No podemos decir que haya sido nuestro mejor viaje, ya que vivimos 2 huracanes (Gustav y Ike) en el intervalo de 10 días, pero claro, agosto no es el mejor mes para visitar la isla. En los dos casos tuvimos la suerte de pasarlos en la Habana y a esta ciudad sólo le afectó de manera indirecta (en el primero tocó tierra en la zona de Pinar del Río y el segundo pasó por gran parte de la isla, destruyendo desde casas a cosechas, pero no en la Habana). Sí hubo mucho viento (que hace que rápidamente se corte la luz en toda la ciudad) y lluvia, pero ni mucho menos con la misma intensidad que vivieron las personas de Pinar del Río. Aún y así es un país 100% preparado para estos fenómenos atmosféricos, dónde desde el primer momento a través de radio y TV están informando (si nosotros cerramos los ojos nos aparece la cara del sr. José Rubiera, un gran meterologo querídisimo por el pueblo cubano, ya que sus explicaciones son muy didácticas y claras). Por todo ello nosotros ya hemos decidido que si volvemos a este maravilloso país será de diciembre a junio (época no ciclónica).
Decir que nosotros, siguiendo la tónica de viajes anteriores, decidimos hacerlo también por libre. Reservamos 2 billetes de avión (que nos salieron bastante caros a pesar de pillarlos en el mes de abril y que unas semanas más tarde vimos más económicos, estas cosas nunca se saben!!!). También las primeras noches de la Habana y 3 días en Cayo Santa María, en un complejo con todo incluido a través de Internet (así como nunca antes habíamos estado podríamos saber lo que era). El resto de días (excepto una noche en Varadero, dónde sólo hay hoteles) estuvimos alojados en casas de cubanos ya que pensamos que así conoceríamos un poco más al pueblo cubano y además ayudaríamos un poco a quien tiene esta casas como medio de vida, sin olvidar que la ayuda es mutua porque a nosotros este tipo de alojamiento también nos salía más económico. Ahora cuando alguien nos pregunta si esta experiencia nos ha gustado respondemos que, si volviéramos, sin duda repetiríamos de esta manera ya que afortunadamente así hemos conocido a gente encantadora y en nuestro caso (por los ciclones) sí hemos visto parte de su modo de vida.
La ruta final no es como de entrada la planeamos (nosotros nunca pensamos pasar tantos días en la Habana ni tampoco visitar Varadero y sí estar más días en la zona de Viñales), pero ésta ha sido el resultado de intentar estar en el sitio más seguro durante los dos ciclones. De todos modos, en el resumen incluiremos lugares que pensábamos visitar porque creemos que pueden ser interesantes para futuros viajeros.
Para mayor independencia alquilamos desde España un coche a través de la web Vacacionartravel, pero si os da miedo conducir en otro país también tenéis las compañías de autobuses Astro y Viazul que ofrecen muchos destinos. Y una vez en el destino, los mismos taxis os ofrecerán hacer excursiones concretas. Si ahora volviéramos una parte del itinerario la haríamos en autobús.
Finalmente comentar que la mayoría de la información la obtuvimos del foro Los Viajeros y también de los relatos en la web Viatgeaddictes (esta misma web en la que ahora estáis leyendo este relato), marcando un recorrido que modificamos sobre la marcha. Os recomendamos al 100% ir con la guía Lonely Planet, tanto por el tema de encontrar alojamiento una vez allí, como por los datos que ofrece sobre restaurantes, traslados, etc.
Del 25 de agosto al 11 de septiembre de 2008.
+ 1.738 € (vuelo internacional)
+ 348,74 € (reserva coche (*))
+ 269,82 € (Resort Sol Cayo Santa María, 3 días)
+ 1400 € (cambio de euros a pesos convertibles)
+ 50 € (visado)
+ 50 € (otros: Relec, guia, etc.)
= 3.857,56 € (1.928 € por persona)
(*) Ojito: una vez allí, a ese precio le añaden 15 CU/día, más un depósito de combustible y aparte hay que dejar 250 CU de fianza que al final del viaje nos devuelven.
