Relato de un viaje de 15 días en coche a Austria

Salimos de Cornellá a las 5 de la mañana por la Ronda de Dalt en dirección a Francia por Girona y La Junquera.

Poco después de La Junquera hicimos la primera parada a base de café caliente para poner el cuerpo en forma y sacar toda la ilusión de las vacaciones. Rápidamente reanudamos la marcha con un tráfico bastante suave. En Nimes tomamos la dirección de Aix en Provence después de observar durante muchos tramos que el tráfico en dirección contraria es bastante lento. Continuamos con buen sol y al llegar al enlace de la autopista que viene de París encontramos las primeras retenciones, lo que nos hace bajar el buen promedio que llevávamos hasta aquí. Hacemos una parada para el bocata antes de Marsella y después parece que el tráfico mejora, seguramente porque ya son casi las 12h y los franceses van parando a comer.

Nosotros aprovechamos y continuamos hasta cerca de Niza, donde paramos a comer en un área de la autopista, muy arbolada, con bastantes mesas para disponer nuestra comida preparada. En la misma área hay un museo del automóvil que parece curioso pero priva el interés por hacer más kilómetros y después de comer y descansar un poco continuamos nuestro camino, el cual nos lleva a entrar en Italia por Ventimiglia a través de la extraordinaria autopista llena de puentes y túneles y con unas vistas extraordinarias de estas primeras tierras avistadas en Italia.

Antes de Génova tomamos la autopista hacia el norte y después de un tremendo túnel con curva de 360º en ascensión continua alcanzamos el llano del norte de Italia por el que avanzamos hasta Piacenza donde paramos a pasar noche en el hotel Holiday Inn, donde nos permiten tener nuestro perro en la habitación que nos adjudican.

El tiempo ha sido muy bueno y las autopistas como era de esperar, buenas y con mucho tráfico.

Procuramos levantarnos temprano, pero no salimos hasta las 9 h después de haber desayunado en el hotel.

Tomamos rumbo a Brescia y Venecia, por la que pasamos después de una buena espera en la barrera de peaje por el mucho tráfico que encontramos. Después nos dirigimos por Udine hacia la frontera austríaca. Previamente hemos comprado la viñeta de peaje de Austria válida para 10 días (15 €).

Paramos a comer en un área cerca de Villach y por la autopista de Klagenfurt y Graz nos dirigimos hacia Viena, donde bien guiados por el GPS tomamos el camino en dirección a Klosterneuburg, donde tenemos reserva hecha previamente en su camping, al que llegamos pasadas las 7 de la tarde, con la recepción cerrada pero como habíamos avisado nos habían dejado unas indicaciones en el plano del camping respecto a las parcelas que teníamos reservadas. Plantamos nuestras tiendas y después de una cena suave nos caímos dormidos como troncos y con 1.800 km desde que salimos ayer de casa.

Buen tiempo y autopistas excelentes, en Austria algunos tramos en obras.

Después de desayunar salimos del camping con destino a Viena para tomar las primeras vistas de la ciudad.

En primer lugar buscamos aparcamiento en la Plaza Am Hof y de allí nos encaminamos hacia la fachada del Palacio Real, a continuación por la calle Kolmarkt avanzamos hacia la Graben, donde entramos en el super de lujo que hay en la esquina, también en las diversas tiendas de la zona hasta llegar a la catedral, donde entramos para visitarla y por la zona posterior vemos las callejuelas con edificios antiguos y paramos a comer en un restaurante típico de la zona.

Después de comer y descansar un poco nos encaminamos hacia la zona del Albertina donde paramos a tomar café en el Mozart Café, uno de los más conocidos del lugar, a continuación por los jardines del Palacio Real hacia la plaza donde habíamos aparcado los coches. Damos una vuelta por la zona llamada del Ringen y después nos dirigimos al barrio de Grinzing por la zona más alta donde hay un buen mirador de la ciudad y a la bajada buscamos un Heurigen (restaurantes que cultivan vino propio y lo sirven en patios interiores decorados rústicamente) que nos guste, paramos a tomar una cerveza más y reservamos mesa para mañana venir a cenar en este típico restaurante, prácticamente sólo para turistas.

