El objetivo principal de este viaje era visitar Albania, pero en el momento de planificarlo decidimos volar hasta Atenas, la capital griega, en vez de hacerlo directamente a Tirana, la capital albanesa.
La razón principal es que nos apetecía mucho visitar la fantástica región griega de Meteora, situada en el camino desde Atenas a la frontera con Albania, pero también jugaron su papel la combinación de horarios y precios de los vuelos disponibles. Y lo cierto es que acertamos plenamente con esta elección, ya que las visitas de Atenas y Meteora fueron un gran inicio de viaje.
Teniendo en cuenta lo que pudimos visitar en Albania, que no fue todo ni mucho menos, debemos admitir, según nuestra modesta opinión, que Albania quizás no tiene nada que sea realmente extraordinario para el viajero, sobre todo si ya habéis visitado otros países de la zona, pero esto no quiere decir que no merezca la pena ir. Todo lo contrario!!.
De hecho, recomendamos muchísimo ir y mejor hacerlo hoy que mañana. Albania era un país aún por descubrir desde el punto de vista de la industria turística internacional, con una forma de vida muy rural y que nos recordaba en muchos aspectos a nuestro país hace unas décadas. Y su gente es, en general, muy acogedora, honesta y nada acosadora. Un país para viajar y disfrutar con tranquilidad. Y sí, tiene suficientes puntos de interés y peculiaridades como para tenernos ocupados durante unas pocas semanas de viaje por el país.
Por último, añadir que a los lugares visitados en este viaje por territorio albanés se podrían añadir, en caso de disponer de más días o de hacerlo más hacia el verano, la zona de los Alpes albaneses; Shkodër y su enorme lago; el lado albanés del lago Ohrid; Korçë; y quizás también alguna zona de playa.
Albania (o Shqipëria, tal como se denomina en albanés y que viene a significar Tierra de las Águilas) es un pequeño país europeo situado en la zona de los Balcanes. Tiene una superficie casi equivalente a la de Galicia y una población que no llega a los 4 millones de habitantes (sin contar, claro, los 2 millones largos de albaneses emigrados a diferentes países).
Limita al norte con Montenegro, al nordeste con Kosovo, al este con Macedonia,al sur con Grecia, al oeste con el mar Adriático y al suroeste con el mar Jónico.
Albania era, en las fechas de este viaje, el país más pobre de Europa después de Moldavia, a causa sobre todo de sus particulares vicisitudes históricas, pero también actuales.
Grecia, por su parte, es un país del sudeste de Europa, situado en la punta meridional de la península balcánica. Hace frontera con Albania, Macedonia del Norte y Bulgaria al norte, y Turquía al noreste.
El mar Egeo baña la costa oriental de Grecia, el mar Jónico la costa occidental y el mar Mediterráneo la costa sur. Su superficie supera en poco la cuarta parte de la de España, y su población es de casi 11 millones de habitantes.
En las últimas décadas Grecia había logrado un nivel económico bastante alto, pero la gravísima situación económica causada por la enorme deuda acumulada por el país en los primeros años del siglo XXI y la importante crisis financiera mundial de 2007-2008 dieron lugar a importantes manifestaciones y disturbios a lo largo y ancho del país, pero especialmente en Atenas, la capital griega.
Del 6 al 15 de abril de 2012.
Día 1: Barcelona → → Ginebra → → Atenas (Grecia)
Día 2: Atenas - Palaiofarsalos - Kalambaka - Kastraki
Día 3: Kastraki - Monasterios de Meteora - Kastraki
Día 4: Kastraki - Kalambaka - Ioannina - Kakavia - Gjirokastra (Albania)
Día 5: Gjirokastra - Sarande - Butrint - Sarande
Día 6: Sarande - Patos - Berat
Día 7: Berat
Día 8: Berat - Tirana
Día 9: Tirana - Kruja - Tirana
Díaa 10: Tirana → → Viena → → Barcelona
La ruta que seguimos en este viaje tuvo su inicio en Atenas, la capital griega. Desde aquí fuimos hasta Kastraki, en la región de Tesalia, la cual fue nuestro campo base para visitar los monasterios de Meteora.
Después continuamos viaje vía Ioannina hasta llegar a Kakavia, lugar fronterizo con Albania y ubicado en la región del Epiro. Y ya en territorio albanés fuimos hasta Gjirokastra, situada hacia el norte, y donde iniciamos la visita al país.
