El Nordkapp o Cabo Norte es un objetivo mítico. Para llegar, es necesario no perder esfuerzos en el viaje de ida y vuelta. Es importante aprovechar al subir la rapidez de las carreteras de Suecia y Finlandia por la costa del Mar Báltico y dejar tiempo para visitar, al bajar, la costa atlántica superior de Noruega con las islas Lofoten, que contienen los mejores paisajes del viaje.
Es habitual que quien se entretiene de subida en los fiordos de la parte sur de Noruega se arriesga a no llegar al Nordkapp si dispone de días contados de vacaciones.
Del 1 al 30 de junio de 2007
+ 1.237 € (alimentación)
+ 1.190 € (gas-oil)
+ 700 € (peajes y ferrys)
+ 350 € (otros)
= 3.477 € (total para 4 personas)
Precios comparativos aproximados del gas-oil en cada país (junio 2007):
- España: 0'99 €/litro
- Francia: 1,17 €/litro
- Alemania: 1,12 €/litro
- Dinamarca: 1,07 €/litro
- Suecia: 1,12 €/litro
- Finlandia: 0,93 €/litro
- Noruega: 1,33 €/litro
- Luxemburgo: 0,94 €/litro
10.600 km.
Noruega 752, Michelin, escala 1:1.250.000. Tiene una grafía muy clara. Cubre también Suecia por encima de Stockholm y la parte de Finlandia que nos interesa en la ruta hacia el Nordkapp.
Para visitar a fondo las islas Lofoten haría falta otro mapa mas detallado.
Noruega - Guía Total, Anaya, nada de especial.
Hemos escogido el mes de junio por ser el más favo- rable climáticamente y para disfrutar de más horas de sol, pero en la península escandinava nos ha llovido casi cada día. Hay personas a las que les cuesta adaptarse a tantas horas de sol (las 24) como las que hay en el mes de junio.
Al subir pasamos por la autopista A5 alemana con el fin de visitar a un viejo amigo cerca de Frankfurt. Continuamos a Hamburg para pasar a Dinamarca con el ferry Puttgarden-Rodby y a Suecia por el túnel / puente Kobenhavn-Malmo. Seguimos en dirección norte por Stockholm y la costa oeste del Golfo de Botnia hasta entrar en Finlandia y Noruega, para luego subir directamente hasta el Norkapp. Iniciamos el retorno por la costa oeste de Noruega hasta las islas Lofoten, que hacemos en sentido oeste, y retornamos al continente con el ferry Mosquenes-Bodo. Bajamos directamente a Oslo, dejando para otro viaje la región de los fiordos de Bergen y la costa sur de Noruega. En Goteborg reencontramos la ruta de subida. El retorno lo hacemos por la ruta de Hamburg, Dusseldorf, Koln, Lieja, Luxemburg y Lyon, por ser más directa, con mejores autopistas y tránsito.
Es una autocaravana de 6,25 m de largo y 3,5 Tn de peso total, con capacidad de 5 plazas, ocupada por 4 personas y un perro. Dada la relativa lentitud y dificultad en las recuperaciones hay que utilizar autopistas siempre que se pueda. A favor hay que considerar la independencia de los servicios de hosteleria que proporciona, permitiendo prescindir incluso de campings y también la comodidad interior en caso de mal tiempo. Es importante llevar unas cortinas bien opacas para todas las ventanas del vehículo, para poder dormir.
Hay mucha variación entre los servicios para las autocaravanas en las gasolineras. Las hay que permiten cargar agua potable sin problema y otras que intentan cobrar entre 2 y 3 euros, aún habiendo consumido gasoil. Algunas tienen lugar adecuado para vaciar el wc químico. Los cobradores de los túneles y especialmente de los ferrys preguntan por la longitud del vehículo y pueden aplicar tarifas diferentes en función de si se paga en efectivo o tarjeta de crédito, de su buen humor o de la prisa que tengan en llenar el ferry.
Las de Noruega son estrechas y con limitaciones de velocidad, controladas con radares fijos y móviles implacables. Las cunetas son profundas y pueden provocar vuelcos fácilmente. El asfalto tiene a menudo roderas de camiones. Todo ello hay que tenerlo en cuenta a la hora de plantear el viaje, evitando ser demasiado optimista en la cantidad de kilómetros diarios a recorrer.
