Guía de viaje a la ciudad de Copenhague y alrededores

Copenhague es la capital de Dinamarca y la ciudad más grande del país. Está situada en la costa este de la isla de Selandia y se extiende hacia la parte septentrional de la isla de Amager, comunicando ambas a través de una serie de puentes y túneles.

Y desde el año 2000, las ciudades de Copenhague y Malmö, en Suecia, están conectadas por el Puente de Øresund, que con una longitud de 7.845 metros es el puente combinado tren-carretera más largo de Europa.

La historia de Copenhague se remonta a alrededor del año 800, cuando surge en torno a un pequeño pueblo de pescadores.

Desde el año 1300 se convirtió en la capital de Dinamarca en detrimento de Roskilde, un estatus que la ciudad ha mantenido desde entonces.

En la actualidad, Copenhague alberga alrededor del 20% de la población de Dinamarca.

Tomo en Barcelona el vuelo de Vueling y tardo 2 horas y 30 minutos en aterrizar en el aeropuerto internacional Kastrup, el cual está situado unos 8 km al sur del centro de Copenhague, en la isla Amager. Ofrece wifi gratuito rellenando un formulario online.

Para llegar al centro de Copenhague desde el aeropuerto tomo el metro, cuya parada se encuentra situada en la terminal 3, y me lleva hasta la estación central de ferrocarril en tan solo 12 minutos. Los billetes se compran en máquinas expendedoras o en la taquilla.

Y al regreso, para ir al aeropuerto de Copenhague tomo nuevamente el metro y en 12 minutos llego a la terminal 3 del aeropuerto. Tomo el vuelo VY1873 de Vueling y llego a Barcelona en algo más de dos horas.

• Hotel d'Angleterre. Es el hotel donde se alojan las estrellas internacionales cuando visitan la ciudad y sin duda es el hotel más lujoso de Copenhague. Recientemente ha sido profundamente restaurado y reabrió en el mes de mayo de 2013. Su entrada es impresionante y su decoración exquisita. Sus 90 habitaciones -de las cuales 60 son suites- son de corte clásico y muy elegantes. Ver mis fotos de este hotel.

En su restaurante Marchal trabaja el chef Ronny Emborg, el cual obtuvo una estrella Michelin en el restaurante AOC. Estoy segura que su trabajo le reportará pronto reconocimientos internacionales. Este joven chef trabajó anteriormente en los afamados restaurantes Hacienda Benazuza, Mugaritz y en ElBulli.

• Hotel Nimb. Ubicado dentro del famoso parque de atracciones Tívoli (quizás este es otro de sus encantos). Dispone tan solo de 17 habitaciones todas ellas con una chimenea y de decoración exquisita. Enormes. Su brasería francesa es conocida en la ciudad por sus exquisitos platos, y un must es la terraza, donde yo pude cenar. Y os cuento un secreto, entrad y no os perdáis el agradabilísimo Bar, cual palacio versallesco sin ser rococó, y su Vinotek para actos. Me encantó. El hotel pertenece a la colección Small Luxury Hotels.

• Hotel Andersen: Este coqueto hotel de diseño, ubicado en la parte de atrás de la estación central, ofrece 73 cómodas y amplias habitaciones con interiores divertidos y muy agradables y decoradas con textiles y fondos de pantalla de los diseñadores ingleses Guild, conocidos por su uso de colores vibrantes y fondos de pantalla exclusivos. Una opción de color urbano y audaz con base en azul brillante y con un añadido de lila, turquesa y lima.

Todas sus habitaciones tienen artículos de Philip Starck y amenities exclusivos de Molton Brown. Desayuno con miles de clases diferentes de tés. Es mi opción como hotel boutique. Ver mis fotos de este hotel y mi vídeo de la Suite Princess de este hotel.