Más o menos la media diaria era de 25 CU para dormir y 35-40 CU para comidas. A día de hoy lo mejor es cambiar de € a peso convertible, ya que el dólar está penalizado igual que pagar con tarjeta de crédito y tiene un recargo.
Habana (Vedado):
• Eddy Gutiérrez (Calle 21, nº 408, entre F y G; tel. (537) 8325207). Cuesta 30 CU una habitación con baño y entrada indepen-diente) y 5 CU el desayuno.
• Mercy (Calle 21, nº 360, apt. 2-A, entre G y H; tel. (537) 8325846). Cuesta 30 CU una habitación con baño y amplia terraza, y 4 CU el desayuno.
• Nidia y Alberto (Avenida de los presidentes (G), nº 460 apartamento 4, entre 19 y 21; tel. (537) 8321657). Tiene una habitación con baño y amplia terraza. El desayuno vale 3-4 CU, dependiendo de lo que uno quiera.
Viñales:
• Eloy Hernández Rodríguez (Calle Salvador Cisneros, nº 198; telf. 695209). Cuesta 20 CU una habitación con baño y entrada in-dependiente, 3 CU el desayuno y 7 CU la cena.
Trinidad:
• Casa Miriam Castro (Calle Camilo Cienfuegos, nº 127, entre Frank País (carmen) y Miguel Calzada; tel. +53 (41) 994008). Cuesta 25 CU/noche una habitación con baño.
• Paladar Daniel (Daniel y Aleida) (Calle Camilo Cienfuegos, nº 20, entre Anastasio Cárdenas y Pedro Zerquera; tel. 0053 (41) 994395). Habitación con baño y amplia terraza.
Remedios:
• La china y Richard (Calle Maceo, nº 68, entre Del Valle y Supertino García; tel. (0142) 396649). 25 CU/noche una habitación con baño y amplia terraza.
Vuelo: Madrid - Habana (vuelo operado por AirEuropa). Salida a las 15:05 y llegada a las 19:20 (recordar las 5 horas de diferencia horaria entre España y Cuba).
El paso por la aduana fue muy fácil, aunque pensábamos que tardaríamos más. Sinceramente teníamos miedo por el visado (sacado a través la agencia Online Tours de Barcelona, en Av. Diagonal 375) porque ponía que nos alojaríamos en hotel cuando nosotros íbamos a estar en una casa legal, pero en el control nadie nos dice nada (la chica de la agencia comentó que si nos lo preguntaban diéramos la dirección de la casa particular). Pasamos en un momentín.
Salimos y nos dirigimos a coger un taxi hacia la zona del Vedado. Los taxis que hay nada más salir nos piden 25 CU, pero nosotros hemos leído que el precio está de 15-17 CU, así que después de alejarnos de los primeros taxis empezamos a negociar y al decirles que sabemos que el precio son 15, pero les pagaremos 20 no ponen ningún problema y enseguida un taxista se ofrece a llevarnos. De entrada dudamos entre si alojarnos en la zona del Vedado o Habana Vieja y cubanos que viven en Barcelona nos recomendaron la primera opción, no sólo porque es una zona más segura, sino porque las casas están en mejor estado. Una vez que hemos vuelto nosotros también recomendamos la zona del Vedado.
Al fin, llegamos a casa de Mercy, casa particular que habíamos reservado desde Barcelona, pero nuestra sorpresa es que ella nos dice que le han venido familiares (luego veremos que esto es bastante común en toda Cuba), pero que nos ha buscado otra casa un par de calles más abajo. Ésta es la casa de Eddy, casa que también aparece en la Lonely Planet. La casa nos parece bien, hasta tiene una entrada independiente, agua caliente y Eddy ya se ve que es una persona encantadora, así que aceptamos. De hecho, en la guía pone que es una persona que sabe mucho de historia local y es bien cierto, no sólo te aconseja sobre donde ir de la Habana sino de otras partes de la isla, pero nosotros nos quedamos con el trato tan amigable que toda la familia nos ofreció durante todos los días que estuvimos en su casa. No sólo se encargaron de facilitarnos un lugar seguro, sinó que toda la familia nos acogió con mucho cariño. Si alguno se anima a visitarlos, Eddy tiene una hija que se llama Sheila que colecciona monedas de otros países e intercambia monedas.
