logo QR VIatgeaddictes
The website with practical and useful information for independent travellers
Bandera de Francia

REUNIÓN (Francia)

Guía y relato de viaje a la isla de Reunión

Este es nuestro viaje por libre de 11 días a la isla de la Reunión, un paraíso tropical con muchos atractivos para el viajero: espesos bosques, cascadas, impresionantes paisajes de montaña, un volcán activo que está entre los más accesibles del mundo, senderos para todos los niveles y actividades de aventura, además de playas y una rica gastronomía.

Yolanda y Toni (Viatgeaddictes)
Published on Travel date: 2015 | Published on 01/05/2016
Last updated: 04/2022
3.2 de 5 (236 votes)

Vista del Enclos Fouqué (Piton de la Fournaise)
Vista del Enclos Fouqué (Piton de la Fournaise)

Introducción

La isla de Reunión (en francés La Réunion) está situada en el océano Índico y forma parte del archipiélago de las Mascareñas (junto a las islas de Mauricio, Rodrigues y Agalega), encontrándose al este de Madagascar y unos 175 km al sudoeste de Mauricio, la isla más cercana.

Las dimensiones de la isla son de unos 63 km de largo por unos 45 de ancho, con una superficie de 2.512 km2 y una población de unos 845.000 habitantes (datos de 2014).

Desde el punto de vista administrativo, Reunión es un departamento de ultramar de Francia, con el mismo estatus que cualquier otra región francesa de la Europa continental. Asimismo es una región ultraperiférica de la Unión Europea.

Geológicamente, la isla de Reunión está situada sobre una zona caliente de la corteza terrestre. Por ello, no debe sorprender que cuente con un volcán hiperactivo, el Piton de la Fournaise, con unas 200 erupciones contabilizadas desde que se tienen registros, en 1643.

De hecho, en este mismo año 2015 se han producido cuatro erupciones hasta el mes de octubre (cuando escribimos este texto), una el mes anterior y otra en el posterior a nuestra visita. Afortunadamente se trata de un volcán de tipo hawaiano, con emisiones efusivas de lavas bastante fluidas.

Para el viajero interesado en grandes paisajes, naturaleza y actividades al aire libre la isla de Reunión es un verdadero paraíso. De hecho, a veces se la compara con las islas Hawaii por su clima, orografía y vulcanología.

Y es que esta isla tropical, a pesar de su pequeño tamaño, cuenta con inumerables atractivos: tupidos bosques esmeralda, cascadas que caen por doquier, impresionantes paisajes de montaña, kilómetros y kilómetros de senderos, vistas que quitan el hipo, un volcán activo que está entre los más accesibles del mundo, o actividades de aventura, como descenso de barrancos, parapente, rafting, paseos a caballo, buceo, kite-surfing, avistamiento de ballenas o escalada, entre otros.

Patrimonio de la Humanidad En el año 2010 la Unesco inscribió los pitones, circos y escarpaduras de la isla de Reunión como bien natural en su lista de Patrimonios de la Humanidad, abarcando un 40% de la superficie de la isla.

A todo ello podemos añadir una pizca de cultura a través de su patrimonio criollo, francés, indio, chino o africano en forma de arquitectura o bien de festivales. Y también, como no, están sus playas, aunque personalmente pensamos que estas no son precisamente su fuerte.

En cualquier caso, la isla de Reunión era una especie de deuda pendiente que teníamos desde el año 2009, cuando al planificar nuestro viaje a Madagascar una de las opciones que llegamos a barajar era hacer una escala de algunos días en Reunión en el vuelo entre Europa y la isla roja. Y, por fin, pudimos saldar esa deuda con este corto, pero intenso, viaje que disfrutamos mucho y que no podemos dejar de recomendar.

Podéis ver más fotos de este viaje en el álbum Isla de Reunión que tenemos publicado en nuestro Facebook.


Ficha técnica del viaje

Fechas del viaje

Del 20 al 30 de junio de 2015.

Itinerario

mapa

Día 1: Barcelona → flight → París CDG → flight → ... (noche en ruta)

Día 2: ... → flight → aeropuerto Roland Garros (Reunión) - Saint-Denis

Día 3: Saint-Denis - Hell-bourg - Ilet-à-Vidot - Rivière du Mât - Hell-bourg

Día 4: Hell-bourg - Bé Maho - Takamaka - St. Anne - Piton St. Rose - Anse des Cascades - Le Grand Brûlé - St. Joseph - St. Pierre

Día 5: Saint-Pierre - Pas de Bellecombe - Saint-Benoiït - Bras Panon - La Plaine des Palmistes - Bourg Murat - Saint-Pierre

Día 6: Saint-Pierre - Cilaos - Roche Meravelleuse - Ilet-à-Cordes - Cilaos

Día 7: Cilaos - Bras Rouge - Cilaos - Bras Sec - Cilaos

Día 8: Cilaos - Pas de Bellecombe - Bois de Nefles- Saint-Paul - Bois de Nefles

Día 9: Bois de Nefles - Saint-Paul - Boucan Canot - Hermitage-les-Bains - La Saline-les-Bains - Saint-Leu - L'Étang Salé-les-Bains - Saint-Gilles-les-Bains - Bois de Nefles

Día 10: Bois de Nefles - Le Maïdo - Dos d'Ane - Saint-Denis - aeropuerto Roland Garros → flight → .. (noche en ruta)

Día 11: ... → flight → París CDG → flight → Barcelona


Gastos del viaje

+ 1.390 € (2 pax vuelo París - Reunión - París con la compañía Air Austral)
+ 442 € (2 pax vuelo Barcelona - París CDG - Barcelona, ida con Air France y vuelta con Vueling)
+ 303 € (coste coche alquiler, 8 días, incluyendo seguro a todo riesgo y otros extras)
+ 55 € (gasolina diesel coche alquiler, 988 km recorridos)
+ 612 € (alojamiento, 8 noches)
+ 450 € (otros: entradas, restaurantes, supermercados, recuerdos, ...)
= 3.252 € (total viaje para 2 personas)

El coste de la vida en Reunión, al menos para el viajero, es más o menos equiparable al que encontraría viajando por Francia, e incluso ligeramente superior, suponemos que por su carácter insular y la lejanía de la metrópoli.

Dinero

Puesto que la isla de Reunión es territorio francés y, por tanto, forma parte de la Eurozona, la moneda aquí es el Euro. Por otra parte, el uso de las tarjetas de crédito está bastante extendido y en algunas ciudades, además, es posible encontrar cajeros automáticos.

Transporte

Avión. Para el vuelo internacional a la isla de Reunión no hay muchas alternativas, pero la mayoría de ellas vuelan desde París. Las compañías aéreas con vuelos a Reunión son: Air Austral, Air France, Corsair y Air Mauritius. De ellas, Air Austral es la que ofrece más frecuencias y sus precios suelen ser más económicos.

El hecho de buscar vuelos a Reunión con conexión en París desde alguna ciudad española puede encarecer muchísimo el precio de un billete que, ya de por sí, no suele ser nada barato. Por ello puede ser una buena idea comprar separadamente el vuelo París-Reunión-París y la conexión de ida y vuelta a París con alguna compañía de bajo coste. Pero hay que tener la precaución de dejar suficiente tiempo entre vuelos para cualquier imprevisto ya que ninguna compañía se hará responsable si llegamos tarde al enlace.

En nuestro caso encontramos un vuelo entre París Charles de Gaulle (CDG) y Reunión, ida y vuelta, por sólo 695 € con la compañía Air Austral. Y separadamente también compramos un vuelo de Barcelona al aeropuerto Charles de Gaulle de París, ida y vuelta, con la compañía Vuelingimage con un coste de 221 €.

Alquiler de Coche. Para recorrer la isla de Reunión nosotros optamos por alquilar un coche para tener total libertad y poder modificar la ruta sobre la marcha, porque si bien hay transporte público (autobús) entre las principales poblaciones de la isla, también ocurre que este no llega a todos los rincones ni lo hace con la frecuencia deseada.