A continuación fuimos hasta Sarande, en la costa suroeste del país, con el objetivo de visitar el conjunto arqueológico de Butrint, situado unos kilómetros más hacia el sur, ante la isla griega de Corfú.
Desde Sarande continuamos viaje hacia el norte, vía Gjirokastra y Patos, hasta llegar a Berat. Acabada la visita a Berat, la siguiente etapa de este viaje fue Tirana, la capital albanesa, desde donde aprovechamos también para hacer una rápida excursión a la cercana población de Kruja.
Y en la ciudad de Tirana acabó este corto, pero intenso, viaje por Albania y Grecia.
La moneda oficial de Albania es el Lek (ALL es el acrónimo oficial, pero en esta guía utilizaremos Lek). Pero el euro también es muy aceptado y a veces los precios de algunos productos o servicios turísticos se dan directamente en esta moneda.
Aún y así recomendamos cambiar a la moneda local y pagar con esta siempre que sea posible (una excepción podría ser el pago del alojamiento, que puede hacerse directamente en euros porque siempre nos darán el precio en esta divisa, a pesar de que conviene preguntar cuál sería el precio en Lek para verificar que es lo que nos conviene más).
Por otro lado, en Albania el uso de la tarjeta de crédito estaba entonces aún muy poco extendido en el pago de hoteles, restaurantes, y otros servicios turísticos. Y en el caso de ser aceptada podía ser que tuviéramos que pagar un porcentaje extra.
El mejor lugar para cambiar euros a Lek son las oficinas de cambio que hay en muchas poblaciones albanesas. Durante este viaje el cambio medio obtenido fue de 1 € = 139 Lek (ver cambio oficial actualizado en el enlace Eur -> Lek).
En Grecia, por su parte, la moneda oficial es el euro y el uso de la tarjeta de crédito ya estaba bastante extendido.
+ 332 € (vuelos Barcelona - Atenas y Tirana - Barcelona)
+ 50 € (50% del coste de 3 noches de hotel en Grecia)
+ 168 € 50% (resto gastos Grecia: transporte, comida, entradas, ...)
+ 92 € (50% del coste de 6 noches de hotel en Albania)
+ 100 € 50% (resto gastos Albania: transporte, comida, entradas, ...)
= 742 € (total por persona)
En las fechas de este viaje Albania continuaba siendo un país bastante barato para el viajero y más si lo comparamos con otros muchos países europeos. Esto incluía el alojamiento, el transporte, los restaurantes, las entradas a lugares visitables, etc. De hecho, nos sorprendieron los bajos precios que encontramos en Albania, pero lógicamente esto puede cambiar con el paso del tiempo, si por ejemplo Albania acaba adoptando algún día el euro como moneda o si se populariza como destino turístico.
En Grecia, en cambio, el nivel de precios era entonces similar al de España e incluso superior en algunas cosas, como el precio de la gasolina o de un café, por poner dos ejemplos.
Y si tenéis carné de estudiante (mejor si es el ISIC o carné internacional de estudiante, pero también aceptaban el propio carné de la universidad) os podéis ahorrar unos cuántos euros en las visitas en Atenas, ya que por ejemplo no pagaréis nada en la entrada combinada de la Acrópolis o en la del nuevo Museo de la Acrópolis (el precio normal era de 12 y 4 € respectivamente). Merece la pena llevarlo, pero antes conviene verificar que estos descuentos siguen vigentes.
Para entrar en territorio de Albania hay que llevar un pasaporte en vigor y con una validez mínima de 6 meses desde la fecha de entrada. No hace falta visado si la estancia en el país es inferior a los 3 meses.
Para viajar a Grecia es suficiente con el DNI o con el pasaporte.
Para viajar a Albania y/o a Grecia no hay ninguna vacuna obligatoria y ni siquiera recomendable.
Debido a que las condiciones sanitarias en Albania, y en menor medida también en Grecia, son inferiores a las de España es altamente recomendable llevar un seguro médico de amplia cobertura que incluya también la repatriación.
Albania es un país muy seguro en cuanto a robos y violencia común. Solo había que fijarse en la pocas medidas de seguridad que tenían las joyerías en Tirana, la capital, sobre todo si las comparamos con las del resto de capitales europeas.
Y eso que muchos griegos, incluido el conductor del autobús que nos llevó desde Ioannina hasta la frontera greco-albanesa, al enterarse de que íbamos hacia Albania nos avisaban de que vigiláramos mucho (!!)...
