasta aquí hay que seguir la pista en un trayecto ascendente de unos 3 km que transcurre por entre campos de té.

JARDINES AKGALA. Estos jardines, famosos por sus rosas y helechos, se encuentran a 10 km de Nuwara Eliya. La entrada a los jardines para extranjeros cuesta 300 Rs.

Para llegar a ellos debemos tomar un autobús dirección Welimada en la estación de autobuses privados (al lado del campo de golf) que vale 10'5 Rs y emplea unos 30 minutos.

A unos 2 km de aquí, en el camino de vuelta a Nuwara Eliya, se puede ver junto a la carretera el colorido templo hinduista Seetha Amman (se puede llegar andando hasta él y después esperar a que pase un autobús a N. Eliya).

PARQUE NACIONAL HORTON PLAINS Y WORLD'S END. El parque nacional de Horton Plains, situado unos 20 km al sur de Nuwara Eliya, comprende una meseta a más de 2.000 metros de altura formada por grandes extensiones esteparias de hierba y algunos bosques, donde es posible ver curiosas especies vegetales. Tampoco es raro ver grupos de ciervos pastando en la hierba.

Vista desde el llamado Poor Man's World's End
Vista desde el llamado Poor Man's World's End

La sensación que se siente es la de estar en un mundo extraño. La atracción principal de este parque es el llamado World's End, un lugar donde la meseta acaba repentinamente en un precipicio de 700 metros de altura, con vistas excepcionales sobre la zona sur de la isla hasta el mar.

La lástima es que este punto suele estar cubierto por la niebla y por tanto la vista es nula. Parece ser que hay más probabilidades de no encontrar niebla durante la temporada seca (de octubre a marzo) y preferiblemente antes de las 10 de la mañana.

Entrar al parque de Horton Plains es gratis, pero el precio de la entrada para realizar el trekking de 9'5 km de ida y vuelta al World's End es de nada menos que 16'56 US$, con niebla o sin ella.

En el día de nuestra visita, a pesar de llegar allí a las 6:50 de la mañana, la niebla estaba muy presente, por lo que decidimos no arriesgarnos a pagar la entrada para luego no ver nada (el guarda forestal de la entrada admitió que era un mal día).

Pero por suerte existe la alternativa del llamado Poor Man's World's End, similar al anterior pero gratuito (su propio nombre ya lo dice todo). Las autoridades del parque han prohibido acceder a él (para obligar a todos los visitantes extranjeros a pagar el disparatado precio de la entrada oficial), pero los taxistas suelen avenirse a ir hasta allí.

En el punto kilométrico 28'1 de la carretera a Haputale (a 3'5 km de la entrada oficial) un camino arranca de la carretera hacia el sur por entre el bosque hasta llegar a unos campos de té. Al cabo de 1 km andando se llega al lugar en cuestión.

Al parecer, la vista es más o menos la misma que la que podríamos ver desde en el World's End oficial. Y es igualmente espectacular (cuando se puede ver algo entre nube y nube). Además el lugar en sí es también muy bonito.

En resumen, la visita a Horton Plains es muy recomendable, con World's End o si él.

Aunque no es imposible llegar hasta aquí antes de las 10 de la mañana en una combinación de transporte público (tren) y una larga caminata hay que valorar si el esfuerzo y el tiempo empleados valen la pena.

La alternativa cómoda y rápida es alquilar un taxi (en la calle o a través del hotel). Nosotros pagamos 2.000 Rs, tras regatear, por una furgoneta muy nueva y cómoda que compartimos con dos viajeros más para reducir el coste (500 Rs por persona). El precio incluye ida y vuelta, y tiempo de espera.

Saliendo de Nuwara Eliya a las 5:30 de la mañana se llega a la entrada oficial sobre las 6:45. La carretera es estrecha y ascendente, y transcurre por un paisaje muy bonito.


Ruta por el sur y oeste de Sri Lanka: de Ella a Negombo

ELLA

Cómo llegar

Para llegar a Ella, unos 50 km al sudeste de Nuwara Eliya, comenzamos por coger un autobús desde la estación de autobuses CTB de Nuwara Eliya con destino a la estación de tren de Nanu Oya (9 Rs, 20 minutos).