Ese día estamos muertos con la diferencia horaria. Sólo nos da tiempo de cenar en El Gringo Viejo un restaurante un par de calles más lejos que también aparece en la Lonely Planet.
Después de dormir vemos el mundo de otra manera, ahora ya podemos dedicarnos a pasear y descubrir la famosa Habana. Este día lo dedicamos a conocer la zona del Vedado, caminamos y caminamos y pasamos por toda la zona de la Plaza de la Revolución, con su Museo, el Parque Lenin, entre otros lugares. Justo estamos comiendo en un restaurante llamado muy baratillo llamado Pa.com (calle 17, esquina con calle 10) cae un gran diluvio, creo que nunca habíamos visto llover tanto... Dudamos de si hemos cerrado las ventanas de la habitación y volvemos a la casa para comprobarlo.
La tarde la dedicamos a pasear por el Malecón, pasando por la zona de la Embajada de EUA (comentar que uno sí puede pasar por delante de ella, pero si para delante la policía le indica que ha de seguir caminando; es curioso verla por la propaganda que ambos hacen sobre la revolución) y la zona de la heladería Coppelia. Cenamos en un paladar que se llama Nerei (calle 19, esquina con L), os lo recomendamos!!!.
A la mañana salimos desde el Vedado y caminamos por el malecón hacia el Centro Habana (Edificio Bacardí, Hotel Sevilla, Parque Central, Capitolio, El Floridita, etc. hasta llegar a la estación central de autobuses) y de camino pasamos por el callejón de Hamel. Ahora sí que empezamos a sufrir el acoso de los jineteros que ofrecen desde hacer de guías, paladares, comprar leche, etc. Nosotros como queremos ir a todas partes solos y nos gusta visitar a nuestro aire vamos negándonos educadamente (aunque hemos de decir que los últimos días en la isla este acoso ya fue bastante cansino).
Aunque las piernas empiezan a fallarnos nos acercamos a última hora hacia la Habana Vieja. Nos encanta!!!. Al día siguiente ya tenemos que salir hacia Viñales, pero como hemos dejado los 3 últimos días para la Habana decidimos que uno lo dedicaremos a la Habana vieja. Volvemos caminando hacia el Vedado y de camino cenamos de nuevo en el paladar Nerei.
Este día ya nos avisan de que un huracán llamado Gustav se acerca hacia Cuba. Nosotros no hemos oído hablar mucho de huracanes, afortunadamente vivimos en un lugar privilegiado a nivel de estos desastres, y se nos empieza a cambiar la cara. Entonces viene Eddy y comenta que en las últimas noticias han comentado que al haber un anticiclón el huracán pasará por la zona de María la Gorda o la isla de la Juventud así que no hay problema de que vayamos para Viñales.
Vamos a buscar el coche de alquiler, cambiamos dinero y volvemos hacia la casa. Como comentamos más arriba, si contratais a través de Internet ojito con el precio, ya que a éste luego hay que añadir una fianza que se ha de dejar (y que te devuelven al final), pero además 15 CU por día y un depósito de gasolina. Nos despedimos de esta familia encantadora y vamos camino de Viñales.
Las carreteras son una odisea, no hay ninguna indicación. Gracias a los consejos de Eddy conseguimos salir de la Habana sin problema, pero luego nuestra manera de guiarnos es ir preguntando a la gente. Que bonita es la zona de Viñales!!!. Nos alegramos de haber planeado estar allá unos tres días.