Nosotros reservamos un coche a través del portal de reservas Booking.com con recogida y entrega en el aeropuerto internacional Roland Garros, cercano a Saint-Denis. Debe tenerse en cuenta que la recogida/entrega del coche en este aeropuerto puede acarrear un coste extra de 29 Eur, por lo que puede ser bueno mirar otras alternativas en la isla (Saint-Denis, Saint-Pierre, etc), aunque la oferta disponible es mucho menor que en el aeropuerto Roland Garros.

El precio total de un coche económico para 8 días, incluyendo seguro a todo riesgo y conductor adicional, fue de 274 €. El coche que nos entregaron fue un Peugeot 208 diesel. La compañía local contratada a través del portal de reservas fue Rent-a-car Réunion, pero reservando este mismo tipo de vehículo directamente en su web el precio final resultante era superior al ofertado por el portal de reservas (¡!).

Por lo que respecta al combustible, en Reunión el precio medio del combustible diesel durante las fechas de este viaje era de 1,11 €/litro, unos pocos céntimos más barato que el precio medio en las gasolineras de la provincia de Barcelona por esas mismas fechas.

En general, todas las carreteras que recorrimos en la isla estaban en bastante buen estado y bien señalizadas. En cuanto a la forma de conducir de los reunioneses no tenemos nada particular que destacar, aunque, como en cualquier otra parte, conviene adaptarse a las costumbres locales.

Para nuestros trayectos en coche por Reunión nos fue muy útil la aplicación MapFactor Navigator, sobre tableta Android, que hace las veces de navegador GPS y no necesita conexión online, a diferencia de Google Maps, porque los mapas se descargan localmente en el dispositivo.

Alojamiento

Todas la reservas de alojamiento en la isla de Reunión las hicimos a través del portal Booking.com. El del día de llegada, en Saint-Denis, lo reservamos desde casa, antes de volar a Reunión, pero el resto los fuimos reservando sobre la marcha para tener más flexibilidad en nuestra ruta por la isla.

Ver detalle de los alojamientos utilizados durante este viaje en la descripción del día a día de la ruta seguida.

Salud

En la isla de Reunión las condiciones sanitarias son bastante buenas. Y al ser territorio francés se puede utilizar allí la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE), pero dada la lejanía de la isla respecto a la Europa continental es altamente recomendable llevar un seguro médico privado de amplia cobertura que incluya también la repatriación.

Sobre todo si tenemos en cuenta que Reunión es un destino ideal para actividades al aire libre, las cuales no están exentas de la posibilidad de que ocurra algún percance o accidente que requiera tratamiento médico.

Por otra parte, en Reunión se han dado casos de la fiebre Chikunguña (en 2006 una epidemia llegó a afectar a casi un 30% de la población), la cual se produce por mordedura del mosquito Aedes aegypti. Desde entonces la afectación de esta enfermedad es casi nula, pero aún y así conviene, sobre todo si se viaja a Reunión en temporada de lluvias, llevar un buen repelente de insectos para evitar las picaduras.

Clima

Reunión se caracteriza por un clima tropical húmedo. La influencia de los vientos alisios, que soplan de este a oeste, y la presencia de altas montañas en el centro de la isla dan lugar a una gran variedad de microclimas, ya sea a nivel de temperaturas (a nivel de mar o en alta montaña) o de precipitaciones (la costa oriental es mucho más lluviosa y está más expuesta al viento que la occidental, la cual queda resguardada por las montañas).

Nuestro viaje a Reunión, a finales de junio, coincidió con el invierno austral, el cual va de mayo a noviembre. Este periodo suele ser el más recomendado para viajar a la isla, ya que las temperaturas son más suaves y, en teoría, llueve bastante menos. En cualquier caso conviene evitar el periodo de ciclones, de diciembre a marzo.

En los días de nuestra visita a la isla las temperaturas fueron, en general, agradables de día y algo frescas o muy frescas por la noche, dependiendo de si estábamos a nivel de mar o en altura. Por todo ello recomendamos llevar ropa de abrigo si váis a visitar zonas de alta montaña, ya que el frío puede ser intenso.

Diferencia horaria

La hora local en Reunión es de +2 horas respecto del horario de la España peninsular. Por otra parte, en las fechas de nuestro viaje, en la isla de Reunión el sol salía sobre las 6:55 h. y se ponía aproximadamente a las 17:48 h.

Electricidad / Internet

En la isla de Reunión la electricidad es de 220/240 V y 50 Hz, y el tipo de enchufe que encontramos es el tipo europeo de dos clavijas (tipos C/E), por lo que no es necesario ningún tipo de adaptador para nuestros aparatos.

En muchos alojamientos y algunos restaurantes o cafés hay conexión wi-fi, aunque su calidad y alcance depende de cada lugar.

Guía de viaje

Mauritius, Reunion & Seychelles, de Lonely Planet (8ª edición, Diciembre 2013, en formato digital Pdf y publicada en inglés). Sólo compramos la parte de la guía correspondiente a Reunión. Información bastante correcta y útil.

Para complementar la información proporcionada por la guía mencionada en el apartado anterior recurrimos también a mapas y folletos que obtuvimos en las oficinas de turismo del aeropuerto internacional Roland Garros y de las ciudades de Saint-Denis y de Saint-Pierre.


RUTA POR LA ISLA DE LA REUNIÓN, DÍA A DÍA

Día 1: Barcelona - París CDG - ...

A primera hora de la tarde embarcamos en un vuelo directo de la compañía Air France desde el aeropuerto de Barcelona/El Prat con destino al aeropuerto Charles de Gaulle de París (Paris CDG). Este vuelo tuvo una duración total de 1 hora y 40 minutos, recorriendo una distancia aproximada de 820 km.

Un retraso en la salida de este vuelo se nos come una buena parte del margen de seguridad en tiempo que teníamos calculado antes de tomar el siguiente, por lo que nada más aterrizar en París hemos de empezar a correr. El hecho de no ser una conexión incluida en el mismo billete supone que hemos de ir a recoger el equipaje facturado en el vuelo precedente y buscar el mostrador de facturación del siguiente, con Air Austral, para facturarlo nuevamente (las tarjetas de embarque ya las teníamos).

Para suerte nuestra el personal de tierra de Air Austral fue muy amable y comprensivo con nuestra situación. Gracias a ello pudimos facturar el equipaje con el mostrador ya cerrado y nos acompañó una persona de la compañía a través de los distintos controles de seguridad hasta la misma puerta de embarque.

Por cierto, en el aeropuerto Charles de Gaulle de París hay wifi gratis, sin límites de tiempo. Sólo hay que registrarse en un sencillo formulario y ya está.

Nuestro vuelo de Air Austral a Reunión, en un Boeing 737-600, despega de París a las 19:45. Por delante nos queda un largo viaje de 9.400 km y 10,5 horas de vuelo. El servicio a bordo, incluida la comida, es de los mejores que recordamos. Esto, además del dormir unas horas y las películas, juegos y música del sistema de entretenimiento a bordo del avión, nos hacen pasar rápidamente las horas.


Día 2: ... - AEROPUERTO ROLAND GARROS (REUNIÓN) - SAINT-DENIS

Aterrizamos en el aeropuerto Roland Garros, situado junto a la costa norte de la isla de Reunión, a las 8:20 de la mañana. Recogemos el equipaje y salimos de la terminal de llegadas sin pasar ni un solo control de pasaportes, ya que a pesar de haber volado casi 10.000 km continuamos estando en territorio francés (y de la Unión Europea).

En la terminal de llegadas hay una oficina de información turística donde recogemos algunos mapas y folletos turísticos de la isla.

A continuación salimos al exterior a buscar la parada de la navette Aérobus, un autobús que comunica el aeropuerto con el centro de Saint-Denis, la capital de la isla. Este trayecto cuesta 4 € y supone unos 20 minutos.

