Sri Lanka ofrece diversidad de atractivos en un espacio relativamente pequeño.
Desde ciudades con ruinas de antiguos imperios, cuevas repletas de budas, montañas, plantaciones de te, playas tropicales, montañas sagradas con rutas de peregrinación, hasta parques con gran diversidad de animales y plantas. Y lo mejor de todo, su gente.
Del 23 de diciembre de 2011 al 14 de enero de 2012.
La moneda oficial de Sri Lanka es la rupia cingalesa (Rs). En el momento del viaje el cambio era de 1 Euro = 150 Rs.
En las fechas de nuestro viaje no era necesario visado, sólo el sello de entrada que se obtiene en el aeropuerto de llegada con validez para un mes. Pero a partir de enero de 2012 es necesario un visado. En todo caso es mejor consultar con la embajada o consulado para saber las últimas novedades al respecto.
No hay ninguna vacuna obligatoria, pero es recomendable tener las vacunas recomendadas actualizadas y llevar repelente para mosquitos, ya que hay zonas con malaria.
Sri Lanka es un país que ha sufrido un conflicto bélico entre el ejército cíngales y los Tigres Tamiles (LTTE) hasta el año 2009. Ahora el país es completamente seguro. Respecto a la delincuencia es un país muy seguro.
• Avión: el único aeropuerto internacional de Sri Lanka es el Bandaranaike Internacional Airport, 30 km al norte de Colombo. Volamos con Swiss Airlines hasta Zurich y con Edelweiss Air hasta Colombo. El billete nos costó 730 euros.
• Autobús: hay una extensa red de autobuses por todo el país. Nosotros íbamos directamente a la estación de buses y en pocos minutos salía el autobús, por tanto la frecuencia es elevada. El precio del viaje en bus es barato.
• Tren: hay tren en algunos puntos del país. Es especialmente recomendable el tren para recorrer las tierras altas. El tren es antiguo y lento, pero el paisaje por el que pasa es precioso. Hay tres clases, 1ª, 2ª y 3ª. Primera clase suele estar llena, nosotros viajamos en segunda, bastante cómoda. Muy recomendable y barato.
• Tuk-tuk (rickshaw): ciclomotor cubierto, lo utilizamos para distancias cortas.
• Jeep: utilizado para el safari en el Yala Nacional Park.
• Barco: utilizado en Mirissa para avistar ballenas.
En invierno hay que añadir 4,30 h. al horario peninsular español.
El clima de la isla es tropical. En las fechas de nuestro viaje nos comentaron que era la época más fresca del año y hacía mucho calor. Las tierras altas son más frescas que el resto del país.
Nosotros utilizamos la guía Lonely Planet, edición de 2009 en inglés. Se puede consultar la actualización en la web de Lonely Planet upgrades. Los precios en la guía están desfasados.
El primer día de viaje tomamos un tren hasta Barcelona y después un vuelo hasta Zurich, sobrevolando los Alpes nevados. Vuelo de Zurich a Colombo. Como son las fiestas de Navidad el avión esta decorado con estrellas y ponen villancicos.
Al día siguiente llegamos al aeropuerto de Colombo, donde obtenemos el visado gratuito para un mes y cambiamos dinero. Llama la atención las duty free donde venden electrodomésticos como neveras y lavadoras.
Queremos coger un shuttle hasta la estación de buses, pero como no lo vemos, vamos andando hasta ella. Allí cogemos una furgoneta hasta Colombo Fort, la estación de trenes de Colombo por 150 Rs. Nos llaman de la oficina de turismo de la estación para vendernos un tour con conductor, pero preferimos ir por nuestra cuenta.
Compramos un billete a Anuradhapura, el tren sale a las 10:00 pero va con retraso y sale media hora tarde. El tren, como todos los que cogeremos, va muy lleno. Va muy lento y aprovechamos para disfrutar del paisaje: verdes campos de arroz, palmeras, casas y alguna montaña. Durante el recorrido pasan muchos vendedores con comida y bebida.
Llegamos hacia las 18:00 a Anuradhapura y cogemos un tuk-tuk por 100 Rs. Después de visitar varios hoteles y encontrarlos todos llenos, encontramos habitación en el Grand Tourist Holiday Resort por 3.500 Rs la doble con a/c. La habitación está en la parte vieja del hotel, el resto esta lleno.
El conductor del tuk-tuk, Vimale, nos ofrece llevarnos a visitar la ciudad antigua y tras regatear, acordamos que nos lleve por 1400 Rs. Comenzaremos la visita a las 7 h. de la mañana.