La impresión que nos querían transmitir es que entrar en Albania era como ir por el Bronx de Nueva York a las 3 de la madrugada con un Rolex en cada brazo. Y nada más lejos de la realidad.
Nuestra experiencia en este sentido fue del todo positiva y nunca sentimos ningún tipo de amenaza o temor.
Grecia tampoco parecía especialmente insegura en este sentido, pero en el caso concreto de la ciudad de Atenas quizás había que vigilar más, también por el hecho de que con la grave situación económica y social que atravesaba entonces el país eran habituales las manifestaciones y concentraciones en la plaza Syntagma y alrededores, en el centro de la ciudad, las cuales podían dar lugar a incidentes.
En nuestra visita en Atenas coincidimos con una manifestación de cariz anarquista en la misma plaza Syntagma, ante el Parlamento griego, y, a pesar de que se desarrolló pacíficamente, la zona estaba fuertemente vigilada por la policía en previsión de posibles disturbios.
Pero en cualquier caso, bien sea en Grecia o bien en Albania, hay que tomar las precauciones habituales y usar el sentido común en la seguridad personal.
En este viaje el medio de transporte utilizado, tanto en Grecia como Albania, fue principalmente el transporte público (autobús y tren), aunque puntualmente también utilizamos algún taxi.
Si solo hubiéramos visitado Albania y el punto de entrada y salida en el país hubiera sido Tirana, entonces quizás nos habríamos planteado la posibilidad de alquilar un coche para recorrer el país a causa de la libertad y flexibilidad que proporciona.
De todas maneras, con el transporte público existente, básicamente autobuses y furgonetas, se podía llegar a prácticamente cualquier rincón de Albania, pero las frecuencias de paso podían no ser demasiado convenientes.
En las fechas de este viaje, en plena primavera, había que esperar una gran variabilidad en el tiempo y así fue.
En Atenas encontramos un tiempo soleado y con calorcito (hasta 25 °C). A partir de aquí el tiempo se volvió mucho más variable, con alguna lluvia ocasional y temperaturas bastante más frescas. Y en el camino de ida desde Meteora hasta Ioannina incluso vimos nevar. En las cumbres más altas de las montañas a lo largo de nuestro recorrido era una constante la presencia de nieve, añadiendo una nota de color adicional a los ya bonitos paisajes.
En Albania la lengua oficial es el albanés, una lengua indoeuropea diferenciada, la única que queda de la rama ilírica. Se escribe con el alfabeto latino y comparte alguna afinidad léxica con el griego y las lenguas balto-eslavas y germánicas.
En Grecia, por su parte, el idioma oficial es el griego, también una lengua indoeuropea. Se escribe con su propio alfabeto.
Tanto en un país como en el otro no es difícil encontrar alguien que hable inglés, italiano o cualquier otra lengua con la que entenderse. Y la mayoría de indicaciones, lugares turísticos, etc. están rotulados también en inglés, por lo cual no hay problemas en este sentido.
En las páginas Useful Albanian travel phrases y Words to Get You Around in Greece tenéis unas cuántas palabras y frases útiles de albanés y griego respectivamente para viajar por ambos países.
Tanto en Albania como en Grecia la electricidad es de 220/240 V y 50 Hz.
Los tipos de enchufe son los mismos que encontramos en España: los de tipos C (de 2 clavijas redondas) y los F (también 2 clavijas redondas y con contactos laterales), por lo que no es necesario ningún tipo de adaptador para poder recargar cámaras y otros aparatos electrónicos que podamos llevar con nosotros.
El uso de redes wi-fi estaba entonces ya bastante extendido tanto en Grecia como en Albania. En prácticamente la totalidad de hoteles donde nos alojamos en este viaje había wi-fi gratuito. También en el aeropuerto de Tirana, así como en los cafés y restaurantes más modernos. Tampoco era difícil encontrar cibercafés desde donde conectarse. En Albania, por ejemplo, el precio de la conexión a Internet en un cibercafé oscilaba entre los 60 y los 120 Lek/hora.
La hora local en Grecia es de +1 hora respete el horario oficial en la España peninsular, mientras que en Albania es exactamente la misma hora que aquí.
Por otro lado, en las fechas de nuestro viaje y en territorio griego continental clareaba sobre las 6:25 de la mañana y por la tarde se hacía oscuro pasadas las 20:30 h. En Albania, en cambio, se hacía claro sobre las 5:45 de la mañana y oscurecía antes de las 20:00 h.
En esta ocasión utilizamos guías de diferentes fuentes para cubrir los diferentes lugares visitados: