Siguiendo el ejemplo de lugares tan distantes como el Gran Cañón del Colorado y la Torre Willis (antes llamada Sears) de Chicago, en Estados Unidos, y, más recientemente, la Torre Eiffel en ParÃs, que han instalado pasarelas de vidrio que ofrecen perspectivas de vértigo, Londres ha decidido unirse también a este selecto club.
Y es que el Tower Bridge (Puente de la Torre), uno de los iconos inconfundibles de la ciudad londinense y con una historia de 120 años cruzando el rÃo Támesis, inauguró dÃas atrás una pasarela transparente que transcurre por la parte superior del puente, en su lado oeste, y que permite a los visitantes mirar hacia abajo, a una altura mÃnima de 42 metros sobre el suelo.
Esta nueva pasarela, llamada Tower Bridge Glass Floor, es la primera alteración estructural que sufre el puente desde el año 1980. El suelo de vidrio mide 11 metros de largo por 1,8 metros de ancho. Cada panel de vidrio tiene un peso de 530 kg.El próximo 1 de diciembre se inaugurará una segunda pasarela por el lado este del puente.
Los visitantes de esta atracción podrán mirar hacia abajo y ver los famosos autobuses rojos y los taxis negros de Londres bajo sus pies, contemplando también el impresionante entramado de acero del puente. Además ofrece unas vistas espectaculares sobre el horizonte de la ciudad.
Si se tiene suerte, o se planea por adelantado, los visitantes también tendrán la oportunidad de ver como se eleva el puente para permitir el paso de embarcaciones altas por debajo de él.
El precio normal de adulto para acceder a esta pasarela es de 9 libras esterlinas (6,30 libras para estudiantes y 3,90 para niños entre 5 y 15 años). Las entradas pueden comprarse por Internet en su propia página web, pero con una antelación mÃnima de 24 horas a la visita y sólo son válidas para el dÃa escogido.