Siguiendo los pasos de éxito de las revoluciones populares en Túnez y Egipto, los ciudadanos de varios países de Oriente Medio, el norte de África y el Golfo Pérsico se manifiestan masivamente en contra de sus gobernantes, resultando a menudo en escaramuzas entre las fuerzas gubernamentales y los manifestantes.
En casos como el de Libia la cosa ha ido mucho más allá y se ha llegado a la situación de guerra abierta, pero en otros como Yemen, Siria, Bahrein, Omán, Arabia Saudí, Argelia o Jordania también se han producido encontronazos más o menos serios que, en varios casos, han acabado con manifestantes muertos.
En los últimos días también en el Líbano, aunque por razones algo distintas, se ha recrudecido la inestabilidad política que ya viene arrastrando desde hace un tiempo. En cualquier caso, si se viaja a esa región conviene ser conscientes en todo momento de los disturbios y la situación de inestabilidad que se pueda producir.