Anuradhapura es la ciudad antigua más vieja y extensa del país, patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Desde aquí se reinó durante unos 1.000 años y aún conserva diferentes ruinas y dagobas.
La visita a la zona arqueológica dura unas 5 horas. Comenzamos la visita en el museo arqueológico, donde compramos la entrada. Para ver algunos de los lugares del triángulo cultural es válido un ticket conjunto que cuesta 50$. El ticket sale a cuenta si visitamos al menos dos lugares.
Una vez con el ticket comenzamos la visita por la Jetavanarama Dagoba, una magnifica dagoba de ladrillos de 70 m. de altura y del s. III. Hacia el norte llegamos a Kuttam Pokuna, dos estanques piscina de los monjes. Continuamos a la Bodhisattva Image House con el Samadhi Buda, un bonito Buda sentado del s. IV.
Hacia el oeste encontramos la Abhayagiri Dagoba, con su enorme cúpula, el Palacio de Vahasen con una preciosa piedra lunar y Ratnaprasada, un palacio en ruinas con piedras ornamentales en forma de apsaras. El refectorio del monasterio con la cocina y el comedor. El Elephant Pond es una gran cisterna de agua utilizada por los monjes. Lankaramaya dagoba es una pequeña dagoba blanca. Al sur encontramos la Thuparama Dagoba, seguramente la más antigua de la isla en reconstrucción. Mirisabatiya Dagoba con otra enorme cúpula.
Ruvanvelisaya Dagoba es otra gran dagoba blanca, Sri Maha Bodhi el árbol sagrado de la ciudad y el árbol sagrado más antiguo documentado. Al lado está el Palacio Brazen, del que no queda gran cosa. Tissa Wewa un lago artificial que nos lleva a Isurumuniya Vihara, un templo roca que se apaga aparte (200 Rs), ya que no sirve la entrada del triángulo cultural.
Al acabar vamos con el mismo tuk-tuk a Mihintale por 1300 Rs. Mihintale se encuentra a unos 13 km de Anuradhapura y la entrada cuesta 500 Rs. En el camino de ida encontramos el Hospital, del que se conservan algunos muros de las habitaciones. También se conserva una piedra con forma antropoforma donde los pacientes se tumbaban para recibir tratamientos con aceites.
Mihintale está estrechamente ligada a la introducción del budismo en la isla. Para acceder al complejo de templos se sube por una escalera de 1.840 escalones. Una vez arriba, debemos dejar el calzado e ir descalzos.
En el complejo encontramos las dagobas Kantaka Chetiya, Ambasthale Dagoba y Mahaseya Dagoba, al lado del bodhi tree y un pequeño templo. La subida a Aradhana Gala o la roca de la meditación se realiza por unas escaleras talladas en la roca y desde su cima podemos disfrutar de buenas vistas.
También se puede subir hasta la estatua de un gran Buda de color blanco.
Al salir del complejo principal desde la carretera vieja continuamos hasta Indikatu Seya Complex, una dagoba solitaria, y Rajagirilena, unas cuevas con inscripciones antiguas, aunque nosotros no vimos las inscripciones.
Volvemos a Anuradhapura y por la noche tenemos el primer contacto con la comida picante del país.
Aprovechamos para comprar una tarjeta SIM de Dialog por 100 Rs. Realmente vale la pena comprar una, ya que las llamadas a España son muy baratas.
Dejamos el hotel a las 8:00 y nos espera el conductor del tuk-tuk que nos quiere llevar a Dambulla, pero preferimos ir con transporte público.
Vamos a la estación vieja de buses, donde cogemos un minibús a Kekirawa por 150 Rs.
Una vez allí, hay que cambiar a la parada que está en la calle de al lado y cogemos otro bus a Aukana por 40 Rs.
Después de 45 minutos llegamos a Aukana. De allí se puede coger un tuk-tuk hasta el buda, aunque nosotros preferimos ir dando un paseo.
La entrada cuesta 500 Rs. Hay turismo local. El Buda de Aukana, mide 12 m. de altura y fue esculpido en la roca en el s. V, aunque hay fuentes que lo datan en el XII o XIII. Se encuentra en la postura ashiva mudra.
De vuelta al pueblo la gente nos saluda y hablamos con una familia que también espera el bus, que llega enseguida. En Kekirawa cogemos un bus a Dambulla por 60 Rs.
En Dambulla encontramos lleno el hotel al que queríamos ir, así que nos instalamos en Ceylon Hotels Corporation PLC. El hotel está muevo y muy limpio, nos cuesta 3.800 Rs. la doble.