Salimos de la ciudad por las estrechas calles de este barrio, en el que hay muchos Heurigen. En el camping cenamos y nos disponemos a dormir.

Hoy vamos a visitar Schonbrum, el Palacio de Verano, que está en la zona sur de Viena y es el que es visitable, porque el Palacio Real del centro de la ciudad es la residencia actual del presidente de Austria y del gabinete de gobierno. Aparcamos relativamente cerca del palacio y después de conseguir una buena sombra donde dejar los coches con Anka iniciamos nuestra visita, que es guiada por audio en español detallando las explicaciones de cada sala. El Palacio tiene muchas similitudes con el de Versalles y donde se aprecia verdadera diferencia es en el jardín, que tiene mucha más zona arbolada, decorada con fuentes, paseos con sombra, bonitas estatuas y un buen banco donde pudimos reponer las fuerzas después de tanto caminar.

A la salida de la visita empezamos a recibir los primeros síntomas de cambio de tiempo, pues empezó a llover y en unos minutos cayó un buen chaparrón, por lo que nos encaminamos al camping para cambiar el vestuario con el objetivo puesto en la promesa de una buena cena.

Como era de esperar, a nuestra llegada al Heurigen escogido, a las 9 ya hacía rato que estaba en ebullición con comensales más madrugadores que nosotros y al entrar ya tuvimos una visión extra de lo que es este tipo de locales. Muchas mesas con bancos dispuestas en forma paralela y cerveza, vino y comida a tope. Nos sirvieron estupendamente a pesar de la multitud, hicimos muchas fotos, probamos cerveza, vinos, postres, etc y cuando nos pareció oportuno dimos por terminada nuestra estancia, que fuimos de los últimos en salir después de pasar un rato muy agradable.

Después de desayunar tomamos de nuevo la carretera con destino a Bratislava, capital de Eslovaquia (separada de Chequia hace pocos años) y la zona económicamente débil de la antigua Checoslovaquia. El camino pasa por Viena tomando a continuación la autopista en dirección al aeropuerto y Hungría, para después de unos 30 km tomar una carretera nacional que pasa por pueblos más bien pequeños y turísticos en las márgenes del Danubio, en los que pudimos ver multitud de casas y construcciones antiguas muy bien conservados. Pasamos cerca de Carnutum, un enclave con antiguos restos arqueológicos.

Llegamos a Bratislava justo cruzar la frontera y después de pasar uno de los nuevos puentes sobre el Danubio que unen Austria con Eslovaquia. Al entrar nos damos cuenta que han aumentado las zonas peatonales y tenemos que dar una buena vuelta con los coches hasta llegar a una zona de parkings cercana al centro, la zona más turística de la ciudad. Conseguimos parking y recorremos la zona cercana al Ayuntamiento, Plaza central, Catedral y Teatro nacional. Durante el recorrido comprobamos que los precios siguen siendo muy bajos, que hay muchos edificios que necesitan una buena remodelación y que aún no existe demasiado turismo por la ciudad.

Después de comer fuimos a ver el castillo de la ciudad que está en una colina muy cercana y en muy buen estado, aunque sólo visitamos los patios sin entrar en las dependencias y salas interiores. Tomamos un refresco en una cómoda terraza y después de las correspondientes fotos nos disponemos a volver a Viena y siguiendo las indicaciones de los letreros tomamos un camino de vuelta diferente al de la ida, llegando a Klosterneuburg después de cruzar Viena de nuevo.

Buen tiempo y carreteras correctas.

Para despedir la estancia en Viena hoy vamos a hacer un crucerillo por el Danubio y a tal fin nos dirigimos a uno de los dos puntos de embarque que tienen los barcos que lo realizan con la compañía Blue Danube, el el puente Reichsbrucke. Una vez allí vemos que disponibilidad tienen y nos decidimos por el que circula por un tramo del Danubio, recorre todo el canal hacia el centro de la ciudad y regresa al punto de partida después de pasar por dos exclusas para compensar cambio de nivel entre el río y el canal, en un caso de 4 m. y en el otro de 8 m.