Existe la posibilidad de usar el ferry Rostock-Trelleborg, que tiene un precio inferior a la suma del ferry Puttgarden-Rodby y el túnel/puente Kobenhavn-Malmo. Nosotros hemos preferido esta ultima combinación porque es más independiente por el hecho de que hay muchos ferrys. El de Rostock tiene sólo 3 barcos al día.
Salimos de Ordal, a 35 km al sur de Barcelona. Autopista AP7. En el Rosselló, topamos con un viento de poniente muy fuerte que compromete la estabilidad de la autocaravana y nos obliga a circular muy lentamente. Autopistas A9 y A7. Dormimos cerca de Valence.
A7 hasta Beaune y A36 hasta Mulhouse y frontera alemana. A5 muy cargada de camiones. Dormimos en las calles de Offenburg.
Por la mañana hemos tenido la tentación de ir a visitar la Catedral de Strasbourg. Hemos hecho bien en dejarlo correr.
Cruzamos atascos de camiones por las obras en los enormes nudos de autopistas alrededor de Frankfurt. Seguimos por la A66 y carreteras locales para localizar el pueblo de Gedern y la casa donde viven Klaus y su família. Nos quedamos con ellos un día entero. La temperatura es ideal. Estamos convencidos de que los supermercados alemanes son más baratos que los nuestros.
Por la tarde seguimos por la A7. Es una autopista de las antiguas, con subidas y bajadas bruscas, que ralentizan nuestro ritmo. Por el tercer carril nos adelantan los Porsche a velocidades de vértigo. Es tal la cantidad de árboles que hay en las cunetas que no dejan ver el paisaje de lejos. Dormimos a unos 50 km antes de Hannover, entre las casas de un pequeño pueblo.
Pasamos Hamburg y Lubeck y llegamos al mar Bàltico. En Puttgarden nos hacen esperar hora y media para entrar al ferry (71 €), que en poco mas de 30 minutos nos deja en Rodby (Dinamarca). Salimos de la autopista a dormir en un pueblecito a pocos km de Kobenhavn.
Nos atrevemos a entrar en las calles del centro de Kovenhavn. Nos orientamos bien y pasamos por delante del Tivoli.
Salimos en dirección al aeropuerto de Kastrup y el puente a Suecia (66 €), una combinación de túnel y puente espectacular. Cuando nos pasan los barcos por debajo, nos damos cuenta de las dimensiones reales del puente. En Malmo, también damos una vuelta por las calles del centro. Hace muy buen tiempo y la gente toma el sol en las plazas.
Continuamos por Helsingfors y la autopista E4 en dirección a Stockholm. Cambio de paisaje, ahora comienzan a aparecer grandes lagos y bosques. Paseamos por el pequeño puerto lacustre de Granna y dormimos en las silenciosas calles de Odeshog.
Visitamos el puerto de Trosa sobre el Bàltico y continuamos hasta el Castillo de Tullgarn, palacio de residencia de verano de la familia real sueca. Los jardines son de una belleza espectacular.
Entramos en las calles de Stockholm, damos una vuelta por los muelles y encontramos un tranquilo paseo donde aparcamos y pasamos la noche.
Hoy hace mucho calor. Los termómetros pasan de 28ºC, extrañamente en estas latitudes. Dedicamos la mañana a visitar la Gamla Stan, o ciudad vieja de Estocolmo. También el Palacio Kunliga Slottet, plaza Stortoget, calle Svartmangatan, iglesia Tyska Kirkan, o la calle Marten Trotzigs, la mas estrecha de la ciudad.
Por la tarde, salimos por la E4 en dirección norte. Queda todavía un centenar de km de autopista. Paramos a dormir en Sterling.
Trayecto monótono por la carretera E4, que no dejaremos hasta Finlandia. A medida que nos alejamos de la capital, se va reduciendo el transito. La carretera es buena y amplia, y aunque va siguiendo muy cerca la costa oeste del Golfo de Botnia el mar no se ve casi nunca. Suponemos que la falta de consistencia del terreno provocada por la cantidad de ríos que desembocan, obliga a hacer el trazado ligeramente al interior. Dormimos en Antnas.
Ha dejado de hacer calor. El día está gris y amenaza lluvia. Entramos en Finlandia. Ahora seguimos la E75-4. A la salida de Rovaniemi, se pone a llover con intensidad. En Napapiiri se cruza el Circulo Polar Ártico. Hay un gran centro comercial presidido por un Papa Noel con una gran simpatía y capacidad de comunicar con cualquier turista de cualquier procedencia.