Por la mañana cogemos un bus por 40 Rs. hasta Sigiriya. Sigiriya se puede visitar con el ticket del triangulo cultural.
Sigiriya, la roca del león, es una gran roca volcánica con un complejo monástico en la cima.
Accedemos a la roca por los jardines reales, con varios jardines de agua y finalmente terrazas. Subimos por escaleras hasta encontrar unas modernas escaleras metálicas por las que accedemos hasta la mitad de la pared donde se encuentra una galería con varios frescos pintados en la roca. Los frescos son de mujeres desnudas y se encuentran en muy buen estado de conservación, siendo realmente hermosos.
A continuación llegamos al muro espejo, una pared con graffiti que dejaban los visitantes de Sigiriya, hace unos 1.000 años.
Llegamos a una plataforma donde encontramos las garras de un león y continuamos subiendo por las escaleras que protegen hasta la cima de la roca. Anteriormente había edificios de los que solo quedan ruinas, seguramente de un monasterio budista. De bajada visitamos la cueva de la cobra, una roca que recuerda la cabeza de este animal.
Por la tarde regresamos a Dambulla para visitar las cuevas templo. Para ello no sirve el ticket del triangulo cultural y pagamos 1.200 Rs por persona. La taquilla esta antes de acceder a las cuevas, en el templo dorado, un complejo kitch, con un gran buda dorado de 30 m. entre otros. Se accede a las cuevas por una escalinata, al final de la cual nos pedirán el ticket. El complejo consta de 5 cuevas separadas con un total de unos 150 Budas.
La cueva Devaraja Viharaya, contiene un Buda reclinado de 15 m. acompañado de otras figuras. La cueva Maharaja Viharaya es la más espectacular y grande de todas. Contiene estatuas de reyes, budas y deidades indias. La cueva Maha Alut Viharaya contiene varias imágenes de Buda. La cueva Pachima Viharaya contiene una figura central de Buda. La cueva Devana Alut Viharaya contiene un buda reclinado y deidades indias.
Acabada la visita a las cuevas templo cambiamos de hotel, ya que hoy está lleno el que teníamos y vamos al Healey Tourist Inn, habitación sencilla pero limpia.
Cogemos un bus a Polonnaruwa (146 Rs), donde nos alojamos en el Samudra Guest House, muy básico y viejo.
Polonnaruwa fue una antigua capital del país y podemos visitar las ruinas de la ciudad antigua que se encuentran en el parque arqueológico.
Polonnaruwa se puede visitar con la entrada del triángulo cultural. Para hacer la visita con más calma decidimos visitarla en dos días, ya que llegamos hacia el mediodía.
Para comenzar visitamos el museo arqueológico, donde nos hacemos una idea de la ciudad que visitaremos, con buenas explicaciones y maquetas de los principales edificios.
Por la tarde visitamos las ruinas del grupo sur, que se encuentran al lado del lago. Por el camino encontramos a gente bailando y tocando música, mientras algunos se bañan en el lago.
El Potgul Vihara es un edificio donde se guardaban los libros sagrados. También vemos una estatua de un hombre que no es ninguna deidad, este sujeta un objeto en la mano, objeto de debate.
Cambiamos de hotel al Orchid que está algo más limpio y alquilamos dos bicicletas para visitar la ciudad antigua.
Comenzamos la visita por el grupo de la casa de descanso, con las ruinas del palacio Nissanka Malla, los baños reales y la cámara del consejo del rey.
A continuación nos dirigimos al parque arqueológico y comenzamos la visita por las ruinas más alejadas en el grupo norte. La casa de imágenes Tivanka es un edificio donde se conservan frescos. El Lotus Pond es una piscina en forma de loto con cinco lotos concéntricos de ocho pétalos cada uno.
Gal Vihara es un conjunto de cuatro imágenes de Buda esculpidas en la roca. Destaca un Buda reclinado de 14 m. La dagoba Kiri Vihara, el edificio de Lankatilaka con grandes muros y parte de un gran Buda, Buda Seema Prasada, que forma parte del monasterio y la gran dagoba Rankot Vihara forman el resto del grupo norte.
Siguiendo hacia el sur encontramos los templos Indus de Pabula Vihara, Shiva Devale 2 y Shiva Devale 1.