Mansión colonial de Saint-Denis
Mansión colonial de Saint-Denis

El autobús nos deja al lado del Hôtel de Ville de Saint-Denis y a sólo 200 metros del hotel que tenemos reservado.

Tras dejar las cosas en el hotel dedicamos este primer día en Reunión para visitar tranquilamente la capital (bajo los efectos del cansancio del viaje y del jet-lag).

Saint-Denis es la capital y ciudad más grande de la isla, con una población de unos 158.000 habitantes. Aunque no es el principal atractivo de la isla merece sobradamente una visita de al menos medio día.

Vale la pena recorrer la Rue de Paris, la Rue Pasteur, la Avenida de la Victoire o la Rue Jean Chatel para ver sus principales monumentos coloniales y criollos, así como edificios religiosos.

Entre los primeros destacamos el Antiguo Ayuntamiento, los Antiguos Almacenes Aubinais, la Prefectura, el Palacio Rontaunay, la Maison Deramond-Bairre, el Museo Léon Dierx o la Maison Kichenin. Entre los edificios religiosos está la mezquita Noor E Islam, la catedral de St. Denis, la pagoda china Guang Di o un templo tamil.

También disfrutamos del bonito y relajante Jardin de l'État, al final de la Rue de Paris, con numerosos ejemplares de árboles y plantas tropicales.

Le Barachois, paseo marítimo sobre el Índico
Le Barachois, paseo marítimo sobre el Índico

Y finalmente destacamos Le Barachois, el paseo marítimo de St. Denis. Aquí encontramos algunos cañones y una estatua del famoso aviador local Roland Garros.

Por casualidad, el domingo que estuvimos en St. Denis se celebraba la Fête de la Musique, con multitud de conciertos de música gratuitos por todo el centro de la ciudad, a cargo de grupos reunioneses y con estilos musicales de lo más variados: jazz, electro, reggae, rock, séga, maloya, o música urbana con instrumentos tardicionales de la isla.

Desde las 4 de la tarde hasta medianoche, además de los conciertos, hay numerosos chiringuitos de comida y bebida en las calles, por lo que no debe sorprender el éxito de público que tiene esta iniciativa cultural.

Alojamiento en Alojamiento en Saint-Denis: Central Hotel (78 €/noche con desayuno bufet incluido). Hotel de 2 estrellas, muy bien situado, tranquilo y céntrico. Correcto y funcional, sin más. Recomendable.


Día 3: SAINT-DENIS - HELL-BOURG - ILET-À-VIDOT - RIVIÈRE DU MÂT - HELL-BOURG

A primera hora de la mañana volvemos al aeropuerto Roland Garros con el Aérobus porque allí recogemos el coche de alquiler que tenemos reservado a través del portal de reservas Booking.com. En la oficina de la empresa local Rent-a-car, situada en el exterior frente a la terminal de llegadas, hacemos el papeleo y nos dan las llaves de un Peugeot 208 diesel que está en el aparcamiento adyacente.

Salimos con el coche del recinto aeroportuario y tomamos la autovía N2 en dirección a Saint-André. Nuestro primer destino en la isla es Hell-bourg, en el corazón del circo de Salazie.

Vista de Hell-bourg y el circo de Salazie desde Be Maho
Vista de Hell-bourg y el circo de Salazie desde Be Maho

Unos kilómetros después de dejar atrás Saint-André nos desviamos hacia el interior por la carretera D48. Al cabo de poco ya nos vemos inmersos en un precioso paisaje de montañas y saltos de agua que caen por doquier. Estamos entrando en el llamado Circo de Salazie, hoy día una caldera volcánica.

La carretera va ganado altura hasta llegar a la población de Salazie, pero continuamos unos kilómetros más hasta llegar al pequeño pueblo de Hell-bourg, nuestro destino final de hoy.

Hell-bourg es el principal núcleo habitado dentro del circo de Salazie y está situado a una altitud de 1.344 metros. En el pasado vivió una época de prosperidad como balneario cuando en el año 1830 las autoridades coloniales descubrieron una fuente termal junto al pueblo. La primera carretera para carruajes alcanzó Hell-bourg en el año 1890.

Hoy día Hell-bourg es el sitio natural ideal para disfrutar del circo de Salazie, así como el lugar de inicio de muchos senderos que recorren el circo de Salazie o se adentran en los circos vecinos de Mafate o Cilaos. También es interesante por sus bonitas casas criollas, construidas durante la época de prosperidad de esta población.

Para comer en Hell-bourg al mediodía recomendamos el restaurante P'tit Koin-Creol, en la Rue du Général de Gaulle. Este minúsculo restaurante, en una casa criolla, es un buen lugar para probar la auténtica gastronomía reunionesa, como el gratinado de chouchous o un sabroso curry.

Por la tarde vamos andando, siguiendo un camino indicado, hasta los antiguos baños termales de Hell-bourg.

El Piton d'Enchaing entre nubes
El Piton d'Enchaing entre nubes

No queda gran cosa de los edificios e instalaciones que albergaron los baños termales, pero el lugar en sí es bonito, en una zona boscosa y junto a un pequeño río, y pudimos contemplar preciosas y coloridas flores tropicales. Se encuentran en las afueras del pueblo, a sólo 10 minutos andando.

Después tomamos el coche y seguimos la carretera en dirección a Ilet-à-Vidot.

Pasamos este minúsculo pueblo y seguimos unos 2 km más por una carretera muy estrecha hasta llegar a un aparcamiento desde donde parte un camino que desciende hasta el río Rivière du Mat.

Desde este aparcamiento se divisa un precioso paisaje , con el imponente Piton d'Enchaing en primer término (la palabra francesa piton hace referencia a la cumbre puntiaguda de una montaña).

De regreso a Hell-bourg damos una vuelta por el pueblo para ver algunas de las bonitas casas de estilo criollo.

Alojamiento en Alojamiento en Hell-bourg: Relais des Cimes (65 €/noche, sin desayuno). No era nuestra primera opción, pero al estar aún en temporada baja algunos de los pocos alojamientos en Hell-bourg estaban cerrados. Sólo tiene wi-fi en zonas comunes. Hotel correcto, sin más.

Kilómetros recorridos en coche Kilómetros recorridos en coche: 50 km.


Día 4: HELL-BOURG - BÉ MAHO - TAKAMAKA - RUTA COSTA ESTE - SAINT-PIERRE

Empezamos el día disfrutando de unas estupendas vistas sobre las montañas desde nuestra habitación.

Después de desayunar algo en una cafetería de la calle principal, y antes de abandonar Hell-bourg, damos otro paseo por el pueblo para ver más casas de estilo criollo, como la interesante y bonita Maison Folio (entrada: 5 €).

Cascadas Le voile de la mariée (Salazie)
Cascadas Le voile de la mariée (Salazie)

Con el coche salimos del pueblo en dirección a Be Maho, a sólo 3 km. Seguimos una estrecha carretera que asciende rápidamente y al cabo de unos 2 km encontramos una zona de picnic, junto a la carretera, desde donde hay unas vistas inigualables sobre el circo de Salazie. Muy recomendable subir hasta este mirador.

Deshacemos el camino hasta Hell-bourg y marchamos en dirección a Salazie.

Aproximadamente 1 km antes de llegar a Salazie nos detenemos para disfrutar del espectáculo formado por las cascadas El velo de la novia (Le voile de la mariée).

En realidad se trata de decenas de pequeñas cascadas que forman hilos de agua blancos que caen por la pared casi vertical de una montaña. Muy bonito.

Continuamos en dirección a Saint-André, pero por el camino paramos varias veces para poder fotografias otras cascadas impresionantes. Esta preciosa carretera, la D48, sigue el único camino de entrada posible al circo de Salazie.

Poco antes de llegar a Saint-André conectamos con la carretera N2 y la tomamos en dirección sur.