• Hotel Guldsmeden Bertrams. Este coqueto pequeño hotel, situado en el distrito de Vesterbro, a unos quince minutos del centro. Dispone de 38 habitaciones de tamaño discreto, pero muy confortables, sobre todo sus colchones. El hotel os encantará por su decoración de maderas de haya clara con algunos toques como sillones con piel de vaca. Su desayuno orgánico es sencillamente espectacular.

• CPH Living. Un precioso hotel flotante con tan sólo 12 habitaciones de diseño simple, pero muy práctico y con suficiente espacio. La pared es una gran ventana por lo que las vistas son impagables. Central, diferente, cómodo. Un hotel que recomiendo encarecidamente.

• Hotel Ibsen. Perteneciente a la familia Brochner, quienes poseen cuatro hoteles en Copenhague, este hotel de tres estrellas está conectado por el patio comunitario con el hotel Kong Arthur (ver siguiente). Ubicado en una calle donde hay muchas tiendas de diseñadores locales, el hotel está decorado con diferentes elementos proporcionados por dichos diseñadores. Sus 118 habitaciones son coquetas, pero sencillas. No me gustaron nada sus duchas, pues carece del plato (según me dijeron no todos sus baños son así).

• Hotel Kong Arthur. Comunicado con su hotel hermano Ibsen por los patios interiores, sus 140 habitaciones son simples, pero agradables, con un nivel de confortabilidad básico. Fue abierto en el año 2004 y reformado en el año 2009. Lo que más me gustó fue su restaurante, con un jardín de invierno acristalado, y su spa Ni'mat galardonado como el mejor spa danés. Es muy bonito, con toques asiáticos y 14 salas de tratamientos, el mayor de Copenhague.

• Hotel Avenue. Este hotel está situado a sólo 15 minutos de la plaza del Ayuntamiento. Tiene unas agradables y funcionales zonas comunes, realmente muy recomendables. Sus 60 habitaciones tienen unos baños poco amplios, pero en general son muy correctas. Fueron diseñadas por el arquitecto Mikael Mammen, y sus sábanas son de Missoni, todo un lujo en un hotel de 3 estrellas. Su patio, cuando luce el sol, es un lugar para quedarse leyendo y con tranquilidad. Hotel muy recomendable.

• Hotel Alexandra: A pocos pasos del Ayuntamiento, este simpático hotel tiene decoración retro y parece que haya quedado anclado en los años 50, revistas incluidas. Muy curioso. Sus 61 habitaciones son más bien pequeñas, pero confortables y de diseño danés. Este hotel cuenta con cien años de historia y en sus inicios fueron apartamentos de moda.

• Hotel Admiral. Se trata de un hotel de 336 habitaciones, ubicado en unos antiguos almacenes del puerto y que fueron construidos en 1787. El hotel abrió sus puertas en 1978 y es uno de los mayores hoteles de la ciudad. Sus zonas comunes tienen el encanto de las paredes con ladrillos vista, de arcos que sostienen el edificio, de preciosas vigas que recorren sus techos, pero decir que sus habitaciones rozan lo básico aunque con sus vigas de madera rezuman cierto encanto. Sus baños requieren una renovación urgente.

Su restaurante Salt ofrece cocina danesa con inspiraciones francesas. Me gustó mucho su sala de banquetes, que había sido antes una discoteca. El Salt Bar tiene un toque muy moderno, con una barra que va cambiando de color. La residencia real, el Palacio de Amalienborg está prácticamente al lado.

• Danhostel Copenhagen City. Es el lugar ideal para viajeros de presupuesto muy reducido. Céntrico, nuevo, y con una oferta de distintos tipos de habitación, desde individual a dormitorio de 8 personas. Todas sus 192 habitaciones disponen de baño privado.

• Hotel Central.Yo no pude visitarlo, pues se inauguró justo una semana después de mi visita, pero con él Copenhague cuenta con el hotel más pequeño del mundo, con una sola habitación.