En Internet habíamos conseguido algunas direcciones de casas, pero nos decidimos por la de Tony y Enca, unos maestros. Ellos la tienen llena, pero nos comentan que sus vecinos están libres. Son un matrimonio mayor encantadores que tienen una pequeña casita justo detrás de la suya. Se trata de una habitación con 2 camas de matrimonio y un baño. Sin saberlo esta casa también sale en la Lonely Planet (casa de Eloy Hernández). Eloy nos empieza a explicar qué podemos hacer en la zona, desde visitar el Cayo Jutías, Cayo Levisa, los acuáticos (una tribu que no quieren tener acceso a las medicinas y se curan con el poder del agua), la cueva del indio, la cueva de san Miguel, o una excursión a caballo (5 CU la hora o 3 CU la gente que te hace de guía por la calle), donde aparte de visitar las plantaciones de tabaco te llevan a visitar una cueva con una piscina natural.
Como nos hemos entretenido por el camino sólo nos da tiempo de visitar los mogotes, el mural de la prehistoria, las vistas del hotel los Jazmines y el pueblo de Viñales. Volvemos para cenar y Eloy nos prepara un mojito. Mientras nos lo estamos tomando nos enteramos de que el anticiclón ha desaparecido y al no hacer presión el huracán Gustav se acerca hacia la zona de Pinar del Río... creo que nunca nos hemos tomado un mojito tan rápido. Los de la casa nos explican que allí nunca ha pasado nada, que ahora era sólo la fase informativa, que a los turistas los llevan a sitios seguros ... bla bla bla pero nosotros tenemos mucho miedo, a quien se le había ocurrido ir a Cuba en agosto????. Bueno mañana ya sería otro día!!.
Nos levantamos y después de desayunar decidimos que a la mañana iremos al cayo Jutías y a la tarde a la cueva del indio. Apartamos el tema del ciclón y ya veremos que haremos.
Cayo Jutías es un paraíso!! Si podéis no dejéis de verlo!!. Está a una hora de Viñales y merece la pena hacer una escapada!!. Agua cristalina, muy poquita gente, etc.
Justo cuando estamos saliendo del cayo para ir a la cueva del indio un policía nos comenta que al día siguiente ya cerrarán las carreteras de Viñales hacia la Habana. ¿Cómo????? No nos lo podemos creer y encima nos lo dice como quien te indica la dirección de una panadería!!!. Que miedo!!!. No visitamos la cueva del indio, vamos directamente a una oficina de Cubatur de Viñales para preguntar por la situación. La chica muy amablemente nos comenta que, efectivamente, al día siguiente al mediodía seguramente cerrarán las carreteras, pero que tranquilamente podemos marchar a la mañana siguiente ... Definitivamente no nos convence esta opción, preferimos ir esa misma tarde hacia la Habana con calma. Eloy lo entiende perfectamente aunque nos dice que en 50 años allí no ha pasado nada. Sabemos que el ciclón se acerca rumbo a Pinar del Río, pero un golpe de aire puede cambiar la dirección y hacer que pase por la Habana, aunque en Vedado las casas parecen más resistentes. Llamamos a Eddy y nos busca un huequito en su casa!!!. Es un sol!!.
Ese día al llegar a la Habana ya vemos como Eddy está preparando la casa para el ciclón. Nos sorprende como los cubanos ante una alarma ciclónica días antes ya empiezan a preparar sus casas, porque como ya se dice más vale prevenir que curar!!. Empezamos a ver como tiendas que están en bajos empiezan a ser vaciadas, la gente asegura sus ventanas, etc. Estos cubanos son increíbles!!!.
Ese día cenamos langosta en un restaurante especializado en pollo, curioso verdad?. Está bien rica, pero no tenemos la dirección y lo encontramos de casualidad.
Ya empieza a llover y hacer aire. El licenciado Rubiera (el metereólogo) ya ha comentado que el huracán pasará ese día a la madrugada ... Eddy sigue preparando la casa, limpiando tuberías, asegurando ventanas, poniendo láminas para evitar problemas con el viento. Nos sentimos muy seguros en su casa y sabemos que hemos hecho bien en volver a la Habana.