Continuamos hacia el Cuadrángulo, un grupo de ruinas formado por el vatadage, con dos terrazas que acceden a cuatro entradas con Budas y piedras lunares; Tuparama Gedige es el único gedige (templo budista) que conserva el techo y tiene varias imágenes de Budas en el interior; Gal Pota, una gran piedra con inscripciones; Hatadage, el templo que contenía la reliquia del diente; Latha-Mandapaya, estructura con una pequeña dagoba; Satmahal Prasada, un edificio singular parecido a un ziggurat y el Atadage, para la reliquia.
Seguimos hacia el grupo del Palacio Real, con las ruinas del Palacio Real, la sala de audiencias y la piscina.
Acabada la visita, volvemos a la ciudad nueva, donde aprovechamos para comprar comida. Al regresar al hotel vemos un grupo de murciélagos de gran tamaño sobrevolando la ciudad.
Cogemos un tuk-tuk hasta la estación de buses que está lejos del centro y cogemos un bus a Kandy (143 Rs). Por el camino se estropea un par de veces, pero llegamos sin más contratiempos. De la estación de Kandy vamos al Palm Garden Guest House en tuk-tuk por 150 Rs. El hotel cuesta 3.850 Rs la doble, está limpio y dispone de terraza donde cenar o tomar una bebida.
Kandy es conocida especialmente por el festival Essala Perahera que se celebra en julio/agosto y también por ser el lugar que guarda la reliquia de Buda más importante del país: un diente.
Después de instalarnos damos un paseo por el lago de Kandy, creado artificialmente. En su centro hay una pequeña isla utilizada como harem personal por el rey Sri Wickrama Rajasinha.
En las orillas del lago vemos iguanas de gran tamaño. Al lado del lago se encuentra Sri Dalada Maligawa, el templo de la sagrada reliquia del diente. Entrada 1.000 Rs. y alberga la reliquia más importante del país. Se puede coincidir la visita con las horas de puja, cuando se realizan ofrendas y oraciones. Es entonces cuando se abre la habitación donde se guarda la reliquia y se enseña. De hecho, lo que se ve es la campana dorada donde se guarda y sólo durante un momento, ya que normalmente hay mucha gente y un monje hace avanzar a la multitud.
Alut Maligawa es una estancia con varios budas y una serie de pinturas que explican la historia de la reliquia. En el exterior se encuentran varios edificios con otras divinidades y un árbol sagrado.
Cogemos un bus cerca de la torre del reloj hasta Peradeniya, a unos 6 km de Kandy y nos deja en la puerta del jardín botánico (1.100 Rs).
Este jardín cubre 60 ha. y tiene una avenida de palmeras, una higuera gigante de Java y varios tipos de bambú entre otros. También tiene un jardín de especies, uno de flores, uno de orquídeas y de cactus.
En algunos lugares también vemos gran cantidad de murciélagos en los árboles. Pasamos gran parte del día en el. Es un lugar muy agradable y tranquilo. Por la tarde, ya de regreso a Kandy, damos un paseo por la ciudad.
Al día siguiente vamos a la estación de autobuses donde cogemos uno hasta Kegalle y bajamos en Karandupona Junction. Un tuk-tuk nos ofrece llevarnos al orfanato por 100 Rs. nos extraña que sea tan barato y aceptamos.
El conductor nos lleva a la Millennium Elephant Foundation, pero nosotros no queremos visitarla y le decimos que nos lleve a Pinnewalla, que es lo pactado. Accede pidiéndonos más dinero que no le pagamos.
El Orfanato de elefantes de Pinnewalla es un orfanato del gobierno para elefantes abandonados o huérfanos.
La entrada cuesta 2.000 Rs. Es interesante coincidir la visita con las horas de comer o del baño. Como hemos llegado en medio de una sesión de baño vamos al río para ver los elefantes bañándose.
Después volvemos al orfanato y vemos como los alimentan con biberones llenos de leche, los turistas se los pueden dar pagando una pequeña cantidad. También podemos ver los elefantes sueltos en un terreno del orfanato.
A continuación volvemos al río para ver el baño. En esta ocasión podemos ver a dos elefantes bañándose y jugando un buen rato. Es muy divertido verlos así.
De regreso cogemos un bus hasta Karandupona Junction (46 Rs) y de allí otro hasta Kandy (92 Rs).
Por la mañana cogemos un tuk-tuk que por 200 Rs nos lleva a la estación de trenes, donde compramos un billete en 2ª clase para Nanu Oya (160 Rs) ya que nuestro siguiente destino es Nuwara Eliya. La tarde anterior intentamos reservar en el observation saloon (vagón panorámico) pero estaba lleno.