Poco después, a medio camino entre Bras-Panon y Saint-Benoit, nos desviamos a la derecha para tomar la D53 en dirección a Takamaka.

Esta carretera asciende durante unos 15 km hasta llegar a los 763 metros de altura, a un lugar donde finaliza la carretera y donde encontramos una central hidroeléctrica.

Espectacular vista des del mirador de Takamaka
Espectacular vista des del mirador de Takamaka

Aquí se encuentra el mirador de Takamaka, con vistas sobre el valle del mismo nombre y que pasa por ser uno de los lugares más lluviosos del mundo.

Las vistas desde el mirador son sencillamente espectaculares (ver vídeo), por lo que vale mucho la pena desviarse y recorrer estos 30 km de ida y vuelta.

En días claros, algo que parece difícil de tener aquí, se puede ver a lo lejos la parte central del Piton des Neiges y las murallas del circo de Mafate. Desde el mirador parte el largo sendero de Takamaka que desciende hasta el río Marsouins y continúa hasta el bosque de Bebour.

De vuelta al coche deshacemos el camino hasta la N2 y continuamos hacia el sur. Al llegar a Sainte-Anne nos detenemos para ver la curiosa iglesia de Sainte-Anne. Esta iglesia fue reconstruida por el Padre Daubenberger, y entre 1926 y 1950, con la ayuda de sus feligreses, decoró la capilla y la fachada de la iglesia con todo tipo de motivos, sobre todo flores y frutas, que incrustó en el cemento de las paredes.

Pocos kilómetros más allá, antes de llegar a Sainte-Rose, nos detenemos nuevamente para visitar el bonito puente suspendido sobre el río del Este (Pont suspendu de la Rivière de l'Est). Hoy día este puente es sólo peatonal. Con una longitud de 152 metros fue el puente más largo del mundo en las fechas de su construcción, en 1894.

Lava solidificada a las puertas de Notre-Dame-des-Laves
Lava solidificada a las puertas de Notre-Dame-des-Laves

En Sainte-Rose visitamos la conocida iglesia de Notre-Dame-des-Laves, llamada así porque en la devastadora erupción del volcán Piton de la Fournaise de abril de 1977 la colada de lava invadió parcialmente la iglesia (llegó a entrar en el interior por la puerta) pero no la destruyó y sobrevivió milagrosamente. Curioso de ver.

Más adelante nos desviamos a la izquierda por una carretera que en 2 km conduce a Anse des Cascades, un precioso lugar natural junto al mar, con una playa de rocas volcánicas, numerosas cascadas y una zona de cocoteros. Es un lugar muy apreciado por la población local, por lo que hay una zona de pic-nic. Nosotros aprovechamos para comer en el restaurante Anse des Cascades, una buena opción para comer en un entorno idílico.

Después de un agradable paseo por Anse des Cascades volvemos al coche y retomamos la N2 hacia el sur (esta carretera, la Route Nationale 2, bordea toda la costa oriental y parte de la sur, desde Saint-Denis hasta Saint-Pierre).

El siguiente lugar de interés en la costa oriental de la isla es la zona llamada Grand Brûlé. Se trata de una amplia zona cubierta por numerosas coladas de lava que han descendido por el flanco oriental del volcán Piton de la Fournaise en distintas erupciones. De hecho las últimas erupciones han sido tan potentes que las corrientes de lava han llegado hasta el mar y han hecho que la isla crezca en varias hectáreas.

Por motivos obvios esta zona es la menos poblada de la isla, con la carretera RN2 que la cruza como único vestigio humano.

Cráter sobre la Grand Brûlé
Cráter sobre la Grand Brûlé

Por cierto, esta carretera ha sido reconstruida cada vez que una colada de lava ha pasado por encima de ella. Esta zona limita al norte con la muralla boscosa de Bois-Blanc y al sur con Le Tremblet.

Las distintas coladas están señalizadas con el año en que tuvieron lugar y vale la pena detenerse en varios puntos de la RN2 para admirar las curiosas formas que puede adoptar la lava al solidificarse, algunas de ellas muy artísticas, como la Pointe de la Table y su arco de lava petrificada. También sorprende lo rápido que crece la vegetación sobre la lava aún caliente.

Y así llegamos así al sur de la isla y cruzamos Saint-Phillipe. Pasamos de ir casi solos por la carretera a ver bastante tráfico. Nos detenemos brevemente en Saint-Joseph, pero nos pareció una ciudad bastante caótica y sin ningún interés, por lo que rápidamente continuamos ruta hacia Saint-Pierre nuestro destino final de hoy.

Al llegar a Saint-Pierre vamos directamente a la oficina de turismo (en el Boulevard Hubert Delisle, situada junto al puerto) para obtener información y mapas. Buscamos hotel por las inmediaciones y una vez resuelto el alojamiento salimos a dar una vuelta por Saint-Pierre, caminando por el agradable Boulevard Hubert Delisle y luego por la Rue du Port hasta llegar al Ayuntamiento, ubicado en un precioso edificio.

Alojamiento en Alojamiento en Saint-Pierre: Le Nathania (50 €/noche por una habitación doble grande con baño, wi-fi y parking para el coche). Se trata de un hotel bastante básico, pero correcto y hasta agradable, además de muy bien situado. Estábamos casi solos en el hotel, por lo que la tranquilidad estaba asegurada.

Kilómetros recorridos en coche Kilómetros recorridos en coche: 170 km.


Día 5: SAINT-PIERRE - POR LA RUTA RN3 HASTA BRAS PANON - SAINT-PIERRE

Hoy nuestro objetivo inicial era la visita al volcán Piton de la Fournaise, quizás el principal punto de interés de este viaje. Por ello nos levantamos muy pronto, ya que las posibilidades de encontrar buen tiempo y visibilidad en la zona del volcán son mayores por la mañana, aunque tampoco es seguro.

Tomamos el coche y salimos de Saint-Pierre hasta conectar con la carretera RN-3 que cruza la isla por el interior, de sudoeste a nordeste. Tras cruzar la interminable zona urbana de Le Tampon, lenta de cruzar por los semáforos y tráfico denso, la carretera asciende hasta la llamada La Plaine des Cafres y pocos kilómetros después llegamos a Bourg-Murat, a sólo 25 km del centro de Saint-Pierre, donde tomamos el desvío a la derecha indicado como Le Volcan.

Al cabo de poco esta carretera local, la Route forestière du Volcan, empieza a subir y subir entre bosques de cryptomeria, dando lugar a unos paisajes realmente preciosos y muy verdes.

Vista, con arcoiris incluido, desde el mirador Nez de Boeuf
Vista, con arcoiris incluido, desde el mirador Nez de Boeuf

Las numerosas vacas pastando por aquí y allá le dan a la zona un curioso aspecto alpino.

Nos detenemos en un mirador llamado Nez de Boeuf, situado a 2.136 metros de altitud, desde donde se divisan unas vistas espectaculares sobre un valle encajonado entre las altas paredes del macizo del Piton de la Fournaise.

Ya solo por estas vistas vale la pena venir hasta aquí. La climatología cambiante de la zona nos obsequia con un bonito arcoiris sobre este valle.

Continuamos por la misma carretera y al poco empieza a llover y encontramos niebla que no nos deja ver más allá de los 50 metros.

Unos kilómetros más allá dejamos el asfalto y continuamos por una pista que cruza la Plaine des Sables, una meseta completamente cubierta de escoria volcánica. El paisaje se intuye como de otro mundo, pero la niebla y la lluvia no nos dejan ver gran cosa.

Aún y así recorremos los 5 km de pista hasta el final de esta, en el aparcamiento que hay junto al Pas de la Bellecombe, un collado que hay junto a la caldera del volcán Piton de la Fournaise, a una altitud de 2.311 metros.

Una vez en el aparcamiento esperamos un buen rato dentro del coche a la espera de que el tiempo mejore, pero ni la niebla ni la lluvia parecen querer irse hoy. Así que decidimos cambiar de planes para hoy y probar suerte con el volcán otro día.