Aprovechamos para comprar comida para el ciclón, ya que todo estará cerrado. Compramos agua, galletas y unos bocadillitos de jamón. A la tarde cuando el aire empieza a ser más fuerte ya cortan la luz. Con toda la familia esperamos la llegada del ciclón en el porche de la casa, en los típicos balancines, son un encanto!!!. Pero cuando empieza a soplar más fuerte nos vamos todos a dormir...
... nos despertamos!!!. Ya ha pasado el ciclón!!. En la Habana no ha sido nada fuerte, afortunadamente. Desgraciadamente la zona de Pinar del Río la ha destrozado!!!. Pobre gente!!!. Todo y lo fuerte que ha sido no ha habido ni un solo muerto!!.
Como todo está tranquilo decidimos salir hacia Varadero ya que Eddy ha llamado a una amiga, María Elena, de Trinidad y le ha dicho que por esa zona ha llovido mucho y mejor ir al día siguiente. Quedamos con esta chica que iremos o al día siguiente o al otro a casa a pasar unos días.
De camino a Varadero nos comemos un de los bocadillos que hemos comprado para el ciclón. En Varadero nos alojamos en un hotel muy económico (Pullman, 60 CU). Vamos a la playa y efectivamente el agua es tan bonita como nos han comentado. Varadero no es el paraíso, pero no es tan tipo Lloret como habíamos pensado. Sólo hay un problema, el bocadillo se ha pasado, empezamos a encontrarnos fatal ... pillamos un mal de estómago (o gastroenteritis, aún no sabemos qué fue) que nos dura hasta la mañana siguiente.
Nos levantamos algo mejor y decidimos coger el coche hacia Trinidad. De camino paramos en Santa Clara visitando el monumento al Che. Comemos en un paladar llamado Sabor latino un pescadito a la plancha que nos sienta muy bien!!!.
La idea es ir hacia Trinidad por la carretera de Tope de Collantes que nos han comentado que está algo mal, pero es preciosa!!. El problema es que en lugar de ir por ahí vamos por Condado, que según dicen no es una carretera sinó un camino (con razón tenía tantos agujeros!!!). La verdad es que no era el día indicado para hacer esa carretera llena de agujeritos y llegamos a Trinidad medio mareados.
Localizamos la casa de María Elena y es preciosa!!!. El problema es que al no haber dicho el día exacto que llegaríamos unas chicas se nos han adelantado. Nos comentan que una vecina renta una habitación justo delante, aunque no es tan bonita como la de María Elena. De hecho, seguro que en Trinidad hay mil habitaciones mucho mejores y esta habitación no está casi ventilada, pero la señora (Miriam) nos ve la cara de mareados que hacemos y dice que nos hará una sopita, decidimos dejar que nos mimen.
Nos levantamos mucho mejor, la sopita resucitaría a un muerto y aprovechamos para visitar a la mañana Cienfuegos, que está a una hora de Trinidad. Nosotros queríamos pasar dos noches en Cienfuegos para poder visitar tranquilamente la ciudad, el malecón, el delfinario y otro día hacer la excursión al Nicho, pero el huracán Gustav nos ha hecho cambiar la ruta y nos limitamos a visitar en media mañana la ciudad.
Como anécdota comentar que por algún tramo de la carretera de Trinidad a Cienfuegos cruzan muchos cangrejos para ir adesovar... Vas conduciendo y los vas viendo intentando pasar: unos pasan, pero otros los pisan los coches, pobretes!!!.
A la tarde visitamos tranquilamente Trinidad, que es una ciudad que no os podéis perder. Sus calles empedradas están repletas de casas coloniales, es preciosa!!!.
A última hora aprovechamos para llevarle un paquetito que habíamos traído de Barcelona a Aleida, una señora que está (pura casualidad) unas calles más debajo de donde tenemos la casa (de hecho Miriam hasta la conoce y son amigas). Le traemos de parte de una amiga de Barcelona que su hermano trabaja en la Bayer unos aparatitos para que pueda medirle el azúcar a su hija, aparatos que en Cuba no se consiguen. Por cierto, ella también alquila habitaciones y en concreto una de las dos habitaciones tiene una terraza con unas vistas a las estrellas para morirse!!. Y es también una excelente cocinera.