Para ir a Nuwara Eliya debemos coger el tren que sale a las 8:20 hasta Peradeniya que es la 3ª parada y allí cambiar de tren hasta Nanu Oya. El tren va muy lleno y nos toca viajar de pie hasta Hatton. Tardamos una 4 horas en llegar, pero el viaje nos ofrece magníficos paisajes de campos de arroz y de campos de té con mujeres recolectándolo en las zonas más elevadas.
En Nanu Oya cogemos un bus hasta Nuwara Eliya (19 Rs). Nos alojamos en el Hotel Victoria Inn, muy cerca de la estación de buses, por 2.000 Rs la habitación doble.
Nuwara Eliya es conocida como la pequeña Inglaterra. Se encuentra en la zona montañosa y tiene un clima más fresco. Está rodeada de plantaciones de té introducidas por los ingleses. Tiene casas de estilo inglés, jardines y un campo de golf.
Visitamos una fabrica de té y escogemos el Pedro Tea State, una de las empresas con más solera.
Para llegar cogemos un bus en la estación de autobuses hacia Kandapola que nos deja a la entrada de la fábrica.
La visita es guiada, cuesta 100 Rs y no se pueden hacer fotos. Al final de la visita nos ofrecen una taza de té realmente bueno.
Acabada la visita vamos hasta la cascada Lovers Leap. Para ello volvemos a la carretera y subimos por un camino al otro lado. Un hombre nos indica el camino, pero llegamos hasta un templo. El hombre nos vuelve a buscar y nos indica que subamos por un campo de té. Aprovechamos para ver a las mujeres que lo recolectan.
Al llegar al camino, sólo hace falta seguirlo hasta que llegamos a la cascada.
Para volver deshacemos el camino, pero esta vez no seguimos por el campo de té, sino que seguimos el camino de tierra hasta el final y llagamos justo a la entrada de Pedro Tea State.
De regreso a Nuwara Eliya vamos a cenar a Milano, con platos por 750 Rs con bebida incluida. En el hotel contratamos una minivan junto con un español para ir al día siguiente a Horton Plains.
A las 5:30 nos levantamos para llegar al amanecer al Parque Nacional de Horton Plains. La entrada al parque con el conductor, más la minivan y tres personas cuesta unas 7.000 Rs.
PN Horton Plains es una gran meseta donde se encuentran el segundo y tercer picos más elevados del país. Por él se pueden realizar varias caminadas, quizás la más famosa de ellas es la que nos lleva a World's End. En el parque podemos ver gran variedad de flora y si tenemos suerte también de fauna. Los caminos están señalizados y no hace falta guía.
Comenzamos la caminada en Farr Inn, de allí nos dirigimos por un camino bien señalizado hasta el pequeño World's End para continuar hasta el World's End. La vista desde los dos es prácticamente la misma. Un precipicio desde donde vemos los campos de té del valle, lagos y montañas. Tuvimos suerte y hacia sol, así que pudimos disfrutar de las vistas. Es mejor ir por la mañana temprano, ya que hacia el mediodía acostumbra a haber nubes y niebla.
Desde allí continuamos hacia las cascadas Baker. Hay un camino que nos permite ir hasta la base y después subir hasta un mirador, para continuar hasta Farr Inn de nuevo. Aquí hay una pequeña exposición sobre el parque. Acabada la visita la minivan nos espera para regresar a Nuwara Eliya.
Por la tarde paseamos por Nuwara Eliya. Visitamos la oficina de correos, de estilo inglés; el Hill Club, un hotel colonial para realizar un viaje al pasado y los Jardines Victoria (60 Rs), en el centro de la ciudad, un buen lugar para pasear y descansar hasta el atardecer.
Decidimos ir a Adam's Peak. Según la LP en época de peregrinación, que comienza en la luna llena de diciembre, hay autobuses directos, pero en realidad no es así. Así que dejamos las mochilas en el hotel y reservamos habitación para la noche siguiente, ya que esta la pasaremos en la cima de la montaña.
De la estación de buses cogemos uno hasta Hatton, el trayecto dura unas 2 horas y cuesta 100 Rs. Por el camino podemos disfrutar de un bonito paisaje con cascadas. En Hatton cogemos otro bus a Makeliya. El cobrador nos indica donde bajar y nos enseña un bus que cogemos hasta Dalhousie.
Delhaussie es un pequeño pueblo con cantidad de tiendas donde venden recuerdos, ropa de abrigo, comida y bebida. Es el mejor lugar para subir al pico, desde aquí comienzan las aproximadamente 5.200 escaleras que nos llevarán a la cima en unos 7 km. En época de peregrinaje todo el camino está iluminado durante la noche y hay casas de té donde tomar un té y comer. Las casas de té llegan casi hasta la cima y están abiertas durante la noche, que es cuando se hace el peregrinaje mayoritariamente.