Así que deshacemos el camino hasta Bourg-Murat y retomamos la RN-3 hacia el norte. Al llegar a Saint-Benoit, ya en la costa nororiental, buscamos un sitio para comer. El cielo continúa muy nublado, pero ya no llueve.

Después continuamos hasta Bras-Panon, a sólo 6 km, y buscamos la Cooperativa Agrícola de la Vainilla, donde queremos ver el proceso de obtención de la vainilla, un producto que forma parte del patrimonio de esta isla.

Planta de la vainilla Bourbon
Planta de la vainilla Bourbon

La visita guiada de 45 minutos (+ 15 minutos de una filmación sobre la historia y la elaboración de la vainilla en Reunión) en esta cooperativa cuesta 5 €/persona y vale mucho la pena, habida cuenta de que la variedad de la vainilla de la Reunión, la vainilla Bourbon, es de las mejores del mundo. Nos explican detalladamente todo el proceso de obtención de la vainilla, desde la polinización de la flor hasta el envasado para el consumo final. Al acabar la visita guiada compramos en la tienda de la cooperativa diversas especialidades con vainilla. Muy interesante.

Acabada la visita volvemos hacia Saint-Pierre por la misma ruta RN-3. La carretera asciende desde la costa hasta el puerto de Bellevue (1.606 metros de altura) y poco después nos detenemos en Plaine des Palmistes para ver la preciosa casa criolla del Domaine des Tourelles.

Al llegar a Saint-Pierre la lluvia que nos ha acompañado también en buena parte del camino de regreso ya ha dejado paso al sol (ya hemos dicho que en esta isla la climatología es muy cambiante). Nos detenemos junto a la playa para disfrutar de la puesta de sol, las olas, los surferos y de los numerosos practicantes de vuelo náutico (parasailing).

Damos una vuelta por el centro de Saint-Pierre, viendo por fuera alguna de las bonitas casas criollas y edificios mencionados en la guía, pero una vez cierran las oficinas y el comercio, a las 18:30, ya se queda todo muerto.

Así que volvemos al Boulevard Hubert Delisle, que es donde hay más ambiente y donde presenciamos una animada y multitudinaria sesión de aeróbic. Para cenar escogemos el restaurante Be Lounge, un lugar moderno que ofrece un bufé libre por 20 €.

Alojamiento en Alojamiento en Saint-Pierre: Le Nathania

Kilómetros recorridos en coche Kilómetros recorridos en coche: 188 km.


Día 6: SAINT-PIERRE - CILAOS - ROCHE MERAVELLEUSE - ILET-À-CORDES - CILAOS

Hoy empezamos el día dando un paseo por la bonita playa de Saint-Pierre, llena de piedrecitas y trozos de coral sobre la arena. Después vamos al precioso mercado cubierto de Saint-Pierre, el lugar idóneo para comprar recuerdos de la isla. Muy recomendable.

Tienda de bebidas en Saint-Pierre
Tienda de bebidas en Saint-Pierre

Nuestro destino de hoy es Cilaos, población situada en el centro de la isla, en el interior del circo de Cilaos y en lado sur del macizo del Piton des Neiges. La distancia entre Saint-Pierre y Cilaos es de unos 45 km.

Salimos de Saint-Pierre hacia el oeste por una carretera que bordea la costa hasta conectar con la RN-1. La tomamos por unos pocos kilómetros hasta llegar a la altura de Saint-Louis, donde nos desviamos para tomar la RN-5 hacia Cialos.

La RN5 es una carretera estrecha y muy virada (tiene más de 400 curvas) que transcurre durante buena parte de su trayecto colgada de la ladera de una montaña y sobre un profundo valle por el que transcurre el río Bras de Cilaos. La carretera passa por un par o tres de túneles muy estrechos, por lo que antes de entrar en ellos conviene ver si ya ha entrado otro vehículo por el otro extremo, sobre todo si es un autobús.

Precisamente a la salida de uno de estos túneles hay un mirador (coordenada GPS: 21°09'42.3"S 55°28'08.4"E) donde es imprescindible detenerse para disfrutar de la extraordinaria vista sobre el circo de Cilaos.

Vista del circo de Cilaos desde el mirador sobre la RN5
Vista del circo de Cilaos desde el mirador sobre la RN5

Cuando llegamos a Cilaos nos dirigimos a la Oficina de Turismo para informarnos sobre actividades en la zona. Aprovechamos para almorzar en un restaurante situado junto a Le Platane, donde damos cuenta de un buen plato de pollo con curry a la vainilla, acompañado de arroz y lentejas de la zona.

Tras dejar el equipaje en el hotel, tomamos el coche y nos vamos hasta un lugar llamado La Roche Marveilleuse, un sitio natural situado a unos 2,3 km de Cilaos y a una altura de 1.435 metros. En él hay un mirador que ofrece unas vistas extraordinarias sobre la parte norte del circo de Cilaos.

Tras disfrutar de las vistas recorremos a pie el llamado Sendero Botánico, el cual transcurre por el interior de un bonito bosque en el que hay paneles con un texto poético explicativo de numerosos árboles y arbustos presentes. Tardamos una hora en completar este sendero circular.

A continuación cogemos el coche y nos vamos hacia Ilet à Cordes, una pequeña aldea situada en una meseta aislada al oeste de Cilaos, a 11 km de distancia por una estrecha y virada carretera que transcurre por la ladera de la montaña, a veces cruzada por el agua de alguna improvisada cascada que cae por la ladera.

Campos de lentejas de Cilaos en Ilet à Cordes
Campos de lentejas de Cilaos en Ilet à Cordes

La ubicación de Ilet à Cordes es realmente extraordinaria y parece que esté situada en el fin del mundo.

Ofrece vistas sensacionales sobre el circo de Cilaos, pero desde un punto de vista muy distinto del de Cilaos pueblo.

Además, a la entrada del pueblo hay numerosos campos dedicados en exclusiva al cultivo de la pequeña y famosa lenteja de Cilaos. Este lugar es una visita imprescindible si vais a Reunión.

De vuelta a Cilaos, y antes de que anochezca, vamos a ver el pequeño lago que hay al este del centro del pueblo.

A continuación volvemos a la calle principal de Cilaos para buscar un restaurante donde cenar, ya que los pocos que hay abiertos en esta época cierran muy pronto y no hay que descuidarse mucho. Finalmente nos quedamos en el restaurante Le Platane.

Alojamiento en Alojamiento en Cilaos: Le Bois Rouge (89 €/noche, con desayuno). Se trata de un pequeño hotel boutique de gestión familiar que fue, sin duda, el mejor alojamiento de todos los de este viaje, ya que lo tiene todo: situado en una casa criolla preciosa, dueños muy simpáticos y serviciales, habitación muy grande y llena de detalles, balcón con bonitas vistas sobre el pueblo y las montañas que lo rodean, desayuno muy completo y copioso, lugar muy tranquilo, etc. El precio puede parecer caro, pero vale la pena cada euro. Muy muy recomendable.

Kilómetros recorridos en coche Kilómetros recorridos en coche: 79 km.


Día 7: CILAOS - BRAS ROUGE - CILAOS - BRAS SEC - CILAOS

Después de un almuerzo pantagruélico, con una gran variedad y cantidad de alimentos deliciosos, ya estamos listos para la excursión de hoy a la cascada de Bras Rouge.

EXCURSIÓN A LA CASCADA DE BRAS ROUGE

La muy recomendable excursión a la cascada de Bras Rouge suele venir indicada como circular, con inicio y final en Cilaos, bajando y subiendo por el mismo camino, el GR R2.

Esta versión es bastante más corta y fácil que la que nosotros finalmente hicimos siguiendo el consejo de la Oficina de Turismo local, pero si tenéis tiempo y ganas os recomendamos la que hicimos nosotros.