Este día lo aprovechamos para hacer una pequeña excursión al Salto de Javira. Nuestra primera intención es hacer la excursión del Nicho, pero el tiempo parece no acompañar y preferimos no arriesgar e ir a visitar este otro lugar más cercano. Esta excursión os la recomendamos 100%, no tiene gran dificultad y al final del camino se encuentra una gran cascada con una balsa en la que bañarse (si pudiera ahora mismito volvería a ese lugar). Por cierto, hay que pagar unos 6 CU al inicio de la ruta, en el restaurante que hay. Si podéis, comprad agua y algo de comida antes, porque en el restaurante los precios son algo elevados.
Después de la excursión aprovechamos para ir a comer a El Grill (también lo recomiendan en la Lonely), un sitio de camino a la playa Ancón. Como la playa está muy bien aprovechamos para tomar el sol un ratillo. A última hora nos acercamos a Manaca Iznaca, una curiosa casa-hacienda a las afueras de Trinidad. Como anécdota comentar que nada más llegar ya apareció el típico que quiere vigilarte el coche, a lo que nosotros nos negamos porque ya teníamos bastante con que nos lo vigilaran cada noche y más cuando todo el rato lo veíamos perfectamente. Había una torre (la casa ya estaba cerrada y no pudimos visitarla) a la que decidimos subir y apareció una chica diciendo que era la encargada de cobrar la entrada (1 CU persona). Nosotros nos lo tragamos, pero cuando estábamos subiendo unos cubanos bajaban riéndose de nosotros porque la subida era gratis ... lógicamente a la bajada la chica no estaba, pero sí estaba el vigilante del coche al que lógicamente no le dimos ni un duro, pues ya teníamos bastante con la otra tomadura de pelo. De todas maneras, merece la pena subir porque las vistas son espectaculares.
Este día ya nos fuimos hacia Remedios. De camino volvimos a parar en Santa Clara y comimos en una pizzería en el centro. Aquí vemos que nos dan mal el cambio de la cuenta y reclamamos, pero lo curioso es que a partir de aquí comenzamos a ver que no es el único sitio ... en muchos más restaurantes se equivocaban al devolver el cambio...
Llegamos a Remedios y aquello era el paraíso. La ciudad en sí no tiene gran cosa que ver, aparte de una iglesia muy bonita (bueno lo mejor es el señor que te la enseña, es una pasada de simpático y una virgen embarazada, con un peazo barriga, que es muy curiosa y bonita), pero allí uno pasa realmente desapercibido. Me explicaré: Cuba es un país realmente precioso, pero no nos engañemos, hay mucha necesidad y luego también hay mucha gente que se aprovecha y vive del turista (como la chica de la torre...). En algunos sitios esta situación agobia un poco porque uno siente que le están tomando el pelo: tener que pagar para que te vigilen un coche cuando tú estás a unos metros, el que te intenten llevar a sitios para luego cobrar una comisión y constantemente tener que ir diciéndoles que no, etc. Bueno igual si uno está una semana no, pero cuando llevas 10 días ya empiezas a cansarte, los mismos cubanos se quejan de estos jineteros. Pues en Remedios nadie te dice nada!!. Allí uno ya no es Brad Pitt ni Angelina Jolie (esto lo leímos en una guía y nos reímos un poco porque comentaban que mucho europeos cuando llegan allí se sienten así...).
Además, si uno quiere visitar los cayos están a menos de una hora y las casas no sólo son más económicas sino que el trato es 100 veces mejor que el de cualquier Resort (al menos en nuestra opinión). Nosotros, si alguna vez volvemos a Cuba, sin duda nos alojaremos en Remedios y cada día cogeremos el Pedraplén hacía los cayos pasando de alojarnos en un todo incluido.
Nos alojamos en casa de la China y Richard. A él casi no lo vimos (sólo el último día), pero ella es encantadora y cocina de maravilla. La casa es realmente bonita y todo lo que ofrecen es de calidad (tanto comida como alojamiento). Resumiendo, si alguien duda en ir, es la casa que más se parecía a un hotel a nivel de servicios (sin dejar de lado que ella es un sol de mujer). En mi opinión no tiene nada que envidiar a un complejo hotelero.