Adam's Peak es una montaña de 2.243 metros de altura, centro de peregrinación desde hace unos 1.000 años. Las diferentes leyendas le dan diferentes nombres: el pico de Adán ya que fue el primer lugar donde Adán puso el pie al ser expulsado del paraíso; Sri Pada, donde Buda subió al cielo; o Samanalakande, donde las mariposas van a morir.
La huella del pie que se encuentra en la cima se cree que pudo ser de Santo Tomás o de Lord Shiva.
Para pasar la tarde bajamos al río donde hay varias personas lavando ropa y bañándose y conocemos a unos chicos, con los que hablamos y hacemos amistad, nos despedimos hasta más tarde.
Cuando anochece comenzamos a subir hacia la cima. Se acostumbra a tardar entre dos horas y media y cinco horas en llegar, nosotros nos lo tomamos con calma.
Por el camino encontramos a muchos peregrinos de todas las edades y algunos de ellos suben descalzos. El último tramo de escaleras es especialmente empinado.
Al llegar a la cima tocamos una campana siguiendo el ritual. Después del ritual vamos a una sala común donde los peregrinos duermen en el suelo. Nosotros ponemos unos plásticos en el suelo y nos metemos en los sacos de dormir para aislarnos del frío que hace.
Al amanecer nos despierta el ruido y la gente que ha ido aumentando a lo largo de la noche.
Además de peregrinos hay gran número de viajeros. Todos miramos al este para ver el amanecer mientras unos monjes tocan tambores y trompetas. Las vistas desde la cima son fabulosas.
Subimos a ver la huella de Adán que esta tapada con un trapo. La gente lo besa. Después de la salida del sol se hace una pequeña ceremonia. Hacia el oeste el sol forma una sombra con el pico perfectamente triangular.
Acabada la ceremonia toca bajar las 5.200 escaleras. Su recuerdo durará en nuestras piernas unos cuantos días.
A las 11:00 cogemos un bus a Hatton y de allí uno a Nuwara Eliya. Por el camino se pone a llover.
En el hotel Victoria Inn nos han cambiado de habitación, no está tan nueva y nos cuesta 1.500 Rs. Damos una vuelta y cenamos en el restaurante indio del Grand Hotel, un lugar muy agradable.
Por la mañana aprovechamos para comprar material de montaña de buena calidad fabricado en el país en el mercado del Bazar.
Después cogemos un bus hasta Nanu Oya y el tren hasta Ella (110 Rs). El tren también va lleno y nos toca ir de pie. El paisaje es muy bonito.
En Ella llueve y cogemos una minivan que nos lleva al Hotel Rawana Holiday Resort, cogemos una habitación con balcón y vistas a Ella Gap por 3.200 Rs. Nos ofrecen un té de bienvenida que tomamos en la terraza con muy buenas vistas. La comida del hotel es muy buena y si se desea cenar allí, hay que encargarla antes de las 17:00 y se sirve a las 19:00. El hotel dispone de Internet gratuito.
El día siguiente lo dedicamos a Ella y alrededores. Ella es un pequeño pueblo situado en el llamado Ella Gap, con vistas que llegan hasta la parte sur de la isla. Desde aquí se pueden realizar diferentes excursiones.
Hoy hacemos la excursión a Ella Rock, una de las montañas cercanas a Ella. En el hotel nos dan un mapa hecho a mano con la ruta y un par de plátanos para la excursión. El recorrido es de unos 9 km. El camino comienza siguiendo la vía del tren, de hecho andamos por ella y vamos encontrando a varios locales, así que debe ser el camino utilizado para moverse por los alrededores del pueblo. Después de unos 2,5 km, tras pasar un puente, giramos a la izquierda y seguimos el camino hasta la cima a través de campos de té y de un bosque de eucaliptos. A la izquierda llegamos a la cima de la roca, con vistas magnificas al little Adam's Peak que tenemos enfrente y al Gap.
Desde la cima continuamos por un camino poco marcado hasta una cueva con un Buda y desde donde tenemos magnificas vistas a las cascadas Rawana. De regreso, pasado el puente por la vía de tren, un señor local nos dice que podemos bajar hasta la cascada Rawana por un terreno suyo y nos acompaña hasta ella. Aunque se llame igual, no hay que confundir esta cascada con las Rawana Ella Falls que vimos des de Ella Rock y que se encuentran en dirección a Wellawaya. Tras la excursión descansamos en el hotel y reservamos la cena.