Así pues, nuestra idea inicial era bajar hasta la cascada por el GR R1, con inicio en el aparcamiento del área de picnic de Bras Rouge, a poco más de 5 km de Cilaos, y volver al coche por el mismo camino.

Pero una vez en el fondo del cañón cambiamos de idea y continuamos por el GR R2 hasta desembocar en Cilaos. En nuestra opinión esta opción es más completa que las anteriores, ya que ofrece vistas y paisajes más variados.

Así, si queréis seguir nuestro consejo, os recomendamos dejar el coche en Cilaos y tomar el autobús con destino a Ilet à Cordes (precio 1,80 €/persona y hay varios al día), bajando en la parada Sentier Marla. Al otro lado de la carretera está el área de pic-nic y de ahí parte el sendero GR R1.

Y a escasos metros de esta parada de autobús se encuentra también el inicio de un sendero que, montaña arriba, conduce a Marla (pueblo situado en el circo de Mafate) a través del collado de Taïbit.

Salimos de Cilaos con el coche por la D241 en dirección a Ilet à Cordes y aparcamos el coche en el área de picnic de Bras Rouge, a poco más de 5 km de Cilaos, ya que nuestra idea inicial era que nuestra excursión empezara y acabara aquí (ver cuadro adjunto).

Desde el fondo del área de pic-nic parte el sendero GR R1 que conduce a la cascada de Bras Rouge, según el rótulo que vemos al inicio.

El sendero empieza a descender y va cruzando algunos riachuelos, unos con agua y otros secos. El camino es un verdadero sube y baja, pero ofrece extraordinarias vistas sobre parte del circo de Cilaos.

Vista sobre las montañas de Cilaos desde el sendero
Vista sobre las montañas de Cilaos desde el sendero

A partir de un punto el sendero empieza a bajar decididamente hasta llegar al río Bras Rouge, el cual fluye por el fondo del valle en forma de cañón.

Llegamos a la altura del río, situado en un precioso lugar donde hay una pequeña cascada entre enormes piedras, tras unas 2 horas de excursión desde el inicio, en parte porque hacemos numerosas paradas para disfrutar del extraordinario paisaje.

En el camino de bajada encontramos algún tramo que da un poco de miedo porque es un estrecho camino de tierra colgado sobre el cañón y cualquier descuido puede ser fatal.

Para el regreso decidimos no volver por el mismo camino, hasta el aparcamiento donde dejamos el coche. En vez de eso tomamos otro camino que desde el río asciende hasta desembocar en el pueblo de Cilaos. Pero para tomar ese camino tenemos que cruzar el río, lo cual nos supone mojarnos los pies y las piernas en una agua gélida.

Plato de lentejas de Cilaos y cerveza reunionense
Plato de lentejas de Cilaos y cerveza reunionense

Cruzado el río conectamos con el sendero GRR2 que lleva a Cilaos, el cual es más fácil de hacer que el anterior.

Al cabo de una hora, más o menos, este sendero desemboca en la carretera de Cilaos a Ilet à Cordes, a poco más de 1 km del núcleo de Cilaos.

Seguimos andando por la carretera unos 200 metros en dirección a Cilaos y conectamos de nuevo con el GRR2 anterior que sale hacia la derecha.

En menos de 15 minutos ya estamos en Cilaos, porque el GRR2 desemboca en un aparcamiento que hay entre la iglesia y la oficina de turismo. Estamos algo cansados tras 4,5 horas de excursión, pero muy contentos por todo lo vivido.

Esta excursión, de dificultad media, es una de las muchas que hay por la zona, desde muy fáciles a las muy exigentes. En la Oficina de Turismo de Cilaos os pueden informar sobre todas ellas. Y conviene informarse porque en ciertas épocas del año, sobre todo en la temporada ciclónica, algunas rutas son del todo desaconsejadas.

En Cilaos tomamos el siguiente autobús hacia Ilet à Cordes (precio 1,80 €/persona y hay varios al día) y bajamos en la parada Sentier Marla, justo al lado del aparcamiento donde dejamos el coche a primera hora de la mañana.

De vuelta a Cilaos con el coche, tras comer algo y hacer algunas compras (las tiendas cierran a las 17 h), nos vamos hacia Bras Sec, población situada a 6 km de Cilaos por la carretera D241.

El volcán Piton des Neiges (3.070 m.) emerge sobre las nubes
El volcán Piton des Neiges (3.070 m.) emerge sobre las nubes

Si Ilet à Cordes se encuentra en el extremo occidental del circo de Cilaos, Bras Sec está en el lado opuesto, al este del núcleo de Cilaos. Aunque Bras Sec también ofrece algunas vistas panorámicas y vale la pena el recorrido, lo cierto es que no puede competir con la extraordinaria situación de Ilet à Cordes.

De regreso a Cilaos aún nos da tiempo de visitar la Maison des Vins du chai de Cilaos, una cooperativa vinícola que es la única productora de vino de Reunión. Al final de la visita hacemos una cata de vinos de la región mientras contemplamos a lo lejos la silueta del Piton des Neiges.

Hoy, para cenar, volvemos a elegir el restaurante Le Platane tal como ya hicimos el día anterior. Nos gustó y la verdad es que no hay mucho donde elegir.

Alojamiento en Alojamiento en Cilaos: Le Bois Rouge

Kilómetros recorridos en coche Kilómetros recorridos en coche: 25 km.


Día 8: CILAOS - PAS DE BELLECOMBE - BOIS DE NEFLES - SAINT-PAUL - BOIS DE NÈFLES

Después de otro opíparo desayuno dejamos con pesar nuestro estupendo alojamiento en Cilaos y marchamos con el coche por la R5 en dirección hacia el sur de la isla. Nuestro objetivo de hoy es intentar de nuevo la visita al volcán Piton de la Fournaise.

Antes de salir de Cilaos consultamos en Internet la página La Réunion: météo et climat y sus previsiones para hoy en la zona del volcán (indicada en el mapa como Gîte de Bellecombe) son buenas, con un día soleado, pero viendo el día nublado que tenemos en Cilaos nos resulta difícil de creer.

Aún y así decidimos probar suerte. Tomamos la RN5 hasta llegar a La Rivière, desde donde conectamos a través de carreteras locales con la RN3 a la altura de Le Tampon. Por el camino el tiempo continúa muy nublado e incluso llueve ligeramente en algún punto.

Paisaje volcánico sobre la Plaine des Sables
Paisaje volcánico sobre la Plaine des Sables

Cuando llegamos a Bourg-Murat nos desviamos para tomar la carretera hacia el volcán, la llamada Route forestière du Volcan.

Por cierto, si queréis consultar en todo momento las últimas noticias y el estado actual del volcán (incluyendo una webcam) podéis consultar la web Fournaise.info.

Nos detenemos en el mirador Belvedere Nez de Boeuf, pero la niebla no nos permite ver nada (suerte que en la anterior ocasión, tres días antes, habíamos conseguido disfrutar de las extraordinarias vistas desde este mirador).

Continuamos subiendo hacia el volcán y vamos encontrando algunos bancos de niebla, pero ya hace rato que no llueve. Para alegría nuestra el cielo se va abriendo y para cuando llegamos al mirador del Pas des Sables la visibilidad ya es bastante buena.

Vale la pena detenerse en el mirador Pas des Sables, situado a una altura de 2.350 metros, para disfrutar de una panorámica única sobre un paisaje marciano formado por una meseta llamada Plaine des Sables.

Dejamos el asfalto y empezamos a rodar por pista hasta llegar al aparcamiento del Pas de Bellecombe, un collado situado a 2.311 metros de altura. El sol ya luce con todo su esplendor y el cielo está limpio de nubes. ¡Quién lo iba a decir pocas horas antes! (esto da una idea de la variabilidad del clima en esta isla).

Dejamos aquí el coche y, tras calzarnos las botas de montaña y abrigarnos bien (no hay que olvidar la altura a la que nos encontramos, por lo que el aire es frío), comenzamos por ir al mirador que hay sobre el Enclos Fouqué, la última caldera formada por el Piton de la Fournaise.