De Nanu Oya sale un tren hacia Ella a las 13:00, pero como es el que viene de Colombo fácilmente puede llegar con retraso. El billete en 2ª clase vale 37 Rs.

El trayecto en tren desde Nanu Oya hasta Ella es absolutamente recomendable, con tramos muy espectaculares.

Primeramente gana bastante altitud hasta Ohiya. Después circula por entre densos bosques hasta Haputale.

A partir de aquí inicia un suave descenso entre campos de té hasta llegar a Ella. Y siempre circulando a gran altura, con grandes vistas sobre profundos barrancos. El viaje dura unas 2 horas y media.

Además la existencia de numerosos túneles en la línea permite disfrutar de los gritos de pánico (en clave de diversión) de los jóvenes pasajeros locales cada vez que se hace la oscuridad en el tren al cruzar un túnel.

Dormir y comer

En el Hill Top Guesthouse una habitación doble en el piso superior, con baño, ventilador y mosquitera cuesta 880 Rs.

Las habitaciones en el piso superior son algo más caras, ya que comparten un gran balcón con una vista espectacular sobre el llamado Ella Gap. La familia que regenta el hotel es muy simpática.

Se puede llegar fácilmente al hotel andando los 600 metros desde la estación de tren, aunque los últimos 100 metros son algo duros ya que la pendiente es muy pronunciada.

Se puede comer en la terraza del propio Hill Top Guesthouse, aunque hay que avisar unas horas antes. La comida está muy bien y el precio bastante ajustado. Un menú-cena cuesta 180 Rs y un desayuno muy completo 120 Rs.

Desde la terraza-jardín del Grand Ella Motelimage hay una soberbia vista sobre el Ella Gap y es un sitio perfecto para tomar una bebida al atardecer. Difícilmente se puede pedir más...

Cosas a ver y hacer

ELLA (pronunciado El-la). Se trata de una pequeña población, situada a una altitud de 1.041 metros y rodeada de montañas con bosques nubosos y plantaciones de té.

Su emplazamiento es realmente excepcional, ya que se encuentra en lo alto de un valle que permite la vista entre dos montañas (es el llamado Ella Gap) sobre la llanura costera que llega hasta el mar, en la costa sur de la isla.

Vista hacia la costa sur de Sri Lanka a través del Ella Gap
Vista hacia la costa sur de Sri Lanka a través del Ella Gap

Se dice que en una noche muy clara se puede ver el faro de Kirinda, a más de 100 km en línea recta.

La lástima es que los numerosos incendios provocados en la zona sur de la isla (para ganar terrenos de cultivo) generan una humareda que acaba enturbiando la atmósfera y limitando la visibilidad.

La temperatura de Ella es muy suave y agradable, dejando atrás el frío de días pasados.

Si tenéis la posibilidad de pasar más de un día en Ella (no fue nuestro caso) entonces se pueden realizar numerosos e interesantes trekkings por sus alrededores para ver templos, cascadas, campos de té y magníficos paisajes.


TANGALLE

Cómo llegar

Para el trayecto de 152 km entre Ella y Tangalle, nuestro siguiente destino, en la costa sur de la isla, nuestra idea original era tomar el Intercity Express Nuwara Eliya-Matara que pasa por Ella sobre las 9:15.

Pero finalmente optamos por realizar este trayecto en dos etapas: Ella-Wellawaya y Wellawaya-Tangalle, ya que nos avisaron que el Intercity suele llegar ya lleno a Ella y además con retraso, mientras que los autobuses a Wellawaya son más frecuentes. Los autobuses paran en el cruce que forman la carretera a Wellawaya y la de Passara, a sólo 150 metros del Hill Top Guesthouse.

El autobús de Ella a Wellawaya cuesta 19 Rs y tarda 50 minutos en recorrer los 27 km de distancia. En el trayecto, pasados 6 km desde Ella, podemos ver la espectacular cascada Rawana Ella.

La carretera desciende centenares de metros siguiendo la ladera de la montaña hasta llegar al llano (la primera consecuencia de ello es volver a notar un calor sofocante). La primera mitad del trayecto es especialmente bonita por sus vistas.