En la excursión al little Adam's Peak, el camino no presenta ninguna dificultad y son unos 4,5 km.
Vamos hasta la carretera de Pasasara, continuamos hasta la tienda de plantas y allí comienza el camino de subida a través de plantaciones de té.
Desde la cima tenemos muy buenas vistas de Ella Gap y de Ella Rock, justo delante nuestro, así como de campos de cultivo, plantaciones de té y pequeños pueblos.
Por la tarde cogemos un bus (20 Rs) hasta las cascadas Rawana Ella.
Pensábamos que habría algún camino para poder subir por su lado, pero no es así. Como es domingo hay muchos locales dándose un baño o visitando las cascadas. Hay tiendas donde comprar mangos y bebidas. También hay varios monos intentando robar la fruta de las tiendas.
Volvemos a Ella y probamos yogurt de leche de búfala con miel (curd) y cenamos en el hotel.
Hoy toca despedirse de Ella y dirigirnos a Tissamaharama. Al despedirnos del propietario del hotel y decirle que nos dirigimos a Tissa, nos dice que enviará a un amigo que hace safaris a buscarnos a la parada de bus. No hacemos mucho caso, ya que tampoco tenemos claro a que hora llegaremos.
Bus hasta Wellawaya (48 Rs) y cambiamos hasta Wirawila junction (136 Rs). El autobús va muy lleno y hacemos parte del trayecto de pie. Una mujer que va sentada me aguanta la mochila para poder ir más cómoda. En Wirawila esperamos el bus hacia Tissa, pero nos encuentra el amigo del propietario del hotel de Ella y nos acompaña hasta el hotel donde tenemos la reserva, el Pala Hotel por 3.000 Rs con a/c.
El hombre, Jayantha, nos vende un safari de 6 horas por 12.000 Rs los dos, con entrada al parque incluida. Nosotros queremos ver otras opciones y le preguntamos al dueño del hotel. A partir de aquí se monta un circo. El propietario nos dice que como nosotros hemos llegado al hotel en el jeep de Jayantha no nos puede ofrecer el safari y que si queremos preguntemos en el pueblo o en otro hotel. Preguntamos en el hotel vecino y quedamos con el por un precio muy inferior, 4.500 Rs.
En el hotel conocemos una pareja de australianos y decidimos compartir el jeep, pero cuando vamos a decírselo a Kamal, el vecino, nos encontramos con el conductor del jeep y por 4 personas sube el precio. No debería ser así ya que se paga por coche, no por persona. Para acabar de animar la negociación nos dicen que Javantha se enfada si no vamos con el. Hablamos con el para aclarar el tema y finalmente nos rebaja el precio, todo incluido. Los australianos al ver todo el lío deciden no hacer el safari.
Para relajarnos paseamos por el lago de Tissa Wewa, como es el atardecer los colores son especialmente bonitos. En la lejanía se ve la dagoba de Tissa. Nos sobrevuela un grupo de murciélagos de gran tamaño.
Hay algunos restaurantes en el pueblo con precios similares y cenamos en el hotel.
Nos levantamos a las 5:00 para ir al safari. Compartimos el jeep con una francesa, una pareja francesa y dos chicos australianos.
Al amanecer llegamos a Yala NP, uno de los grandes parques nacionales de Sri Lanka, con 126.786 ha. dividido en diversos bloques (el más visitado es el I). En el paisaje se alterna bosque, llanuras herbáceas y lagunas. En fauna el rey del parque es el leopardo, con una de las poblaciones más densas del planeta, elefantes y unas 150 especies de pájaros entre otros.
En el safari vimos gran cantidad de aves, pavos reales, búfalos, ciervos, dos grupos de elefantes, un cocodrilo y jabalíes, entre otros. En cuanto al leopardo nosotros tuvimos suerte a medias y conseguimos ver la cola y la pata de uno subido a la rama de un árbol. El parque está al lado del mar y pudimos bajar del jeep en una playa para hacer un pequeño descanso. El safari se acaba a las 12:00.
Por lo que vimos todos los jeeps hacen el mismo recorrido más o menos y cuando alguno avista un leopardo avisa a los otros para que vayan allí. Así que el precio del safari debería ir en función del tipo de jeep, ya que la probabilidad de ver animales es la misma.