• Generator Hostel. Este es otro hotel que no pude visitar, pero estoy segura de que es muy recomendable. Ofrece desde dormitorios para jóvenes o familias con poco presupuesto a habitaciones de color rosa pensadas para chicas o habitaciones dobles como las de cualquier otro hotel.

En Copenhague encontramos restaurantes con estrella Michelin, lo cual demuestra la inventiva de los daneses y su amor por el detalle. A tener en cuenta que en la mayoría de restaurantes de la ciudad la cocina cierra a las 11 de la noche.

• Noma. Este restaurante lidera la lista de restaurantes estrellados de Copenhague, con dos estrellas Michelin, siendo además el número uno del mundo durante tres años.

• Geranium. Restaurante del chef Rasmus Kofoed  quien ganó el prestigioso premio Bocuse d'Or en el año 2011. Su carta es totalmente biológica y ofrece uno de las salas comedor más bellas, en un pabellón del siglo XIX en Kongens Have.

• Geist. Restaurante realmente muy agradable, con comida básicamente danesa también.

• Bror. Restaurante perteneciente a dos ex chefs del archiconocido Noma. Por su decoración y ambiente más bien podría ser un café de estudiantes que un restaurante de cocina gastronómica. Ofrece tres primeros, tres segundos y tres postres y un menú degustación. Cocina creativa deliciosa y microscópica. Abstenerse hambrientos.

• 1th. Este comedor privado es único en su género, pues ocupa un apartamento con una sala suntuosamente decorada. Os recomiendo que preveáis este sitio al planificar vuestro viaje a Copenhague. El chef Kristian Baumann, previamente estrellado en el Relae, os servirá sus maravillas gastronómicas. Dejad espacio para el postre. Curiosamente se pagan las 1.250 Kr (unos 168 €) del menú degustación por adelantado. La idea hasta me parece bien.

• Kiin Kiin. Es el único restaurante tailandés estrellado en el mundo. Espectacular.

• Paté Paté. Este animado bar de restaurante ocupa una antigua fábrica y tiene toques de loft vintage. Su cocina tiene influencias españolas, francesas y marroquíes. Os gustará y mucho.

• Nimb Terrasse. Situado en el parque Tivoli, este restaurante de precios elevados y decoración vintage como si estuviéramos a finales del siglo XIX, nos ofrece una carta de pequeños platitos y cuidada selección de productos básicamente daneses. A tener en cuenta que las dimensiones de los platos son minúsculos.

• Royal Café. Para comer, un sitio espectacular, con sus famosos smushi, que vienen a ser unas tapas de sushi y todo ello servido con la porcelana de Royal Copenhague. Os encantará.

• Kodbyens Fiskebar. De decoración post industrial y ambiente relajado, su carta ofrece sólo pescado y marisco.

• Mikkeler. Cervecería desenfadada, con tienda de souvenirs y de diseño. Os gustará.

• La Glace. Es la pastelería más famosa de la ciudad. Siempre llena y con colas. Fundada en 1870, su actual propietaria tiene un programa de televisión y libros publicados, de ahí que las colas constantes nos sean sólo de turistas. Su decoración parece anclada en 1920 y tiene todo su encanto. Más encanto todavía tiene su selección de pasteles, no apto para quien esté a dieta. Tiene pasteles dedicados a Isak Dinesen, a cada mes del centenario de Andersen.

• Strangas boutique. Otra pastelería espectacular

Lo primero que debéis hacer, incluso antes de salir de casa, es compraros una CopenhagenCard, cuyo precio varía según la duración de la estancia. El precio mínimo, por 24 horas, es de 42 €. No es barata, pero incluye la mayoría de atracciones, un tour en barca y muchos descuentos. Realmente vale la pena. Se puede comprar online en su web o en cualquiera de los múltiples puntos de venta en la ciudad.

En Copenhague también hay actividades gratuitas para turistas. Muy recomendable es el el tour a pie gratuito que sale a diario (independientemente del tiempo que haga) de las escaleras del Ayuntamiento a las 11 de la mañana.