Como es temprano nos vamos al centro comercial, creo, más grande de Viena, la Torre del Milenio, que está muy cercana y después de dar cien vueltas por la misma volvemos al embarcadero, aparcamos en una buena sombra los coches para proteger a Anka, compramos los billetes y esperamos la llegada del barco de las 12h 15. Media hora después nos avisan que han tenido un problema y que saldremos a las 13h 15, pues tampoco porque este barco va muy lleno y no hay plazas, por fin salimos cerca de las 14h, tomando primero la dirección norte por el río y entrando en el canal por la primera exclusa, bajando 4 m. de nivel, por el canal llegamos hasta la Plaza Swedenplatz y no podemos bajar del barco porque es el último que regresa al punto de partida, comemos en el barco y después de pasar la segunda exclusa y los edificios y paisajes que bordean el canal y el río volvemos al camping para preparar la salida del día siguiente con destino a Salzburg.

Nos levantamos a las 6 h y después de recoger tiendas y cargar los remolques desayunamos y nos acicalamos saliendo a las 9 h por la autopista en dirección a Linz, se trata de una autopista con mucho tráfico pero sin colapsos que atraviesa la zona de los bosques de Viena sin grandes desniveles aunque algo incómoda porque tienen algunos tramos en obras. Los paisajes son bonitos y se ven los pueblos de las verdes campiñas de esta zona de Austria.

Dejamos la autopista poco antes de Linz y nos dirigimos a Mauthausen para visitar el antiguo campo de concentración nazi, el cual está muy remodelado con una entrada que parece de museo moderno, nos dan un radio-cassette con las explicaciones del itinerario, nada útil y seguimos la visita con un plano en papel. La mayoría de barracones ya no existen ni se puede visitar ninguno y la visita se realiza viendo unos paneles con fotos y explicaciones como si fuera un reportaje de forma que se ha suavizado mucho la sensación de los hechos que ocurrieron en este lugar. En el exterior del recinto amurallado hay un llano con los monumentos de todos los países que tuvieron presos en el lugar y un poco más lejos vemos la cantera donde trabajaban los presos.

Retrocedemos unos kilómetros y antes de tomar de nuevo la autopista paramos a comer en un restaurante de carretera excelente y con una decoración muy propia del país. Continuamos camino y antes de llegar a Salzburg escogemos un camping a unos 20 km y junto al lago y pueblo de Fuchs, al que llegamos cerca de la 6 h de la tarde y montamos las dos tiendas después de escoger el que nos pareció mejor sitio entre los varios que nos ofreció el responsable del camping.

Hoy hemos tenido tiempo variable con alguna lluvia.

Salimos del camping y vamos a la oficina de turismo de Fuchs para informarnos de que ver por los alrededores y después vamos directamente a Salzburg pasando por algunos pueblos de la comarca con paisajes y casas muy bonitas y típicamente austríacas con gran cantidad de flores y terrenos muy cuidados y aprovechados para cultivo.

Empezamos el día con lluvia que no nos abandona en todo el día, esto es Salzburg. Al llegar vamos directamente al parking que nos han indicado en Fuchs, está muy cerca del centro y tiene plazas disponibles. Nos acercamos al centro, bajo la lluvia, entrando por el puente frente al Ayuntamiento y vemos los edificios y tiendas con sus clásicos letreros de banderola en hierro forjado tan típicos de Salzburg, por a calle de la casa de Mozart nos dirigimos hacia la fuente de Mozart y la Catedral, después por la fuente de los caballos bajo los altos muros del castillo por los pasajes entre calles hasta llegar a comer en el restaurante Zipfer ya tarde para ellos, cerca de las 14h 30, donde nos sirven muy bien mientras por la ventana vemos que sigue lloviendo aunque con una intensidad tolerable.

Entramos en una gran tienda de huevos de Pascua, multitud de souvenirs, bombones de todo tipo con marca Mozart, explotada hasta el límite, una tienda de figuras talladas en madera, vemos una estatua humana simpática, compramos bombones sin azúcar, nos paramos a tomar café en el famoso Tomaselli, lleno hasta el techo y regresamos al parking a recoger las coches intentando llegar al castillo, pero es imposible porque sólo permiten el acceso en funicular desde la plaza de la catedral.