Los Círculos Polares son unas líneas que marcan el límite a partir del cual, y en dirección al Polo, hay algún día al año que no se hace de noche y también, que algún día el sol no llega a salir.
Dormimos en Petkula, en la misma orilla de un lago.
Hoy no parará de llover. Pasamos por Ivalo y Inari, con unos grandes lagos que apenas podemos intuir entre la lluvia. En un restaurante cenamos estofado de reno (17 €/persona), muy bueno.
Dejamos la ruta E75-4, por la 92, que nos lleva a Noruega, que nos recibe sin parar de llover. En Karaskoj visitamos el muy interesante Museo Sami (50 KN/persona).
Seguimos por la E6. En Lakselv encontramos el primer verdadero fiordo abierto al norte al Océano Ártico, el enorme fiordo Posangen. Vemos un rebaño de renos junto al fiordo, dejamos el vehículo y vamos a pie a fotografiarlos. Se oye una frenada y un golpe sordo. Una furgoneta ha embestido un reno y lo ha matado. Es una Volkswagen grande que ha quedado con todo el frontal destrozado. A partir de ahora habrá que ir con mucho cuidado con los renos. Son animales del todo imprevisibles, pueden salir detrás de cualquier obstáculo y cruzar la carretera sin control. A partir de Russenes, la carretera E69 es espectacular, siguiendo la costa oeste del fiordo por medio de túneles y taludes. La punta del Nordkapp se encuentra en la isla Mageroya. Se accede a ella a través de un túnel de peaje (30 €). Este túnel baja hasta 226 m. bajo el nivel del mar. La última población importante es Honningsvag. En la gasolinera del pueblo, llenamos de gas-oil por si acaso, pero no nos dan agua.
El paisaje del tramo que queda para llegar al Nordkapp es glacial, las montañas desnudas de vegetación, alisadas por todos lados, con pendientes bruscos hacia el mar y llanas por arriba, como si hubiesen sido modeladas recientemente por glaciares. Estamos en el mes de junio y los rincones donde toca menos el sol tienen acumulaciones de nieve.
Se paga otro peaje a pocos metros de acceder al extremo norte de Europa. Nos cuesta 74 € y vale para 48 horas, tan convencidos están de que es difícil hallar aquí buen tiempo el primer día en que se llega. Se trata de una enorme plataforma plana de diversos kilómetros de extensión, con acantilados de 300 m. de altura que caen por todos los costados. Hay un gran centro turístico parcialmente excavado en la roca, con tienda, restaurante, bar, estafeta de correos, dioramas históricos, sala donde se proyecta un espectacular vídeo, etc. Lo que no hay es hotel. Por este motivo, cuando se acerca la medianoche horaria, se concentran los autocares de los turistas alojados en los pueblos cercanos y en cruceros anclados en el puerto de Honnigsvag. Antes de la una de la madrugada en el lugar quedan tan solo las autocaravanas, que son el medio más popular de viaje por estas latitudes. Esta noche, hemos contado 70 de ellas. Cenamos salmón y brindamos con cava dentro de nuestro comedor particular y jugamos a las cartas esperando hasta las 24 h.
El fenómeno del sol de medianoche es visible aquí desde el 14 de mayo al 30 de julio, y por compensación, tiene lugar la noche polar entre el 18 de noviembre y el 24 de enero. Nosotros no tenemos suerte. El día es bastante bueno, pero hacia las 10 de la noche se llena de nubes y no nos deja ver el disco solar con nitidez hasta las 2 h. De cualquier manera, el fenómeno se ve indirectamente con claridad.
Hoy nos tomamos el día de reposo. Llevamos unos 4.800 km desde casa, 1.900 desde Stockholm y aun no estamos a la mitad del recorrido, porque la bajada por la costa de Noruega es mas entretenida. Ha sido una buena idea hacer hoy cero kilómetros.
Observamos que al oeste de esta punta donde estamos, hay otra, la península de Knivskjellodden, baja y muy pequeña, que sobresale unos metros mas al norte. Damos un largo paseo por el lado este del cabo con buenas vistas del fiordo. Los precipicios que caen al mar por el costado norte aún conservan enormes masas de nieve. El día se mantiene bueno, pero al atardecer se reproducen las nubes como ayer y no nos permiten disfrutar a fondo del sol de medianoche.