• Castillo de Rosenborg: Es seguramente mi favorito en el centro de la ciudad. Ubicado en el Kongens Have (o jardín de los Reyes), fue sede de la residencia real hasta el año 1710. Actualmente Rosenberg alberga una magnífica colección de artefactos reales sobre tres plantas (más una armería y tesoro subterráneo donde se guardan las joyas reales), en múltiples habitaciones y todo fielmente conservado. La tradición de Rosenborg como museo es antigua, puesto que las colecciones reales se abrieron al público ya en 1838.

Sus salas, acondicionadas por diferentes reyes, desde Christian IV hasta Federico IV, fueron restauradas. La línea real se sigue simultáneamente hasta el último rey muerto y por esto Rosenborg pasó a ser el primer museo contemporáneo de Europa.

• Castillo de Frederiksberg. Ubicado en el barrio del mismo nombre, que en realidad es una ciudad independiente. El palacio fue construido entre 1700 y 1735 para ser la residencia de verano de los reyes de Dinamarca. La usaron hasta mediados del siglo XIX, pero luego el edificio fue donado al ejército, que sigue usando el lugar como una escuela militar. El cuerpo de élite oficial tiene ahí su academia y durante la formación duermen y comen ahí.

Ya no queda nada de los muebles y apartamentos reales, pero los jardines alrededor, que son los antiguos jardines del palacio, son muy espectaculares. Sólo está abierta al público el último sábado de cada mes.

• Recorrer Vesterbro. Situada al oeste del centro de la ciudad, Vesterbro es el lugar de los bohemios en Copenhaguen, afluencia de creativos, estudiantes e inmigrantes. Lo primero que encontraréis es su zona roja -de chicas alegres- y zonas un poco dudosas, pero ha sido objeto de una gran reforma y ahora es el barrio de moda, el barrio cool.

También encontraréis el llamado Meatpacking District, el cual comprende maravillosas tiendas, estudios de diseño, restaurantes y bares. Para saber más sobre él podéis leer el post de mi amigo: Vesterbro, el barrio de moda en Copenhague.

• Palacio de Amalienborg. Es, desde hace dos siglos, la residencia oficial de la familia real de Dinamarca en Copenhague. Los cuatro palacios que componen el palacio de Amalienborg son debidos a la voluntad del rey Federico V que deseaba conmemorar el tricentenario de la ascensión al trono de Dinamarca de la dinastía Oldenbourg. Los terrenos de construcción habían sido donados a cuatro ricas familias de la nobleza con la obligación de construir cuatro palacios idénticos diseñados por N. Eigtved.

El nombre de Amalienborg se refiere al palacio más antiguo, construido en 1669 por Federico III para su esposa Amalie. El actual palacio consta de cuatro edificios agrupados alrededor de un patio conocido como Amalienborg Slot, situado en el corazón de Frederksstaden.

La estatua ecuestre de Federico V, que se alza en el centro del patio, es obra de J. Sal, el cual trabajó en ella durante 30 años. Se dice que la estatua costó tanto como todo el complejo. Muy interesante es ver el cambio de guardia a diario al mediodía.

• Palacio de Kronberg. El Castillo de Kronberg se remonta al siglo XV y sirvió como escenario al Hamlet de Shakespeare. Está situado en Helsingor, a las afueras de la ciudad.

Fue construido en el s. XV a instancias del rey Federico II, iniciándose su construcción en 1420, cuando ya funcionaba un edificio fortificado conocido como Krogen que servía de peaje para todos los buques que pasaban por allí.

Más tarde fue un elegante castillo renacentista donde se celebraban representaciones, y también sirvió como cárcel entre 1739 y 1900. Desde el año 2000 es patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Muy interesantes sus visitas teatralizadas.