Llegamos al Sol Cayo Santa María, un alojamiento de todo incluido que habíamos contratado en Internet a través de la página VacacionarTravel (en esta página hoteles y coches salen más económicos que a través de otras webs).
¿Qué os podemos explicar de estos resorts?. Pues que te pasas el día en la playa, en el restaurante, piscina, tomando mojitos, etc. Nosotros nunca habíamos estado y queríamos conocerlo. A nosotros personalmente nos gustó muchísimo más el trato de las casas particulares (pero eso va a gustos). De todas maneras, si uno contrata un sitio así para un final de viaje no está nada mal.
Si volviéramos a ir y no pudiéramos alojarnos en Remedios, hay otro hotel llamado Las brujas que es mucho más familiar y la playa también es preciosa!!.
Este día, en la recepción del hotel aparece un papel que pone que se acerca un huracán llamado Ike... (nosotros ya habíamos oído algo a los camareros y en la televisión). La chica nos comenta que por la tarde desalojarán el cayo y aún no sabe donde nos reubicarán, pero que "disfrutemos" mientras tanto de las instalaciones... Nosotros teníamos contratado un día más, pero empiezan a asaltarnos mil dudas: si el coche lo hemos de devolver el día 9 y nos quedamos incomunicados en Varadero, ¿como lo devolvemos?. O si el ciclón pasa justo por Varadero y eso se queda hecho caldo y no podemos salir, ¿que hacemos?. Como hemos hecho la reserva por Internet la chica nos envía a ver a un tal Vladimir, en el hotel Meliá, situado al lado de nuestro hotel, por lo que decidimos acercarnos. El tal Vladimir se ha tomado el día libre... (hoy no hombre!!! eso no se hace!!) y allí todo el mundo se desentiende de nosotros... Lo único que nos facilitan en un teléfono de la oficina (Solway), pero al ser domingo allí no contesta nadie. Empezamos a hacer cálculos y vemos que es más rentable perder un día en el cayo que tener que pagar un plus por devolver el coche en Varadero (al día siguiente ya está el ciclón al ladito y no nos vemos con ánimo de conducir con esas ráfagas de aire) y siempre es mejor estar ya en el sitio de donde ha de salir el vuelo... por si las moscas!!. También decidimos que una vez en la Habana ya iremos a Solway a hacer la reclamación, al menos probar!!!.
Ahora sólo nos falta tener casa en la Habana, por lo que llamamos a Mercy, la primera casa que habíamos reservado desde Barcelona y que al llegar tenía llena. Dudamos entre llamar a Eddy, pero ya estamos agobiados de tener que volver a la Habana (con esto de los ciclones hemos estado 4 días más de la cuenta en la ciudad) y al menos nos apetece cambiar de casa ... así al menos veremos una casa diferente. Luego nos sabe muy mal porque Eddy es alguien muy especial, pero al haber estado meses preparando un viaje para luego vivir 2 ciclones en 10 días que te hagan regresar siempre a la Habana hacía que necesitáramos cambiar de casa al menos... Mercy tiene la casa llena pero nos comenta que Nidia y Alberto tienen sitio. Ellos viven en un apartamento con una terraza muy bonita y pensamos que si lo recomienda Mercy seguro está bien. No nos equivocábamos, es un piso con una amplia terraza y la habitación es muy amplia y tiene baño. Alberto también está preparando la casa para el ciclón (son unos campeones!!!).
Llegamos a la Habana y, aparte de conocer a Nidia y Alberto e ir a cenar, no tenemos tiempo de hacer nada más. Cenamos en un Paladar llamado Los Amigos.