Tomamos la E6. Empieza a llover de manera continuada. En Skaidi tomamos la ruta equivocada que va a Hammerfest. Nos damos cuenta del error al pasar un puente sobre un fiordo que no teníamos controlado. Vemos un coche de policía en Kvalsund, el primero visto hasta ahora, con un agente que sigue manualmente los coches que pasan con una especie de cámara de vídeo. Deducimos que controlan así la velocidad. Hay continuas limitaciones a 50 km/h.
Seguimos entre la lluvia hasta el aparcamiento del Museo de Alta, donde conocemos unos colegas autocaravanistas de Tolosa de Llenguadoc. Resulta que llevan una multa de 1800 NK puesta por el policía de Kvalsund que hemos visto hoy mismo, por pasar a 58 km/h por la limitación de 50. Eso si, les ha dado facilidades de pago durante unos días.
El Museo de Alta esta instalado alrededor de unas rocas con unos importantes grabados rupestres junto al fiordo. Hay diversos niveles de antigüedad que van desde el 6.200 al 2.000 AC. Están declaradas Patrimonio de la Humanidad desde el 1985. Unos puentes de madera facilitan el recorrido. Los grabados están remarcados en rojo, lo cual suponemos que no es muy académico, pero mejora enormemente su visibilidad. El museo cierra sus puertas a las 21 h. en verano.
Como que ya hemos llegado tarde, cenamos tranquilamente y hacemos el recorrido al aire libre cerca de las 23 h. Ha dejado de llover hace un rato y vemos el sol de medianoche casi entero. Dormimos en este mismo aparcamiento.
Hoy la lluvia no nos deja. Vamos bordeando los grandes fiordos donde se escondían los acorazados alemanes Tirpitz y Scharnhost durante la segunda guerra mundial. Al pasar por Alteidet abandonamos la idea de visitar el glaciar del Jokelfjord por el mal tiempo. La carretera sube y baja continuamente La niebla casi no nos deja ver el gran fiordo de Lyngen con sus Alpes.
Por la E8 nos dirigimos a Tromso. La ciudad està emplazada sobre una isla protegida entre fiordos. Es la capital del Ártico. De aquí salieron las legendarias expediciones al Polo Norte y actualmente es de donde salen los barcos a las islas Svalvard. Aparcamos en el mismo centro, a 100 m del Museo Polar y del puerto. Hace viento, frío y llueve.
Por la mañana visitamos el interesante Museo Polar (50 KN/persona). En el Museo Universitario (30 KN/persona) vemos una preciosa proyección de auroras boreales, tan sólo visibles durante el invierno ártico. Comemos/cenamos en el restaurant Biffhuset, delante mismo del puerto, que abre a las 15,30 h para servir cenas. Uno de nosotros pide bistec de ballena y es el que acierta. Tiene un cierto gusto parecido al hígado. Los otros 3 pedimos pescados y nos los sirven demasiado cocidos. Son mucho mejores las patatas que los acompañan. Nos cuesta 1.000 KN (127 €) entre todos. Los mejores restaurantes de la ciudad ofrecen el menú ártico por precios que oscilan sobre las 750 KN/persona.
Continúa lloviendo sin parar hasta que localizamos el pequeño puerto de Bjervik, perfecto para dormir escuchando las olas y la lluvia.
Hoy seguimos la ruta E10 por las islas Vesteralen que la lluvia y el viento casi no nos dejan ver. Entrevemos las playas de arena blanca, agua transparente y las cimas de las islas Lofoten al fondo. Ferry de Melbu a Fiskebol. El cobrador nos pide 305 KN, pero al insistir en pagar con tarjeta de crédito acaba aplicando la tarifa de auto hasta 6 m. y nos cobra 180 KN en efectivo. Ahora ya sabemos como funciona esto.
El trayecto es de menos de 30 minutos. Ya estamos en las islas Lofoten. El paisaje entre Fiskebol y Svolvaer es impactante. Hacemos consultas en la oficina de turismo y continuamos hasta el aparcamiento del Museo de Kabelvag, donde dormiremos para estar a primera hora de mañana.
Continúa el mal tiempo. Entramos en el Lofotmuseet de Kabelvag, interesante (50 KN/persona), donde se visita una casa del s. XVIII y refugios donde se alojaban los pescadores de bacalao. Seguimos a la Lofotkatedralen (20 KN/persona), toda de madera, una de las mejores del norte de Noruega.