• Rundetaarn (Torre Redonda). Es el observatorio astronómico de funcionamiento más antiguo de Europa, puesto que data de 1642. Subir la espiral a pie a lo largo de la pared exterior da una buena vista de los barrios más viejos de apartamentos y mirar a través del gran telescopio para observar las estrellas. Diversas artes, exposiciones de cultura, ciencia e historia giran a través de la torre redonda durante todo el año.

• Tivoli. Se trata del antiguo parque de atracciones en el centro de Copenhague. Es el segundo más antiguo y fue el lugar que inspiró a Walt Disney para construir Disneyland, o al menos eso cuenta la leyenda. Inaugurado en 1843 y todavía inundado diariamente por turistas y locales por igual (se compra un pase anual).

Es el lugar perfecto para pasear, comer, y divertirse. Su montaña rusa de madera y su carrusel, el más alto del mundo, son preciosos. De estilo vintage y elegante, es una de las visitas obligadas en la ciudad.

• Visitar la Sirenita. La Sirenita es una estatua pequeña y acostumbra a decepcionar a quien la ve por primera vez. Para poder haceros una foto con ella, debéis preveer un buen rato de espera porqué siempre está lleno de turistas.

Se encuentra en el Parque Langelinie, en la bahía del Puerto de Copenhague, que desemboca al Mar Báltico, y próxima también al Real Palacio de Amalienborg, sobre unas rocas que se adentran en el mar. En la actualidad es el símbolo más importante de la ciudad.

• Christiania. La zona de Christiania, la ciudad libre, fue fundada en 1971 y es autogobernada por sus 1.000 residentes. Cubre unas 34 hectáreas en el barrio Christianshavn de Copenhague. Christiania está organizada en torno a Pusher Street, calle (a tramos de asfalto, a tramos de adoquines, y a tramos sencillamente de tierra) en la que se encuentran algunos bares, tiendas y centros culturales.

Es un lugar alternativo, de porretas y alcohol. Al salir por la entrada principal de la ciudad de Christiania se puede leer «You're now entering the EU» (Está usted entrando en la Unión Europea), ya que sus habitantes no se consideran pertenecientes a la UE. Más información sobre este barrio de Copenhague en la página web Alternative Christiania.

• Natmus - The Open Air Museum (Museo al Aire Libre). Este museo permite hacernos una idea de cómo es la vida rural danesa y, sobre todo, como era antaño. Ocupa una superficie de 86 acres y es muy interesante. Abarca todas las provincias danesas.

• Nyhavn. Esta zona de Copenhague es la típica foto de recuerdo que tenemos todos los turistas de la ciudad. Aquí está su edificio más antiguo, ya que data del año 1681.

El nuevo puerto, tal como se traduce Nyhavn, originalmente fue un puerto comercial ocupado donde atracaban barcos de todo el mundo. La zona estaba repleta de marineros, señoras de placer, pubs y cervecerías.

Den Nye Havn eventualmente cambió su nombre a Nyhavn (New Haven) y poco a poco se renovaron las antiguas y hermosas casas inclinadas y comenzaron a aparecer los restaurantes. Como curiosidad decir que Hans Christian Andersen vivió en el número 20.

• Visitar la cervecería Carlsberg. Si en Dublín visitamos la cervecería Guinness, aquí se visita la Carlsberg: Para los amantes de la cerveza esta es una visita obligada. Aquí se encuentra -se dice- la mayor colección de cervezas de todo el mundo, con unas 12 mil botellas. Las visitas son guiadas e incluyen una cata.

• Museo nacional. El Museo Nacional de Dinamarca (en danés, Nationalmuseet) es el mayor museo danés de historia cultural. Aunque su colección se centra en la historia de Dinamarca y del pueblo danés, también exhibe colecciones de varias partes del mundo. Tomó como sede el Palacio del Príncipe, construido en 1744 para servir de residencia del entonces príncipe heredero Federico de Dinamarca (Federico V desde 1746), junto al canal de Frederiksholm, en el centro de la ciudad.

