El Gobierno australiano acordó semanas atrás fijar un impuesto del 15% que gravará a los viajeros extranjeros que trabajen durante su estancia en el paÃs, sobre todo en la recogida de fruta, tras las presiones de los sectores agrÃcola y turÃstico.
De todos modos, la decisión supone la segunda rebaja de la propuesta inicial del Gobierno de la coalición conservadora, que en 2015 propuso una tasa del 32,5 por ciento y en septiembre la redujo al 19 por ciento.
Esa primera rebaja fue rechazada en el Senado, donde la oposición laborista defiende situar la tasa en un 10,5 por ciento al considerar que una mayor presión fiscal podrÃa ahuyentar a los turistas, ya que son muchos los viajeros que utilizan esta fórmula para pagarse su estancia en el paÃs.
El Gobierno acordó con las fuerzas minoritarias la nueva tasa del 15 por ciento, que se aplicará a las rentas anuales menores de 37.000 dólares australianos (27.627 dólares estadounidenses o 25.878 euros) que perciban los mochileros.
El jefe de la oficina del Tesoro, Scott Morrison, dijo que el acuerdo supondrá una reducción de ingresos de unos 120 millones de dólares locales (89,5 millones de dólares o 83,9 millones de euros) en los próximos cuatro años.
Hasta ahora estos viajeros han estado exentos de pagar impuestos cuando sus ganancias anuales fuesen inferiores a los 18.200 dólares australianos (13.606 dólares estadounidenses o 12.764 euros).