Henningsvaer es conocida como la Venecia de las Lofoten. Las casas sobre pilares de madera entre los secaderos de bacalao tienen ciertamente su encanto. Charlamos con un señor de Sòller (Mallorca), instalado ya hace muchos años. Nos explica que cuando los reyes de Noruega tienen invitados siempre los traen aquí. Vende recuerdos turísticos y bacalao envasado al vacio a buen precio y alta calidad, como pudimos comprobar. Se le localiza fácilmente por la senyera con las 4 barras que tiene fuera de su establecimiento.
Continuamos a Borg para visitar el Museo Vikingo con su casa del Cacique, de 83 m. de largo que data del s. VII. Al borde del lago hay un barco vikingo reconstruido. Para nosotros no vale la pena recorrer lloviendo el largo camino que lleva hasta él. Paramos en Mosquenes para consultar la disponibilidad de plazas en el ferry a Bodo. Decidimos que nos quedaremos hasta mañana en las Lofoten. Vamos hasta el aparcamiento del museo de A, quien sabe si es el nombre de pueblo mas corto del mundo. La carretera acaba en este lugar.
Por la mañana subimos unos metros sobre el aparcamiento para ver el panorama, aprovechando un rato en que no llueve. Las montañas son de una gran esbeltez, con circos glaciales y paredes de roca espectaculares. La morfología es muy similar a la que se puede encontrar en el Pirineo, entre 2.500 y 3.000 m. de altura, sólo que aquí es a nivel del mar. Hay grandes lagos a 5 o 10 metros sobre el nivel del mar. Nos entretenemos fotografiando los secaderos de bacalao que hay por todas partes.
Visitamos Reine, que dicen es el pueblo mas fotografiado de Noruega. Dedicamos el día a ver el paisaje del pueblo de Fredvang. Por la tarde sale el sol y podemos hacer una excursión de hora y pico por un camino que sigue la costa. De vuelta, repetimos con sol las fotos que ayer hacíamos casi en blanco y negro.
Estamos en la cola del ferry con dos horas de antelación porque no tenemos reserva y esperamos. El cobrador, que ya nos conoce de las consultas que le hemos hecho, nos aplica la tarifa de 6 m. en lugar de la de 7 m. (950 KN contra 1.700!!). El ferry sale puntual a las 21:30. La vista que se abre sobre las montañas nevadas de las Lofoten es extraordinaria y mejora a medida que nos separamos de las islas. Cerca de las 23:30h la cubierta se llena de gente para fotografiar el sol de medianoche, que nosotros por fin podemos ver entero sin nubes. También la vista en dirección al continente es buena, con muchos picos nevados. Llegamos a Bodo a las 00:45h. Seguimos por la ruta 80 poca distancia y paramos a dormir.
Pasamos por Fauske y continuamos recto al sur por la E6 en un día precioso. La carretera es muy lenta por la cantidad de limitaciones de velocidad. Subimos suavemente por el Parque Nacional Saltdal. Cruzamos otra vez el Circulo Polar Ártico, que aquí denominan Polarsirkelen. El montaje turístico es más moderado que el de Napapiiri en Finlandia.
Cerca de Mo i Rana nos desviamos de la ruta principal para ir al lago Svartisnet. Hay un camping, de donde sale una barca que atraviesa el lago y facilita el acercamiento al glaciar Svartisen. Los horarios no coinciden con los que dice información turística del Polarsirkelen. Nos quejamos, pero no sirve de nada. Al acercarnos a la barca descubrimos que están las instrucciones de los horarios en diversos idiomas, entre ellos el catalán!!. Dormimos en el mismo aparcamiento del camping.
Después de las discusiones sobre los horarios la barca acaba saliendo a las 11 h. (100 KN/persona). Continuamos a pie por un buen camino cosa de 45' para llegar al glaciar Svartisen. El lugar es magnífico. La lengua del glaciar baja desde un casquete polar y se parte formando un lago de color azul turquesa. Por las rocas laterales hay una serie de letreros de peligro que hay que respetar, porque una rotura de sèracs podría desencadenar fácilmente una lluvia de hielo muy peligrosa. Hasta hace 40 años, desde este lugar, la lengua se bifurcaba en dos y la parte izquierda bajaba por donde hemos subido nosotros caminando y llegaba hasta donde ahora esta el lago inferior que hemos cruzado en barca. La reducción de la masa de hielo ha afectado gravemente a este glaciar y todos las demás de la Península Escandinava.
Seguimos carretera abajo, muy entretenida. Tardamos 3 horas para recorrer 189 km. Paramos a dormir a la orilla del lago Svenning Vat.