Al llegar a la estación de autobuses de Wellawaya cambiamos a un autobús con destino a Matara que sale poco después, aunque nuestro destino final es Tangalle, 35 km antes de llegar a Matara.

El trayecto de 125 km de Wellawaya a Tangalle cuesta 52 Rs y son 2 horas 45 minutos de viaje, siguiendo la A-2.

Antes de llegar a Hambantota cruzamos el límite norte del Parque Nacional Bundala, teniendo la oportunidad de ver unas cuantas lagunas con abundantes aves.

Dormir y comer

El Blue Horizon Guesthouseimage (Medilla Beach Rd), en la bahía de Medaketiya, es muy recomendable, especialmente la única suite que tiene en la parte superior de la nueva construcción.

La habitación es grande, con baño, ventilador, mosquitera, y una magnífica terraza privada con vistas a la bahía en primera línea (entre el hotel y la playa sólo hay una pista por la que no pasa casi nadie, por lo que el lugar es muy tranquilo). El precio de esta maravilla es 800 Rs.

El hotel está situado a 1'5 km de la Torre del Reloj, el centro de Tangalle (30 Rs en tuk-tuk).

El restaurante del propio Blue Horizon Guesthouse también vale la pena. Buena comida a precios muy razonables.

Cosas a ver y hacer

TANGALLE (también escrito como Tangalla y pronunciado Tángala). Este pequeño y tranquilo pueblo pesquero está situado en la costa sur de Sri Lanka, en una de las bahías más grandes y bonitas de la isla.

Para el viajero no hay gran cosa a hacer aquí, excepto pasear y disfrutar de la playa, lo cual no es poco dada la belleza y la tranquilidad del lugar. En este sentido no admite punto de comparación con otros puntos en la costa sur como Hikkaduwa (e incluso Unawatuna), mucho más populares y masificados.

Playa de Tangalle en la bahía de Medaketiya
Playa de Tangalle en la bahía de Medaketiya

En fin, si se busca una playa de postal y con mucha tranquilidad, Tangalle debería ser el lugar elegido.

Absolutamente recomendable un largo paseo siguiendo la playa de la bahía de Medaketiya, con su ancha franja de arena clara y muy fina, cocoteros sobre la arena, algún que otro manglar, y prácticamente nadie a la vista. Idílica, sobre todo cuando el sol comienza a caer y la luz alarga las sombras.

En el momento de nuestra visita no era posible bañarse en el mar por la fuerza de las olas y las corrientes marinas, pero a cambio uno puede quedarse embelasado viendo como rompen éstas en la orilla, con su consiguiente estruendo.

Caminando por la playa podemos encontrar algún que otro hotel con bungalows, pero que pasan casi desapercibidos. Justo detrás de la playa hay un bonito lago rodeado de manglares.

En el extremo sur de la bahía se encuentra el puerto pesquero y detrás de él, sobre un pequeño promontorio, el Tangalle Rest House, en un edificio construido por los holandeses en 1774 y que hoy es un hotel sin mucho encanto. Tampoco han retenido su pasado holandés ni el Fort ni la Court House que hay sobre el mismo promontorio.

Junto a este promontorio, en el lado oriental, está la Parewella Natural Swimming Area, una playa y zona de baño que queda protegida de las fuertes corrientes del océano.


UNAWATUNA

Cómo llegar

Para llegar a Unawatuna, población costera situada al oeste de Tangalle, tomamos, en la estación de autobuses de Tangalle (junto a la Torre del Reloj), un Intercity Express con destino a Colombo, aunque bajamos en Unawatuna.

Es un trayecto de 76 km que se recorre en 2 horas y 15 minutos, y que vale 100 Rs en este autobús con aire acondicionado. La carretera A-2 va siguiendo la costa sur, lo que permite ver numerosas playas con cocoteros, algunas de ellas realmente bonitas, como la de Mirissa. También cruzamos las poblaciones de Matara y Welligama.

En las playas al oeste de Welligama tuvimos la oportunidad de ver clavados en el agua los postes que utilizan los pescadores para pescar al caer la tarde (son los llamados stilt fishermen).

Al llegar a Unawatuna solicitamos la parada al conductor del autobús cuando vimos el poste kilométrico 122 de la A-2, con el fin de no alejarnos de la bahía, donde están la mayoría de hoteles.