A continuación bajamos al enorme cráter por un camino formado por 527 escalones que desciende unos 150 metros. Una vez abajo seguimos un sendero balizado con manchas de pintura blanca que transcurre sobre un mar de lava solidificada y empezamos por ver de cerca, incluso entrando en su interior, el fotogénico cráter Formica Leo, un pequeño cono volcánico que se formó en la violenta erupción del año 1753.

Después seguimos por el sendero hasta llegar a la Chapelle Rosemont, una curiosa formación rocosa en forma de túmulo y situada a los pies del cono del volcán Piton de la Fournaise. Se puede entrar en su interior por una entrada lateral y contemplar distintos tipos de lavas solidificadas formando un increíble abanico de formas y colores.

Interior de la Chapelle Rosemont
Interior de la Chapelle Rosemont

A partir de aquí el sendero empieza a subir hacia la cima del cráter Dolomieu, el mayor y más importante de los numerosos cráteres que forman el cono eruptivo del volcán Piton de la Fournaise, cuya altura máxima actual es de 2.632 metros.

El sendero finaliza en un punto de observación sobre el lado este del cráter Dolomieu, después de que en la erupción de abril de 2007 se hundiera 300 metros una gran parte de este cráter.

Nosotros no continuamos hasta la cima del volcán porque el camino es largo y costoso en tiempo.

En cualquier caso la visita a l'Enclos Fouqué es una experiencia extraordinaria y muy muy recomendable. Hay otros senderos por el Enclos Fouqué, pero cualquiera de ellos puede ser cerrado puntualmente en función de las posibles erupciones en la zona.

Caminando por el Enclos Fouqué tuvimos la oportunidad de ver curiosísimas figuras formadas por la lava al solidificarse. Este es uno más de los numerosos alicientes de la visita. Y para finalizar una recomendación: conviene llevar un calzado adecuado para andar por la irregular y cortante superfície de lava solidificada.

Tras más de cuatro hora de pausada visita al Enclos Fouqué desandamos el camino de vuelta al aparcamiento del Pas de Bellecombe.En el trayecto de regreso por la Route Forestière du Volcan realizamos numerosas paradas para disfrutar del paisaje y hacer fotos, contando con la ayuda de un sol radiante.

Formas de la lava solidificada en el Enclos Fouqué
Formas de la lava solidificada en el Enclos Fouqué

Cuando llegamos a Bourg-Murat tomamos la RN3 hacia el sur y poco antes de llegar a Saint-Pierre conectamos con la RN1 hacia el oeste.

Continuamos por la autovía hasta llegar a la altura de Saint-Paul, donde nos desviamos por la D5 primero y la D4 después hasta llegar al hotel de esta noche, situado en Bois de Nèfles, un barrio de Saint-Paul que se encuentra montaña arriba, a unos 500 metros de altura sobre el nivel del mar.

Por la noche bajamos hasta el centro de Saint-Paul, ya a nivel de mar, y buscamos un lugar donde cenar.

Finalmente nos quedamos en una zona del Quai Gilbert, junto a la playa de Saint-Paul, donde hay numerosos chiringuitos que preparan comida para llevar o para comer in situ. Es sábado por la noche y hay mucho ambiente de familias y gente joven.

Alojamiento en Alojamiento en Bois de Nefles: La Villa Zen (95 €/noche, con desayuno). Se trata de una chambre d'hôtes, o sea una habitación en una casa privada, por lo que el resto de espacios, incluido el baño, son compartidos con los dueños de la casa. La terraza-jardín, con piscina, está muy bien y tiene unas vistas muy buenas, pero, para nuestro gusto, la habitación no estaba suficientemente aislada del ruido proveniente del comedor y de la cocina. Además, la ubicación de la casa es un gran inconveniente. Por todo ello no recomendamos este alojamiento.

Kilómetros recorridos en coche Kilómetros recorridos en coche: 240 km.


Día 9: BOIS DE NÈFLES - SAINT-PAUL - BOUCAN CANOT - HERMITAGE-LES-BAINS - LA SALINE-LES-BAINS - SAINT-LEU - L'ÉTANG SALÉ-LES-BAINS - SAINT-GILLES-LES-BAINS - BOIS DE NÈFLES

Después de un desayuno muy consistente en la preciosa terraza exterior de nuestro alojamiento (lo mejor de la casa) nos disponemos hoy a recorrer la costa oeste de la isla, desde Saint-Paul hasta L'Étang-Salé-les-Bains.

Empezamos por bajar nuevamente hasta Saint-Paul, siguiendo la ruta D4, y recorremos todo su frente marino por el Boulevard du Front de Mer, Quai Gilbert y la Rue de la Biae hasta llegar al fotogénico Cementerio Marino, situado junto a una playa de arena negra en el extremo sur de Saint-Paul.

Rocas volcánicas en la costa occidental de Reunión
Rocas volcánicas en la costa occidental de Reunión

Se trata de un cementerio muy pintoresco y ubicado en un bonito lugar. En él reposan los restos de numerosos piratas, como Olivier Levasseur (llamado también La Buse), que surcaron por el Índico en el siglo XVIII. En él también encontramos poetas, pintores y políticos locales, así como los náufragos del velero Ker-Anna que se hundió frente a estas costas a finales del s. XIX.

Continuamos hacia el sur por la carretera que bordea el mar hasta llegar a Boucan Canot. Aparcamos el coche y damos una vuelta por el pequeño paseo que hay junto a la playa. También paseamos por la preciosa playa de arena clara de este pequeño núcleo.

A continuación seguimos con el coche hacia el sur por la ruta N1A hasta llegar a L'Ermitage-les-Bains, donde hoy domingo hay un mercado. Aparcamos junto a la Avenue de Bourbon. El mercado está ubicado en la calle peatonal Mail de Rodrigues y alrededores, junto al supermercado Score, y en él encontramos numerosas paradas con bonita artesanía de la isla. Es un buen lugar donde comprar recuerdos de Reunión.

Después de comer en una boulangerie de la zona y de dar un paseo por la playa volvemos al coche y tomamos la carretera que va por la costa, la Route de Saint-Pierre, hasta llegar a Saline-les-Bains, donde nos detenemos brevemente, para continuar más hacia al sur, hacia Saint-Leu.

Iglesia Notre-Dame de la Salette (Saint-Leu)
Iglesia Notre-Dame de la Salette (Saint-Leu)

Al llegar a Saint-Leu aparcamos el coche junto al pequeño puerto y nos disponemos a visitar este enclave de la costa occidental.

Aunque no era el motivo de nuestra visita, hay que decir que Saint-Leu es algo así como una meca para los amantes de actividades como el parapente, el surf o el submarinismo.

En cualquier caso Saint-Leu tiene un agradable paseo marítimo (y su parque adyacente), muy animado los fines de semana. También vale la pena ver algunos de los edificios de piedra que se construyeron durante la época colonial francesa, como el Ayuntamiento o la iglesia Notre-Dame de la Salette.

Seguimos hacia el sur por la carretera que bordea el mar. Paramos varias veces por el camino para hacer fotos, ya que el contraste de la espuma blanca de las olas al romper sobre las rocas volcánicas negras nos llama mucho la atención.

Cuando llegamos a Étang-Salé-les-Bains vamos a una preciosa y enorme playa de arena negra situada junto a la calle Octave Benard, cerca del camping municipal. Sentados sobre la arena asistimos a la puesta de sol sobre el mar.

Desde Étang-Salé-les-Bains volvemos hacia el norte por la RN1 hasta llegar a Saint-Gilles-les-Bains, el centro turístico de la costa oeste de Reunión. Aquí damos un paseo por su pequeño paseo marítimo y por el puerto deportivo, ya que tampoco da para mucho más.