Este día nos acercamos a Air Europa para confirmar el vuelo (y mirar si nos lo pueden adelantar, no nos apetece nada pasarnos dos días encerrados en una casa, pero no puede ser) y como la hija de Nidia y Alberto llega hoy de Madrid mirar si va a poder aterrizar en La Habana o tendrá que hacerlo en Santo Domingo. También aprovechamos y nos acercamos a la empresa de VacacionarTravel a hacer la reclamación por la noche que no hemos estado en el cayo y la mala gestión ante la falta de nuestro representante. Y nos preparamos para el ciclón compramos comida (unas sopas, galletas y unas latitas de judías). Hemos de comentar que Nidia y Alberto se portaron tan bien con nosotros que nos dieron también de comer, lo que comían ellos comíamos nosotros y encima no nos lo querían cobrar, la verdad es que ellos reaccionaron como unos auténticos padres. Si la casa de Remedios era la más profesional (a nivel de casa y habitación), Eddy (también una excelente persona) era la persona que más conocía Cuba y la propia Habana, Nidia y Alberto son los que nos trataron como si fuéramos familiares, un 10 para ellos!! (pero todos fueron geniales).
Por la tarde, después de devolver el coche y como sólo hacía un poco de viento (no tanto como esperábamos) aprovechamos para ir a ver el Hotel Nacional, malecón (como no??) y saludar a Eddy y su familia. Por cierto, justo antes de devolver el coche, hacemos una pequeña infracción y nos ponen una multa ... ja ja ja, es mala suerte, verdad???.
Por si alguno está en la Habana (sin ciclones) y ya la ha visitado comentar que para estos días nosotros teníamos pensado hacer una excursión a Cayo Largo (dicen que es de los lugares más bonitos de Cuba), Cayo Levisa y a la playas del este (por si quiere regresar unos días a la Habana y ya ha visitado la ciudad).
El ciclón ya está al ladito. Ahora ya sabemos que pasará por Pinar del Río de nuevo (pobre gente). En casa de Nidia también está su hermana, marido e hija con un bebé precioso (ellos tienen una casa en el centro Habana, pero como no está en muy buen estado, cuando hay alerta ciclónica se van a casa de la hermana). También han llegado de Madrid (lo consiguieron) Roxana y Zoe (hija de Nidia y Alberto y amiga). Entre el pueblo cubano hay mucha solidaridad (algo que aquí estamos perdiendo y tendríamos que recuperar), en muchas casas quien vive en plantas bajas sube los electrodomésticos a los vecinos de pisos más altos.
Este día leemos, jugamos al bingo y hablamos y reímos mucho bajo la luz de las velas (en el estado de alarma ciclónica en cuanto el viento pasa de una velocidad determinada cortan la luz). También, y gracias a un motor de coche (estos cubanos se las ingenian todas), aprovechamos para ver las noticias del tiempo (al señor Rubiera) y ver el estado del ciclón.
Al día siguiente, el ciclón Ike ya ha pasado y aunque llueve un poquito no hay riesgo de que una teja te caiga encima, así que aprovechamos para visitar el cementerio Colón (un poco tétrico después de un ciclón, verdad?). Comemos en la pizzería La Rampa, una pizza que nos está de fábula y a la tarde aprovechamos para acercarnos a la Habana Vieja donde se está de fábula, ya que al hacer un día medio gris no hay casi nadie por la calle.
Es nuestro último día en Cuba. Ahora que se acerca el día parece que da penita irse, pero la verdad es que estamos deseando llegar a casa (para cachondeo comentan que 2 ciclones en 10 días es el record de Cuba y que a partir de ahora la situación se va a estabilizar... definitivamente somos gafes!!).
Dudamos entre si ir a visitar el castillo del Morro (nos hemos perdido ver el cañonazo de las 21.00) o volver a la Habana Vieja (que nos ha encantado). Como con los ciclones nos faltan comprar muchos regalos nos decidimos por la segunda opción. De vuelta cogemos un coco-taxi hasta la casa de Nidia y Alberto.
Desde la casa nos llaman a un Panataxi (son los taxis más económicos) para que venga a buscarnos y llevarnos al aeropuerto (15 CU + 2 de propina) y allí esperamos a que salga nuestro vuelo después de un viaje del que podemos decir que ha sido a ritmo de mojitos y huracanes.