Ya de vuelta a Fuchs damos un vistazo al pueblo, bonito y muy bien cuidado, pero de poca extensión.

Hoy vamos a Thalgau, un pueblo cercano donde nos han dicho que se celebra la fiesta de la cerveza. Llegamos antes de las 12 h, tras un itinerario de unos 20km. Por unos bonitos parajes de campos muy verdes y cultivados, con casas rurales muy bonitas llegamos al pueblo en el que ya están instalados los puestos de cerveza, la orquesta, las mesas con bancos y algunas atracciones menores. La primera toma de contacto es con una cerveza en uno de los primeros puestos que vemos al llegar, a continuación asistimos a la apertura de la fiesta con la colocación del grifo a un tonel de cerveza y su cata por los expertos del lugar, sigue la fiesta con música y diversas actuaciones y sobre todo con mucha cerveza (en Austria los vasos normales son de 1/2 litro aunque los hay mayores).

Comemos en una mesa con bancos a base de pollo a l'ast y cerveza en esta fiesta, en la que diría que somos prácticamente los únicos turistas que no somos del país. Muy bueno y barato, después café y postres que se compran directamente en los puestos de los aldeanos y se comen en la mesa escogida.

Al iniciarse la tarde nos vamos de Thalgau hacia el lago Mondsee, al que bordeamos por el lado este con unas bonitas vistas y a continuación vamos al lago Wolfgangsee. Paramos en St. Gilgen para ver el lago, el pueblo, sus casas con fachadas decoradas, un cementerio en el centro del pueblo, original, y regresamos a Fuchs.

Vamos a hacer la ruta de los lagos de Salzburg: hay muchos pero tendremos que limitarnos a unos pocos para ver durante el día de hoy.

Iniciamos el camino por el Wolfgangsee. A continuación, por la carretera de peaje especial de Postalm, bonita pero muy cara (13 €), nos dirigimos por Abtenau y Gosau hasta el lago Hallstattsee, según dicen el más bonito y que sí lo es, pero pierde un poco por la lluvia que nos acompañará prácticamente toda la mañana. La carretera pasa por el borde mismo del lago durante un buen tramo del mismo y las casas de Hallstat están algunas de ellas tan cerca del lago que parece que tengan los cimientos dentro de las aguas del lago.

Vemos a continuación el Altausee y llegamos a Bad Ischl, que no tiene lago pero es el centro turístico más importante de la zona de los lagos, una pequeña y bonita ciudad por la que pasamos en dirección al Traunsee. Pero antes de llegar paramos a comer en un pequeño restaurante de carretera, sencillo pero que hablan español y entendemos lo que vamos a comer antes de verlo. En el lago Traunsee paramos en Gmunden, con unas vistas estupendas del lago, el pueblo y los alrededores con barcas de paseo y de pesca, muchos peces a la vista, patos, cisnes y muchas aves en los alrededores.

Regresamos a Fusch por autopista para preparar el desplazamiento de mañana. Hemos tenido tiempo inestable con lluvia por la mañana y las carreteras locales, pero en buen estado de conservación (algunos tramos con fuertes desniveles).

Salimos de Fusch en dirección al Tirol.

Iniciamos el camino pasando por los lagos Hintersee y Stausee por una carretera local muy estrecha con espacios alternativos para permitir el cruce de dos coches. En un túnel un coche en dirección contraria ha tenido que hacer marcha atrás para poder cruzarnos. Los paisajes extraordinarios, con grandes desniveles y poco tráfico, pocos turistas han pasado por aquí, hasta que llegamos a las cercanías de Hallstein y después de cruzarlo nos encontramos con algunas dificultades en la carretera en dirección a Berchtesgaden, que ya está en Alemania y cerca de la frontera es un parque nacional que teníamos previsto visitar y que nos ha sorprendido muy agradablemente por la presencia de un bonito lago, el Konigsee. También tiene unas montañas extraordinarias llenas de senderos marcados, embarcadero para las barcas que hacen el recorrido del lago, pistas de esquí, tobogán de hielo, tiendas de souvenirs y restaurantes, zonas de picnic, gran parking y muchos alemanes y austríacos, aunque pocos coches de matrícula extranjera.

El pueblo de Berschtesgaden es muy turístico, pero nacional y en el parque nacional prácticamente todos los textos están en alemán. Terminada la visita, que se hizo corta, nos dirigimos por Lofer y Saalfelden hacia Zell Am See, parando antes en las cercanías de Lofer para comer en un restaurante a pie de carretera, con unas grutas naturales como atractivo turístico. Una vez llegamos a Zell am see tomamos la carretera que recorre el valle paralela al parque nacional Hohe Tauern buscando un hotel típico donde hacer noche. Lo encontramos en Niedersill, al lado del río Salzach, que es el que pasa por Salzburg. Se trata de un bonito hotel con los balcones y ventanas llenos de flores, con el vestuario y decoración típicos. Damos un paseo por el pueblo, vemos el río, las casas, etc. y volvemos al hotel para cenar en el mismo francamente bien y nos retiramos a descansar.

El tiempo ha sido bastante bueno y las carreteras locales bastantes estrechas, bien cuidadas con bastantes desniveles y poco tráfico.

Después de un buen descanso en cama y desayuno en el hotel reanudamos el viaje hoy con destino a Innsbruck.

Pasamos por las cataratas de Krimml, que son espectaculares y más aún desde el mirador de la carretera en fuerte pendiente que nos lleva en continua ascensión hasta el paso Gerloss, de unos 1.600 m. de altura. Y si la subida es fuerte la bajada aún lo es más y con más kilómetros hasta llegar al valle del río Inn.

A continuación vamos a Wattens, donde vemos el museo de Swarowski al lado de la fábrica y la tienda con todos los productos que fabrican. La entrada del museo representa una cara toda ella de plantas verdes excepto los ojos, que son de cristal y se pasa por debajo de ella junto a unos surtidores de agua intermitentes y un bonito lago artificial.

A la salida seguimos hasta Innsbruck y el pueblo de Vols, donde habíamos reservado plazas en su pequeño camping. Montamos las tiendas y después de asearnos nos vamos a ver Innsbruck de noche, paseando por la zona antigua y cenamos en uno de los restaurantes típicos de turistas. Al terminar regresamos al camping.

El tiempo ha sido bueno y las carreteras locales con fuertes desniveles, pero en buen estado.

Hoy vamos a visitar los llamados pueblos del oeste de Innsbruck.

Salimos en dirección a Sellrain desde Vols por una carretera que pronto asciende por la montaña y que cada vez es más estrecha. Pasamos por unos paisajes del valle magníficos y llegamos a Kuthai, que es una de las estaciones de esquí más conocidas en la zona de Innsbruck, donde paramos cerca de un lago y de unas vacas. Continuamos el camino circulando por carreteras bastante estrechas, con curvas y muchos desniveles hasta llegar a Oetz, donde hacemos una nueva parada, viendo el pueblo y paseando y a continuación paramos en el pueblo de Stams, en el que nos parece un restaurante correcto y que resulta ser el mejor de todo el viaje. Nos atienden dos chicas total y solamente en alemán, pero con tal facilidad de comprensión que pronto nos ponemos de acuerdo y, tanto por la presentación, la atención, la comida y los super postres, nos queda un recuerdo extraordinario de donde hemos parado.

Regresamos a Innsbruck y nos vamos a ver la iglesia de Wilten que se encuentra al lado de las cocheras de tranvías, muy luminosa y de paredes y ventanas claras que dan sensación de limpia. A continuación vamos al trampolín de saltos de esquí al que vemos desde fuera porque ya es tarde y tampoco hay saltadores que entrenen, volvemos al centro de la ciudad y aparcamos los coches para ver de día la zona antigua y hacer las clásicas compras, viendo el tejadito de oro, la catedral, el arco o puerta de entrada, la tienda Swaroski, la tienda de huevos de Pascua y Navidad, las tiendas de souvenirs, etc y todo ello bajo la lluvia que nos acompaña toda la tarde. Antes de llegar al parking nos paramos en una feria al aire libre con puestos de venta de varios artículos y nos comemos unos frankfurts con cerveza de pié viendo el movimiento de la feria.