Dormir y comer

El Village Inn (Yaddehimulla Rd, a 300 metros de la playa) está bien como opción económica, aunque es básico.

Las mejores habitaciones cuestan 650 Rs y son las que están en el piso superior, con una terraza posterior que da directamente a la jungla (por la noche nos acompañan los sonidos de la selva). El lugar es muy tranquilo ya que está apartado de la zona de hoteles y restaurantes.

Una opción de bastante más nivel es el Thaproban Beach House (Yaddehimulla Rd), situado en primera línea de playa. Una bonita y confortable habitación doble con baño, ventilador y mosquitera cuesta 800 Rs (precio especial por ser temporada baja).

Muy recomendable el Imesh Restaurant (Welle Dewalaya Rd), entre las guesthouse Neptune Bay y South Ceylon. Tanto la comida como los zumos naturales están muy bien y el precio no es nada caro (además no se cobra el 10% de impuestos como en otros sitios). El restaurante está sobre la playa y no suele haber tanta gente como en otros.

Cosas a ver y hacer

UNAWATUNA. Esta población, situada en la costa sur de Sri Lanka, es un destino turístico muy popular en la isla, tanto para extranjeros como para locales, aunque en las fechas de nuestra visita no había demasiada gente y parecía estar todo a medio gas.

Por el número de hoteles y restaurantes que vimos es fácil pensar que puede llegar a la masificación en temporada alta (de noviembre a marzo), aunque a pesar de todo es un lugar más tranquilo y bonito que Hikkaduwa, el otro gran destino turístico de la costa sur.

Unawatuna es conocido y popular gracias a su bonita playa y a los corales. Precisamente, gracias a la barrera de coral que protege su bahía del mar abierto aquí si es posible el baño en la playa.

Playa de Unawatuna y el promontorio Rumassala
Playa de Unawatuna y el promontorio Rumassala

Aparte de las actividades relacionadas con el mar como el baño, tomar el sol o bucear, en Unawatuna podemos disfrutar paseando, sobre todo al caer la tarde.

Quizás el paseo más placentero sea por la arena de la playa, recorriendo la bahía hacia el este hasta llegar a las rocas que hay bajo el hotel Sun N Sea (un buen lugar para ver la puesta de sol) o también hacia el oeste, llegando al Unawatuna Devol Devalaya, una dagoba y templo budista que hay en el promontorio rocoso llamado Rumassala.

Otro posible paseo es el que sigue el Strand, desde la zona de hoteles hasta la carretera o viceversa.

También Unawatuna tuvo un pasado colonial y aún queda algún edificio colonial holandés como el hotel Nooit Gedatch, el Hospital o la mansión Maharambe.

Y por último, mencionar que Unawatuna y su entorno es rico en biodiversidad: aves, gran variedad de peces, tortugas, y arrecifes de coral, aunque se encuentra bastante amenazada por el desarrollo turístico de la zona.

GALLE (pronunciado Gol). Esta ciudad, situada en la costa suroeste de Sri Lanka, tiene una bonita línea de costa (interrumpida sólo por un gran puerto) y también cuenta con una gran historia.

Los historiadores creen que podría tratarse de la antigua Tarshish de tiempos bíblicos, en la que el rey Salomón obtenía marfil o especias. Mucho después, a partir de 1505, fue ocupada por portugueses, holandeses y británicos.

Por todo ello se dice que Galle es la ciudad aún habitada más interesante de Sri Lanka desde el punto de vista histórico (en la actualidad las ciudades antiguas de Anuradhapura o Polonnaruwa no están habitadas).

Patrimonio de la Humanidad Ciudad vieja de Galle y sus fortificaciones (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988). Es el mejor ejemplo de ciudad fortificada construida por los europeos en todo el sur y sureste de Asia.

La mayor parte de la ciudad vieja de Galle está ocupada por el fuerte que construyeron los holandeses en 1663, de granito macizo, y que se ha mantenido con muy pocos cambios hasta nuestros días.

En la parte norte del fuerte, la más fortificada porque no daba al mar, está la entrada principal, entre los bastiones Sol y Luna. Con solo cruzar la entrada dejamos atrás el bullicio de la parte moderna de Galle y pasamos a la tranquilidad de la ciudad vieja.