Aprovechamos para cenar en el restaurante Le Grilladin, de comida criolla, que hay en la plaza Paul Julius Bénard, una plazoleta junto a la Oficina de Turismo y el mercado. Después de cenar volvemos, vía Saint-Paul, a nuestro alojamiento en Bois de Nèfles.

Por cierto, en las playas de la costa occidental de Reunión es frecuente ver señales que avisan de la presencia de tiburones (Danger requin en francés).

Aviso de tiburones en la playa de Étang-Salé-les-Bains
Aviso de tiburones en la playa de Étang-Salé-les-Bains

Y todo ello porque en los últimos años se han multiplicado los ataques de tiburones a bañistas en la isla, con unos 18 ataques contabilizados entre 2011 y 2015, con el resultado de 7 muertos y 10 heridos (entre 1990 y 2011 se habían producido un total de 24 ataques de tiburones).

Por suerte en la isla hay zonas seguras de baño, ya sean playas protegidas por la barrera de coral que hay en algunos tramos de la costa reunionense o bien por redes artificiales para evitar el paso de los escualos a la zona de baño.

Las playas de Boucan Canot o de Saint-Pierre son, en principio, aptas para el baño, entre otras, pero en cualquier caso conviene seguir las indicaciones de las banderas en las zonas de baño, del personal de vigilancia o bien fijarse en lo que hacen los locales. En Boucan Canot hay, además, una piscina natural ideal para que se bañen los niños (y cualquiera) con total seguridad.

Después de la cena volvemos a nuestro alojamiento pasando nuevamente por Saint-Paul antes de subir a la zona donde se encuentra Bois de Nefles.

Alojamiento en Alojamiento en Bois de Nefles: La Villa Zen

Kilómetros recorridos en coche Kilómetros recorridos en coche: 128 km.


Día 10: BOIS DE NEFLES - LE MAÏDO - DOS D'ANE - SAINT-DENIS - AEROPUERTO R. GARROS - ...

Tras desayunar y recoger nuestro equipaje abandonamos el alojamiento de estos últimos días y ponemos rumbo hacia Le Maïdo. Por cierto, en el momento de recoger nuestras pertenencias nos encontramos con un pequeño escorpión en el suelo de la habitación. Posteriormente nos enteramos de que se trata de la variedad Isometrus maculatus, muy común en Reunión (y otros muchos lugares del mundo), y de que su picadura no es mortal, aunque sí bastante dolorosa.

Salimos a la carretera D4 y la tomamos en dirección a Trois Bassins. A los pocos kilómetros seguimos la indicación Le Maïdo y tomamos la D3 (carretera Hubert Delisle). Más adelante, en una rotonda, tomamos una carretera local llamada Route du Maido.

Vista brumosa del circo de Mafate desde Le Maïdo
Vista brumosa del circo de Mafate desde Le Maïdo

La carretera sube y sube hasta llegar a la cima del Piton Maïdo, más conocida com Le Maïdo, y situada a una altura de 2.190 metros.

Aquí encontramos un aparcamiento y una zona de miradores sobre el circo de Mafate, siendo este uno de los miradores más espectaculares que podemos encontrar en la isla de Reunión.

Desde aquí podemos disfrutar, si el día es suficientemente claro, sin lluvia y/o niebla, de unas vistas panorámicas sin igual sobre el circo de Mafate, así como de la costa oeste de la isla.

A vista de pájaro podremos admirar una naturaleza casi virgen, sólo interrumpida por algunas aldeas aisladas donde sus habitantes viven casi en autarquía, puesto que la zona de Mafate sólo es accesible a pie (o en helicóptero en casos de emergencias o eventos especiales).

Hay más posibilidades de buena visibilidad en Le Maïdo si vamos por la mañana, aunque esto tampoco es garantía de nada. En nuestro caso, ya en la ruta hacia Le Maïdo encontramos bancos de niebla y lloviznas ocasionales. Aunque al llegar a los miradores tuvimos la suerte de que no llovía y de que, a ratos, las nubes se retiraban y nos permitían ver vistas parciales del circo, pero no todo en su conjunto. La visibilidad no fue todo lo buena que nos hubiera gustado, pero aún y así valió mucho la pena llegar hasta aquí.

Acabada la visita a Le Maïdo tomamos la misma carretera por la que hemos venido e iniciamos el descenso. Esta ruta transcurre por unos bonitos paisajes y antes de llegar a Le Maïdo cruza por un bosque de tamarindos con zonas de picnic.

Otra vista del circo de Mafate desde Le Maïdo
Otra vista del circo de Mafate desde Le Maïdo

Al llegar casi a la costa conectamos con la RN1 y la tomamos en dirección norte. Al llegar a la altura de Le Port nos desviamos en una rotonda en La Possession para tomar la carretera D1 en dirección a Dos d'Ane. Nuestro objetivo es ir a otro lugar desde el que ver el circo de Mafate con una perspectiva distinta a la obtenida desde Le Maïdo.

La carretera D1 comienza a ascender rápidamente y al cabo de 13 km llegamos al pueblo de Dos d'Ane, lo cruzamos y al poco vemos una indicación a la derecha que pone Cap Noir. La seguimos y al cabo de 2 km la carretera finaliza en un parking, donde dejamos el coche.

Nos encontramos a una altura de 1.142 metrios sobre el nivel del mar y al ir subiendo por la carretera las nubes se han ido haciendo más compactas, empezando a caer una lluvia fina. Aún y así tomamos el sendero que conduce a los puntos Cap Noir y Roche Verre Bouteille. Se trata de un recorrido circular de 3 km y 250 metros de desnivel de subida y de bajada.

Pero al poco de iniciar el camino desistimos porque con la lluvia el estrecho sendero se ha vuelto muy resbaladizo y este transcurre por el borde de un precipicio de centenares de metros de caída. Por ello decidimos que no vale la pena arriesgarse a un accidente fatal, sobre todo teniendo en cuenta que, además, la visibilidad es muy mala, por lo que la posibilidad de ver algo desde los miradores es casi nula.

Estatua del aviador local Roland Garros (Saint-Denis)
Estatua del aviador local Roland Garros (Saint-Denis)

Volvemos al coche e iniciamos el regreso a la costa por la misma carretera D1. Al llegar a la población de La Possession conectamos nuevamente con la N1 y la tomamos en dirección a Saint-Denis.

Esta carretera hasta Saint-Denis trascurre entre el mar y unos acantilados.

Ya en Saint-Denis aparcamos el coche y vamos a comer al restaurante Roland Garrosimage. No es nada barato, pero su situación es muy buena, el servicio muy atento y lo cierto es que comimos muy bien. Recomendable.

Después de comer vamos hasta el Grand Marché (esquina de las calles Maréchal Leclerc y Lucien Gasparin) para comprar los últimos recuerdos de la isla. En este mercado hay una gran variedad de objetos artesanales y a precios muy razonables. Ya sólo tenemos tiempo de volver al coche para ir hacia el aeropuerto.

Saliendo de Saint-Denis la climatología, algo adversa hoy, nos obsequia con un precioso arcoiris doble sobre la ciudad a modo de despedida.

Cuando llegamos al aeropuerto Roland Garros devolvemos el coche de alquiler, facturamos rápidamente en la pequeña terminal de salidas y, tras una espera no muy larga, embarcamos en un Boeing 777-300 de la compañía Air Austral que sale puntualmente a las 20:15 rumbo a París. Adiós, isla de Reunión!!!.

Kilómetros recorridos en coche Kilómetros recorridos en coche: 120 km.


Día 11: ... - París CDG - Barcelona

Después de un plácido vuelo nocturno aterrizamos en el aeropuerto Charles de Gaulle de París a las 5:30 de la mañana. Hoy tenemos tiempo más que suficiente para recoger nuestro equipaje, cambiar de terminal, y esperar a que abran los mostradores de facturación de nuestro vuelo a Barcelona.

Nuestro vuelo de Vuelingimage despega de París a las 10 de la mañana y llega a Barcelona a las 11:40. Aquí acaba este viaje, corto pero muy intenso.