El origen de la colección se remonta a la cámara real de arte, fundada por Federico III en el castillo de Copenhague, hacia 1650, que incluía pinturas, artesanías, objetos etnográficos, armas y antigüedades. En 1849 la colección pasó a manos del Estado y desde entonces ocupa su sede actual.

• Post & Tele Museum (Museo de Correos y Telecomunicaciones). Como usuarios de las modernas tecnologías de la información y la comunicación, la mayoría de nosotros mira correos electrónicos y mensajes de texto como una parte natural de la vida cotidiana. Pero, ¿cómo nos comunicábamos antes de que la moderna tecnología fuera inventada?. Esta evolución la podemos ver e interactuar con ella, en este museo de Post & Tele.

La exposición de este museo incluye telégrafos antiguos, los primeros conjuntos inalámbricos, teléfonos, postales, uniformes, una oficina de correos y mucho más. El museo también contiene también una gran colección de sellos daneses de entre los años 1851 y 1998. Lo mejor del museo es la entrada gratuita y subir a su terraza.

• Paseo en barco por los canales. Sí, es cierto, Copenhague no es ni Amsterdam ni Brujas, pero esta ciudad está repleta también de canales e islas. Por ello, ir en barco por sus canales es la mejor manera para hacerse una idea de lo que ofrece Copenhague. Los tours en barco duran aproximadamente una hora.

• Alquilar una bicicleta. Todos los habitantes de Dinamarca se desplazan en bicicleta. Hay bicicletas por todas partes, por lo que vigilad como transeúntes que no os atropellen. Muchos hoteles tienen bicicletas a disposición de sus huéspedes y si no, encontraréis muchos servicios de alquiler de bicicletas (en la página web Copenhagen bike rentals encontraréis información de dónde alquilarlas). Os encantará.

En mi opinión, ir en bicicleta para visitar el centro (aunque si hay mucha gente no es aconsejable), para pasear o para visitar puntos de interés un poco más alejadas es de lo más divertido y saludable que podéis imaginaros.

• Arquitectura moderna en Copenhague. En Copenhague hay muchos edificios de arquitectura moderna, diseñados por famosos arquitectos, por lo que pasear y admirar esos edificios es otra forma de conocer la ciudad de Copenhague.

Entre ellos se encuentra The Black Diamond, el nombre anterior de la actual Biblioteca Real. También, 8Tallet, un edificio de viviendas privadas ganador del premio Housing Category en el Festival Mundial de Arquitectura 2011.

Otros edificios de interés son The Blue Planet (Acuario), la Residencia Géminis, el Museo de Arte Arken, The Royal Danish Opera House (la Ópera Real), The Royal Danish Playhouse (el Teatro Real) y muchos otros.

Para más información sobre la arquitectura de la ciudad: Copenhaguen architecture.

Los daneses afirman que Strøget, en el centro de Copenhague, es la calle peatonal más larga del mundo. La ruta por esta calle, que va desde la Plaza del Ayuntamiento hasta Kongens Nytorv, está repleta de todo tipo de tiendas, desde souvenirs, a productos locales y a tiendas de cadenas internacionales.

Y es que ir de compras es otra de las actividades para conocer una ciudad, sobre todo si nos gusta la moda y el diseño.

De parada obligada son los grandes almacenes Magasin du Nord y también Illum.

Y si os gusta el diseño y la moda tenéis que conocer las tiendas Malene Birger, Margrit Brandt, Hendrik Vibskov, Day Birger et Mikkelsen, Mads Nørgaard, Holly Golighly, Marianne Dulong (joyas), etc. La mayoría de estas tiendas visten a la princesa Mary. Más información en la página web Copenhagen fashion shopping.

El mercado de comida fresca Torvehalle es también de obligada visita. Diseño danés en estado puro en Stilleleben.