Seguimos por la E6 dirección sur. Hoy vuelve a llover. Paramos a visitar el pueblo de Snasa, donde podemos entrar sólo a la iglesia. El Museo Sami y la casa de madera están cerradas.
Por la tarde llegamos a Trondheim. Túnel y autopista de peaje (15 + 25 KN). Hace poco tiempo hemos asistido en Barcelona a la obra de teatro El enemigo del pueblo de Ibsen y nos la hace recordar. Aparcamos delante mismo del Tingus (Ayuntamiento) y paseamos bajo los paraguas. Plaza Torget, vemos cerrado el Stiftsgard, el edificio mas grande de Noruega en madera, iglesia de Var Frue Kirke. Visitamos, desgraciadamente cerrada, la Domkirke, que es el mayor monumento de arte medieval de toda Escandinavia (s. XI). Al lado mismo esta el Erkebispegarden. Visitamos el conjunto de casas de madera pintadas de colores de Bryggene (s. XVII), con su puente levadizo.
La carretera continúa muy lenta, estrecha y mojada por la lluvia. En Herkinn se pasa un puerto de montaña de 1.000 m, con pistas de esquí. Pasamos Lillehammer entre nieblas y continuamos hasta Oslo.
Entramos al centro de la ciudad de Oslo. Tenemos suerte de que sea festivo, porque sino seria imposible aparcar esta autocaravana aquí, incluso pagando los exorbitantes precios de los parkings. Aprovechamos que ha dejado de llover y paseamos por la Karl Johans Gate. Vemos el Parlamento, Universidad, Palacio Real, Instituto Nobel de la Paz, Teatro Nacional. Son las 24 h cuando salimos de la ciudad. Dormimos por la carretera E6.
Paramos en el pueblo y puerto de Son, precioso, con casas antiguas de madera. En Halden visitamos la fortaleza de Fredriksten.
Ya entrados en Suecia continuamos por la isla de Orhus y acabamos entrando en el pueblo de Ellos. Subimos por unas escaleras de madera a una colina, que permite divisar los 360º del entorno. Sorprende ver la afición de los escandinavos por la náutica. Hay barcas de todo tipo por doquier. Hoy no ha llovido en todo el día. Comenzamos a encontrarlo extraño. Dormimos en el puerto.
De madrugada ha comenzado a llover y no parará en todo el día. Paramos a visitar el encantador pueblo de Marstrand. Es una isla a la que se accede mediante un ferry que apenas tarda 3 minutos. Antes de Goteborg nos desviamos de la general para parar a dormir en Bastad, pueblo de renombre por el su campeonato de tenis.
Lluvia todo el día. Pasamos por el pueblo de Torekov y también Goteborg de largo, porque encontramos un atasco en la autopista. Cerca de Malmo buscamos el Castillo de Torup, siguiendo informaciones turísticas que acaban por ser erróneas. El castillo es de propiedad privada y no se visita.
Dejamos Suecia por el puente/túnel (300 SK) y estamos de nuevo en Dinamarca. Paramos a dormir en el área de autopista de Karslunde.
Los días que nos quedan son de autopista a base de bien. Acabamos de atravesar Dinamarca y perdemos casi 3 horas para pasar el ferry Rodby-Puttgarden (58 €). Aprovechamos las esperas para comer y hacer la siesta. Pasamos Lübeck y Hamburgo. En esta ocasión, tomamos la A1, de la que salimos cerca de Bremen, para dormir en un pueblecito.
Siguiendo la A1 dejamos atrás Osnabruck, Munster, Dormunt, Dusseldorf y Köln. Ahora seguimos por la A4 por Aachen y entramos en Bélgica. Nos atrevimos a dar un breve paseo bajo la lluvia sin parar por las calles de Lieja.
Seguimos por la A26 y la A4 belga hasta Luxemburgo. Hay un importante montaje comercial y vale la pena llenar de gas-oil, bastante mas barato que en los países vecinos. Damos un paseo por el barrio de Belair. Dormimos en una zona residencial (como toda la ciudad) de Luxemburgo.
A30 a Metz, A31 a Beaune. Un camión incendiado ha hecho cortar la autopista y nos produce un retraso de muchas horas. A6 a Lyon. Confundimos un letrero de la entrada a Lyon y acabamos cruzando la ciudad. Dormimos a la salida de la ciudad.
A7 hasta Orange, A9 hasta la frontera y AP7 hasta Martorell.