Tomando la primera calle a la derecha, subimos hasta un descampado y dejamos a un lado la Torre del Reloj, encontrando frente a nosotros el bastión Aeolus, ahora zona militar restringida.

Cruzamos al descampado hacia el mar hasta llegar al bastión Clippenberg. A partir de aquí vamos siguiendo un camino que va recorriendo la muralla por su parte superior, primero hacia el sur y luego al norte.

Este paseo por la muralla es la mejor forma de ver el fuerte y de gozar de unas vistas magníficas, especialmente hacia el mar (sobre todo en el tramo de muralla comprendido entre los bastiones Neptune y Point Utrecht). En este último hay un faro bastante moderno.

Vista desde la muralla del fuerte de Galle
Vista desde la muralla del fuerte de Galle

Al llegar al bastión Aurora ya no se puede continuar por la muralla y bajamos hasta la calle Hospital. Iniciamos aquí el recorrido por algunas de las calles de la ciudad vieja fortificada, muchas de ellas aún con nombres holandeses.

Los edificios más antiguos que podemos ver son también del periodo colonial holandés. Uno de los más destacables es la Dutch Government House, hoy día reconvertido en el Royal Dutch Cafe (15, Queens St). Vale la pena visitar su interior y tomar algo en su bar-terraza, rodeados de sabor colonial (y de mosquitos).

A 100 metros está el New Oriental Hotel, edificio construido en 1684 como casa del gobernador y convertido en hotel en el s. XIX (cuando lo visitamos estaba cerrado por obras de restauración y parece que va para largo).

El Dutch Period Museum, en Leyn Baan St, no es realmente un museo, sino una exposición de objetos antiguos de la época colonial hospedada en una bonita casa colonial restaurada. La entrada es gratuita, pero hay que vigilar con el acoso por parte de una tienda de gemas que hay dentro.

Acabamos la visita a la ciudad vieja saliendo por la puerta vieja (sobre la puerta hay un grabado en la piedra fechado en 1669 con la inscripción VOC, referida a la Compañía Holandesa de las Indias Orientales). Volvemos a la Galle moderna por la calle Baladaksha.

Desde Unawatuna hay muchos autobuses a Galle que pasan por el cruce de la carretera Galle-Matara con la calle Strand. A la terminal de autobuses de Galle son 5 km y son 15 minutos de viaje (7'5 Rs). Tomamos el autobús de vuelta a Unawatuna en la misma terminal.

AMBALANGODA. Nuestra excursión a esta población de la costa oeste, 38 km al norte de Unawatuna, obedeció principalmente al hecho de que es el centro de la isla en la talla de máscaras, un souvenir de Sri Lanka muy popular.

En Ambalangoda se pueden encontrar afamados talladores de máscaras tradicionales que venden su producción en tiendas propias.

Encontramos máscaras de muchas formas, colores y tamaños, pero en general están bien hechas, son muy decorativas y a precios asequibles. Las hay de tres tipos básicos: kolam, la más habitual, sanni y raksha.

Las principales tiendas en Ambalangoda se encuentran en la carretera a Colombo, a más de 750 metros al norte de la estación de autobuses. Una de ellas es la de MH Mettananda (142 Patabendimulla).

Unos 200 metros más allá encontramos la de Ariyapala, quizás más orientada a tours, con más variedad y precios más caros. En la planta baja de la casa se puede contemplar como se tallan las máscaras y también hay un museo.

Entre estas dos existe una tercera, LAR Nandana (17, Siriniketharama Rd), más modesta y de precios más ajustados, en una pequeña calle, a 125 metros de la carretera (hay un pequeño cartel al inicio de la calle).

Se trata de buscar y encontrar la que más se adapta a nuestro gusto y presupuesto, regateando el precio ofrecido inicialmente. También hay una tienda de batiks en un desvío antes de llegar a la primera de las tiendas anteriores.

Por otra parte el trayecto por carretera o ferrocarril desde Galle a Ambalangoda ofrece bonitos paisajes de playas solitarias y cocoteros. Unos 9 km antes de llegar se pasa por Hikkaduwa, el destino turístico de playa más popular de la isla, lo cual se puede notar en la gran cantidad de hoteles de todos los tipos y categorías, restaurantes, etc. relacionados con el turismo.