Acabado el safari regresamos al hotel y cogemos un tuk-tuk hasta la estación de autobuses de Tissa. Allí cogemos un bus hasta Matara por 115 Rs. y allí otro hasta Mirissa (19 Rs). Antes de coger el bus hablamos con el conductor y el cobrador y les comentamos que queríamos ir al hotel Sea Goggle y una vez llegamos a Mirissa nos deja delante del hotel.
No tenemos hecha reserva en el hotel y está lleno, así que probamos suerte con los siguientes que están en la playa y están bastante llenos. Los que tienen habitaciones libres no están especialmente limpios o son lúgubres, así que preferimos el Sunbeam, con habitaciones limpias y nuevas, aunque desde la habitación no tengamos la playa justo delante.
Mirissa es una localidad playera que aún no tiene demasiados resorts. Sus playas tropicales con palmeras y sus aguas cristalinas la hacen un buen destino playero, aunque la corriente del mar es muy fuerte y hay que ir con cuidado al bañarse. Desde el hotel escuchamos como el mar choca contra las rocas. El paseo por la playa al atardecer es muy agradable.
Nuestra razón principal de ir a Mirissa es ver ballenas. En muchos hoteles se pueden contratar las excursiones, en el nuestro son más caras, así que lo contratamos en el Blue Whales Watching Center, con un barco de tamaño medio por 4.500 Rs por persona.
A las 6:15 nos viene a buscar un tuk-tuk para ir al puerto. El chico nos enseña una barca pequeña, así que llamamos al hombre con el que contratamos la excursión que inmediatamente llama al chico del tuk-tuk y nos lleva hasta un barco más grande, tal como habíamos contratado.
En la parte inferior del barco hay bancos para sentarse, nosotros escogemos la parte superior con colchonetas y un toldo. En el barco nos sirven un sándwich, plátanos, piña y agua, incluido en el precio.
El barco va lento y tras 1 hora de navegación avistamos la primera ballena. Primero vemos el chorro de la espalda y el ruido que hace, a continuación el lomo y finalmente en algunas ocasiones, la cola. Tuvimos suerte e hicimos cuatro avistamientos. De regreso al puerto el tuk-tuk nos espera para llevarnos de regreso al hotel.
Por la tarde toca relax y playa. Encontramos un par de lugares donde hay piedras y arrecifes y donde la corriente no es fuerte, así que nos podemos bañar sin peligro.
Nos dirigimos a Galle. Como los autobuses pasan llenos, cogemos uno hasta Matara en la calle principal y allí cambiamos a otro para ir hasta Galle (100 Rs).
En Galle cogemos un tuk-tuk por 150 Rs que nos lleva a hacer una ruta por hoteles que encontramos llenos. Finalmente nos alojamos en el hotel Mango, con habitaciones muy limpias y nuevas, dentro del fuerte.
Galle la ciudad en el fuerte, patrimonio de la humanidad, fue construida por los holandeses hacia 1663 y se conserva en muy buen estado. Tiene unas 400 casas, iglesias, mezquitas y edificios. Empezamos la visita por la muralla por la puerta principal entre los bastiones del sol y la luna para continuar hacia la torre del reloj y las murallas.
El paseo nos ofrece magnificas vistas de un mar cristalino. Tras el paseo por las murallas nos adentramos en la ciudad y nos perdemos por las diferentes calles con edificios interesantes, la iglesia holandesa reformada, hoteles, la Lloyd's Office y un largo etc.
También damos un paseo fuera del fuerte por la zona comercial y el mercado, cerca de la carretera principal. En el mercado holandés se venden frutas y verduras bajo unas columnas de 300 años.
Ultimo día en Sri Lanka. Por la mañana aprovechamos para dar el último paseo por el fuerte de Galle y aprovechamos para hacer algunas compras en la ciudad nueva.
Hacia el mediodía cogemos un tuk-tuk hasta la estación de buses, donde cogemos uno hacia Colombo, donde llegamos tras 4 horas. El bus nos deja en Colombo Fort, y aprovechamos para dejar las mochilas en la consigna de la estación de tren, la cloakroom.
Colombo, capital del país y ciudad caótica. Pasamos la última tarde en Fort y Pettah con multitudes al atardecer. Estos barrios son muy comerciales con gran cantidad de tiendas y mercados. También visitamos el templo hindú de Khathiresan Kovil.
Como nuestro vuelo sale a las 7:50 de la mañana decidimos pasar la noche en el aeropuerto. Para llegar cogemos un autobús por 100 Rs. La parada esta a unos 500 m. y cogemos un shuttle hasta el aeropuerto.
El día siguiente lo pasamos volando de regreso a casa vía Male (Maldivas) y Zurich.