El tiempo ha sido bueno por la mañana pero nos ha llovido por la tarde.

Teníamos prevista para hoy una excursión a los pueblos del norte de Innbruck, pero debido al mal tiempo la hemos suspendido porque se trataba de andar un poco y en su lugar nos vamos de shopping, primero a la zona comercial de la ciudad, a un superSpar de alimentación donde parece que hay de todo lo que podamos desear comprar para llevar a casa: cervezas, quesos, mermeladas, bombones, etc, para volver a llenar los remolques.

A la salida nos vamos al centro comercial del pueblo de Vols y en la tienda de deportes hacemos provisión de algunas cosillas como botas, wambas, sueters, cintas y volvemos al camping a comer y preparar la recogida de todas las cosas para la vuelta a casa. A media tarde parece mejorar el tiempo y decidimos irnos a hacer la excursión prevista, pero más corta, de tal manera que vamos por Vill, Patsch, Lans y Aldrans, que al atardecer ofrecen una vista maravillosa de las montañas del norte de Innsbruck y ya sin parar regresamos al camping, donde cenamos en la pizzería del mismo, con fuego a tierra encendido porque ya ha refrescado. Decidimos realizar la vuelta por Trento, Torino y Grenoble, yendo por autopista, en lugar de ir por Como y Génova que es por carretera nacional hasta Milán.

El tiempo ha sido con lluvia por la mañana y algo mejor por la tarde.

Nos vamos de Innsbruck por la autopista del Brenero en dirección a Italia, pasando por el llamado puente de Europa que forma parte del eje vertical del trazado de autopistas norte-sur de Alemania a Italia. Al llegar a territotio italiano pronto vemos avisos de retención a unos 100 km de Trento que se confirman y perdemos unas dos o tres horas por este motivo. La lentitud del tráfico nos permite observar los cultivos de uva italiana con las cepas plantadas en el suelo, pero los racimos levantados aproximadamente 1 metro, como colocados en estantes inclinados.

A partir de Trento el tráfico mejora mucho sin motivo aparente y es mucho mejor el resto de camino hasta Verona. A partir de aquí y por Brescia, Bérgamo y Milán hasta Turín podemos circular mejor, hasta que al llegar a Turín y haberlo puesto como etapa en el GPS nos envía al centro de la ciudad, dando una vuelta por la misma en la que destinamos prácticamente una hora de nuestro tiempo. Al salir de Turín conseguimos con esfuerzo tomar la autopista en dirección a la frontera francesa, que no aparece en letreros hasta unos 40 km de la misma. Llegamos a la frontera justo por la entrada italiana del túnel de Frejus, de unos 15 km y caro (32 €).

Después de pasarlo salimos de la autopista para buscar hotel, pero en vista de las pocas posibilidades volvemos a la autopista hasta llegar a Grenoble, donde encontramos hotel tan sólo dejar la autopista, a la entrada de la ciudad. Nos hacen dejar una fianza a cuenta (será por si no pagamos).

El tiempo ha sido bueno y las autopistas también, pero con mucho tráfico.

Salimos del hotel, previo ajuste de la fianza, y paramos a desayunar a la salida de la ciudad, tomando la dirección de Valence para enlazar con la autopista que viene de Lyon y París, normalmente muy cargada de tráfico, pero no es el caso y podemos circular con relativa facilidad. Continuamos por Orange y Nimes y poco después paramos en un área muy completa con zona grande de picnic y muchos servicios aunque sin restaurante.

Reanudamos el camino hasta llegar al área del Empordà, donde paramos para comer aconpañados de una intensa lluvia que nos sigue desde antes de Perpinyá y que continuará con nosotros prácticamente hasta casa. Después de comer reanudamos el camino y sin ninguna incidencia llegamos a Cornellá, aproximadamente a las seis de la tarde y después de 16 días de paseo por Europa y disfrute de nuestras vacaciones.

Hoy nos ha llovido a partir de las 12h hasta las 15h y las autopistas buenas.