Para el trayecto entre Unawatuna y Ambalangoda nosotros tomamos primero un minibús hacia Galle en el cruce de la carretera Galle-Matara con la calle Strand. Hay 5 km hasta la terminal de Galle (15 minutos de viaje, 7'5 Rs).

Allí mismo tomamos un autobús hacia Ambalangoda, a 32 km. Es 1 hora de viaje y cuesta 14 Rs.

Y para volver a Unawatuna desde Ambalangoda es la misma combinación que a la ida, pero ahora a la inversa.


NEGOMBO

Cómo llegar

El trayecto entre Unawatuna y Negombo, de algo más de 160 km, lo realizamos en varias etapas.

Primeramente tomamos un tuk-tuk (30 Rs) hasta el cruce de la carretera A-2 (Matara Rd) con la calle Strand, para tomar el autobús hacia la estación de autobuses de Galle (7'5 Rs).

Cuando bajamos del autobús en Galle andamos los escasos 100 metros hasta la cercana estación de tren, donde compramos un billete en 2ª clase a Colombo que vale 65 Rs. Se trata del tren que viene de Matara y tiene su salida oficial a las 10:40 de la mañana.

Es un plácido viaje en tren que discurre pegado a la costa oeste y que finaliza en la estación Colombo Fort unas 3 horas más tarde.

Después de una escapada para visitar brevemente la zona de Cinnamon Gardens (ver Colombo) volvemos a Fort para tomar el autobús nº 240 hacia Negombo, en el cruce entre Olcott Mw y Saunders Place.

El trayecto de 40 km entre Colombo y Negombo cuesta 14 Rs y se recorre en 75 minutos debido al caos circulatorio de la carretera a Negombo (es la misma que va al aeropuerto).

Dormir y comer

El Hotel Silver Sandsimage (229 Lewis Place) es muy recomendado en los foros de Lonely Planet y la verdad es que no decepciona. Una gran habitación doble con baño, ventilador, mosquitera y terraza cuesta 825 Rs.

Está situado junto al mar, unos 5 km al norte de la estación de autobuses de Negombo (un tuk-tuk hasta ahí cuesta unas 80 Rs).

Cosas a ver y hacer

NEGOMBO. El motivo de venir hasta aquí para pasar nuestra última noche antes de la vuelta a casa, no es otro que su proximidad al aeropuerto internacional Bandaranaike (desde donde partía nuestro avión muy temprano a la mañana siguiente), haciendo este trayecto más barato en tiempo y dinero que el equivalente desde Colombo.

También preferimos alojarnos en un lugar más tranquilo que el de una gran ciudad como Colombo.

Realmente de Negombo sólo pudimos ver su playa (desde luego menos bonita que las que habíamos visto en la costa sur o este de la isla) y una espectacular puesta de sol sobre el mar. Bonito broche de oro a este viaje!!.

Y el viaje se acaba ...

Dada la muy temprana hora de nuestro vuelo de regreso a casa (las 6:45 de la mañana), que nos obliga a estar en el aeropuerto a horas intempestivas, tomamos un taxi que contratamos la noche anterior en el propio hotel.

La furgoneta-taxi, muy nueva y cómoda, nos costó 500 Rs para nosotros dos solos y empleamos 20 minutos en llegar a la terminal de salidas del aeropuerto. A esa hora no hay tráfico, pero hay que contar con la demora que suponen los controles militares sobre los vehículos que entran en el aeropuerto internacional Bandaranaike.

En el momento de facturar debimos abonar las 1.500 Rs por persona en concepto de tasas de salida del país.

Ya sólo nos quedaba un vuelo directo a París CDG de la compañía SriLankan Airlines (10'5 horas) y otro de París CDG a Barcelona, este de la compañía Air France (75 minutos de vuelo).


Travel guide from a 23 days trip to Sri Lanka - Manel Cristóbal [2017]
Relato de un viaje a Sri Lanka - Sònia Graupera [2008]
Sri Lanka travel information - Mini-guía online de Lonely Planet.
Sri Lanka Tourist Board - Web oficial de la Oficina de Turismo de Sri Lanka.